Hoy, escuché a mi madre hablar por teléfono con una amiga suya, cuya hija estudia medicina. En la universidad les habían mandado estudiar el cráneo humano, y para ello tenían que conseguir una reproducción o un cráneo de verdad, obteniéndolo de un cementerio (yo me quedé así cuando lo oí), o de donde pudieran. Evidentemente, con la correspondiente autorización. Y sacándolos de un osario o de la tumba de alguien cuyos familiares dieran permiso. Aún así, no deja de sorprenderme.
Yo le dejé claro a mi madre que no me parecía bien eso; es molestar el cuerpo de los difuntos, y es una gran falta de respeto.
¿Qué dice la Iglesia sobre esto? ¿Es lícito investigar y estudiar con cuerpos de gente muerta? ¿No sería perturbar la paz de los difuntos (al menos que el fallecido hubiera permitido hacer eso), aún siendo restos de los que ya nadie se acuerda (osario)?