De nuevo, una disculpa. Aunque sobren. Espero ponerme al día muy pronto.
1. ¿Cuando hablamos aquí de un optimismo positivo, nos estamos refiriendo a un optimismo ingenua, cándido?
No, se trata de un optimismo basado en la realidad, que permita ver lo positivo en todos los acontecimientos de mi vida e incluso, ponerlos en perspectiva. Requiere de una visión del mundo objetiva.
2. ¿Puedes identificar en tu vida algún rasgo de pesimismo que está presente en alguna área de tu existencia?
Sí, porque soy muy ansiosa y eso me causa conflictos, cuando las cosas no me salen a la primera. Empiezo a cerrarme y a sentir que no puedo hacer las cosas.
3. ¿Estos pesimismo han bloqueado algún objetivo en tu vida?
Los bloquearon cuando era niña y yo no hice muchas cosas que deseaba (como deportes, competencias, etc.), debido a que me dejaba dominar por el miedo. Hasta que me di cuenta de que no era conveniente seguir haciéndolo, por lo que lo he cambiado por el optimismo.
4. De los tres remedios para superar el pesimismo que aparecen en la lección, ¿cuál sería el más importante?
La verdad, en mi caso, los tres:
No fijar la atención en lo negativo: Soy muy dada a eso, porque tengo alma de “Libertad Lamarque” (no es mi culpa, es herencia de mi familia, deveras). Así tiendo a fijar mi atención en lo negativo. Lo que hago, es dedicarme a otra cosa, por unos momentos, para evitar esta fijación.
Puntualizar y relativizar los errores: No me gusta equivocarme, me desespera. Así que estoy aprendiendo a no dar más importancia a mis errores de lo que la tienen. No se acaba el mundo si yo me equivoco. Y las cosas salen, aún con errores.
Evitar quejas y lamentaciones: En verdad, a la fecha, no las evito, pero las escribo o las comento con personas (como mi esposo, que me conocen y toleran mis arranques y me escuchan con paciencia).
5. El Papa Francisco está insistiendo mucho en que nos dejemos de lamentar de tantas cosas y pongamos soluciones, por lo menos las que estén al alcance de nuestras posibilidades. ¿Qué podría hacer al respecto?
Hacerle caso. Perder el tiempo en lamentaciones de situaciones que ya pasaron y por lo tanto no van a cambiar, no tiene razón de ser. Y además, caemos en la comodidad de “lamentarlo, pero no hacer nada”.
6. La lección ofrece unas claves para alcanzar un espíritu positivo, ¿cuáles son las que me podrían ayudar más en mi vida?
Para mí, todas. Pero señalaré solo estas:
Descubrir y valorar lo positivo: porque tiendo a fijarme en lo negativo.
Emitir opiniones constructivas: porque soy muy dada a criticar.
Saber perder: porque no me gusta, quiero hacer todo perfecto y ser la mejor en todo.
Dejo mis respuestas al tema 10 del curso. Muchas gracias por su comprensión y por su tolerancia a mi caso. Claudia.