Muy apreciados hermanos. Jesús esté siempre con ustedes:
Les quiero compartir que después de dos meses de estar fuera de la Orden de Carmelitas Descalzas como Profesa de Votos temporales, soy una joven que, a pesar de haber abandonado la Orden, sigo con la inquietud a la Vida Religiosa. Amo mucho a Jesús y la Vida Consagrada también, especialmente el Carmelo, pero quisiera saber si mi Lugar es estar en otro Monasterio de Carmelitas distinto al que estuve (con otras estructuras, etc.) o si Nuestro Señor me llama a otra Congregación o a otro Carisma, como la Vida Activa.
Le agradezco mucho su atención pero muy especialmente sus oraciones. Quisiera un consejo especialmente de una religiosa de vida contemplativa (especialmente) o un sacerdote. Actualmente estoy en mi casa, y los motivos de mi salida fue porque no era la Comunidad que me correspondía estar (seg{un me dijeron y así estuvo patentado en la Carta de la Dispensa), pero al mismo tiempo los años que estuve (6 años) dentro, mi familia (en especial quienes no estuvieron de acuerdo de que yo ingresara) se quejaba mucho de problemas de mi mamá y hermanas que no existían y que no existen. Para darme entender mejor, antes de ingresar vivíamos 9 en casa; mi mamá es viuda y tengo dos hermanas, una de 16 y la otra de 13 años. Yo tengo 28 años. También viven aquí en casa mis abuelos (papás de mi mamá) una tía (su hermana) y su hija. Y las cosas desde que me vine se "dispararon", todo porque en casa les molesta la presencia de mis hermanas, y ha habido falsos en contra de mi mamá. Se han permitido chismes, y otras cosas que han lastimado a la familia y lamentablemente me culpaban en varias ocasiones cada vez que hablaba por teléfono, como responsable también de que mis hermanas eran problemáticas y que mi mamá era capaz de abandonarlas. Siento en parte (y no culpo a nadie) que me afecto un poco esto también, aunque lo ví en su momento como parte de mi camino vocacional para fortalecer aún más la confianza en Dios, pero si yo no me acoplaba al 100% en la Comunidad donde había ingresado (aunque amaba con toda el alma a mis Hermanas de Comunidad), siento que efectivamente me afectaba.
Había pedido meses atras un cambio de Comunidad. Se me fué negado porque me decían que mi comunidad era esa y que no pensara en Cambios. Lo acepté como una decisión prudente. Pero a los pocos meses manifesté otras cosas a nivel psicológico (cansancio y tensión) y tuve que pedir la dispensa y ésta se me fue dada de inmediato. Sin embargo, al salir, yo sentía en mi corazón mucho dolor pero no salí pensando en que no tenía vocación, al contrario.
Llevo tres meses en casa y los pleitos entre la familia han sido fuertes. Algunos me imponen que estudie una carrera pero la verdad es que siento que si tomo ese camino no voy a ser feliz. Lo tendré todo materialmente, y si es posible una familia, pero cada vez que pienso eso experimento un vacío enorme.
Por el momento, la Comunidad que dejé me dio el consejo de esperarme un año para tomar una decisión en concreto: si consagrarme o no, según cual fuere la Voluntad de Dios. Pero al hablar con la Priora (que me quiso mucho) me decía que ella no descartaba la posibilidad de tener vocación. La verdad es que mi corazón me dice que sí. Y entiendo muy bien que, acoplarme ahora a la vida ordinaria es dificil y más con conflictos.
Que Jesús y Nuestra Madre Santísima los siga acompañando y agradezco sus oraciones.