por eduarod » Mié Jul 27, 2016 12:20 am
Estimado en Cristo Luis:
Si ella te dejó y está feliz lejos de ti, pues es bastante evidente que se trata de una persona que NO te ama. ¿Y cómo puedes pensar entonces que lo mejor para ti es una persona que no te ama?
Ciertamente estas pasando por un momento de ruptura y duelo, y eso duele mucho, hay cosas que creías resueltas o encaminadas que de pronto se quedan sin sentido o sin respuesta y hay que reconstruir tu manera de abordar muchas situaciones y problemas.
Pero ciertamente la manera de reconstruirlas de manera sana y provechosa NO es tratando de forzar que una persona que no te ama sea parte de ello.
Respecto a lo que te dijo el sacerdote, evidentemente es verdad, pero es también importante entender que tus tiempos y demandas NO son los tiempos de Dios, y NO porque Dios sea un Ser egoísta y caprichoso que se divierta viéndote sufrir, o un Ser indiferente que tenga muchos otros asuntos que atender antes que preocuparse por ti. Sino porque Dios Sabe mucho mejor que tú qué es lo que es mejor para ti y en qué momento es más conveniente dártelo.
Al leer los relatos de la Pasión y las cartas de San Pablo encontramos que Cristo Mismo pidió al Padre Ser Librado del sufrimiento y que Fue Escuchado por Su Piedad. Pero igualmente sabemos que eso NO llevó a que Fuese Librado de la Pasión. Sino que igual era bueno y necesario que Padeciera POR NOSOTROS. Si Cristo Mismo entonces NO Fue Librado del sufrimiento como por arte de magia porque eso no era bueno ¿qué nos hace pensar que nuestro deseo de no sufrir y de tener una solución rápida y evidente a todos nuestros problemas es lo que es realmente bueno?
Mira, para que lo entiendas mejor te propongo un ejemplo sencillo: imagina que a un niño le gusta mucho la feria, y su papá le tiene preparado de sorpresa que va a ir a una nueva feria muy bonita y muy especial que el niño no conoce aún. Pero un rato antes pasan por una tienda de helados y al niño se le antoja muchísimo un helado de fresa, por lo que se lo pide a su papá. El papá no se lo da, porque tiene preparado algo mucho mejor para él que es la visita a la feria, donde le comprará un helado más rico entre muchos otros regalos y diversiones. Pero el niño no lo sabe y se pone a hacer un berrinche, diciendo a su papá que no lo quiere porque no le compra el helado ni le da otra cosa de inmediato. ¿Es sensata esa actitud del niño? Por supuesto que no. Y mal haría el papá en ceder al capricho. Tampoco puede decirle exactamente qué le va a dar, primero porque el niño no lo conoce aún y no lo puede entender bien todavía, y segundo porque el papá sabe que parte importante del gozo del niño estará en la misma sorpresa de llegar y conocer esa nueva feria, por tanto, platicarle algo antes echaría a perder parcialmente la sorpresa y acabaría decrementando en lugar de aumentar el gozo del niño. El niño, al ver la feria y recibir ahí el helado más rico y todas las demás sorpresas, recién entonces entenderá porqué su papá no le compró el otro helado. Pero eso será hasta entonces, por lo que, en el tiempo intermedio, el niño tiene dos opciones:
1. Confiar en su papá y minimizar su sufrimiento temporal.
2. Encapricharse y no solo maximizar su sufrimiento temporal, sino disminuir el gozo de recibir finalmente la sorpresa que se verá empañado por la vergüenza que sentirá de haber sido tan necio.
Son las mismas opciones que en realidad nosotros tenemos al decidir confiar en Dios, en que Él nos Dará lo que REALMENTE nos hará felices cuando sea el momento conveniente, o al decidir encapricharnos en lo que nosotros queríamos aunque sea evidente que ni siquiera era algo realmente bueno para nosotros.
Que Dios te bendiga.