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La Muerte de San Benito ...........................
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imagen de El tránsito de San Benito, grupo escultórico en el claustro de la Abadía de Montecasino.
El patriarca murió de pie, después de haber recibido la Eucaristía, sostenido
por sus hijos espirituales. el 21 de marzo de 547 ...........................
Santa Escolástica ...........................
San Benito vio el alma de su hermana Santa Escolástica volar al cielo en forma de paloma blanca. Inmediatamente llamó a los monjes para que trasladaran el cuerpo de la santa a Montecasino y fuera depositado en el mismo sepulcro que se había preparado para el mismo. La santa al parecer falleció el 10 de febrero del año 547 ,un mes antes que el Patriarca. ...........................................................................................................................................
Las reliquias de San Benito y Santa Escolástica .............. ......................................
magen de la.Cripta de Montecassino, en arte de Beurón, donde se encuentran las urnas con las reliquias
italianas de San Benito y Santa Escolástica.
San Benito y Santa Escolástica, juntos en vida y en muerte Sobre las reliquias de San Benito de Nursia hay una discusión multisecular por su posesión entre las Abadías benedictinas de Montecasino en Italia y Fleury en Francia. De igual manera, paralelamente a las reliquias de San Benito, los restos de Santa Escolástica son reclamados por Le Mans en Francia y la misma abadía de Montecasino. El presente artículo no pretende crear controversia o emitir un juicio sobre la validez de estas reliquias,únicamente se quiere presentar los hechos como se han dado en base a los diversos testimonios y también a los huecos que en ellos hay. Los textos sobre las reliquias del Patriarca de los monjes y su hermana son vastos, la controversia aún no termina y solo hasta que se retomen los estudios que a mediados del siglo XX se hicieron sobre los restos que se presumen pertenecen a los dos santos se podrá dar un resultado con rígor científico; el lector podrá aquí confrontar un resumen de esta controversia.
La cuestión de la validez de reliquias antiguas, o al menos una aproximación a su autenticidad, solo ha sido posible en tiempos modernos gracias a los aportes de ciencias médicas, forenses, arqueología y otras ramas afines dependiendo el caso a ser estudiado. Es de desear que gran parte de las reliquias veneradas en la cristiandad puedan pasar por
un examen crítico si es que en ellas hay un atisbo de duda. Los estudios realizados a los
relicarios de San Lucas en Padua y San Nicolás de Myra en Bari confirmaron las
tradiciones de la veracidad de las reliquias; ambos santos son muchos siglos anteriores a
San Benito.
San Gregorio Magno o, en el 2º libro de los Diálogos, narra la vida de San Benito en base a
sus milagros y da las primeras pistas sobre las reliquias que aquí tratamos
Fue sepultado en el oratorio de San Juan Bautista junto a su
hermana Escolástica. San Gregorio indica que en su tiempo el cuerpo del santo aún
permanecía en Montecasino: Aquí… resplandece por sus milagros hasta el día de hoy (Dial
2, 38).
Es todo lo que sabemos por parte de San Gregorio. La Abadía de Montecasino fue
destruida por los lombardos en el 584 y los monjes huyeron a Roma. Más de un siglo
después los religiosos regresaron para reconstruir la casa madre, pero es casi seguro de
que un pequeño grupo de benedictinos se estableciera en los alrededores del cenobio, tal
vez no permanentemente pero si constante
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La urna con las reliquias de San Benito conservadas en Fleury y el relicario de Santa Escolástica de Le Mans, ambas en Francia. .
Tres hipótesis
Aquí es donde empieza la disputa; tres han sido las teorías sobre la posesión de las
reliquias:
1) Hay un rapto total de las reliquias en el siglo VII por parte de los monjes franceses de
Fleury debido a la destrucción de Montecasino. San Benito permaneció en Fleury y el
cuerpo de Santa Escolástica fue llevada a Le Mans, hoy custodiado en la villa de Juvigny.
2) La permanencia de los sepulcros y de las reliquias de los santos en Montecasino a pesar
de las diversas destrucciones del monasterio. Solo fueron cedidas algunas pocas reliquias
a diversas abadías benedictinas. El cuerpo no salió de Montecasino.
3) Se acepta la tesis del robo de los cuerpos de los santos y una restitución parcial de las
reliquias a su antiguo sepulcro; en los dos monasterios se conservan reliquias verdaderas
También se puede aceptar que los franceses no se llevaron los cuerpos completos.
La tercera hipótesis ha sido descartada desde hace tiempo, en especial por los exámenes
hechos a las reliquias conservadas en las Abadías de Fleury y Montecassino y las
adjudicadas a Santa Escolástica veneradas en Juvigny. No pertenecen a dos cuerpos sino
a cuatro. Entre los que no conocen la tradición de las dos tesis se postula que ningún
cuerpo es verdadero, que muy probablemente los sepulcros fueron profanados o los santos
no existieron. Esta opinión no es aceptada por estudios serios que comprueban la
historicidad del Patriarca y el hecho de que hay solidas pruebas en las tesis de las reliquias
que, seriamente, no pueden echarse por la borda,,,
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Urna con las reliquias francesas de San Benito, en la Abadía de Saint-Benoit-Sur-Loire,Fleury La hipótesis de FleuryQuien investiga sobre las reliquias de San Benito inmediatamente encuentra a Fleury y no
a Montecasino como la Abadía poseedora de las reliquias. Textos antiguos, leyendas,
conmemoraciones litúrgicas y devoción benedictina tienen base en la teoría floriacense; en
internet la mayoría de las referencias da por hecho que el cuerpo de San Benito está en
Fleury. Esta hipótesis tiene muchas variantes en cuanto a las fechas, los hechos y los
“milagros” ocurridos durante la sustracción de los restos. Estas reliquias se encuentran en
la cripta de la Abadía románica, en el pilar central, con la sobriedad propia del medioevo
monástico.
Se cuenta que el Abad de Fleury, Múmmolo, envió al monje Aigulfo para sustraer las
reliquias de San Benito en Italia, el Obispo de Le Mans envió también un grupo a
Montecassino para traer el cuerpo de Santa Escolástica. Las fechas varían:lLa tradicional
de Fleury data la traslación cerca del año 660, Mabillon menciona el año 653, Munding el
672 y el grupo Stilting, Chamard y otros la retrasan al 703. La intervención divina ayudó a la
comitiva a encontrar las reliquias entre los escombros de lo que fue el oratorio de San Juan
Bautista. Los cuerpos fueron llevados a Fleury y de allí, según una de las variantes, el
cuerpo de Santa Escolástica se trasladó a Le Mans. Otro de los testimonios mencionan que
Santa Escolástica llego a Le Mans a finales del siglo VIII, pues hay testimonios de que a
mediados de este siglo los dos cuerpos se encontraban en Fleury.
Los historiadores, a pesar de dudar de varios puntos flacos en la tesis francesa, consideran
cierto una traslación a Francia. La fecha de la traslación al parecer fue el 4 de diciembre, ya
que en diversos calendarios conmemoraban en ese día la adventio corporis Sancti
Benedicti abbatis. Pero con el tiempo esta conmemoración dio paso a la fiesta del 11 de
Julio, la Traslatio Sancti Benedicti, festividad que se extendió a toda la familia benedictina y
que luego fue llamada la Solemnidad de San Benito Abad. El papa Pablo VI eligió este día
para celebrar a San Benito como patrón de Europa independientemente del origen de la
festividad como conmemoración de la traslación de las reliquias. Por tanto se puede decir
que hay argumentos litúrgicos e históricos que comprueban una traslación y la veneración
de supuestas reliquias de San Benito al menos poco antes de los años 800. Esto no
comprueba la veracidad de las reliquias, incluso con la extensión de la fiesta del 11 de Julio
a casi todos los monasterios, ya que durante el medioevo hay diversas festividades locales
de supuestos traslados y conmemoraciones de santos que ni siquiera existieron. Fleury
tiene muchos puntos flacos en especial por que las historias de las traslatio tienen
inconsistencia en cuestión de hechos, “milagros” (que copia de los Diálogos gregorianos),
el tiempo de que ocurrió el hecho y separación de las reliquias de los dos santos
hermanos.
Sobre Santa Escolástica se sabe que Riquilda, esposa de Carlos el Calvo, fundó un
monasterio en Juvigny en 874. Con cierta violencia logra que la iglesia de Le Mans cediera
a la fundación benedictina una parte de las reliquias allí conservadas. Según la tradición
desde entonces, y a pesar de la destrucción del monasterio, lo que se creen son los restos
de Santa Escolástica reposan en la iglesia de Juvigny-sur-Loison. El 8 de Junio se
conmemora esta traslación.
La Abadía de Fleury fue fundada hacia el año 650 y estaba dedicada a San Pedro; fue
siglos después que tomó el nombre de Abadía de San Benito y el mismo Fleury cambió de
nombre: Saint-Benôit-sur-Loire. Los testimonios de las reliquias en esta abadía son
constantes y precisos a partir del siglo X. Incluso Santa Juana de Arco visitó este lugar de
devoción, una placa conmemora esta visita. Durante la Revolución Francesa y posteriores
conflictos en Francia las reliquias se han escondido y tales movimientos están
documentados. En el siglo XIX, cuando la Abadía se encontraba casi abandonada los
monjes de La-Pierre-que-vire, inspirados por su fundador Dom Jean Baptiste Muard,
quisieron establecerse en este monasterio no sólo por la historia milenaria de esta Abadía
sino por la posesión del cuerpo de San Benito. Esto prueba que aún en tiempos modernos
Fleury estuvo relacionado con San Benito y sus reliquias .
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Ana de Austria y sus hijos rezando ante los Santos Benito y Escolástica. Lienzo de Philippe de Champagne en el retablo de las reliquias de Santa Escolástica, Juvigny-sur-Loison (Francia). Desde 1952 la Abadia de Fleury , bajo el Abad Dom Maliano Desplanques, impulsó un
estudio de las reliquias conservadas en la cripta. Una comisión pluridisciplinar se dedicó a
responder a las preguntas en base al cuerpo que tenían como de San Benito. En 1953 se
compararon los huesos de Fleury con aquellos que se conservaban en otras Iglesias y se
tenían como del santo. En 1979, año jubilar benedictino, los resultados se publicaron.
El estudio dio como resultado encontrarse frente a un esqueleto incompleto, de un hombre
de alrededor de 75 años y vegetariano. Se confrontaron así mismo las reliquias atribuidas a
Santa Escolástica conservadas en Juvigny-sur-Loison, pertenecientes a una persona de
sexo femenino. Se descubrió que existe en el lote de huesos de Juvigny, huesos
pertenecientes al de Fleury y viceversa, por lo que se dedujo que hubo un tiempo en que
los cuerpos estuvieron mezclados entre sí.
No se precisó la época en que vivieron los personajes pero si la posibilidad de que a fines
del siglo VII ya se tuvieran como reliquias. Por miedo a la pérdida de una parte de los
huesos, no se hizo la prueba del Carbono 14 porque implicaba una combustión y pérdida
de los restos. Los resultados de las reliquias no se oponían al relato de la traslación. Desde
el punto de vista histórico las reliquias si pudieron pertenecer a una persona del siglo VI,
como lo es San Benito.
Aquí no termina la controversia. Montecasino también reclama la posesión del cuerpo e
hizo igualmente un estudio de las reliquias recobradas después del bombardeo de la
Abadia Madre
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Sepulcro barroco de San Benito y Santa Escolástica, en la parte posterior del altar de la
Basilica de Montecasino La tesis de Montecasino Son pocas las referencias sobre la permanencia de las reliquias de San Benito en
Montecasino, la mayoría apuntan a Fleury. La hipótesis dice que después de la destrucción
de Montecasino por los lombardos los monjes se refugiaron en Roma; la casa madre
resurge más de un siglo después de su destrucción. Se presume que hubo monjes en las
cercanías de las ruinas del monasterio pero no de manera constante; no hay una certeza
que avale una profanaron de las tumbas de los monjes con la destrucción de los
lombardos. Hacia el 717 el Monasterio fue restaurado por Petronax noble de Brescia;
desde entonces hay una tradición continua de la presencia de las reliquias de San Benito y
por ende las de Santa Escolástica, pero no una autentificación debido a que se
encontraban sepultadas por lo que a través de los siglos hay testimonios de hallazgo del
sepulcro, olvido y recuperación.
Una carta del año 750 atribuida al Papa San Zacarías I avala la tradición de Fleury y en ella
se pide a los monjes franceses restituyan el cuerpo de San Benito a los italianos. Hoy este
testimonio no se tiene como prueba por varias incongruencias históricas pues
contemporáneamente a los hechos no hay otros testimonios que apoyen la tesis de Fleury.
Pedro Diácono, de Montecasino, a pesar de testificar una presencia de las reliquias de
Patriarca en Italia, da crédito a la historia de Fleury y a una restitución parcial de reliquias
de Francia. Sin duda la fama de la posesión de reliquias en Francia trascendió fronteras y
Pedro Diacono se hace eco de esta historia.
Cerca del año 758 los monjes italianos cedieron reliquias de san Benito, un brazo, para el
monasterio de Bresia. Aun así queda el hueco entre los años 740 y 758 fecha en que
posiblemente, según la tesis de Fleury, se hizo una restitución parcial de las reliquias pero
estas no corresponden con las francesas.
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Imagen yacente de San Benito en las criptas de Montecasino y fotografía de las reliquias
italianas tras su reconocimiento en los años 50´s. Los estudios a las reliquias casinenses han sido los más criticados y esto no es en defensa
de la teoría de Fleury, la cual es descartada por la mayoría de los críticos. Estos estudios
se hicieron después de la destrucción de la Abadía.
La tesis casinense tiene puntos a favor pero también huecos que han sido señalados con
agudeza por los críticos, en especial por la falta de documentación o mención de la
presencia de los restos por mucho tiempo a pesar de los testimonios de Pedro Diácono, el
celo de Abad Didier de Montecasino (futuro Papa Beato Víctor III) por encontrar el sepulcro
en 1066 y los hallazgos hechos en los Siglos XV y XVI. Lo que si es cierto es que no hay
evidencia histórica de una restitución de reliquias desde Francia según lo pedía la supuesta
carta del Papa San Zacarías.
Despues de la “inventio” del Abad Didier, siglos después sucedieron otros hallazgos. En
1487 se menciona el sepulcro de San Benito, sin mencionar a Santa Escolástica salvo los
relicarios conservados en el tesoro; se supone que al mencionar el sepulcro de San Benito
indirectamente se le adjudica el mismo a Santa Escolástica.
En 1545 durante la remodelación de la Basílica de forma inesperada hubo otra inventio. En
el examen a las reliquias se mencionan los dos cráneos de los santos que fueron besados
por una concurrencia, los monjes presenciaron en las reliquias el fenómeno de la “sacra
mana” (líquido que sale del sepulcro de los santos). Esto ocurrió entre el 12 y 15 de marzo,
días antes de la fiesta del tránsito de San Benito. El sepulcro fue cerrado de nuevo.
En 1637 el Abad Caffarelli Simplicio hizo cambios nuevos en la iglesia y no se tocaron, nos
dicen, los huesos del santo patriarca por temor al castigo del cielo. Las reliquias de San
Carlomán, San Simplicio y San Constantino fueron llevados a la sacristía; se encontraron
delante de los de San Benito.
En 1659 bajo el Abad Della Noce se habla de nuevo de las reliquias para explicar que se
había roto accidentalmente uno de los cráneos. Las reliquias de los dos hermanos se
encuentran en un mismo lugar bajo una loza de mármol dentro de una urna. Estas fueron
las reliquias que se desenterraron en 1950 y que se remontan al menos, históricamente, al
Abad Didier. Lo cierto es que el culto a San Benito en Montecasino ya es mencionado en
siglo VII como lo demuestran las fiestas litúrgicas y la dedicación de un altar a San Benito
el 3 de junio en el oratorio de San Juan Bautista. Los cráneos no aparecieron, ni siquiera
fragmentados, en la inventio de 1950.
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Imagen yaciente de Santa Escolástica en las criptas de Montecasino y fotografía de las
reliquias italianas tras su reconocimiento en los años 50´s. Durante la 2ª. Guerra Mundial, la Abadía de Montecasino fue reducida a escombros por los
aliados, ante la protesta del Papa y muchos países, pues este lugar era considerado la
cuna de Europa. Con anterioridad los monjes trasladaron la biblioteca, obras de arte,
reliquias y personas encubiertas a la ciudad de Roma. El abad fue el último en salir,
aseguraba a los aliados que el monasterio estaba vacío. El sepulcro de San Benito no se
tocó pues, según la tradición, había permanecido allí y por tanto esta vez no sería la
excepción; el 15 de febrero de 1944 Montecasino fue destruido innecesariamente por
cuarta ocasión.
Un grupo de monjes, acabada la guerra, construyeron un pequeño edificio cerca de las
ruinas del monasterio. Sobre lo que fue la basílica barroca se erige una capilla de ladrillo en
lo que había sido el altar que resguardaba el sepulcro del santo fundador. El 1º de Agosto
de 1950 el obispo – abad de Montecasino Dom Ildefonso Rea OSB comenzó las
excavaciones debajo del altar. Se descubrió la placa de Giovanni Antonio Caraffa de 1482,
bajo la cual encontraron una urna de alabastro en la cual el Abad Angelo della Noce había
colocado las reliquias en 1659. La urna fue llevada a los edificios improvisados de la
comunidad monástica.
Abierta la urna se encontró una inscripción que identificaba los huesos y cenizas de San
Benito y Santa Escolástica. Una comisión médica trabajó en la selección de huesos y su
estudio. Se les dio un tratamiento a fin de asegurar su conservación.
Las reliquias fueron devueltas al sepulcro el 1 de diciembre 1955 bajo el altar mayor de la
basílica aun en restauración. Europa exigió la restauración completa de la abadía destruida
por los aliados.
El examen científico menciona que no se puede afirmar que las reliquias conservadas en
Francia pertenezcan a los mismos cuerpos, ya que en Montecassino hay dos esqueletos,
incompletos, uno femenino y otro masculino pero diferentes a los de Fleury. La
comparación con la reliquia, un brazo, atribuida a San Benito y conservada en Brescia
desde la época de Petronax, concordó con el esqueleto masculino. Estas reliquias por
tanto eran veneradas como de San Benito antes del siglo XI cuando el Abad Didier, futuro
Papa Beato Víctor III, hizo uno de los hallazgos en la basílica
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Lienzo de los Santos, obra de José Ximénez Donoso.
Antiguo convento de la Encarnación de Corella, España Situación actual de las reliquias
Actualmente las dos Abadías se disputan la gloria de tener el cuerpo de San Benito. A raíz
de los estudios hechos a los restos de ambos relicarios se disiparon algunas dudas; el
debate aún está abierto. En internet y en la bibliografía medieval, litúrgica e histórica se da
por hecho la traslación de las reliquias a Fleury; en la actualidad y debido a los estudios
más recientes, la tesis francesa no tiene mucho apoyo.
En cambio las reliquias de Montecasino se tienen por auténticas desde los años
posteriores a la guerra y al hecho de que se conservaran ilesas después del bombardeo de
la Abadía, cosa que muchos consideran un milagro. Pío XII en Fulgens Radiator (1947)
tenía por cierto que las reliquias auténticas se encontraban en Montecasino: casi nada
quedó intacto (hablando de la destrucción del monasterio), excepto el sagrado sepulcro
donde piadosísimamente se conservan los restos del Santo Patriarca. En ocasión de la
restitución de las reliquias de los dos santos al sepulcro, un gran concurso de abades de
todo el mundo estuvo presente en la ceremonia y desde entonces la tesis casinense es la
más defendida.
Pablo VI, al dedicar la Basílica de Montecasino en 1964, Juan Pablo II en 1979 y Benedicto
XVI en el 2009 veneraron el sepulcro con las reliquias, dando por hecho que allí estaban
San Benito y Santa Escolástica.
Montecasino, en su página web, alega la posesión de las reliquias y desmiente la tesis de
Fleury. La Abadía Francesa, en su web, hace eco de la tradición y de los estudios
científicos del siglo XX, pero no menciona Montecasino. Las reliquias de Santa Escolástica
llevadas a Le Mans hoy se encuentran en la diminuta villa de Juvigny, donde anualmente
es centro de devoción, pero no hay mucha información fuera del examen que se les
practicó por la Abadía de Fleury. Es un culto local.
Los hijos de San Benito tienen algo más que inciertas reliquias del Padre fundador: la
Santa Regla. En ella su espíritu y virtudes florecen y se trasmiten a través de los siglos. La
gloria de los benedictinos no se ostenta en los relicarios de Montecasino o Fleury sino en la
fidelidad al espíritu de su fundador, en el “Ora et labora” que lleva a la santidad con la
sencillez del día a día. Si en el futuro se determinan cuáles son las reliquias verdaderas de
San Benito y Santa Escolástica, o se desmienten las dos teorías, no cambiaría en nada el
legado del Patrón de Europa, que supera en mucho a la posesión o no de sus huesos.
....fuente
http://www.preguntasantoral.es/2013/04/ ... an-benito/..