por Carlos F J » Jue Ago 28, 2014 11:50 am
Hermanos, les traduzco un post de Michael Barber que puede ser muy útil para esta pregunta:
"La muerte como sueño en el Nuevo Testamento.
Esta es una pregunta legítima. Después de todo, como es bien sabido, la Escritura con frecuencia describe la muerte en términos de "sueño". Podemos destacar los siguientes pasajes:
- Mateo nos dice que cuando Jesús murió "las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de los santos que se habían dormido se levantaron" (Mt 27,52).
- Jesús es objeto de burlas cuando le dice a aquellos que lamentan la muerte de una niña, «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida.» (Mc 5,39; cf. también Mt 9,24; Lc 8,52-53).
- Los Hechos de los Apóstoles relatan la muerte de Esteban con las siguientes palabras: "se durmió" (Hch 7,60).
- En el capítulo 13 de los Hechos leemos sobre cómo David "se durmió, y está con sus padres" (Hch 13, 36).
- Pablo explica que Cristo "se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros se durmieron." (1 Co 15,6–7). Hay otros ejemplos de este lenguaje dentro de este capítulo. Por ejemplo, san Pablo explica que si Cristo no se ha levantado de los muertos, aquellos que han muerto están sin esperanza: "Por tanto, también los que durmieron en Cristo perecieron." (1 Co 15,18).
- La 1° de tesalonicenses usa lenguaje similar al que se encuentra en 1° de corintios: "No queremos que seáis ignorantes, hermanos, en lo que concierne a aquellos que se durmieron, que no os entristezcáis como aquellos que no tienen esperanza ." (1 Ts 4,13).
- En la carta a los efesios, encontramos lo que parece ser un antiguo himno cristiano que habla de la resurrección en estos términos: "Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo.” (Ef 5,14).
- La 2° de Pedro habla de los padres que "se durmieron" (2 P 3,4).
La confusión de los discípulos
Ahora bien, la práctica de referirse a la muerte como sueño puede causar confusión. En efecto, ciertamente confundió a los discípulos.
En el evangelio de Juan leemos que después de que Lázaro murió, Jesús le dijo a sus discípulos: "Nuestro amigo Lázaro se ha dormido, pero iré a despertarlo de su sueño" (Jn 11,11).
Los discípulos simples ciertamente no entendieron. Intentaron disuadir a Jesús de lo que parecía un viaje innecesario e inconveniente: "Señor, si se ha dormido, se recuperará." (Jn 11,12).
Sin embargo, Juan explica: "Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño." (Jn 11,13)
Me encanta lo que sigue: Juan escribe sardónicamente: "Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto»." (Jn 11,14).
Así que no nos engañemos--si los discípulos tenían dificultad con el concepto de muerte como "sueño", no debería sorprendernos que incluso hoy la gente tenga problemas para entender ese lenguaje. Ciertamente no voy a ser capaz de explicar completamente los varios matices de todos los pasajes que podríamos examinar aquí.
Con todo, es suficiente decir que no por el solo hecho de que los muertos sean descritos como "durmiendo" en el Nuevo Testamento, vamos a concluir que la muerte implica una suerte de "alma dormida", es decir, una especie de estado de inconsciencia del ser. En efecto, el problema con dicha visión es que claramente NO refleja la riqueza de texturas de la presentación dela vida después de la muerte en el Nuevo Testamento. Aquí podemos mencionar solo algunos pasajes.
Las almas bajo el altar en el Apocalipsis
En el Apocalipsis claramente vemos "almas bajo el altar"--que sin duda pertenecen a los muertos que fueron justos-- los cuales están bastante conscientes:
"Vi debajo del altar las almas de los degollados a causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantuvieron. Se pusieron a gritar con fuerte voz: «¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia y sin tomar venganza por nuestra sangre de los habitantes de la tierra?» (Ap 6,9-10).
Así, de acuerdo al Apocalipsis, los muertos no están simplemente dormidos, dichosamente ignorantes de su predicamento. Más aún, en los siguientes textos veremos más del Apocalipsis y discutiremos otros pasajes que demuestran que los muertos justos están conscientes.
Los espíritus en la prisión en la Segunda Carta de Pedro
En la Segunda Carta de Pedro, el autor habla de cómo Cristo "predicó a los espíritus en prisión, quienes antiguamente no obedecieron, cuando la paciencia de Dios les esperó en los días de Noé, durante la construcción del arca" (1P 3,19-20).
Ahora, creo que todos estaremos de acuerdo con que es completamente absurdo que el autor aquí visualice a Jesús predicando a almas inconscientes. Aunque los cristianos puedan rutinariamente quedarse dormidos durante los sermones de las mañanas de domingo, dudo mucho que este pasaje esté describiendo a Cristo descendiendo al reino de los muertos como precedente de dicha "tradición".
Lázaro y el hombre rico
Asimismo, la parábola de Lázaro y el rico en el capítulo 16 de Lucas claramente asume que los muertos están perfectamente conscientes.
En efecto, no solo los muertos se dan cuenta de su propio estado, sino que el hombre rico también parece estar enterado de que sus hermanos siguen vivos.
San Pablo desea "estar con Cristo"
Naturalmente, también debemos considerar que Pablo explicó morir sería "ganancia" para él porque desea partir y estar con Cristo, porque eso es mejor que permanecer en la carne (Flp 1,23–24). Esto parece implicar una consciencia de "estar con Cristo".
Por supuesto, la mayoría de los estudiosos lo reconocen así. En un libro reciente, N.T. Wright concede que, aunque Pablo está en última instancia apuntando hacia la resurrección, no por eso es menos cierto que "cuando Pablo dice que su deseo es 'partir y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor' en efecto está pensando en una vida dichosa con su Señor inmediatamente tras la muerte. . ." (Sorprendido por la verdad, 41).
La Transfiguración
Podemos también mencionar a la transfiguración, que es relatada en los tres evangelios sinópticos. Ahí leemos que Jesús fue saludado por Moisés y Elías en una montaña. En los tres relatos, Moisés y Elías parecen estar bastante “despiertos”; específicamente, ellos son descritos como teniendo una conversación con Jesús (Mt 17,3; Mc 9,4; Lc 9,30–31). Es improbable que esto sea entendido como que Jesús se esté mofando de Elías y Moisés, quienes, vergonzosamente, estaban simplemente "hablando dormidos".
Conclusión
Tras este breve repaso, creo que es seguro decir que los escritores del nuevo Testamento no creían que quienes murieron estaban simplemente inconscientes esperando la resurrección en un estado de sueño. Sus cuerpos podían parecer dormidos, pero los muertos están bastante despiertos y conscientes.