Estimada en Cristo Laurita29:
Técnicamente no es posible oponerse al "matrimonio homosexual" porque tal cosa simplemente no puede existir.
Hay que entender que el matrimonio puramente civil o de otras religiones NO es necesariamente una institución "inútil" o inexistente.
Por el contrario, la Iglesia siempre ha reconocido el llamado "matrimonio natural", el que, si bien desde luego no tiene la misma importancia y dignidad que el Sagrado Matrimonio Sacramental por el que los esposos cristianos se unen para servir a Cristo; por otra parte SI es reconocido como un matrimonio auténtico y verdadero; las características, derechos y obligaciones de este matrimonio son, por supuesto, igualmente distintas a las del Matrimonio Sacramental, pero eso no quita que sea un matrimonio verdadero ni permite que se pueda hablar de matrimonio respecto a cualquier institución o unión a la que uno quiera aplicarle ese nombre.
Bueno, aclaremos: bien me enseñó un maestro de literatura en la escuela secundaria que una de las propiedades del lenguaje es que es arbitrario, eso quiere decir que, si yo quiero a partir de hoy llamarle "elefante" al teclado de mi computadora, y me pongo de acuerdo con otras personas de que ese objeto será designado con ese nombre y así nos entendemos, pues nada ni nadie puede impedir que lo hagamos así; y, en efecto, a partir de entonces para las personas que estemos en ese grupo un elefante será lo que el resto del universo suele designar con el nombre de "teclado".
De la misma manera, si yo -o alguien más- le quiere llamar "matrimonio" a la unión de dos personas del mismo sexo, o a la de de una persona con su camisa, o a la unión de dos conjuntos matemáticos, o simplemente quiere llamarle "matrimonio" a la salsa de soya, y así decide y quiere hacerlo, pues nada ni nadie le puede impedir tampoco que lo haga así. Pero de ahí a que la salsa de soya pueda entonces ser lo mismo que la unión matrimonial simplemente porque a alguna(s) persona(s) -aunque sean muchas- se le(s) ocurrió llamarle así, pues obviamente eso no será así. Entonces, una unión homosexual NO será jamás lo mismo que la unión de un hombre y una mujer que constituye el matrimonio, y eso por mucho que a alguien le parezca discriminatorio o "anti-igualitario". Y, por cierto, lejos de ser discriminatorio esto, lo verdaderamente discriminatorio, tanto contra los hombres, como contra las mujeres, es pretender que una unión homosexual sea equiparable o hasta idéntica al matrimonio, porque significa desconocer lo que en el hombre hay de propiamente masculino y que le hace ser hombre y no mujer, e igualmlente desconocer lo que en la mujer hay de propiamente femenino y que le hace ser mujer y no hombre. Entonces la verdadera discriminación la comete quien menosprecia y ningunea todas esas riquezas de los hombres y las mujeres y, con tan solo una ideología sin fundamentos en mano, porque no existe ninguna otra razón para hacerlo, pontifica dogmáticamente que, según su sacro-santo y sagrado parecer, y contra toda evidencia que la realidad le ofrece, "no existe diferencia entre hombres y mujeres" de tal suerte que solo así podrían venir a ser como intercambiables.
Y, sin embargo, la institución matrimonial depende enteramente de esas diferencias, por consiguiente, si se ignoran esas diferencias para pontificar dogmáticamente que no existen y/o son irrelevantes, entonces ahí no hay matrimonio y SI HAY discriminación.
Esa, de suyo, es ya una razón importante para no pensar que "hagan con sus vidas lo que quieran", porque no están haciendo meramente de sus vidas lo que quieran, sino están cometiendo actos discriminatorios contra TODA la humanidad.
En fin, hay muchas más razones y maneras de demostrar que, muy lejos de "solo querer ser felices sin afectar a nadie" los promotores de la ideología homosexual en realidad menosprecian y discriminan a todo aquel que no piensa como ellos. Y que, lejos de no afectar, activamente están promoviendo cambios que pueden dañar y afectar seriamente a muchísimas personas.
En particular se afecta al tejido social a través de afectar y menospreciar directamente a lo que, con mucha razón, hasta no hace mucho se había reconocido sin ambages como la célula fundamental de la sociedad.
Si quieres textos de magisterio al respecto, en realidad hay muchísimos, pero te cito un ejemplo de una audiencia general del Papa Francisco:
Evocando la figura de san José, que protegió la vida del «Santo Niño», muy venerado en ese país, recordé que hay que proteger a las familias, que afrontan diversas amenazas, con el fin de que puedan testimoniar la belleza de la familia en el proyecto de Dios. Hay que defender también a las familias de las nuevas colonizaciones ideológicas, que atentan contra su identidad y misión.
Que Dios te bendiga.