por macortes » Mar Jul 12, 2016 7:44 pm
1.- Alguien sin preparación religiosa, ¿Puede discernir entre el bien y el mal?
R.- Sí, cualquier hombre aún sin ninguna preparación religiosa puede discernir entre el bien y el mal.
2.- ¿Qué es la ley moral?
R.- La ley moral es obra de la Sabiduría divina. Se la puede definir, en el sentido bíblico, como una instrucción paternal, una pedagogía de Dios. Prescribe al hombre los caminos, las reglas de conducta que llevan a la bienaventuranza prometida; proscribe los caminos del mal que apartan de Dios y de su amor. Es a la vez firme en sus preceptos y amable en sus promesas.
La ley moral supone el orden racional establecido entre las criaturas, para su bien y con miras a su fin, por el poder, la sabiduría y la bondad del Creador. Toda ley tiene en la ley eterna su verdad primera y última. «El hombre es el único entre todos los seres animados que puede gloriarse de haber sido digno de recibir de Dios una ley: animal dotado de razón, capaz de comprender y de discernir, regular su conducta disponiendo de su libertad y de su razón, en la sumisión al que le ha sometido todo» (Tertuliano, Adversus Marcionem, 2, 4, 5).
3.- ¿Qué es la ley natural?
R.- La ley natural expresa el sentido moral original que permite al hombre discernir mediante la razón lo que son el bien y el mal, la verdad y la mentira. La ley natural está inscrita y grabada en el alma de todos y cada uno de los hombres porque es la razón humana que ordena hacer el bien y prohíbe pecar. La ley natural contiene los preceptos primeros y esenciales que rigen la vida moral. Está expuesta, en sus principales preceptos, en el Decálogo. Esta ley se llama natural no por referencia a la naturaleza de los seres irracionales, sino porque la razón que la proclama pertenece propiamente a la naturaleza humana. Estas normas están inscritas en el libro de esa luz que se llama la Verdad. La ley natural «no es otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros por Dios; por ella conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar. Esta luz o esta ley, Dios la ha dado al hombre en la creación. Dios en su infinita sabiduría imprime en nuestras almas esa ley natural, con esa gran ayuda podemos discernir con nuestra inteligencia el bien del mal.
4.- ¿Podemos solos encontrar la Revelación plena para llegar a Dios?
Mediante la razón natural, el hombre puede conocer a Dios con certeza a partir de sus obras. Pero existe otro orden de conocimiento que el hombre no puede de ningún modo alcanzar por sus propias fuerzas, el de la Revelación divina” (cf. Cc. Vaticano I: DS 3015). Por una decisión enteramente libre, Dios se revela y se da al hombre. Lo hace revelando su misterio, su designio benevolente que estableció desde la eternidad en Cristo en favor de todos los hombres. Revela plenamente su designio enviando a su Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, y al Espíritu Santo.
5.- Después del pecado original, ¿Dios nos abandonó para que aprendiéramos la lección?
Dios sabía perfectamente lo que había hecho Adán, y aun así lo buscó. ”Después de su caída alentó en ellos la esperanza de la salvación con la promesa de la redención, y tuvo incesante cuidado del género humano, para dar la vida eterna a todos los que buscan la salvación con la perseverancia en las buenas obras" (DV 3). Cuando por desobediencia perdió tu amistad, no lo abandonaste al poder de la muerte....Reiteraste, además, tu alianza a los hombres (MR, Plegaria eucarística IV,118). Una vez rota la unidad del género humano por el pecado, Dios decide desde el comienzo salvar a la humanidad a través de una serie de etapas:
• La alianza con Noé permanece en vigor mientras dura el tiempo de las naciones (cf. Lc 21,24), hasta la proclamación universal del evangelio.
• Con Abraham inicia el proceso de Revelación en la pedagogía de Dios. Dios elige un pueblo para poco a poco, con mucha paciencia ir diciéndonos como ganar de nuevo el Camino a Él. Dios sigue intentando. El pueblo nacido de Abraham será el depositario de la promesa hecha a los patriarcas, el pueblo de la elección, ese pueblo será la raíz en la que serán injertados los paganos hechos creyentes (cf. Rom 11,17-18.24).
• Después de la etapa de los patriarcas, Dios constituyó a Israel como su pueblo salvándolo de la esclavitud de Egipto. Estableció con él la alianza del Sinaí y le dio por medio de Moisés su Ley, para que lo reconociese y le sirviera como al único Dios vivo y verdadero, Padre providente y juez justo, y para que esperase al Salvador prometido (cf. DV 3).
• Por los profetas, Dios forma a su pueblo en la esperanza de la salvación, en la espera de una Alianza nueva y eterna destinada a todos los hombres (cf. Is 2,2-4), y que será grabada en los corazones (cf. Jr 31,31-34; Hb 10,16). Serán sobre todo los pobres y los humildes del Señor (cf. So 2,3) quienes mantendrán esta esperanza. Las mujeres santas como Sara, Rebeca, Raquel, Miriam, Débora, Ana, Judit y Ester conservaron viva la esperanza de la salvación de Israel. De ellas la figura más pura es María (cf. Lc 1,38).
• El culmen del amor de Dios a nosotros es comprobado al enviar a Su propio Hijo a Salvarnos, a abrirnos de nuevo las puertas del Cielo, no hay prueba más grande de su amor, y es con El, con Jesús que viene a cerrar la Revelación perfecta, no hay nada más que agregar, Jesús funda su Iglesia como instrumento de continuidad de Enseñanza para las generaciones futuras, da poder a su representante en la tierra (los Papas), y nos deja las herramientas elementales de salvación (Los sacramentos), signos visibles de realidades invisibles.
6.- ¿Dónde se encuentra la Revelación plena? ¿Con los profetas? ¿en la ley Mosaica? ¿En la Biblia? ¿En la Iglesia (Magisterio, Tradición Apostólica, Biblia)?
Dios ha querido revelarse en Jesucristo su Hijo hecho hombre. El es la Palabra única, perfecta y definitiva de Dios Padre. Jesucristo ha dicho ya todo lo que Dios quería decirnos a los hombres, de manera que ya no habrá otra Revelación después de Cristo. Por lo tanto, sólo con el don de la fe, conociendo, amando, siguiendo y sirviendo a Jesucristo podemos encontrar la Revelación plena: “Quien me ve a Mí, ve al Padre”, “Nadie va al Padre si no es por Mí”. Jesús es sacramento del Padre y la Iglesia es sacramento de Jesús, de tal manera que en ella está la Revelación plena (Biblia, Tradición y Magisterio) guiada siempre por el Espíritu Santo.
7. ¿Qué es la Tradición Apostólica?
La Tradición Apostólica es la transmisión del mensaje de Cristo llevada a cabo, desde los comienzos del cristianismo, por la predicación, el testimonio, las instituciones, el culto y los escritos inspirados. Los Apóstoles transmitieron a sus sucesores, los obispos y, a través de éstos, a todas las generaciones hasta el fin de los tiempos todo lo que habían recibido de Cristo y aprendido del Espíritu Santo. La Tradición Apostólica se realiza de dos modos: con la transmisión viva de la Palabra de Dios (también llamada simplemente Tradición) y con la Sagrada Escritura, que es el mismo anuncio de la salvación puesto por escrito.
8.- ¿Es la biblia suficiente para conocer la Revelación completa?
R.- No, la Biblia no es suficiente para conocer la Revelación completa, se requiere de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia.
9.- ¿Qué es el depósito de la Fe?
La Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas entre sí, constituyen un solo sagrado depósito de la fe, del cual la Iglesia saca su propia certeza sobre todas las cosas reveladas. El depósito de la fe ha sido confiado por los Apóstoles a toda la Iglesia y su interpretación auténtica corresponde sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, es decir, al Sucesor de Pedro, el Obispo de Roma, y a los obispos en comunión con él.
9.- ¿Yahve o Jehova?
El pueblo judío, consciente de que el Sagrado nombre de Dios podría ser profanado por los gentiles, evita escribir o pronunciar su nombre. En su lugar usa el tetragrama Y-H-W-H o la palabra Adonai o Elohim.
En el siglo VII A.D. los maestros rabínicos de la escuela del Tiberíades, llamados "masoretas" (masoreta es derivado de masora: tradición) quisieron ponerle vocales a las palabras de las sagradas escrituras (pues se escribían sin vocales y aumentaba cada vez más la confusión sobre como pronunciarlas). En cuanto al tetragrama YHWH, como nunca se pronunciaba, nadie sabía que vocales le correspondían. Tomaron entonces las vocales correspondientes a la palabra ADONAI (a-o-a), que era la palabra que leían en substitución del Tetragrama. La letra "i" al final de ADONAI no la contaron porque para los hebreos es consonante y no vocal. Además, cambiaron la primara "a" por la letra "e" por razones de fonética semítica (Según el sistema inventado por los masoretas, la consonante (Y) y primera letra del Tetragrama, por ser consonante fuerte no puede llevar la vocal "a" que es débil, sino que debe cambiarla por la vocal "e" que es una vocal fuerte). No obstante estos trabajos de los masoretas, el nombre YHVH (YodHayVahHay) seguía remplazándose en las lecturas por "Adonai". (Cf. Enciclopedia Británica, Micropedia, vol. 10).
A partir del siglo XIV de nuestra era, se comenzó por primera vez a leer el nombre sagrado del Tetragrama con las vocales que los masoretas le habían colocado según su invento, es decir, con las vocales "e-o-a", lo cual dio como resultado YeHoVaH. Esta versión errada se extendió a la cristiandad.
8.- ¿La Iglesia nos pide leer la Biblia?
R.- La Iglesia nos invita a asistir a Misa cada domingo y allí podemos escuchar la Palabra de Dios, también nos invita a hacer Lectio Divina (leer la Biblia), así nos nutrimos de la Palabra de Dios