Nuevamente, una disculpa por la tardanza, pero el trabajo se me ha acumulado horrores. Creo que voy a seguir participando a las carreras. Espero y me tengan mucha paciencia. Gracias por su comprensión.
Van mis respuestas al tema 3.
1.- Ser feliz supone querer ser feliz ¿qué elementos menciona el autor del artículo que resultan integrantes de este quehacer de la felicidad?
Averiguar dónde se encuentra la felicidad y dónde no.
Evitar obstáculos y aprender a eliminarlos.
Saber cuáles actitudes y disposiciones favorecen la felicidad.
Responsabilizarse de la propia felicidad.
Aprender a ser feliz en la vida ordinaria.
Descubrir el modo de sobrellevar situaciones difíciles y dolorosas de la existencia.
Aprender a contar con los demás y con Dios.
2.- ¿Se puede decir que todo ser humano, por serlo, tiende a la felicidad, y por ello la busca sin descanso?
Si, ya que estamos hechos para la felicidad, como menciona el autor, por lo tanto, hay una inclinación necesaria y libre hacia la felicidad.
3.- Placer, alegría y felicidad, ¿son sinónimos? ¿se relacionan? ¿existe, según el autor, alguna jerarquía entre ellas?
No son sinónimos, sino parte del proceso de ser feliz. Dicho proceso, puede comenzar con el placer, es decir, el gozo de la posesión de un bien (que puede ser material), pero que es efímero, la alegría es un gozo por la posesión de un bien más profundo, más concreto: como por ejemplo, la realización de una meta, pero aún no es felicidad, la cual es la condición de la persona misma, está ordenada al ser, no al tener. Cuando se alcanza, es mucho más profundo y es permanente.
4.- ¿Es suficiente el placer para lograr la felicidad? Comenta alguna de las frases que te haya interesado de alguno de los pensadores que el autor menciona.
No lo es, ya que es efímero y, a la larga, nos vuelve relativamente inmunes a la verdadera felicidad, ya que no sabemos reconocerla.
La frase que me llamó más la atención es la de Horacio: carpe diem, aprovecha el momento. Que lleva a un placer inmediato, confundiéndolo con la felicidad y olvidándose del futuro. Nada nos llena, ya que el tener un sinfín de cosas placenteras, sólo disfrazan una incapacidad para buscar la propia felicidad.
5.- ¿Bienestar y calidad de vida coinciden con el concepto de felicidad que el autor presenta?
Desgraciadamente, en estos tiempos, cuando hablamos de bienestar, nos referimos a lo material. Igualmente, la calidad de vida va de la mano con estos conceptos: quien tiene más, quien gana más, quien aprovecha más los recursos que se le ofrecen. Pero los valores superiores, inmateriales y espirituales, se dejan aparte, como algo que llega a estorbar para lograr un bienestar y una buena calidad de vida. Por lo tanto, a mi modo de ver, bienestar y calidad de vida no coinciden con felicidad.
6.- ¿Podríamos decir que la felicidad es un ir conquistarla, buscarla, y en esta búsqueda ya poseemos y alcanzamos cierta felicidad?
Sí, porque el camino es progresivo, como ya vimos. Hay que aprender a ser feliz, y en este proceso, la búsqueda de la felicidad, ya la va dando. Hay que hacer uso de nuestra propia libertad, para ser felices.
7.- Según el autor, ¿es posible ser feliz?
Si es posible ser feliz. Y lo mejor, es que debemos construir esta felicidad desde este mundo y este espacio. Como menciona el autor, la felicidad en el cielo no es pago por la tristeza, desdicha ni infelicidad que vivamos en esta vida. Si Jesucristo curó enfermos, desde esta perspectiva, era quitarles la oportunidad de ser felices en el cielo.
Yo pienso que los milagros de Jesucristo llevaron felicidad, tanto a quienes se vieron beneficiados por ellos, como al mismo Jesús, ya que su felicidad no está en lo material, sino en el servicio que brinda a nosotros, sus hermanos. El camino para recorrer la felicidad y que, al final de mi vida, pueda yo decir “soy feliz”, debe estar lleno de Dios y de mis hermanos. Ya que, al igual que Jesús, la quiero basar en lo espiritual y en el servicio a los demás.
Gracias por su atención.