por karinadelcastillo » Mié Ene 29, 2014 1:43 pm
¿Dónde se encuentra la experiencia humana del cuerpo?
Génesis 2, 25, que dice así: "Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, sin avergonzarse de ello". describe indudablemente su estado de conciencia, más aun, su experiencia recíproca del cuerpo, esto es, la experiencia por parte del hombre de la feminidad que se revela en la desnudez del cuerpo y, recíprocamente, la experiencia análoga de la masculinidad por parte de la mujer.
Al afirmar que («no se avergonzaban de ello)» el autor trata de describir esta experiencia recíproca del cuerpo con la máxima precisión que le es posible.
Precisamente el Génesis 2, 25 exige de manera especial pasar ese umbral. : "Abriéronse los ojos de ambos, y entonces viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos cinturones" (Gén 3, 7). El adverbio "entonces" indica un momento nuevo y una nueva situación que siguen a la ruptura de la primera Alianza; es una situación que sigue a la desilusión de la prueba unida al árbol de la ciencia del bien y del mal, que al mismo tiempo constituía la primera prueba de "obediencia", esto es, de escucha de la Palabra en toda su verdad y de aceptación del Amor, según la plenitud de las exigencias de la Voluntad creadora.
En el primer caso "estaban desnudos, pero no se avergonzaban de ello"; en el segundo caso, "se dieron cuenta de que estaban desnudos". ¿
El análisis comparativo entre Génesis 2, 25 y Génesis 3, lleva necesariamente a la conclusión de que aquí no se trata del paso del "no conocer" al "conocer", sino de un cambio radical del significado de la desnudez originaria de la mujer frente al varón y del varón frente a la mujer.
Surge de su conciencia como fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal:
Ahora, llegados a ese límite que atraviesa la esfera del "principio" al que se remitió Cristo, deberemos preguntamos si será posible reconstruir, de algún modo, el significado originario de la desnudez, que en el libro del Génesis constituye el contexto próximo de la doctrina acerca de la unidad del ser humano en cuanto varón y mujer. Esto parece posible, si tomamos como punto de referencia la experiencia de la vergüenza, tal como está claramente presentada como experiencia "liminal" en el antiguo texto bíblico.