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eduarod escribió:Por consiguiente es verdaderamente ocioso (y pernicioso a la Fe) pretender juzgar a aquel que es el único realmente autorizado a emitir un juicio al respecto mediante el criterio de aquellos que NO están autorizados para emitir tal juicio
Por ello enseñamos y declaramos que la Iglesia Romana, por disposición del Señor, posee el principado de potestad ordinaria sobre todas las otras, y que esta potestad de jurisdicción del Romano Pontífice, que es verdaderamente episcopal, es inmediata. A ella están obligados, los pastores y los fieles, de cualquier rito y dignidad, tanto singular como colectivamente, por deber de subordinación jerárquica y verdadera obediencia, y esto no sólo en materia de fe y costumbres, sino también en lo que concierne a la disciplina y régimen de la Iglesia difundida por todo el orbe; de modo que, guardada la unidad con el Romano Pontífice, tanto de comunión como de profesión de la misma fe, la Iglesia de Cristo sea un sólo rebaño bajo un único Supremo Pastor[16]. Esta es la doctrina de la verdad católica, de la cual nadie puede apartarse de ella sin menoscabo de su fe y su salvación.
CONCILIO VATICANO I, CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA, «PASTOR AETERNUS» CUARTA SESIÓN: 18 de julio de 1870.
fireraptor escribió:Supongo que lo del corán y lo de Asis ha de haber sido algún signo de muestra de respeto por otras religiones.
eduarod escribió:Estimado en Cristo fireraptor:
El artículo que citas en realidad está denunciando a las personas que hacían esas críticas para objetar contra la beatificación del Beato Juan Pablo II.
Eso significa que esas observaciones en realidad se hacen como una manera de mostrar la visión equivocada de la realidad que sostenían estos críticos, razón por la cual es evidente que NINGUNO de esos "hechos" debe realmente entenderse a la "luz" de esa equivocada visión de quienes así los presentan.
Por poner un claro ejemplo: es como lo del Santo Rosario, en donde hay varios puntos errados en la sencilla frase en la que se reclama que el Beato Juan Pablo II haya adicionado los llamados "Misterios de la Luz" al rezo de esta oración tan agradable a Nuestra Señora. No nos detendremos a analizar todos los errores que se logran manifestar en esa frase aparentemente tan sencilla: "¿Por qué aumentó misterios al Rosario, siendo una oración “intocable” dictada por la mismísima Virgen?". Tan solo analizaremos el error principal que es el de oponer la Autoridad del Sumo Pontífice a la Autoridad que pueda atribuirse a Nuestra Señora en esto; como si el Santo Padre se estuviera extralimitando de sus funciones al modificar lo "inmodificable" por pretendidamente venir directamente del Cielo. Esto entraña el gravísimo error de elevar a asentimiento de Fe, asentimiento debido ÚNICAMENTE al Depósito de la Fe recibido de Nuestro Señor por medio de sus Apóstoles -y que es lo único que en verdad debemos considerar inmodificable-; lo que en realidad no es sino una tradición humana que atribuye a una revelación privada a Santo Domingo el rezo del Santo Rosario, siendo además que es perfectamente posible conocer que el desarrollo de esta oración tan importante data en la Iglesia de tiempos anteriores a este gran santo. Eso NO quiere decir que Santo Domingo no haya podido en verdad tener esa revelación privada en la que Nuestra Señora le manifestó lo grata que era esa oración y la necesidad de difundirla. Pero nada de eso implica que sea falso que su origen se remonte realmente a tiempos anteriores, ni mucho menos que sea "inmodificable". Simplemente es testimonio de lo grata que es esta oración a Nuestra Señora y lo necesario que resulta entonces acudir a su maternal protección a través de ella.
Pero el error principal, decíamos, no son esos errores de concepto sobre lo que significa realmente esa revelación privada a Santo Domingo, sino esa actitud de pretender juzgar al Santo Padre y oponerse a su Enseñanza abusando de esa personal convicción de que lo que hizo o dejo de hacer Nuestra Señora; cuando la realidad es que Cristo mismo delegó Su Suprema Autoridad en el Santo Padre precisamente para que sea él -y NO nuestras ideas o convicciones personales- quien nos Enseñe y nos guie y oriente para encontrar qué es lo que Dios (y por consecuencia también Nuestra Santísima Madre) REALMENTE desea.
En otras palabras, al que le correspondería juzgar si realmente la Voluntad de Dios se manifiesta en las revelaciones privadas correspondientes en el sentido de que la oración sea modificada o no, es precisamente al Santo Padre, y NO a nosotros en lo individual y particular. Y si el Santo Padre entonces modifica la oración, es obvio que con ello mismo nos indica que el juicio de su Suprema Autoridad Apostólica es que el sentido de las revelaciones privadas correspondientes en cuanto tengan de auténticas NO ES que la Reina del Cielo considere la oración del Santo Rosario como "completamente inmodificable".
Por consiguiente es verdaderamente ocioso (y pernicioso a la Fe) pretender juzgar a aquel que es el único realmente autorizado a emitir un juicio al respecto mediante el criterio de aquellos que NO están autorizados para emitir tal juicio.
Y es que, además, cualquiera que sepa de estas cosas sabe perfectamente bien que lo que hay de fondo en esto NO ES meramente si se modificó el Rosario o no, sino se pretende establecer "el antecedente" de la supuesta "desobediencia del Papa" a Nuestra Señora (como si Cristo no le hubiese delegado al Papa Su Propia Autoridad, que de hecho es MAYOR que la de Nuestra Señora), para de ahí entonces tratar de justificarse en su propia y personal interpretación de otras revelaciones privadas, como las de Fátima y La Salette, para supuestamente fundamentar de ahí la supuesta infidelidad y desobediencia del Papa en otros aspectos y así tratar de justificar la personal desobediencia e infidelidad al propio Papa como si esta fuera en realidad obediencia y fidelidad a Dios a Quien en realidad habría que obedecer antes que al Papa. Pero Cristo NO nos mandó obedecer nuestra pesonal interpretación de las revelaciones privadas, sino Cristo nos mandó seguir a SU Vicario. De donde es evidente ese princípalísimo error de quienes juzgan las cosas de esta torcida manera y por el que, lejos de ser fieles y obedientes a Dios, se revelan en realidad como los rebeldes y desobedientes que realmente son.
Y así podríamos seguir analizando y explicando cada uno de estos supuestos "hechos lamentables" del supuesto "lado obscuro" del pontificado del Beato Juan Pablo II. Pero la realidad es que, muy a pesar de quienes pretenden así justificar su propia infidelidad y desobediencia, sabemos que ya muy pronto Dios nos alegrará con la canonización de este fidelísimo siervo suyo. Asi que no caigamos en la confusión de esas personas rebeldes, menos aún a causa de un artículo que en realidad pretendía denunciar y no defender esa falsa actitud.
Que Dios te bendiga.
Aristides escribió:...Ser católico es ser investigador y buscador de la verdad, y cuantas más respuestas tengamos a los interrogantes de siempre mejor podremos defender nuestra fe ante la gente que Dios nos haya puesto delante. ...
Si un padre conoce a su hijo y sabe que le gusta el helado de chocolate y no el de fresa, no necesita leer, buscar o investigar en ningún lado qué helado tomará su hijo, simplemente lo sabe porque lo conoce. Igualmente, quien sigue a Cristo y le conoce, entiende facilmente el porqué de muchas cosas que a otros permanecen ocultas.
Nota: debemos ser humildes al plantear nuestras dudas, porque si buscamos que nos respondan lo que según nosotros es lo correcto y desdeñamos lo que realmente debe abrazar el católico, solo corremos en vano.
si buscamos que nos respondan lo que según nosotros es lo correcto y desdeñamos lo que realmente debe abrazar el católico, solo corremos en vano
IvanEstoico escribió:Querido hermano en Cristo.
Seguramente el siguiente documento te será muy esclarecedor:
http://www.vatican.va/roman_curia/congr ... us_sp.html
Nota: debemos ser humildes al plantear nuestras dudas, porque si buscamos que nos respondan lo que según nosotros es lo correcto y desdeñamos lo que realmente debe abrazar el católico, solo corremos en vano.
Que Dios te bendiga por intercesión de su Magnificencia.
Aristides escribió:El apartado 4 de ese artículo termina: la subsistencia en la Iglesia católica de la única Iglesia de Cristo.
Si es la única de Cristo y Cristo es la Verdad, se deduce que es la única iglesia verdadera, ¿no?
fireraptor escribió:Hola. Recientemente encontré ese artículo aquí en catholic.net
Y estos interrogantes sobre Juan Pablo II me dejaron un poco intrigado:
– ¿Por qué besó el Corán en 1999?
– ¿Por qué en el encuentro con la juventudes mahometanas los invitó “a vivir su fe también en otros países”, en lugar de invitarles a convertirse al cristianismo?
– ¿Por qué, en México, aceptó recibir una “limpia” de manos de una bruja, durante la ceremonia de canonización de San Juan Diego?
– ¿Por qué permitió que se pusiera la imagen de un buda sobre el altar (reservado para la Eucaristía) durante el encuentro en Asís y, en cambio, no permitió, ahí mismo, que se entronizara la imagen de la Virgen de Fátima “por no herir la sensibilidad de las otras creencias”?...
Aristides escribió:Si un padre conoce a su hijo y sabe que le gusta el helado de chocolate y no el de fresa, no necesita leer, buscar o investigar en ningún lado qué helado tomará su hijo, simplemente lo sabe porque lo conoce. Igualmente, quien sigue a Cristo y le conoce, entiende facilmente el porqué de muchas cosas que a otros permanecen ocultas.
Este ejemplo me lleva precisamente a lo que decía, si el padre no lee o se documenta que el helado es un alimento que acidifica el cuerpo y por tanto genera un ambiente propicio en el líquido celular que promueve las enfermedades, su hijo enfermará y quizá diga: " era la voluntad de Dios, hay que aceptarla". Osea 4, 6 dice Por ignorancia perece mi pueblo.
...
eduarod escribió:El gran problema de tu razonamiento es que Cristo NO ES una teoría que hay que estudiar, sino una PERSONA...
Asi, cuando un católico cuestiona a un Papa SANTO (con TODO lo que DEBE implicar eso para un católico) por una serie de prejuicios, está claro que lo que hay que combatir en primer lugar NO ES la ignorancia o la inquietud directa, sino el PREJUICIO por el que indebidamente ese católico se está dejando llevar por los FALSOS criterios del mundo
Galatas 1 [1-2]: «Al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo a Tito. Lo hice en virtud de una revelación divina, y les expuse el Evangelio que predico entre los paganos, en particular a los dirigentes para asegurarme que no corría o no había corrido en vano».
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