Estimada en Cristo kurisusu:
kurisusu escribió:Hola hermanos.
Verán, necesito su opinión. Sé que el demonio tienta a veces con pensamientos negativos en la mente de uno y así en contra de Dios, la Virgen u otros, pero mi situación es la siguiente:
Ya me ha tocado fuera de casa, que al rezar se me cambiaban palabras en el ave maría o el padre nuestro a insultos hacia Dios o la virgen y yo siempre los rechazo.
Dice la sabiduría popular: "Pedir no cuesta nada, dar es lo que aniquila". Tú puede ser culpable tan solo de lo que quieres hacer y NO de lo que ocurre sin que tú lo quieras.
La cosa es que en casa, desde hace tiempo mi madre trajo de una tienda católica las 'cédulas de San Ignacio de Loyola' que según con estas, si están pegadas tras la entrada o puerta, no puede entrar el demonio...
Esto NO funciona como "magia". Lo que trajo tu mamá NO ES un "campo de fuerza anti-demonios", sino simplemente una expresión de una petición de ayuda y protección que hacen a San Ignacio. Esto NO "funciona automáticamente", sino es como si alguien (una persona humana) te molesta y tú pides ayuda a un amigo fuerte y poderoso para lidiar con eso. La ayuda puede adquirir muchas formas dependiendo de la naturaleza de la situación concreta e, incluso a veces, dependiendo del porqué Dios permite esas tentaciones. Puede ser que lo importante es que aprendas a lidiar con las tentaciones, por lo cual estas no serán evitadas, sino la ayuda consistirá en darte los medios y la fuerza para que no caigas en ellas.
y lo que me cuestiono es que, estando en casa, hace tiempo empezaron a venirseme insultos pero feos contra Dios y no solo contra Dios sino alguna vez contra el Espíritu Santo, ...
El Espíritu Santo ES Dios.
... cosa que a mi no me agrada eso, yo los rechazo pero me da miedo, yo nunca he querido insultar a Dios y mucho MENOS al Espíritu Santo. Yo en la vida quiero insultar a Dios ni a nadie, ni a la Virgen Santísima, a nadie. Sé muy bien que el insultar al Espíritu Santo es perder la salvación al instante, y no tener perdon...
Bueno, no es exactamente asi. Tampoco eso "funciona automáticamente", sino lo que te hace no tener perdón es que, si insultas intencionalmente y queriéndolo hacer de todo corazón al Espíritu Santo, eso es porque no crees ni quieres el Amor de Dios (lo que obviamente nada tiene que ver contigo) y, por tanto, no te interesa tener su perdón. Por tanto, eso no puede ser perdonado, pero no porque si alguien que hace eso y luego se arrepiente no pueda ser entonces perdonado, sino porque el que se obstina eternamente en esa actitud contraria al Amor de Dios, por su propia actitud impide que Dios le pueda perdonar.
... pero yo nunca he querido hacer nada de eso. No sé si pensar que soy yo, o son tentaciones, o yo no sé, pero es como si se me viniera en automático a veces en el pensamiento al ver alguna imagen de Dios, de Jesús o así por ahí, no me gusta eso...
Mi duda también es: ¿teniendo esa cédula de San Ignacio de Loyola en las puertas de la casa, significa que si caigo en pecado estando aquí es por mi misma y no tanto por tentaciones? Eso me ha confundido desde que supe de la cédula esta.
Las tentaciones, ya te dije, cédula o no cédula te pueden venir sin que tú quieras y por si mismas jamás te harán culpable de nada. Si caes, cédula o no cédula, SIEMPRE será culpa tuya, pues es una Verdad Dogmática que Dios SIEMPRE nos da los medios para resistir CUALQUIER tentación que permite que tengamos. Tener y querer la cédula no es sino expresión de que precisamente NO QUIERES esas tentaciones y por eso pides la ayuda de San Ignacio (que obviamente no es una figura en la cédula, sino una persona de verdad que está junto a Dios y puede interceder por ti y ayudarte) para no caer en pecado a causa de esas tentaciones.
He escuchado también del transtorno obsesivo compulsivo (toc) donde dicen que asi pasa a veces que se te vienen pensamientos feos sin que uno quiera pensarlos. La verdad no quiero ser una loca.
Existe ese transtorno, pero también existen las tentaciones obsesivas que nada tienen que ver con ese transtorno, sino son auténticamente procuradas por el Demonio literalmente para molestarnos. Es como un niño molestón ("bullying"), que repite sus insidias sobre el que ve que reacciona a ellas por la única razón de que reacciona a ellas y se mortifica.
Por eso la mejor manera de combatir estas tentaciones es de plano ignorarlas en todo sentido, asi como el niño molestón se cansará de que no le hagan caso y se irá a otro lado a molestar, así las tentaciones obsesivas suelen terminar cuando RELAMENTE se les ignora en TODO sentido (eso incluye ni preocuparte por ellas, ni sentirte culpable, ni hacerles ningún caso, ni nada de nada). Por supuesto que, como el niño molestón, el Demonio no nos dejará que le ignoremos tan fácilmente y, en un primer momento, al ver que su molestia está dejando de surtir efecto, la intensificará para que sintamos que nuestra estrategia no está funcionando, sino al revés, y para tratar de provocar la reacción al molestarnos aún más, pero entonces es más crítico aún continuar ignorando esta molestia intensificada (NO preocuparse por si está más feo o no, por si tal vez caí por un instante o no, por si tal vez si lo quise tantito o no, etc. es obvio que TÚ NO QUIERES ESO y justamente por ello lo tratas de ignorar, así que no dejes que te preocupe o que te inmute en NINGÚN sentido) y que de verdad deje de surtir efecto. De lo contrario, dado que la molestia sigue funcionando, pues la molestia seguirá. Para tener esta fuerza de ignorar aún en contra de la molestia intensificada es para lo que muy bien puedes pedir y te puede servir la ayuda de San Ignacio.
Espero alguien me pueda ayudar, en serio que necesito ayuda. No sé de qué se trate pero no quiero insultar a Dios ni al Espíritu Santo.
Saludos y la paz sea con ustedes, hermanos.
Tú tranquila, es obvio que no quieres, y por eso no hay pecado. Espero haberte ayudado.
Que Dios te bendiga.