Mausoleos de Cementerio Vaticano El cementerio se remonta al tiempo de Cristo.
El mausoleo O o de los Matuccios queda situado bajo la confesión actual, de forma que la estatua de Pío VI descansa sobre el ábside del muro norte del mausoleo. Su planta es más compleja que la de los anteriores: la cella central, con nichos para urnas cinerarias, está flan-queada por tres corredores que la envuelven por sus lados sur, este y oeste. El corredor del lado oeste tiene una escalera que asciende hasta una entrada lateral más elevada en la falda de la colina.
Este muro de envoltura está construido, en parte, de opus reticulatum, lo que hace posible el ser fechado a los comienzos del siglo II, lo más tarde hasta Adriano, muerto en 138. El título de la puerta está bastante deterioradlo, pero nos permite saber que el mausoleo lo hicieron para T. Matuc¬cio Pallanti dos de sus libertos. El interior se encuentra lleno de tum¬bas cristianas más recientes, quizá debido a la proximidad a la tumba de San Pedro.
Muy pronto, o casi al mismo tiempo en que se levantó el mauso¬leo O, le fueron adosados a la fachada sur dos mausoleos, el T y el U, hoy en muy mal estado de conservación.
Mausoleo T o de Trebellena Flacilla, según la inscripción de una urna funeraria de piedra colocada en uno de los nichos superiores, mandada realizar por su madre Valeria Taecina. En su interior se en¬contró una moneda de tiempos de Constantino.
Mausoleo U, anónimo, conserva una bella decoración de tipo pompeyano. La bóveda fue invadida por enterramientos bajo la basíli¬ca constantiniana.
Mausoleo S, anónimo, muy dañado por los cimientos de una de las columnas del baldaquino de Bernini, posterior a O y anterior a T, U y R, se fecha en la mitad del siglo II.
Mausoleo R, anónimo, está muy deteriorado: su fachada sur ha desaparecido por la construcción del ábside constantiniano, y el inte¬rior por la cimentación de otra de las columnas del baldaquino de Ber¬nini. Se han podido retirar algunas sepulturas cristianas postconstanti¬nianas, la tapa de un sarcófago dedicado a un tal Flavio Agrícola de Tíbus, del siglo III, y tres sarcófagos de la época severiana (193 a 235). El mausoleo debió de ser construido poco después de S, a mediados del siglo II, y los sarcófagos fueron llegando más tarde.
Mausoleo R’, adosado al precedente, está casi destruido por la cimentación de la Capilla Clementina. Enlosado con opus signinurn, lirnc una cisterna en el ángulo noreste. Abre una puerta a uno de los tramos de la escalera de acceso a Q. Es la única construcción de la ne¬crópolis que no tiene la puerta de ingreso orientada al sur.
Columbario Q. Bastante destruido por los cimientos de otra de las columnas del baldaquino de Bernini, es una construcción funeraria a cielo abierto, de dos pisos, con el suelo del inferior cubierto con un mosaico de basalto, con arcosolios y lóculos cerrados por losas en las paredes. Su fecha ha de situarse en el último cuarto del Siglo II.
Espacio libre P, donde se encuentra el enterramiento del cuerpo de San Pedro.
Toda la zona comprendida entre R, R’, S y O será estudiada más adelante.El origen de todos es pagano, aunque algunos fueron utilizados para conservar cuerpos de cristianos, y también, algunos, recibieron una decoración cristiana seguramente posterior a su construcción.
Al ocuparnos de la historia de la tumba de San Pedro volveremos sobre este tema con mayor detalle en lo que interesa a la arqueología cristiana.
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