5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

En esta ocasión, en el curso “Basílicas y Capillas papales”, haremos un recorrido virtual por Roma. Nuestro objetivo religioso es claro: las basílicas y capillas papales, una cada semana, pero al mismo tiempo iremos conociendo Roma y todos los atractivos socioculturales que tiene para el turista.


Fecha de inicio del curso: 7 mayo de 2012

Fecha de finalización del curso: 7 julio de 2012

Periodicidad de envió de las lecciones: semanal

Moderadores: Catholic.net, Ignacio S, hini, Moderadores Animadores

Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor jair ovallos » Dom Jun 03, 2012 4:53 pm

SANTA MARIA LA MAYOR
NUESTRA SEÑORA DE LAS NIEVES
5 DE AGOSTO
LA LEYENDA
Una deliciosa leyenda da origen a la devoción de Roma a la Virgen de las Nieves. Leyenda, que inmortalizó en la misma basílica un discípulo de Giotto, pintando el suceso extraordinario en la misma Basílica de Santa María la Mayor, donde permanece. La escena: Está dormido el papa Líborio, con la mitra al Iado; y sobre él hay ángeles y llamas. Delante está la Virgen. En otro cuadro, Juan, el fabuloso patricio que dedicará su fortuna a la construcción de la basílica también está dormido y es iluminado por una aparición. Era un sueño doblemente milagroso. La Virgen hace descender una copiosa nevada sobre el monte Esquilino, diciéndoles que quiere se le consagre el campo nevado. El pueblo acogió la leyenda alborozado, los artistas la reprodujeron en sus lienzos. los poetas la cantaron en sus odas, y Santa María la Mayor sigue siendo todavía Nuestra Señora de las Nieves. Nieve en el ferragosto en Roma era para colapsar la atención, ya que el hecho ocurre en la noche del 4 al 5 de agosto, los días más calurosos de la canícula romana.
RESUELTAS LA DUDAS DEL PIADOSO MATRIMONIO PROCER
Juan y su esposa, matrimonio sin hijos, que pensaban a qué dedicarían su copioso patrimonio, se dirigen a contar su visión al papa Liberio, que había recibido la misma revelación. El Pontífice, todavía impresionado por el sueño extraordinario organizó una procesión hacia el lugar señalado por la Madre de Dios. Estupefactos y maravillados quedaron todos al ver un trozo del monte Esquilino, acotado y cubierto por la nieve fresca y blanca, recién llovida, con lo que la Virgen manifestaba su deseo de que allí se levantase un templo en su honor. Repetidas son las veces en que María pide la construcción de templos, lugares de oración, por la importancia que tiene para el mundo la plegaria, presagio de lluvia de gracias y bendiciones. Basta pensar en Fátima y en Lourdes.
LOS ARTISTAS
Nuestro Murillo inmortalizó también esta leyenda En él aparece el matrimonio contando la visión al Papa, y en el fondo se contempla la procesión y el campo nevado. También otros artistas reprodujeron en sus cuadros este milagro y los poetas lo cantaron en sus versos.
Bartolomé Murillo, fundación de la Basílica Santa Maria Mayor
ARRAIGO EN ROMA
La devoción a la Virgen de las Nieves arraigó fuertemente en el pueblo romano hasta trapasar los límites de las fronteras y a extenderse por toda la cristiandad. En su honor se levantan hoy templos por todo el mundo, y muchas mujeres cristianas que llevan el bendito nombre de la Santísima Virgen de las Nieves.
Nuestra Señora de las Nieves es lo mismo que Santa María la Mayor, primera iglesia que se levantó en Roma en honor de María y una de las más suntuosas de Roma, por lo que mereció el título de la Mayor. Así se la distinguía de las otras sesenta iglesias que tenía la Ciudad Eterna dedicadas a Nuestra Señora.
VARIAS ETAPAS DE LA BASILICA
Esta basílica ha pasado por bastantes vicisitudes a través de los tiempos. Situada en el Esquilino, una de las siete colinas de Roma, durante la República era necrópolis y paseo público bajo el Imperio de Augusto, donde el opulento Mecenas tenía unos jardines. Allí estaba la torre desde la cual contempló Nerón el incendio de Roma y allí había un templo dedicado a la diosa Juno, al que acudían las parejas de novios para implorar sus buenos auspicios. Aquí quiso la Reina del Cielo poner su morada. En el corazón de la urbe introduce su planta virginal y Roma se abrirá al amor de la Madre. Aún no estaba consagrada a María y era designada como basílica Sociniana. Allí habían luchado los partidarios del papa Dámaso con los secuaces del antipapa Ursino. a finales del siglo IV. Es conocida también como basílica Liberiana por su fundador, el papa Liborio, que es el papa del sueño milagroso.
En el siglo V la reconstruye Sixto III, quien la consagra a la Virgen.
El gran triunfo de María en el Concilio de Efeso ocurrió cuando en 431 cuando los padres del tercer concilio ecuménico proclamaron la maternidad divina de María contra el hereje Nestorio. Este acontecimiento desató una crecida ola de amor a la Virgen que recorrió toda la cristiandad de oriente a occidente, pues la maternidad divina de María es el más grande de los privilegios de María y la raíz de todas sus grandezas.
ROMA TRAS EL CONCILIO DE EFESO
Roma no podía faltar en esta hora de gloria de Maria. Santa María la Mayor recibió el eco de la definición de los padres de Efeso en honor de la Theotocos. La ciudad entera levantó y hermoseó esta basílica. Los pintores pusieron sus pinceles bajo la dirección del Papa y las damas relaron sus joyas. La antigua basílica Sociniana fue decorada con pinturas frescos, lienos, óleos y mosaicos que celebraban el misterio de la maternidad divina de María. Se alzó un arco de triunfo y sobre la puerta de entrada se leía: "A ti, oh Virgen María, Sixto te dedicó este nuevo templo... " Las pinturas son de tema Mariano y relacionadas con la maternidad divina de María. Representan a la Anunciación, la Visitación, María con el Niño, la adoración
de los Magos, la huida a Egipto y escenas de la vida de la Virgen. Las tres amplias naves de la basílica se enriquecieron con los dones de los fieles y los ábsides se adornaron de lámparas y mosaicos.
SANTA MARIA AD PRAESEPE
En el siglo VII se le añade una nueva advocación: Santa María ad praesepe, Santa María en el Pesebre. La maternidad de María conduce la devoción de los fieles al portal de Belén, a Jesús. Como siempre, por María a Jesús. Al lado de la basílica surge una gruta estrecha, obscura y recogida como la de Belén. Allí irán los papas a celebrar la misa del gallo cada Navidad.
UNA DE LAS CUATRO BASILICAS
Hoy Santa María la Mayor es una de las cuatro basílicas patriarcales de Roma cuya visita es necesaria para ganar el jubileo del año santo. Actualmente es una de las iglesias más ricas y bellas de la ciudad de Roma, que conserva muy bien su carácter de basílica antigua..
Sobre el altar mayor hay una imagen de María del siglo XIII, atribuida a San Lucas, y en la nave se halla el monumento a la Reina de la Paz, erigido por Benedicto XV cuando terminó la primera guerra mundial. Su artesonado está dorado con el primer oro que Colón trajo de América. Santa María de las Nieves es una de las advocaciones más bellas de la Santísima Virgen. Ella, que es la Madre de Dios, Inmaculada, Asunta al cielo, Virgen de la Salud y del Rocío, es también Nuestra Señora de las Nieves.
LA PRIMERA BASILICA
Ni San Pedro del Vaticano, ni San Pablo extramuros, ni San Salvador de
Letrán habían osado establecerse en el corazón de Roma hasta que María: "con el poder de su belleza avanza, triunfa y reina", como dice el salmo, se estableció en el corazón del paganismo. Penetró en la ciudad, atravesó los jardines de Mecenas y puso su planta en el Esquilino. La torre donde Nerón contempló cantando el incendio de Roma, fué derruída; el templo de la reina Juno cedió sus columnas y sus bronces a la nueva basílica cristiana. La reina del Cielo destronó a la reina del Olimpo.
Interior
jair ovallos
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor ayga127 » Dom Jun 03, 2012 5:31 pm

Arquitectura de la basílica de santa maría la mayor

Plano de la basílica.
Es un edificio que muestra estilos arquitectónicos diversos, desde el paleocristiano hasta el barroco. Esta iglesia basilical, con sus nobles proporciones, mosaicos e imponentes capillas polícromas de la Contrarreforma resume las grandes etapas del arte cristiano en Roma.


origen
Leyenda de la fundación de la basílica por el milagro de la nieve.
El papa Liberio encargó la construcción de la Basílica Liberiana, hacia 360. Quería un santuario construido en el lugar donde se produjo una aparición de la Virgen María ante un patricio local y su esposa. Según la tradición, el perfil de la iglesia fue físicamente dibujado en el suelo por una milagrosa nevada que ocurrió el 5 de agosto de 358 en lo alto del Esquilino. Dedicado a la Virgen María bajo el título de "Nuestra Señora de las Nieves", los católicos locales conmemoraban el milagro en cada aniversario lanzando pétalos de rosa blanca desde la bóveda durante la misa festiva.6
De este antiguo edificio sólo quedaría un pasaje del Liber Pontificalis que afirma que fecit basilicam nomini suo iuxta Macellum Liviae.
Basílica medieval
Sobre la iglesia precedente, erigida según la tradición por Liberio, el papa Sixto III (432 - 440) ordenó la construcción de una iglesia dedicada al culto de la Virgen, poco después de haberse afirmado el dogma de la maternidad divina en el Concilio de Éfeso (431). Contiene muchos antiguos mosaicos de este periodo. Tiene planta de tres naves. Las columnas jónicas, de fuste liso monolítico y mármol veteado ateniense, sostienen un entablamento clasicista y separan las naves laterales de la central. Estas columnas se asientan sobre un plinto con basa ática y todo hace sospechar que proceden de algún edificio de la Roma antigua o de la primera basílica.
La propia basílica fue restaurada y ampliada por varios papas durante la Edad Media, incluyendo a Eugenio III (1145-1153), Nicolás IV (1288-92) o Clemente X (1670-76). En su interior una de las obras principales es el espléndido ciclo de mosaicos sobre la Vida de la Virgen, que data del siglo V, que muestra aún las características estilísticas del arte romano tardío. Más hieráticos, y más próximos al arte bizantino son los mosaicos del arco triunfal, con escenas de la Infancia de Cristo según los Evangelios apócrifos.
De época medieval es igualmente el suelo de mármol estilo cosmati, como el que puede verse en la tumba del cardenal Rodríguez (1299), a la derecha del altar.
En el siglo XIV, durante el pontificado de Nicolás IV fue realizado el mosaico del ábside, con la Coronación de María, obra de Jacopo Torriti, un monje franciscano. De la misma época son los mosaicos de la fachada, obra de Filippo Rusuti.
El campanario medieval es el más alto de Roma, de unos 75 metros.


Modificaciones posteriores
Artesonado del techo por Giuliano da Sangallo.
El artesonado del techo es renacentista, del siglo XVI, sigue un diseño de Giuliano da Sangallo; se dice que fue dorado con el primer oro traído desde América, regalado por el emperador Carlos I de España al Papa español Alejandro VI.
El interior de Santa María la Mayor sufrió una amplia renovación que afectó a todos sus altares entre los años 1575 y 1630.
El ábside externo, vuelto hacia la plaza del Esquilino, es obra de Carlo Rainaldi, que presentó al papa Clemente IX un proyecto menos caro que el de su contemporáneo Bernini.
De la época barroca son las fachadas, las cúpulas y las capillas. Benedicto XIV (1740-58) encargó en los años 1740 a Ferdinando Fuga edificar la actual fachada y modificar el interior. La fachada, con su logia, data de 1743, y no afectó a los mosaicos de la fachada. El ala de la canónica (sacristía) queda a su izquierda y un ala semejante está a la derecha (diseñada por Flaminio Ponzio) lo que da al frente de la basílica el aspecto de un palacio frente a la plaza de Santa María la Mayor.

Capilla Sixtina
Tumba del papa Pío V, en la capilla Sixtina.
En la nave de la derecha está la capilla Sixtina, construida para enterrar al papa Sixto V según diseño de Domenico Fontana y finalizado más tarde por Carlo Fontana, con cubrimiento de mármol antiguo.
Sixto V mandó construir la capilla dedicada al Santísimo Sacramento para custodiar el belén. Mantiene el antiguo Oratorio del belén, realizado por Arnolfo di Cambio durante el siglo XIII.
La obra se ejecutó entre 1587 y 1589. Como en su capilla gemela, la Paulina, varios son los artistas que intervinieron en su ejecución. Hizo ejecutar un ciclo de frescos en los muros que ocultaron algunas de las ventanas paleocristianas. Aquí están enterrados Sixto V y San Pío V, que lo nombró cardenal. Cada uno de ellos tiene un monumento funerario, muy parecidos.
Capilla Paulina
La capilla paulina (Cappella Paolina), también llamada Capilla Borghese, tiene su origen en junio de 1605, cuando el papa Pablo V decide su edificación, con cruz griega y dimensiones de una iglesia pequeña para ser su lugar de enterramiento. Fue edificada para custodiar la Imagen de la Virgen "Salus Populi Romani" bajo encargo de Pablo V. La parte arquitectónica fue realizada por Flamiano Ponzio, a quien se relaciona con la planta de la capilla gemela de Sixto V. Completada la estructura en el año 1611, fue consagrada el 27 de enero de 1613. La parte decorativa, con mármoles de colores, oro y piedras preciosas, se terminó en 1616. En las paredes laterales están dos tumbas papales, la de Clemente VIII y la de Pablo V, con una arquitectura de arco triunfal en cuyo interior está la estatua y bajorrelieves pictóricos.
La parte escultórica fue realizada entre 1608 y 1615 por un heterogéneo grupo de artistas: Silla da Viggiù, que llevó a cabo la parte mayor del trabajo, con las dos estatuas papales, Bonvicino, Vasoldo, Cristoforo Stati, Nicolò Cordieri, Ippolito Buzio, Camillo Mariani, Pietro Bernini, Stefano Maderno y Francesco Mochi.
Altar de la capilla Paulina en donde se observa el icono de la "Salus Populi Romani" (Protectora del Pueblo Romano).
La dirección de las tareas pictóricas de los frescos fue confiada a José Cesari, llamado Caballero de Arpino que realizó la cúpula y la luneta sobre el altar. Ludovico Cigoli realizó la cúpula mientras que Guido Reni fue el autor principal de las figuras de santos en los cuales pudieron intervenir igualmente Domenico Passignano, Giovanni Baglione y Baldassare Croce; intervinieron sucesivamente Giovanni Lanfranco, y Pietro Bellori, transformando un ángel en la Virgen.
En la capilla Borghese se encuentra la tumba de Paulina Bonaparte, hermana de Napoleón.
La obra más destacada de esta capilla es el bajorrelieve del frontispicio representando al papa Liberio; es obra de Maderno.
Exterior
A la derecha de la fachada de la basílica está un monumento conmemorativo que representa a una columna en forma de un cañón hacia arriba coronado por una cruz: fue erigido por el papa Clemente VIII inmediatamente después de la masacre protestante del día de San Bartolomé, aunque hoy en día se piensa más bien que celebra el fin de las Guerras de religión de Francia [4].
La columna mariana erigida en 1614, según diseño de Carlo Maderno es el modelo de numerosas columnas marianas erigidas en los países católicos en acción de gracias por la remisión de la plaga durante la época barroca. (Un ejemplo es la Columna de la Santísima Trinidad en Olomouc, República Checa). La columna en sí es lo único que queda de la Basílica de Majencio y Constantino en Campo Vaccino, que es como se llamó al foro romano hasta el siglo XVIII [5]. En 1611 se le añadió una estatua de bronce, representando a la Virgen y el Niño. La fuente de Maderno en la base combina las águilas y los dragones heráldicos de Pablo V.
La columna en la plaza conmemora el famoso icono de la Virgen María en la capilla Paulina de la basílica. Es conocida como Salus Populi Romani, o Salud de los romanos, debido a un milagro en el que el icono, sacado en procesión en tiempos del papa san Gregorio, terminó con la epidemia de peste que diezmaba la ciudad. El icono tiene al menos mil años de antigüedad, y según la tradición fue pintado del natural por Lucas el Evangelista. Recientes dataciones por medio de la radiación del carbono han establecido que el icono tiene aproximadamente dos mil años, con lo que se refuerza esta tradición sagrada.
Lista de las principales obras de arte en la basílica
Estatua de Felipe IV de España, en el pórtico, según diseño de Bernini.
Monumento funerario del papa Clemente IX (1671) por Carlo Rainaldi con el busto papal elaborado por Domenico Guidi.
Catafalco temporal para Felipe IV de España diseñado en 1665 por Rainaldi
Monumento funerario del papa Nicolás IV, diseñado por Domenico Fontana en 1574.
Busto de Costanzo Patrizi por Algardi.
Frescos de la sacristía por Passignano y Giuseppe Puglia,
San Cayetano sosteniendo al Niño santo, por Bernini.
Escultura alta de altar por Pietro Bracci, (h. 1750).
Busto de Pío IX (1880) por Ignazio Jacometti.
Frescos de la capilla paulina, por Guido Reni.
Frescos para el monumento del papa Clemente VIII, por Giovanni Lanfranco.
Tumbas de la Capilla Cesi, por Guglielmo della Porta.
Esculturas del altar, confessio y Presepio por Arnolfo di Cambio, hacia 1290
Cripta de Belén
Bajo el santuario de la Basílica de Santa María la Mayor está la cripta de Belén donde se encuentran enterradas figuras destacadas de la historia católica. Tiene un altar y asientos para celebrar la eucaristía. Aquí se guarda la reliquia de una cuna que se cree utilizada en la natividad de Jesús. Aquí celebró su primera misa como sacerdote san Ignacio de Loyola el 25 de diciembre de 1538. Más tarde creó la Compañía de Jesús.
En la cripta de Belén está enterrado san Jerónimo, Doctor de la iglesia, quien tradujo la Biblia al latín en el siglo IV, la Vulgata. El cuerpo del papa Pío V fue enterrado aquí; Gian Lorenzo Bernini también descansa en la basílica. Su tumba se halla bajo una gastada losa de mármol blanco, a la derecha del altar.

Galería


Suelo de mármol estilo cosmati.



Mosaico de la Coronación de la Virgen.



Campanario medieval.



Vista interior, de 1883, con el baldaquino ante el altar.

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ayga127
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor Mary Neco » Dom Jun 03, 2012 5:35 pm

Hola a todos de nuevo.

Que Dios los colme de bendiciones esta semana.

Aprovechando el tiempo me encontre esta interesantisima informacion de la bellisima Basilica que nos toca conocer.

La Basílica Papal de Santa María la Mayor es una auténtica joya de belleza de valor inestimable. Desde hace dieciséis siglos domina la ciudad de Roma: es el templo mariano por excelencia y cuna de la cultura artística, representa un punto de referencia para los cives mundi que desde todas las partes del mundo llegan a la Ciudad Eterna para deleitarse con lo que la Basílica les ofrece a través de su monumental grandeza.

Es la única de las basílicas mayores de Roma que ha logrado conservar su estructura original, aunque a lo largo del tiempo se han ido añadiendo algunas modificaciones. En su interior presenta algunos detalles por los que destaca respecto a las demás basílicas: en primer lugar los mosaicos de la nave central y del arco triunfal del siglo V d. C., realizados durante el pontificado de Sixto III (432-440) y los del ábside, cuya realización fue dirigida por el fraile franciscano Jacopo Torriti por orden del Papa Nicolás IV (1288-1292); la pavimentación de tipo "cosmatesco" donada por los caballeros Scoto Paparone e hijo en el 1288; el techo artesonado de madera dorada diseñado por Giuliano San Gallo (1450); el belén del siglo XII de Arnolfo de Cambio; las numerosas capillas (de la Borghese a la Sixtina y a la Sforza, de la de Cesi a la del Crucifijo y a la de San Miguel); el Altar mayor realizado por Ferdinando Fuga y sucesivamente enriquecido con otras decoraciones por el genio Valadier; y por último, la Reliquia de la Sagrada Cuna y el baptisterio. Cada columna, cada cuadro, cada escultura, cada pieza de la Basílica representan una recopilación de la historia y de los sentimientos religiosos.

El encuentro con la Basílica "liberiana", del nombre del Papa Liberio, es una experiencia tan conmovedora que llena el alma y el espíritu de emociones: no es raro ver a los visitadores fascinados por la belleza de las obras, así como es posible darse cuenta de la constante devoción de todas esas personas que ante la imagen de la Virgen María, aquí venerada con la dulce advocación de "Salus Populi Romani", buscan consuelo y alivio.

Todos los años, el día 5 de agosto, se recuerda el "Milagro de la nieve" con una solemne celebración. Ante la mirada conmovida de muchos fieles una cascada de pétalos blancos desciende desde el techo cubriendo el hipogeo y creando como una unión ideal entre la asamblea y la Madre de Dios.

Los numerosos tesoros que en ella se encuentran, hacen de Santa María la Mayor un lugar en donde el arte y la espiritualidad se funden en un connubio perfecto, ofreciéndonos aquellas emociones únicas y propias de las obras de arte del hombre que están inspiradas por Dios.

LA FACHADA.

Obra de Ferdinando Fuga (1741) está posicionada hacia el mediodía, con un pórtico de cinco aberturas en la parte baja y tres en la galería superior que cubre los magníficos mosaicos del siglo XIII pertenecientes a la antigua fachada. Los mosaicos están engarzados en la sugestiva cornisa como si fueran joyas preciosas y representan el nacimiento de la Basílica con María Santísima que se aparece en un sueño al Papa Liberio y al patricio romano Juan y les indica el lugar donde debía construirse su templo. Un acontecimiento excepcional dio fuerza a la voluntad divina: el 5 de agosto del 358 una nevada cubrió la colina del Esquilino y en la misma nieve el Papa indicó el perímetro de la futura Basílica.

El autor de los mosaicos es Felipe Rusuti; la majestuosidad de esta obra acoge a los visitadores y les provocan una emoción tan especial que les da la sensación de estar más cerca de la grandeza de Dios. Debido a su valor inestimable se puede acceder con una visita guiada que toca la sensibilidad de aquellos que con admiración contemplan esta obra de arte. Se atribuye a las obras de Fuga, tanto en la galería como en el pórtico, un evidente estilo barroco y pictórico.

A través de un estudio del espacio el artista ha dado lugar a una estructura arquitectónica original: a los cinco vanos de abajo, que dan acceso al pórtico, corresponden los tres de la galería superior con un juego de huecos que da alivio a la espesura de las columnas, adornadas por racimos de uva, a los agudos arcos de medio punto, a los frontones, a las cornisas, a los capiteles, a las guirnaldas, a los amorcillos, a las estatuas que representan a San Carlos, a B. Albergoni y a los Santos Pontífices. En este escenario, casi aislada del resto de los personajes, aparece la Virgen María llevando en sus brazos al Niño Jesús. Los artistas que llevaron a cabo el trabajo fueron Lironi, Bracci, Maini, Slodtz, Della Valle y otros más. La primera piedra de esta fachada -que, dejándonos vislumbrar el juego policromo y el centelleo de la pared musiva, es como un tabernáculo plásticamente sentido- fue colocada por Benedicto XIV el 4 de marzo del 1741.

Los trabajos realizados en la fachada y dentro del templo terminaron en el año 1750. El Papa Lambertini, refiriéndose a toda la obra de restauración, pronunció la famosa frase sarcástica: "Se decía que éramos empresarios de teatro porque parecía un salón de baile". La estructura arquitectónica de los dos palacios laterales es la siguiente: la parte derecha está realizada por Ponzio (1605) y la izquierda por Ferdinando Fuga (1743) construida después de 138 años para poder unificar la fachada de la basílica. Los dos ángeles situados en la puerta central representan respectivamente la Virginidad, obra del Maini y la Humildad realizada por el Bracci.

EL INTERIOR.

La Basílica de Santa María la Mayor, situada en la cumbre de la colina del Esquilino, es una de las cuatro Basílicas papales de Roma y es la única que ha conservado la antigua estructura paleocristiana. Una tradición muy antigua nos cuenta que fue la Virgen quien inspiró la construcción de la iglesia en el Esquilino, es decir, el lugar en donde Ella quería que se realizara su morada: apareció en un sueño al patricio Juan y al Papa Liberio, pidiéndoles la construcción de la iglesia en su honor, en el lugar que Ella indicaría milagrosamente. La mañana del 5 de Agosto la colina del Esquilino apareció llena de nieve; el Papa definió el perímetro de la nueva iglesia y Juan se ocupó de la financiación. De la iglesia original nos queda tan sólo un paso del Liber Pontificalis en donde se afirma que el Papa Liberio "Fecit basilicam nomini suo iuxta Macellum Liviae". Las recientes excavaciones realizadas debajo de la Basílica actual no nos han revelado nada de la antigua construcción, pese a que se han encontrado importantes piezas arqueológicas como el magnífico calendario del siglo II - III d. C. y los restos de paredes romanas, sólo en partes visibles y que se encuentran en el museo. El campanario de estilo románico renacentista, que mide 75 metros de altura, es el más alto de Roma. Fue construido por Gregorio XI, tras regresar de Aviñón, y cuenta con cinco campanas. Una de ellas es conocida con el nombre de "la perdida" y todos los días a las nueve de la tarde llama a los fieles con un sonido inconfundible. Entrando en el pórtico a mano derecha se halla la estatua de Felipe IV de España, benefactor de la Basílica. El esbozo de la obra es de Juan Lorenzo Bernini y fue realizada por Girolamo Lucenti en el siglo XIII. En el centro se encuentra la gran puerta de bronce realizada por Ludovico Pogliaghi en el año 1949; en ella se distinguen los episodios de la vida de la Virgen, los profetas, los evangelistas y las cuatro mujeres que en el Antiguo Testamento prefiguraron a la Virgen María. A la izquierda está la Puerta Santa, bendecida por Juan Pablo II el día 8 de diciembre en el año 2001, cuya obra de construcción fue llevada a cabo por el escultor Luis Mattei y ofrecida a la Basílica por la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. En el centro se halla el Cristo resucitado que aparece a la Virgen María representada como la Salus Populi Romani; el modelo para representar a Cristo es el hombre de la Sábana Santa. En lo alto a la izquierda está la Anunciación en el pozo; es un episodio entresacado de los Evangelios apócrifos. En el lado derecho se puede ver una representación de "Pentecostés". Abajo, en la parte izquierda, el Concilio de Éfeso, que definió a María, THEOTOKOS, a la derecha el "Concilio Vaticano II" que la declaró Mater Ecclesiae. El escudo de Juan Pablo II y su máxima están representados en la parte más alta, mientras los dos de abajo pertenecen al Cardenal Furno, que fue arcipreste de la Basílica, y a la Orden del Santo Sepulcro. La actual Basílica pertenece al siglo V d. C. Su construcción está vinculada al Concilio de Éfeso del 431 d. C, que proclamó a María, Theotókos, Madre de Dios, y se llevó a cabo por voluntad de Sixto III, en cuanto obispo de Roma, que la financió. Al entrar en la Basílica se prueba una sensación de grandeza y amplitud: aparece delante de nuestros ojos el resplandor de sus mármoles y la riqueza de las decoraciones; este efecto monumental es debido a la estructura de la Basílica y a la armonía que domina los principales elementos de su arquitectura. Construida según los cánones del "ritmo elegante" de Vitruvio, la Basílica está dividida en tres naves en donde se hallan dos filas de columnas preciosas; a lo largo de ellas corre un artístico entablamento que se interrumpe hacia el ábside debido a dos arcos realizados para la construcción de la Capilla Sixtina y Paolina. Originariamente la parte de la Basílica que se localiza entre el techo y las columnas estaba perforada por grande ventanas, de las cuales se sigue conservando solamente la mitad; en el resto de ellas se han ido construyendo paredes, en donde se pueden admirar una serie de frescos que representan "Historias de la vida de María". Por encima de las ventanas y de los frescos, un friso de madera decorado por preciosas entalladuras que representan una serie de toros cabalgados por amorcillos se une a la cornisa del techo. Los toros representan el símbolo de los Borjas y los escudos de Calixto II y Alejandro VI, los dos papas de la familia de los Borjas, resaltan en el centro del techo. No queda muy claro cuál fue la aportación de Calixto III en la realización de esta obra; sin lugar a duda fue Alejandro VI quien se ocupó de la construcción de la Basílica en la época en que aún desempeñaba su oficio de arcipreste de la misma: el techo fue diseñado por Giuliano de Sangallo y completado por su hermano Antonio. Dice la tradición que fue dorado con el oro de América, regalado por los Reyes Católicos al papa Alejandro VI. A lo largo del suelo de la Basílica se extiende, como si fuera una estupenda alfombra, un mosaico realizado por unos artistas marmolistas ofrecido a Eugenio III en el siglo XII por dos hombres de la nobleza romana, Scoto Paparoni y su hijo Juan. Pero lo que de verdad hace que Santa María la Mayor sea única son los estupendos mosaicos del siglo V, realizados por voluntad de Sixto III y que se desarrollan a lo largo de toda la nave central y sobre el arco de triunfo. Los mosaicos de la nave central resumen cuatro ciclos de la historia Sagrada cuyos personajes son Abrahán, Jacob, Moisés y Josué y en conjunto testimonian la promesa de una tierra que Dios hizo al pueblo judío y su ayuda para llegar a ella. La narración, que no sigue un orden cronológico, comienza en la pared de la izquierda junto el arco triunfal con el sacrificio incruento de Melquisedec, rey-sacerdote. En este recuadro es evidente la influencia iconográfica romana. Melquisedec, representado en posición de ofrenda, y Abrahán con toga de senador, recuerdan el grupo ecuestre del Marco Aurelio. Los paneles sucesivos ilustran episodios de la vida de Abrahán que son anteriores al primer recuadro. Esto hizo que durante mucho tiempo se pensara que cada panel era interdependiente, hasta que un estudio más detallado de los mosaicos demostró que el orden no era casual. Así pues, el panel de Melquisedec sirve para unir los mosaicos de la nave central con los del arco triunfal, que narran la infancia de Cristo rey y sacerdote. A continuación la historia de Abrahán, el personaje más importante del Antiguo Testamento, al cual Dios prometió una "nación grande y potente"; Jacob, a quien el Señor renueva la promesa hecha a Abrahán; Moisés, que librará el pueblo "elegido por Dios" de la esclavitud; Josué, que les llevará a la tierra prometida. El camino se concluye con dos paneles en los que aparecen dos frescos realizados durante las obras de reforma encargadas por el Cardenal Pinelli, que representan a David que lleva el Arca de la Alianza a Jerusalén y el Templo de Jerusalén edificado por Salomón. De la estirpe de David nacerá Cristo cuya infancia está ilustrada en el arco triunfal con episodios sacados de los evangelios apócrifos. En el 1995 Juan Hajnal realizó en el rosetón de la fachada principal una nueva vidriera. En ella está representada la afirmación del Concilio Vaticano II, en donde María, excelsa hija de Sión, es el anillo de unificación entre la Iglesia del Antiguo Testamento, simbolizada por el candelabro de siete brazos y la Iglesia del Nuevo Testamento representada por el cáliz con la Eucaristía.

El arco triunfal se compone de cuatro partes: en lo alto, de izquierda a derecha, la Anunciación, que representa a María vestida como una princesa romana, que lleva en la mano el huso con el cual teje un velo de púrpura para el templo donde se educaba. La historia continua con la anuncio a José, la adoración de los Reyes Magos, la matanza de los inocentes. En este recuadro hay que destacar la figura con el mantón azul que da la espalda a las otras mujeres: es Santa Isabel que huye con San Juan entre sus brazos. A la derecha la presentación en el Templo, la huida a Egipto, el encuentro de la Sagrada Familia con Afrodisio, gobernador de la ciudad Sotine. Según un Evangelio apócrifo, cuando Jesús fugitivo llega a Sotine, en Egipto, los 365 ídolos del capitolium se cayeron. Afrodisio aterrorizado por el acontecimiento y recordando la muerte del faraón, se dirige con su ejército hacia donde estaba la Sagrada Familia y adora al Niño reconociendo su divinidad. El último recuadro representa a los Reyes Magos al lado de Herodes. A los pies del arco aparecen a cada lado las dos ciudades: Belén a la izquierda y Jerusalén a la derecha. Belén es la ciudad donde Jesús nace y desarrolla la Epifanía, Jerusalén es la ciudad en donde Jesús muere y resucita (hay un enlace con el tema apocalíptico de la definitiva llegada del Señor al final del tiempo representado por el trono vacío en el centro del arco, en donde también aparecen Pedro y Pablo, el primero de ellos llamado por Cristo a difundir la "Buena Noticia" entre los judíos; el segundo a difundir la Palabra del Señor entre los gentiles y los paganos). Todos juntos forman la Iglesia de la cual Pedro es guía y Sixto III su sucesor. Al Papa, por ser "episcopus plebi Dei" está asignado el papel de conducir al pueblo de Dios hacia la Jerusalén Celeste. En el siglo XIII Nicolás IV, primer Papa franciscano, decidió derribar el ábside original y construir el actual unos metros más atrás, de tal forma que pudo sacar entre el ábside y el arco un crucero para el coro. La decoración del ábside fue realizada por el franciscano Jacopo Torriti y el coste de las obras corrió a cargo de los cardenales Giacomo y Pietro Colonna. El mosaico de Torriti se divide en dos partes distintas: en la bóveda del ábside está representada la coronación de la Virgen y en la parte inferior los momentos más importantes de su vida. En el centro de la bóveda, dentro en un gran círculo, Cristo y María están sentados en un gran trono diseñado como un diván oriental. El Hijo pone en la cabeza de la Madre la corona con gemas. En el mosaico no se ve a María sólo como a la Madre, sino más bien como a la Iglesia Madre, esposa del Hijo. A los pies de Cristo y María están el sol y la luna y alrededor coros de ángeles adoradores a los que se añaden, en el lado izquierdo, San Pedro, San Pablo, San Francisco de Asís y el Papa Nicolás IV ; y en el derecho, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Antonio y el donador Cardenal Colonna. En el resto del ábside una decoración de sarmientos vegetales brotan de los dos troncos colocados al extremo derecho e izquierdo del mosaico. En la zona inferior del cascarón del ábside las escenas de la vida de la Virgen están colocadas a la derecha y a la izquierda de la "Dormitio", colocada precisamente debajo de la Coronación. Esta forma de describir la muerte de la Virgen es típica de la iconografía bizantina que se difundió también en Occidente después de las Cruzadas. La Virgen está tumbada en la cama y mientras los ángeles se preparan a quitar su cuerpo ante la mirada atónita de los apóstoles, Cristo toma en sus brazos su blanca "alma", que están esperando en el cielo. Torriti enriquece la escena con dos pequeñas figuras de franciscanos y un laico que lleva un gorro típico del siglo XIII. Debajo de la "Dormitio" el papa Benedicto XIV colocó la espléndida "Navidad de Cristo" de Mancini. Entre los pilares jónicos, debajo de los mosaicos, Fuga colocó los bajorrelieves de Mino de Reame que representan el Nacimiento de Jesús, el milagro de la nieve, la fundación de la Basílica por parte del Papa Liberio y la Asunción de María y la Adoración de los Reyes Magos. El baldaquín del altar central también es una obra realizada por Fuga; delante del altar se halla la Confesión, encargada por Pío IX y construida por Vespignani, en donde se ha colocado el relicario de la Cuna. El relicario está hecho de cristal, en forma de cuna y contiene piezas de madera que según la tradición pertenecen al pesebre donde fue colocado el Niño Jesús. Lo realizó Valadier y fue un regalo del embajador de Portugal. La estatua de Pío IX, el Papa del dogma de la Inmaculada Concepción, es obra de Ignazio Jacometti y fue colocado en el hipogeo por voluntad de León XIII.

El Pavimento
Entrando en la Basílica de inmediato se puede admirar el especial pavimento realizado con mosaicos por los maestros marmolistas Cosma, definidos "cosmatescos" (siglo XIII).

Capilla Cesi
Fue encargada alrededor del 1560 por el Cardenal Paolo Cesi y su hermano Federico; no se conoce con seguridad el autor que realizó la obra pero con mucha probabilidad se considera que el proyecto es de Guidetto Guidetti en colaboración con Santiago Della Porta.

Regina Pacis
La estatua de la Regina Pacis fue encargada por Benedicto XV como acción de gracias al acabar la primera guerra mundial; fue llevada a cabo por Guido Galli. La Virgen está sentada en un trono "Regina Pacis y soberana del universo" y en su cara se destaca una nota de tristeza.

La Capilla Sforza
Al lado de la entrada hay lápidas que nos recuerdan que la capilla fue realizada gracias al Cardenal Guido Ascanio Sforza de Santafiora, arcipreste de la Basílica y por su hermano, el Cardenal Alessandro Sforza Cesarini que decidió llevar a cabo las decoraciones realizadas en el 1573. Según Vasari, el autor del proyecto fue Miguel Ángel Buonarroti, el cual nos ha dejado dos esbozos de la capilla en donde se puede ver la planta original con elipses a los lados y una espacio rectangular para el altar. Sermoneta (1512 - 1580) atribuyó a Girlomano Siciolante los retratos representados en los monumentos funerarios y el retablo del altar (1573). El cuadro que se halla sobre el altar es del Siciolante y representa la Asunción de la Virgen. La distribución de los planos está muy bien organizada para poder pasar suavemente desde el ambiente terrenal al celestial, donde la figura de la Virgen aparece representada de forma discreta en una actitud de oración.

La tumba del Bernini
"La noble familia Bernini en este lugar, espera la Resurrección". Al lado del altar mayor, la sencillez de la lápida sepulcral de uno de los mayores artistas del siglo XVII .

La Sagrada Cuna
En frente del altar del hipogeo, ante la estatua de Pío IX y debajo de su escudo, se conserva la célebre reliquia, comúnmente definida "Sagrada Cuna". El relicario que la contiene es una preciosa urna oval de cristal y plata realizado por Valadier .

El "Pesebre" de Arnolfo de Cambio
La imagen sentimental y espiritual de la reconstrucción de un "Pesebre" en recuerdo de un venerado suceso tiene origen en el año 432 cuando el papa Sixto III (432-440) creó en la primitiva Basílica una "Gruta de la Natividad" igual a la de Belén. Los numerosos peregrinos que volvían a Roma desde Tierra Santa trajeron como don precioso fragmentos de madera procedentes de la Sagrada Cuna (cunabulum), hoy custodiados en el dorado relicario del altar de la Confesión. En los siglos sucesivos los varios pontífices se preocuparon siempre de la Sagrada Gruta, hasta que el papa Nicolás IV en el año 1288 encargó a Arnolfo de Cambio una representación escultórica de la Natividad.

Muchos fueron los cambios y las reformas en la Basílica y cuando el Papa Sixto V (1585-1590) quiso erigir en la nave derecha una gran Capilla llamada del SS. Sacramento o Sixtina, encargó en el año 1590 al Arquitecto Domenico Fontana de trasladar aquí la antigua "Gruta de la Natividad" sin demolerla, con los elementos escultóricos de Arnolfo de Cambio que quedaban.

Los tres Reyes Magos con elegantes ropajes al estilo gótico y San José admiran atónitos y reverentes el milagro del Niño en brazos de la Virgen (de P. Olivieri) calentados por el buey y el asno.
Mary Neco
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Dom Jun 03, 2012 6:23 pm

Buenas tardes Hini y compañeros de viaje que hemosos temas estamos conocinedo y compartiendo. Les comparto lo que encontre en internet ¡Adelante!

Basílica Papal Santa María Mayor -

La Basílica de Santa María la Mayor es también conocida como Basílica di Santa María della Neve. Es una basílica católica antigua en Roma.

Construida sobre un templo pagano de Cibeles, Santa María la Mayor es la única iglesia romana que conserva la planta estrictamente basilical y la estructura paleocristiana primitiva.

El alzado, en cambio, no se mantiene en su estado original debido a los varios proyectos de construcción adicionales y los daños del terremoto de 1348.

El nombre de la iglesia refleja dos ideas de grandeza, por un lado la de una basílica mayor en oposición a una basílica menor y también a la de la Virgen María, como verdadera Madre de Dios.

En el idioma griego esta doctrina es conocida como Theotokos, oficialmente adoptada en el Concilio de Éfeso en 431. La Basílica de Santa María la Mayor es el lugar más grande e importante de los dedicados en Roma al culto mariano.

http://www.youtube.com/watch?v=XfK-OdfWtlY
"No anteponer nada al amor de Dios"

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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor anacerini » Dom Jun 03, 2012 6:54 pm

Queridos compañeros de viaje: me encanta esta Iglesia dedicada a Nuestra Señora.Es la que nos vincula a la famosa exclamación de Theotokos!!!!!! con la que marchaban todos los que salian del gran encuentro ¿de Efeso? también estos, son lugares donde anduvo nuestro querido San Pablo!!!
Lo de la Virgen y sus milagros, lo de los pétalos blancos que lo recuerdan!!!!! maravilloso! la verdad es que no queda más que reverenciarla amándola! Un abrazo en Cristo y Maria Sma. Ana Cerini
anacerini
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor mocirone » Dom Jun 03, 2012 7:56 pm

¡¡Hola compañeros de ruta!!! Comenzamoe esta semana con una de las Iglesias más imponentes de Roma. Para mí, que soy argentina, tiene un recuerdo especial, ya que se encuentra muy cerquita de nuestra Embajada, a la que concurríamos - cuando en mi juventud visité Roma por primera vez - todos los días en busca de correspondencia, porque en aquellas épocas no existían los medios de comunicación que tenemos hoy día, así que en varias oportunidades tuve el gusto de recorrerla.
La Basílica de Santa María la Mayor, situada en la cumbre de la colina del Esquilino, es una de las cuatro Basílicas papales de Roma y es la única que ha conservado la antigua estructura paleocristiana. Una tradición muy antigua nos cuenta que fue la Virgen quien inspiró la construcción de la iglesia en el Esquilino, es decir, el lugar en donde Ella quería que se realizara su morada: apareció en un sueño al patricio Juan y al Papa Liberio, pidiéndoles la construcción de la iglesia en su honor, en el lugar que Ella indicaría milagrosamente. La mañana del 5 de Agosto la colina del Esquilino apareció llena de nieve; el Papa definió el perímetro de la nueva iglesia y Juan se ocupó de la financiación.
¡¡Qué historia preciosa!! Me imagino esa colina nevada en Roma, en pleno verano, algo realmente milagroso.
Que Nuestra Señora nos proteja y nos bendiga en este especialísimo viaje. Un fuerte abrazo.
mocirone
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Dom Jun 03, 2012 8:03 pm

La Basílica de Santa María la Mayor

Esta situada en la cumbre de la colina del Esquilino, es una de las cuatro Basílicas papales de Roma y es la única que ha conservado la antigua estructura paleocristiana. Una tradición muy antigua nos cuenta que fue la Virgen quien inspiró la construcción de la iglesia en el Esquilino, es decir, el lugar en donde Ella quería que se realizara su morada: apareció en un sueño al patricio Juan y al Papa Liberio, pidiéndoles la construcción de la iglesia en su honor, en el lugar que Ella indicaría milagrosamente. La mañana del 5 de Agosto la colina del Esquilino apareció llena de nieve; el Papa definió el perímetro de la nueva iglesia y Juan se ocupó de la financiación. De la iglesia original nos queda tan sólo un paso del Liber Pontificalis en donde se afirma que el Papa Liberio "Fecit basilicam nomini suo iuxta Macellum Liviae". Las recientes excavaciones realizadas debajo de la Basílica actual no nos han revelado nada de la antigua construcción, pese a que se han encontrado importantes piezas arqueológicas como el magnífico calendario del siglo II - III d. C. y los restos de paredes romanas, sólo en partes visibles y que se encuentran en el museo. El campanario de estilo románico renacentista, que mide 75 metros de altura, es el más alto de Roma. Fue construido por Gregorio XI, tras regresar de Aviñón, y cuenta con cinco campanas. Una de ellas es conocida con el nombre de "la perdida" y todos los días a las nueve de la tarde llama a los fieles con un sonido inconfundible. Entrando en el pórtico a mano derecha se halla la estatua de Felipe IV de España, benefactor de la Basílica. El esbozo de la obra es de Juan Lorenzo Bernini y fue realizada por Girolamo Lucenti en el siglo XIII. En el centro se encuentra la gran puerta de bronce realizada por Ludovico Pogliaghi en el año 1949; en ella se distinguen los episodios de la vida de la Virgen, los profetas, los evangelistas y las cuatro mujeres que en el Antiguo Testamento prefiguraron a la Virgen María. A la izquierda está la Puerta Santa, bendecida por Juan Pablo II el día 8 de diciembre en el año 2001, cuya obra de construcción fue llevada a cabo por el escultor Luis Mattei y ofrecida a la Basílica por la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. En el centro se halla el Cristo resucitado que aparece a la Virgen María representada como la Salus Populi Romani; el modelo para representar a Cristo es el hombre de la Sábana Santa. En lo alto a la izquierda está la Anunciación en el pozo; es un episodio entresacado de los Evangelios apócrifos. En el lado derecho se puede ver una representación de "Pentecostés". Abajo, en la parte izquierda, el Concilio de Éfeso, que definió a María, THEOTOKOS, a la derecha el "Concilio Vaticano II" que la declaró Mater Ecclesiae. El escudo de Juan Pablo II y su máxima están representados en la parte más alta, mientras los dos de abajo pertenecen al Cardenal Furno, que fue arcipreste de la Basílica, y a la Orden del Santo Sepulcro. La actual Basílica pertenece al siglo V d. C. Su construcción está vinculada al Concilio de Éfeso del 431 d. C, que proclamó a María, Theotókos, Madre de Dios, y se llevó a cabo por voluntad de Sixto III, en cuanto obispo de Roma, que la financió. Al entrar en la Basílica se prueba una sensación de grandeza y amplitud: aparece delante de nuestros ojos el resplandor de sus mármoles y la riqueza de las decoraciones; este efecto monumental es debido a la estructura de la Basílica y a la armonía que domina los principales elementos de su arquitectura. Construida según los cánones del "ritmo elegante" de Vitruvio, la Basílica está dividida en tres naves en donde se hallan dos filas de columnas preciosas; a lo largo de ellas corre un artístico entablamento que se interrumpe hacia el ábside debido a dos arcos realizados para la construcción de la Capilla Sixtina y Paolina. Originariamente la parte de la Basílica que se localiza entre el techo y las columnas estaba perforada por grande ventanas, de las cuales se sigue conservando solamente la mitad; en el resto de ellas se han ido construyendo paredes, en donde se pueden admirar una serie de frescos que representan "Historias de la vida de María". Por encima de las ventanas y de los frescos, un friso de madera decorado por preciosas entalladuras que representan una serie de toros cabalgados por amorcillos se une a la cornisa del techo. Los toros representan el símbolo de los Borjas y los escudos de Calixto II y Alejandro VI, los dos papas de la familia de los Borjas, resaltan en el centro del techo. No queda muy claro cuál fue la aportación de Calixto III en la realización de esta obra; sin lugar a duda fue Alejandro VI quien se ocupó de la construcción de la Basílica en la época en que aún desempeñaba su oficio de arcipreste de la misma: el techo fue diseñado por Giuliano de Sangallo y completado por su hermano Antonio. Dice la tradición que fue dorado con el oro de América, regalado por los Reyes Católicos al papa Alejandro VI. A lo largo del suelo de la Basílica se extiende, como si fuera una estupenda alfombra, un mosaico realizado por unos artistas marmolistas ofrecido a Eugenio III en el siglo XII por dos hombres de la nobleza romana, Scoto Paparoni y su hijo Juan. Pero lo que de verdad hace que Santa María la Mayor sea única son los estupendos mosaicos del siglo V, realizados por voluntad de Sixto III y que se desarrollan a lo largo de toda la nave central y sobre el arco de triunfo. Los mosaicos de la nave central resumen cuatro ciclos de la historia Sagrada cuyos personajes son Abrahán, Jacob, Moisés y Josué y en conjunto testimonian la promesa de una tierra que Dios hizo al pueblo judío y su ayuda para llegar a ella. La narración, que no sigue un orden cronológico, comienza en la pared de la izquierda junto el arco triunfal con el sacrificio incruento de Melquisedec, rey-sacerdote. En este recuadro es evidente la influencia iconográfica romana. Melquisedec, representado en posición de ofrenda, y Abrahán con toga de senador, recuerdan el grupo ecuestre del Marco Aurelio. Los paneles sucesivos ilustran episodios de la vida de Abrahán que son anteriores al primer recuadro. Esto hizo que durante mucho tiempo se pensara que cada panel era interdependiente, hasta que un estudio más detallado de los mosaicos demostró que el orden no era casual. Así pues, el panel de Melquisedec sirve para unir los mosaicos de la nave central con los del arco triunfal, que narran la infancia de Cristo rey y sacerdote. A continuación la historia de Abrahán, el personaje más importante del Antiguo Testamento, al cual Dios prometió una "nación grande y potente"; Jacob, a quien el Señor renueva la promesa hecha a Abrahán; Moisés, que librará el pueblo "elegido por Dios" de la esclavitud; Josué, que les llevará a la tierra prometida. El camino se concluye con dos paneles en los que aparecen dos frescos realizados durante las obras de reforma encargadas por el Cardenal Pinelli, que representan a David que lleva el Arca de la Alianza a Jerusalén y el Templo de Jerusalén edificado por Salomón. De la estirpe de David nacerá Cristo cuya infancia está ilustrada en el arco triunfal con episodios sacados de los evangelios apócrifos. En el 1995 Juan Hajnal realizó en el rosetón de la fachada principal una nueva vidriera. En ella está representada la afirmación del Concilio Vaticano II, en donde María, excelsa hija de Sión, es el anillo de unificación entre la Iglesia del Antiguo Testamento, simbolizada por el candelabro de siete brazos y la Iglesia del Nuevo Testamento representada por el cáliz con la Eucaristía.

La Basílica de Santa María la Mayor, situada en la cumbre de la colina del Esquilino, es una de las cuatro Basílicas papales de Roma y es la única que ha conservado la antigua estructura paleocristiana. Una tradición muy antigua nos cuenta que fue la Virgen quien inspiró la construcción de la iglesia en el Esquilino, es decir, el lugar en donde Ella quería que se realizara su morada: apareció en un sueño al patricio Juan y al Papa Liberio, pidiéndoles la construcción de la iglesia en su honor, en el lugar que Ella indicaría milagrosamente. La mañana del 5 de Agosto la colina del Esquilino apareció llena de nieve; el Papa definió el perímetro de la nueva iglesia y Juan se ocupó de la financiación. De la iglesia original nos queda tan sólo un paso del Liber Pontificalis en donde se afirma que el Papa Liberio "Fecit basilicam nomini suo iuxta Macellum Liviae". Las recientes excavaciones realizadas debajo de la Basílica actual no nos han revelado nada de la antigua construcción, pese a que se han encontrado importantes piezas arqueológicas como el magnífico calendario del siglo II - III d. C. y los restos de paredes romanas, sólo en partes visibles y que se encuentran en el museo. El campanario de estilo románico renacentista, que mide 75 metros de altura, es el más alto de Roma. Fue construido por Gregorio XI, tras regresar de Aviñón, y cuenta con cinco campanas. Una de ellas es conocida con el nombre de "la perdida" y todos los días a las nueve de la tarde llama a los fieles con un sonido inconfundible. Entrando en el pórtico a mano derecha se halla la estatua de Felipe IV de España, benefactor de la Basílica. El esbozo de la obra es de Juan Lorenzo Bernini y fue realizada por Girolamo Lucenti en el siglo XIII. En el centro se encuentra la gran puerta de bronce realizada por Ludovico Pogliaghi en el año 1949; en ella se distinguen los episodios de la vida de la Virgen, los profetas, los evangelistas y las cuatro mujeres que en el Antiguo Testamento prefiguraron a la Virgen María. A la izquierda está la Puerta Santa, bendecida por Juan Pablo II el día 8 de diciembre en el año 2001, cuya obra de construcción fue llevada a cabo por el escultor Luis Mattei y ofrecida a la Basílica por la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. En el centro se halla el Cristo resucitado que aparece a la Virgen María representada como la Salus Populi Romani; el modelo para representar a Cristo es el hombre de la Sábana Santa. En lo alto a la izquierda está la Anunciación en el pozo; es un episodio entresacado de los Evangelios apócrifos. En el lado derecho se puede ver una representación de "Pentecostés". Abajo, en la parte izquierda, el Concilio de Éfeso, que definió a María, THEOTOKOS, a la derecha el "Concilio Vaticano II" que la declaró Mater Ecclesiae. El escudo de Juan Pablo II y su máxima están representados en la parte más alta, mientras los dos de abajo pertenecen al Cardenal Furno, que fue arcipreste de la Basílica, y a la Orden del Santo Sepulcro. La actual Basílica pertenece al siglo V d. C. Su construcción está vinculada al Concilio de Éfeso del 431 d. C, que proclamó a María, Theotókos, Madre de Dios, y se llevó a cabo por voluntad de Sixto III, en cuanto obispo de Roma, que la financió. Al entrar en la Basílica se prueba una sensación de grandeza y amplitud: aparece delante de nuestros ojos el resplandor de sus mármoles y la riqueza de las decoraciones; este efecto monumental es debido a la estructura de la Basílica y a la armonía que domina los principales elementos de su arquitectura. Construida según los cánones del "ritmo elegante" de Vitruvio, la Basílica está dividida en tres naves en donde se hallan dos filas de columnas preciosas; a lo largo de ellas corre un artístico entablamento que se interrumpe hacia el ábside debido a dos arcos realizados para la construcción de la Capilla Sixtina y Paolina. Originariamente la parte de la Basílica que se localiza entre el techo y las columnas estaba perforada por grande ventanas, de las cuales se sigue conservando solamente la mitad; en el resto de ellas se han ido construyendo paredes, en donde se pueden admirar una serie de frescos que representan "Historias de la vida de María". Por encima de las ventanas y de los frescos, un friso de madera decorado por preciosas entalladuras que representan una serie de toros cabalgados por amorcillos se une a la cornisa del techo. Los toros representan el símbolo de los Borjas y los escudos de Calixto II y Alejandro VI, los dos papas de la familia de los Borjas, resaltan en el centro del techo. No queda muy claro cuál fue la aportación de Calixto III en la realización de esta obra; sin lugar a duda fue Alejandro VI quien se ocupó de la construcción de la Basílica en la época en que aún desempeñaba su oficio de arcipreste de la misma: el techo fue diseñado por Giuliano de Sangallo y completado por su hermano Antonio. Dice la tradición que fue dorado con el oro de América, regalado por los Reyes Católicos al papa Alejandro VI. A lo largo del suelo de la Basílica se extiende, como si fuera una estupenda alfombra, un mosaico realizado por unos artistas marmolistas ofrecido a Eugenio III en el siglo XII por dos hombres de la nobleza romana, Scoto Paparoni y su hijo Juan. Pero lo que de verdad hace que Santa María la Mayor sea única son los estupendos mosaicos del siglo V, realizados por voluntad de Sixto III y que se desarrollan a lo largo de toda la nave central y sobre el arco de triunfo. Los mosaicos de la nave central resumen cuatro ciclos de la historia Sagrada cuyos personajes son Abrahán, Jacob, Moisés y Josué y en conjunto testimonian la promesa de una tierra que Dios hizo al pueblo judío y su ayuda para llegar a ella. La narración, que no sigue un orden cronológico, comienza en la pared de la izquierda junto el arco triunfal con el sacrificio incruento de Melquisedec, rey-sacerdote. En este recuadro es evidente la influencia iconográfica romana. Melquisedec, representado en posición de ofrenda, y Abrahán con toga de senador, recuerdan el grupo ecuestre del Marco Aurelio. Los paneles sucesivos ilustran episodios de la vida de Abrahán que son anteriores al primer recuadro. Esto hizo que durante mucho tiempo se pensara que cada panel era interdependiente, hasta que un estudio más detallado de los mosaicos demostró que el orden no era casual. Así pues, el panel de Melquisedec sirve para unir los mosaicos de la nave central con los del arco triunfal, que narran la infancia de Cristo rey y sacerdote. A continuación la historia de Abrahán, el personaje más importante del Antiguo Testamento, al cual Dios prometió una "nación grande y potente"; Jacob, a quien el Señor renueva la promesa hecha a Abrahán; Moisés, que librará el pueblo "elegido por Dios" de la esclavitud; Josué, que les llevará a la tierra prometida. El camino se concluye con dos paneles en los que aparecen dos frescos realizados durante las obras de reforma encargadas por el Cardenal Pinelli, que representan a David que lleva el Arca de la Alianza a Jerusalén y el Templo de Jerusalén edificado por Salomón. De la estirpe de David nacerá Cristo cuya infancia está ilustrada en el arco triunfal con episodios sacados de los evangelios apócrifos. En el 1995 Juan Hajnal realizó en el rosetón de la fachada principal una nueva vidriera. En ella está representada la afirmación del Concilio Vaticano II, en donde María, excelsa hija de Sión, es el anillo de unificación entre la Iglesia del Antiguo Testamento, simbolizada por el candelabro de siete brazos y la Iglesia del Nuevo Testamento representada por el cáliz con la Eucaristía.

El arco triunfal se compone de cuatro partes: en lo alto, de izquierda a derecha, la Anunciación, que representa a María vestida como una princesa romana, que lleva en la mano el huso con el cual teje un velo de púrpura para el templo donde se educaba. La historia continua con la anuncio a José, la adoración de los Reyes Magos, la matanza de los inocentes. En este recuadro hay que destacar la figura con el mantón azul que da la espalda a las otras mujeres: es Santa Isabel que huye con San Juan entre sus brazos. A la derecha la presentación en el Templo, la huida a Egipto, el encuentro de la Sagrada Familia con Afrodisio, gobernador de la ciudad Sotine. Según un Evangelio apócrifo, cuando Jesús fugitivo llega a Sotine, en Egipto, los 365 ídolos del capitolium se cayeron. Afrodisio aterrorizado por el acontecimiento y recordando la muerte del faraón, se dirige con su ejército hacia donde estaba la Sagrada Familia y adora al Niño reconociendo su divinidad. El último recuadro representa a los Reyes Magos al lado de Herodes. A los pies del arco aparecen a cada lado las dos ciudades: Belén a la izquierda y Jerusalén a la derecha. Belén es la ciudad donde Jesús nace y desarrolla la Epifanía, Jerusalén es la ciudad en donde Jesús muere y resucita (hay un enlace con el tema apocalíptico de la definitiva llegada del Señor al final del tiempo representado por el trono vacío en el centro del arco, en donde también aparecen Pedro y Pablo, el primero de ellos llamado por Cristo a difundir la "Buena Noticia" entre los judíos; el segundo a difundir la Palabra del Señor entre los gentiles y los paganos). Todos juntos forman la Iglesia de la cual Pedro es guía y Sixto III su sucesor. Al Papa, por ser "episcopus plebi Dei" está asignado el papel de conducir al pueblo de Dios hacia la Jerusalén Celeste. En el siglo XIII Nicolás IV, primer Papa franciscano, decidió derribar el ábside original y construir el actual unos metros más atrás, de tal forma que pudo sacar entre el ábside y el arco un crucero para el coro. La decoración del ábside fue realizada por el franciscano Jacopo Torriti y el coste de las obras corrió a cargo de los cardenales Giacomo y Pietro Colonna. El mosaico de Torriti se divide en dos partes distintas: en la bóveda del ábside está representada la coronación de la Virgen y en la parte inferior los momentos más importantes de su vida. En el centro de la bóveda, dentro en un gran círculo, Cristo y María están sentados en un gran trono diseñado como un diván oriental. El Hijo pone en la cabeza de la Madre la corona con gemas. En el mosaico no se ve a María sólo como a la Madre, sino más bien como a la Iglesia Madre, esposa del Hijo. A los pies de Cristo y María están el sol y la luna y alrededor coros de ángeles adoradores a los que se añaden, en el lado izquierdo, San Pedro, San Pablo, San Francisco de Asís y el Papa Nicolás IV ; y en el derecho, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Antonio y el donador Cardenal Colonna. En el resto del ábside una decoración de sarmientos vegetales brotan de los dos troncos colocados al extremo derecho e izquierdo del mosaico. En la zona inferior del cascarón del ábside las escenas de la vida de la Virgen están colocadas a la derecha y a la izquierda de la "Dormitio", colocada precisamente debajo de la Coronación. Esta forma de describir la muerte de la Virgen es típica de la iconografía bizantina que se difundió también en Occidente después de las Cruzadas. La Virgen está tumbada en la cama y mientras los ángeles se preparan a quitar su cuerpo ante la mirada atónita de los apóstoles, Cristo toma en sus brazos su blanca "alma", que están esperando en el cielo. Torriti enriquece la escena con dos pequeñas figuras de franciscanos y un laico que lleva un gorro típico del siglo XIII. Debajo de la "Dormitio" el papa Benedicto XIV colocó la espléndida "Navidad de Cristo" de Mancini. Entre los pilares jónicos, debajo de los mosaicos, Fuga colocó los bajorrelieves de Mino de Reame que representan el Nacimiento de Jesús, el milagro de la nieve, la fundación de la Basílica por parte del Papa Liberio y la Asunción de María y la Adoración de los Reyes Magos. El baldaquín del altar central también es una obra realizada por Fuga; delante del altar se halla la Confesión, encargada por Pío IX y construida por Vespignani, en donde se ha colocado el relicario de la Cuna. El relicario está hecho de cristal, en forma de cuna y contiene piezas de madera que según la tradición pertenecen al pesebre donde fue colocado el Niño Jesús. Lo realizó Valadier y fue un regalo del embajador de Portugal. La estatua de Pío IX, el Papa del dogma de la Inmaculada Concepción, es obra de Ignazio Jacometti y fue colocado en el hipogeo por voluntad de León XIII.

El Pavimento.- Entrando en la Basílica de inmediato se puede admirar el especial pavimento realizado con mosaicos por los maestros marmolistas Cosma, definidos "cosmatescos" , Siglo XIII.

Capilla Cesi.-Fue encargada alrededor del 1560 por el Cardenal Paolo Cesi y su hermano Federico; no se conoce con seguridad el autor que realizó la obra pero con mucha probabilidad se considera que el proyecto es de Guidetto Guidetti en colaboración con Santiago Della Porta.

Regina Pacis.- La escultura de la Regina Pacis fue encargada por Benedicto XV como acción de gracias al acabar la primera guerra mundial; fue llevada a cabo por Guido Galli. La Virgen está sentada en un trono "Regina Pacis y soberana del universo" y en su cara se destaca una nota de tristeza.

La Capilla Sforza.- Al lado de la entrada hay lápidas que nos recuerdan que la capilla fue realizada gracias al Cardenal Guido Ascanio Sforza de Santafiora, arcipreste de la Basílica y por su hermano, el Cardenal Alessandro Sforza Cesarini que decidió llevar a cabo las decoraciones realizadas en el 1573. Según Vasari, el autor del proyecto fue Miguel Ángel Buonarroti, el cual nos ha dejado dos esbozos de la capilla en donde se puede ver la planta original con elipses a los lados y una espacio rectangular para el altar. Sermoneta (1512 - 1580) atribuyó a Girlomano Siciolante los retratos representados en los monumentos funerarios y el retablo del altar (1573). El cuadro que se halla sobre el altar es del Siciolante y representa la Asunción de la Virgen. La distribución de los planos está muy bien organizada para poder pasar suavemente desde el ambiente terrenal al celestial, donde la figura de la Virgen aparece representada de forma discreta en una actitud de oración.La tumba del Bernini"La noble familia Bernini en este lugar, espera la Resurrección". Al lado del altar mayor, la sencillez de la lápida sepulcral de uno de los mayores artistas del siglo XVII .La Sagrada CunaEn frente del altar del hipogeo, ante la estatua de Pío IX y debajo de su escudo, se conserva la célebre reliquia, comúnmente definida "Sagrada Cuna". El relicario que la contiene es una preciosa urna oval de cristal y plata realizado por Valadier .

El "Pesebre" de Arnolfo de Cambio
.- La imagen sentimental y espiritual de la reconstrucción de un "Pesebre" en recuerdo de un venerado suceso tiene origen en el año 432 cuando el papa Sixto III (432-440) creó en la primitiva Basílica una "Gruta de la Natividad" igual a la de Belén. Los numerosos peregrinos que volvían a Roma desde Tierra Santa trajeron como don precioso fragmentos de madera procedentes de la Sagrada Cuna (cunabulum), hoy custodiados en el dorado relicario del altar de la Confesión. En los siglos sucesivos los varios pontífices se preocuparon siempre de la Sagrada Gruta, hasta que el papa Nicolás IV en el año 1288 encargó a Arnolfo de Cambio una representación escultórica de la Natividad.

Muchos fueron los cambios y las reformas en la Basílica y cuando el Papa Sixto V (1585-1590) quiso erigir en la nave derecha una gran Capilla llamada del SS. Sacramento o Sixtina, encargó en el año 1590 al Arquitecto Domenico Fontana de trasladar aquí la antigua "Gruta de la Natividad" sin demolerla, con los elementos escultóricos de Arnolfo de Cambio que quedaban.

Los tres Reyes Magos con elegantes ropajes al estilo gótico y San José admiran atónitos y reverentes el milagro del Niño en brazos de la Virgen, de P. Olivieri, calentados por el buey y el asno.
"No anteponer nada al amor de Dios"

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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor anyfrape » Dom Jun 03, 2012 11:32 pm

Hola :D Hini y compañeros de viaje con mucho cariño les comparto estos link EN YOUTUBE en los que pueden viajar a la Basilica de Santa Maria la Mayor, A MI ME ENCANTARON,... espero que a ustedes también. ¡¡¡que maravilloso curso!!!! y que grandes cosas estamos conociendo y aprendiendo. GRACIAS A TODOS. SALUDOS Y BENDICIONES.

http://www.youtube.com/watch?v=x8rAH2dgsPs

http://www.youtube.com/watch?v=tGFBlesy ... ure=relmfu

http://www.youtube.com/watch?v=bDV_xhqk ... re=related

http://www.youtube.com/watch?v=w0uSwbQh ... re=related
anyfrape
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor anacris2010 » Lun Jun 04, 2012 12:28 am

Lteral de www.vatican.va
"La Basílica Papal de Santa María la Mayor es una auténtica joya de belleza de valor inestimable. Desde hace dieciséis siglos domina la ciudad de Roma: es el templo mariano por excelencia y cuna de la cultura artística, representa un punto de referencia para los cives mundi que desde todas las partes del mundo llegan a la Ciudad Eterna para deleitarse con lo que la Basílica les ofrece a través de su monumental grandeza.

Es la única de las basílicas mayores de Roma que ha logrado conservar su estructura original, aunque a lo largo del tiempo se han ido añadiendo algunas modificaciones. En su interior presenta algunos detalles por los que destaca respecto a las demás basílicas: en primer lugar los mosaicos de la nave central y del arco triunfal del siglo V d. C., realizados durante el pontificado de Sixto III (432-440) y los del ábside, cuya realización fue dirigida por el fraile franciscano Jacopo Torriti por orden del Papa Nicolás IV (1288-1292); la pavimentación de tipo "cosmatesco" donada por los caballeros Scoto Paparone e hijo en el 1288; el techo artesonado de madera dorada diseñado por Giuliano San Gallo (1450); el belén del siglo XII de Arnolfo de Cambio; las numerosas capillas (de la Borghese a la Sixtina y a la Sforza, de la de Cesi a la del Crucifijo y a la de San Miguel); el Altar mayor realizado por Ferdinando Fuga y sucesivamente enriquecido con otras decoraciones por el genio Valadier; y por último, la Reliquia de la Sagrada Cuna y el baptisterio. Cada columna, cada cuadro, cada escultura, cada pieza de la Basílica representan una recopilación de la historia y de los sentimientos religiosos.

Todos podrán disfrutar de las emociones que transmite este lugar sagrado, desde el peregrino más devoto hasta el simple apasionado de arte.

El encuentro con la Basílica "liberiana", del nombre del Papa Liberio, es una experiencia tan conmovedora que llena el alma y el espíritu de emociones: no es raro ver a los visitadores fascinados por la belleza de las obras, así como es posible darse cuenta de la constante devoción de todas esas personas que ante la imagen de la Virgen María, aquí venerada con la dulce advocación de "Salus Populi Romani", buscan consuelo y alivio.

Todos los años, el día 5 de agosto, se recuerda el "Milagro de la nieve" con una solemne celebración. Ante la mirada conmovida de muchos fieles una cascada de pétalos blancos desciende desde el techo cubriendo el hipogeo y creando como una unión ideal entre la asamblea y la Madre de Dios.

Desde el comienzo de su pontificado el Santo Padre Juan Pablo II quiso que una lámpara estuviera encendida de día y de noche bajo el icono de la Salus, como testimonio de su gran devoción a la Virgen María. El mismo Papa, el 8 de diciembre del 2001, inauguró otra perla preciosa de la basílica: el Museo, cuya estructura moderna y la antigüedad de sus obras maestras ofrecen al visitador un "panorama" único.

Los numerosos tesoros que en ella se encuentran, hacen de Santa María la Mayor un lugar en donde el arte y la espiritualidad se funden en un connubio perfecto, ofreciéndonos aquellas emociones únicas y propias de las obras de arte del hombre que están inspiradas por Dios."

Dos elementos llaman mi atención:
La historia tan bella asociada a su construcción, en la que media una simulatánea revelación mariana tanto al obispo Liberio, como a una pareja que, disfrutando de innumerables bendiciones, incluso materiales, al no contar con descendencia, deseaban de todo corazón, invertir en algo que Dios deseara. Así, la virgen les escucha y les señala el lugar en donde se erigiría la basílica.
El icono Salus Populis Romani, advocación mariana que la muestra con mirada protectora y que es retomada por SS Juan Pablo II al finalizar un encuentro con los jóvenes, que llevarla como estandarte.
Nuevamente SS Juan Pablo II nos recuerda la importancia de la virgen María, como Madre de Dios y por tanto de la Iglesia; sin ella, caminar con Cristo no es posible. Hacia Cristo y con Cristo, siempre a través de la virgen. Eso es maravilloso.
Muchas gracias.
anacris2010
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor ana fedez » Lun Jun 04, 2012 5:06 am

BUENOS DIAS Y QUE DIOS LES BENDIGA A TODOS

La Basílica de Santa María la Mayor (Roma, Italia) es la Iglesia más antigua dedicada en Occidente a la Virgen María. En este templo se conserva la parte mayor de la cuna de Belén. En la Nochebuena, suele celebrar la Eucaristía en dicha basílica el Santo Padre, que es a la vez Obispo de Roma.

Como curiosidad, comentar que está construida sobre un antiguo templo pagano dedicado a la diosa Cibeles.
El Papa Liberio ordenó construir este santuario tras una aparición de la Virgen María ante un patricio local y su esposa, a quienes sorprendió una nevada poco común el 5 de Agosto del año 358 que dibujó la silueta de la iglesia en lo más alto del monte Esquilino, por lo que también se la conoce como Nuestra Señora de las Nieves.


lugares más importantes para visitar en la basílica, entre los que destacan:


El ábside
Sacra Culla
Tumba de Bernini, situada a la derecha del altar mayor
Capilla Paolina
Capilla Sixtina
Battisterio
Mosaico de la Logia de la Bendición en la entrada principal
El artesonado del techo
Los mosaicos del pavimento


Perdonar pero no puedo copiar el plano , ni las fotos soy totalmente negada


ANA
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor ana fedez » Lun Jun 04, 2012 5:09 am

Aquí sigo, he encontrado una página interesante:

Por primera vez, una de las basílicas más antiguas de Roma abrió las puertas de sus antiquísimos sótanos. Se trata de la basílica Santa Maria Maggiore, que aun custodia capas de historia pre-cristiana.

Mons. Michele Jagosz
Prefecto, Museo Santa Maria Maggiore
Se puede ver todo lo que existía antes de la construcción de la basílica, y cómo la construcción no destruyó nada abajo. Todo se conservó.

El sacerdote Michele Jagosz dirigió la primera visita pública de los sótanos de la basílica. Antes, esta parte estaba abierta sólo para estudiantes y visitas especiales.

Durante varios siglos, Santa Maria Maggiore ha custodiado siglos de historia congelados bajo la basílica. Hoy, esta parte es una ventana al pasado, porque ha dejado pistas sobre cómo se vivía antes de la llegada del Cristianismo.

Mons. Michele Jagosz
Prefecto, Museo Santa Maria Maggiore
Se puede apreciar cómo era la vida aquí en el Esquilino, una de las colinas de Roma, sobre todo en Cispio. Así se llamaba la parte del Esquilino en la que estamos ahora, y donde el Papa Sixto III construyó la basílica.

La basílica fue construida sobre una residencia privada del año 332 (AC). Con el paso del tiempo, la zona evolucionó y su esplendor histórico ha sobrevivido la prueba de los siglos.

Como este calendario romano, por ejemplo, que representa el mes de septiembre a través de imágenes de agricultura y cosechas pintadas en una pared. Es probable que el dueño de la residencia fuese un aficionado de la naturaleza.

Santa Maria Maggiore es también lugar de sepultura de papas y cardenales. La tumba del artista Gian Lorenzo Bernini también esta aquí.

La basílica, una de las cuatro basílicas papales de Roma, fue construida en el siglo V. Tiene fama por su riqueza en historia tanto dentro de ella como bajo la tierra.


Podeis ver el video en la siguiente página:

www.auladereli.es/video-la-basilica-rom ... -mayor.h...

Hasta luego, Ana
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor ana fedez » Lun Jun 04, 2012 5:34 am

LOS PRIMEROS SUEÑOS DE NUESTRO NIÑO DIOS

En griego: phatne; en latí: prasepe, praesepium)

La cuna o el pesebre en el que el Salvador Niño fue recostado después de su nacimiento corresponde propiamente a esa parte del establo o khan (mesón estilo turco) donde se coloca el alimento para las bestias domésticas, quizás fabricado con el mismo material con el que se construye el pesebre mismo. Una muy antigua tradición afirma que en el establo estaban un buey y un asno al momento del nacimiento de Cristo. La tradición hace alusión a Isaías (1, 3): “Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo”. Y quizás también esté fundamentada en las palabras del profeta Habacuc (3, 2) que, en la versión de los LXX, se lee de la siguiente manera: “En medio de dos animales serás conocido”, en vez de “en medio de los años”, etc., como correctamente tradujo San Jerónimo del hebreo. Sea como sea, en el presente artículo hablaremos del pesebre en tres apartados: (I) La Basílica y la Gruta de la Natividad en Belén, (II) las reliquias de la cuna preservadas en Santa María la Mayor, en Roma, y (III) la devoción a la cuna.

I. Belén está situado sobre dos colinas, a 2361 metros sobre el nivel del mar. La colina occidental es el Belén de la Escritura; sobre la oriental está la Basílica de la Natividad que se levantó sobre la gruta. Podemos imaginar que María y san José, no habiendo “lugar para ellos en la posada”, dejaron el poblado y fueron a dar a una cueva o establo sobre la colina oriental, que servía como refugio para los pastores y sus rebaños contra la inclemencia del clima. No nos referiremos aquí a las controversias acerca de la historicidad de la narración que hace san Lucas del nacimiento del Salvador, o del verdadero lugar de la gruta de la Natividad. Basta decir que no parece haber razón suficiente para abandonar la muy antigua e ininterrumpida tradición que atestigua la autenticidad del sitio en el que hoy se venera el pesebre. San Justino, quien murió mártir en 165, dice que “Habiendo buscado infructuosamente albergue en el poblado, José buscó refugio en una cueva vecina a Belén” (Dial. c. Tryph., 70). Casi medio siglo después, Orígenes escribe: “Si alguien desease satisfacer su curiosidad sin recurrir a la profecía de Miqueas o a la historia de Cristo, según fue escrita por sus discípulos, acerca de que Jesús nació en Belén, sepa que, según el Evangelio, en Belén está la gruta donde Él vio la luz por vez primera” (C. Cels. I, 51). Al principio, santa Helena construyó una capilla en la gruta, y la adornó con mármoles costosos y otros adornos valiosos. La primera basílica erigida sobre la cripta se debe probablemente a la devoción y munificencia de su hijo, Constantino, del que san Eusebio dice que “El Emperador mismo, eclipsando aún la magnificencia del diseño de su madre, adornó el mismo sitio con un estilo auténticamente real” (Vita Const., III, 43). Tanto la gruta propiamente dicha como la basílica han sufrido numerosas modificaciones y restauraciones, reclamadas al paso de los siglos por los destrozos de las guerras e invasiones. En la actualidad, poco queda de los espléndidos mosaicos y pinturas descritos detalladamente por Cuerésimo y otros escritores. El acceso a la cripta de la Natividad desde el templo superior se realiza a través de una doble escalinata que baja del lado norte del coro de la basílica hacia la gruta, en la parte inferior, y que converge en el lugar donde, según la tradición, nació el Salvador. El punto exacto está indicado por una estrella labrada en piedra, alrededor de la cual están escritas estas palabras: HIC DE VIRGINE MARIA JESUS CHRISTUS NATUS EST. A poca distancia hacia el suroeste está el pesebre donde Cristo fue acostado y donde, según atestigua la tradición, Él fue adorado por los magos. En 1873 el pesebre fue vandalizado por los griegos y todo lo que había de valor, incluyendo dos pinturas, de Murillo y Maello respectivamente, fue robado. Hasta el momento, no se han restituido las obras robadas.


Las reliquias de la cuna preservadas en Santa María la Mayor, en Roma, fueron llevadas ahí desde Tierra Santa durante el pontificado del Papa Teodoro (640-649), quien era nativo de Palestina y quien estaba, por lo mismo, consciente de los peligros de vandalismo y robo a los que las reliquias estaban expuestas a manos de los musulmanes y otros forajidos. Sabemos que la basílica erigida por Liberio sobre el Esquilino recibió primero el nombre de Sancta María ad Praesepe, bajo el Papa Teodoro. Fue durante el pontificado de Adrián I que se edificó el primer altar en la basílica, y con el correr de los años el sitio donde se guardan las reliquias se convirtió en objeto de las visitas de los fieles devotos de todas partes del mundo. En la actualidad, los restos de la cuna que se conservan en Santa María la Mayor consisten de cinco pedazos de madera, de los cuales, como resultado de las investigaciones dirigidas por el Padre Lais, subdirector del Observatorio del Vaticano durante la restauración de 1893, se determinó que fueron tomados de un árbol de sicómoro que tiene algunas variedades en la Tierra Santa. Dos de los pedazos, que, al igual que los otros tres, deben haber sido más grandes de lo que son actualmente, estaban levantados en forma de X, y sobre ellos descansaban los otros tres, apoyados por un sexto trozo, actualmente desaparecido, y que estaba colocado sobre la base del ángulo superior de la X. Podemos deducir que estos trozos de madera eran originalmente simples soportes del pesebre mismo, hecho probablemente de la cantera blanda en la que estaba cavada la cueva. El rico relicario, adornado con bajo relieves y estatuillas, que contiene las reliquias de la cuna en la actualidad, fue donado por la Duquesa de Villa Hermosa en 1839. Pío IV (1559- 1565) restauró el gran altar sobre el que son solemnemente expuestas anualmente las reliquias para la veneración de los fieles en la víspera de Navidad.[/color]
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor Jose Gimeno » Lun Jun 04, 2012 8:16 am

BASILICA SANTA MARÍA LA MAYOR

http://www.youtube.com/watch?v=x8rAH2dgsPs

El famoso icono de la Virgen María en la capilla Paulina de la basílica. Es conocida como Salus Populi Romani, o Salud de los romanos, debido a un milagro en el que el icono, sacado en procesión en tiempos del papa san Gregorio, terminó con la epidemia de peste que diezmaba la ciudad. El icono tiene al menos mil años de antigüedad, y según la tradición fue pintado del natural por Lucas el Evangelista. Recientes dataciones por medio de la radiación del carbono han establecido que el icono tiene aproximadamente dos mil años, con lo que se refuerza esta tradición sagrada.

VIRGIN SALUS POPULI ROMANI.jpg

http://commons.wikimedia.org/wiki/File: ... uselang=es

Salus Populi Romani (en Español: Protectora del Pueblo Romano), es el nombre que se le da en el siglo XIX al icono bizantino de la Virgen y el Niño, que procede de los primeros cristianos. Se encuentra en la basílica de la Santa Maria Maggiore en Roma.
Históricamente ha sido el icono más importante de María en Roma, y aunque la devoción a ella se redujo ligeramente con respecto a otras imágenes, como Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, a lo largo de los siglos, se recuperó algo de la devoción al ser coronado el Papa Pío XII en 1954. También incluye una reciente devoción papal a Papa Benedicto XVI, que venera a la Salus Populi Romani en diferentes ocasiones, refiriéndose a María, la Madre de Dios con ese título, cuando él pide "ora por nosotros". Desde la XV Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Roma durante el Jubileo 2000, el Beato Juan Pablo II declaró a esta advocación mariana como Patrona de las Jornadas Mundiales de la Juventud, y desde entonces acompaña a la Cruz de los Jóvenes, que preside las jornadas desde la primera (año 1984). La imagen de Nuestra Señora Salus Populi Romani ha estado presente en las jornadas de Roma (Jubileo 2000), Toronto (2002), Colonia (2005), Sidney (2008) y Madrid (2011).
La frase Salus Populi Romani (como "salud o el bienestar del pueblo romano") se remonta a la justicia y los rituales paganos de la antigua República Romana, donde Tito Livio nos dice que el augur le pediría permiso a los dioses para que los pretores oraran por él.
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor mariaines » Lun Jun 04, 2012 11:19 am

EL INTERIOR

La Basílica de Santa María la Mayor, situada en la cumbre de la colina del Esquilino, es una de las cuatro Basílicas papales de Roma y es la única que ha conservado la antigua estructura paleocristiana. Una tradición muy antigua nos cuenta que fue la Virgen quien inspiró la construcción de la iglesia en el Esquilino, es decir, el lugar en donde Ella quería que se realizara su morada: apareció en un sueño al patricio Juan y al Papa Liberio, pidiéndoles la construcción de la iglesia en su honor, en el lugar que Ella indicaría milagrosamente. La mañana del 5 de Agosto la colina del Esquilino apareció llena de nieve; el Papa definió el perímetro de la nueva iglesia y Juan se ocupó de la financiación. De la iglesia original nos queda tan sólo un paso del Liber Pontificalis en donde se afirma que el Papa Liberio "Fecit basilicam nomini suo iuxta Macellum Liviae". Las recientes excavaciones realizadas debajo de la Basílica actual no nos han revelado nada de la antigua construcción, pese a que se han encontrado importantes piezas arqueológicas como el magnífico calendario del siglo II - III d. C. y los restos de paredes romanas, sólo en partes visibles y que se encuentran en el museo. El campanario de estilo románico renacentista, que mide 75 metros de altura, es el más alto de Roma. Fue construido por Gregorio XI, tras regresar de Aviñón, y cuenta con cinco campanas. Una de ellas es conocida con el nombre de "la perdida" y todos los días a las nueve de la tarde llama a los fieles con un sonido inconfundible. Entrando en el pórtico a mano derecha se halla la estatua de Felipe IV de España, benefactor de la Basílica. El esbozo de la obra es de Juan Lorenzo Bernini y fue realizada por Girolamo Lucenti en el siglo XIII. En el centro se encuentra la gran puerta de bronce realizada por Ludovico Pogliaghi en el año 1949; en ella se distinguen los episodios de la vida de la Virgen, los profetas, los evangelistas y las cuatro mujeres que en el Antiguo Testamento prefiguraron a la Virgen María. A la izquierda está la Puerta Santa, bendecida por Juan Pablo II el día 8 de diciembre en el año 2001, cuya obra de construcción fue llevada a cabo por el escultor Luis Mattei y ofrecida a la Basílica por la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. En el centro se halla el Cristo resucitado que aparece a la Virgen María representada como la Salus Populi Romani; el modelo para representar a Cristo es el hombre de la Sábana Santa. En lo alto a la izquierda está la Anunciación en el pozo; es un episodio entresacado de los Evangelios apócrifos. En el lado derecho se puede ver una representación de "Pentecostés". Abajo, en la parte izquierda, el Concilio de Éfeso, que definió a María, THEOTOKOS, a la derecha el "Concilio Vaticano II" que la declaró Mater Ecclesiae. El escudo de Juan Pablo II y su máxima están representados en la parte más alta, mientras los dos de abajo pertenecen al Cardenal Furno, que fue arcipreste de la Basílica, y a la Orden del Santo Sepulcro. La actual Basílica pertenece al siglo V d. C. Su construcción está vinculada al Concilio de Éfeso del 431 d. C, que proclamó a María, Theotókos, Madre de Dios, y se llevó a cabo por voluntad de Sixto III, en cuanto obispo de Roma, que la financió. Al entrar en la Basílica se prueba una sensación de grandeza y amplitud: aparece delante de nuestros ojos el resplandor de sus mármoles y la riqueza de las decoraciones; este efecto monumental es debido a la estructura de la Basílica y a la armonía que domina los principales elementos de su arquitectura. Construida según los cánones del "ritmo elegante" de Vitruvio, la Basílica está dividida en tres naves en donde se hallan dos filas de columnas preciosas; a lo largo de ellas corre un artístico entablamento que se interrumpe hacia el ábside debido a dos arcos realizados para la construcción de la Capilla Sixtina y Paolina. Originariamente la parte de la Basílica que se localiza entre el techo y las columnas estaba perforada por grande ventanas, de las cuales se sigue conservando solamente la mitad; en el resto de ellas se han ido construyendo paredes, en donde se pueden admirar una serie de frescos que representan "Historias de la vida de María". Por encima de las ventanas y de los frescos, un friso de madera decorado por preciosas entalladuras que representan una serie de toros cabalgados por amorcillos se une a la cornisa del techo. Los toros representan el símbolo de los Borjas y los escudos de Calixto II y Alejandro VI, los dos papas de la familia de los Borjas, resaltan en el centro del techo. No queda muy claro cuál fue la aportación de Calixto III en la realización de esta obra; sin lugar a duda fue Alejandro VI quien se ocupó de la construcción de la Basílica en la época en que aún desempeñaba su oficio de arcipreste de la misma: el techo fue diseñado por Giuliano de Sangallo y completado por su hermano Antonio. Dice la tradición que fue dorado con el oro de América, regalado por los Reyes Católicos al papa Alejandro VI. A lo largo del suelo de la Basílica se extiende, como si fuera una estupenda alfombra, un mosaico realizado por unos artistas marmolistas ofrecido a Eugenio III en el siglo XII por dos hombres de la nobleza romana, Scoto Paparoni y su hijo Juan. Pero lo que de verdad hace que Santa María la Mayor sea única son los estupendos mosaicos del siglo V, realizados por voluntad de Sixto III y que se desarrollan a lo largo de toda la nave central y sobre el arco de triunfo. Los mosaicos de la nave central resumen cuatro ciclos de la historia Sagrada cuyos personajes son Abrahán, Jacob, Moisés y Josué y en conjunto testimonian la promesa de una tierra que Dios hizo al pueblo judío y su ayuda para llegar a ella. La narración, que no sigue un orden cronológico, comienza en la pared de la izquierda junto el arco triunfal con el sacrificio incruento de Melquisedec, rey-sacerdote. En este recuadro es evidente la influencia iconográfica romana. Melquisedec, representado en posición de ofrenda, y Abrahán con toga de senador, recuerdan el grupo ecuestre del Marco Aurelio. Los paneles sucesivos ilustran episodios de la vida de Abrahán que son anteriores al primer recuadro. Esto hizo que durante mucho tiempo se pensara que cada panel era interdependiente, hasta que un estudio más detallado de los mosaicos demostró que el orden no era casual. Así pues, el panel de Melquisedec sirve para unir los mosaicos de la nave central con los del arco triunfal, que narran la infancia de Cristo rey y sacerdote. A continuación la historia de Abrahán, el personaje más importante del Antiguo Testamento, al cual Dios prometió una "nación grande y potente"; Jacob, a quien el Señor renueva la promesa hecha a Abrahán; Moisés, que librará el pueblo "elegido por Dios" de la esclavitud; Josué, que les llevará a la tierra prometida. El camino se concluye con dos paneles en los que aparecen dos frescos realizados durante las obras de reforma encargadas por el Cardenal Pinelli, que representan a David que lleva el Arca de la Alianza a Jerusalén y el Templo de Jerusalén edificado por Salomón. De la estirpe de David nacerá Cristo cuya infancia está ilustrada en el arco triunfal con episodios sacados de los evangelios apócrifos. En el 1995 Juan Hajnal realizó en el rosetón de la fachada principal una nueva vidriera. En ella está representada la afirmación del Concilio Vaticano II, en donde María, excelsa hija de Sión, es el anillo de unificación entre la Iglesia del Antiguo Testamento, simbolizada por el candelabro de siete brazos y la Iglesia del Nuevo Testamento representada por el cáliz con la Eucaristía.

El arco triunfal se compone de cuatro partes: en lo alto, de izquierda a derecha, la Anunciación, que representa a María vestida como una princesa romana, que lleva en la mano el huso con el cual teje un velo de púrpura para el templo donde se educaba. La historia continua con la anuncio a José, la adoración de los Reyes Magos, la matanza de los inocentes. En este recuadro hay que destacar la figura con el mantón azul que da la espalda a las otras mujeres: es Santa Isabel que huye con San Juan entre sus brazos. A la derecha la presentación en el Templo, la huida a Egipto, el encuentro de la Sagrada Familia con Afrodisio, gobernador de la ciudad Sotine. Según un Evangelio apócrifo, cuando Jesús fugitivo llega a Sotine, en Egipto, los 365 ídolos del capitolium se cayeron. Afrodisio aterrorizado por el acontecimiento y recordando la muerte del faraón, se dirige con su ejército hacia donde estaba la Sagrada Familia y adora al Niño reconociendo su divinidad. El último recuadro representa a los Reyes Magos al lado de Herodes. A los pies del arco aparecen a cada lado las dos ciudades: Belén a la izquierda y Jerusalén a la derecha. Belén es la ciudad donde Jesús nace y desarrolla la Epifanía, Jerusalén es la ciudad en donde Jesús muere y resucita (hay un enlace con el tema apocalíptico de la definitiva llegada del Señor al final del tiempo representado por el trono vacío en el centro del arco, en donde también aparecen Pedro y Pablo, el primero de ellos llamado por Cristo a difundir la "Buena Noticia" entre los judíos; el segundo a difundir la Palabra del Señor entre los gentiles y los paganos). Todos juntos forman la Iglesia de la cual Pedro es guía y Sixto III su sucesor. Al Papa, por ser "episcopus plebi Dei" está asignado el papel de conducir al pueblo de Dios hacia la Jerusalén Celeste. En el siglo XIII Nicolás IV, primer Papa franciscano, decidió derribar el ábside original y construir el actual unos metros más atrás, de tal forma que pudo sacar entre el ábside y el arco un crucero para el coro. La decoración del ábside fue realizada por el franciscano Jacopo Torriti y el coste de las obras corrió a cargo de los cardenales Giacomo y Pietro Colonna. El mosaico de Torriti se divide en dos partes distintas: en la bóveda del ábside está representada la coronación de la Virgen y en la parte inferior los momentos más importantes de su vida. En el centro de la bóveda, dentro en un gran círculo, Cristo y María están sentados en un gran trono diseñado como un diván oriental. El Hijo pone en la cabeza de la Madre la corona con gemas. En el mosaico no se ve a María sólo como a la Madre, sino más bien como a la Iglesia Madre, esposa del Hijo. A los pies de Cristo y María están el sol y la luna y alrededor coros de ángeles adoradores a los que se añaden, en el lado izquierdo, San Pedro, San Pablo, San Francisco de Asís y el Papa Nicolás IV ; y en el derecho, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Antonio y el donador Cardenal Colonna. En el resto del ábside una decoración de sarmientos vegetales brotan de los dos troncos colocados al extremo derecho e izquierdo del mosaico. En la zona inferior del cascarón del ábside las escenas de la vida de la Virgen están colocadas a la derecha y a la izquierda de la "Dormitio", colocada precisamente debajo de la Coronación. Esta forma de describir la muerte de la Virgen es típica de la iconografía bizantina que se difundió también en Occidente después de las Cruzadas. La Virgen está tumbada en la cama y mientras los ángeles se preparan a quitar su cuerpo ante la mirada atónita de los apóstoles, Cristo toma en sus brazos su blanca "alma", que están esperando en el cielo. Torriti enriquece la escena con dos pequeñas figuras de franciscanos y un laico que lleva un gorro típico del siglo XIII. Debajo de la "Dormitio" el papa Benedicto XIV colocó la espléndida "Navidad de Cristo" de Mancini. Entre los pilares jónicos, debajo de los mosaicos, Fuga colocó los bajorrelieves de Mino de Reame que representan el Nacimiento de Jesús, el milagro de la nieve, la fundación de la Basílica por parte del Papa Liberio y la Asunción de María y la Adoración de los Reyes Magos. El baldaquín del altar central también es una obra realizada por Fuga; delante del altar se halla la Confesión, encargada por Pío IX y construida por Vespignani, en donde se ha colocado el relicario de la Cuna. El relicario está hecho de cristal, en forma de cuna y contiene piezas de madera que según la tradición pertenecen al pesebre donde fue colocado el Niño Jesús. Lo realizó Valadier y fue un regalo del embajador de Portugal. La estatua de Pío IX, el Papa del dogma de la Inmaculada Concepción, es obra de Ignazio Jacometti y fue colocado en el hipogeo por voluntad de León XIII.

El Pavimento
Entrando en la Basílica de inmediato se puede admirar el especial pavimento realizado con mosaicos por los maestros marmolistas Cosma, definidos "cosmatescos" (siglo XIII).

Capilla Cesi
Fue encargada alrededor del 1560 por el Cardenal Paolo Cesi y su hermano Federico; no se conoce con seguridad el autor que realizó la obra pero con mucha probabilidad se considera que el proyecto es de Guidetto Guidetti en colaboración con Santiago Della Porta.

Regina Pacis
La estatua de la Regina Pacis fue encargada por Benedicto XV como acción de gracias al acabar la primera guerra mundial; fue llevada a cabo por Guido Galli. La Virgen está sentada en un trono "Regina Pacis y soberana del universo" y en su cara se destaca una nota de tristeza.

La Capilla Sforza
Al lado de la entrada hay lápidas que nos recuerdan que la capilla fue realizada gracias al Cardenal Guido Ascanio Sforza de Santafiora, arcipreste de la Basílica y por su hermano, el Cardenal Alessandro Sforza Cesarini que decidió llevar a cabo las decoraciones realizadas en el 1573. Según Vasari, el autor del proyecto fue Miguel Ángel Buonarroti, el cual nos ha dejado dos esbozos de la capilla en donde se puede ver la planta original con elipses a los lados y una espacio rectangular para el altar. Sermoneta (1512 - 1580) atribuyó a Girlomano Siciolante los retratos representados en los monumentos funerarios y el retablo del altar (1573). El cuadro que se halla sobre el altar es del Siciolante y representa la Asunción de la Virgen. La distribución de los planos está muy bien organizada para poder pasar suavemente desde el ambiente terrenal al celestial, donde la figura de la Virgen aparece representada de forma discreta en una actitud de oración.

La tumba del Bernini
"La noble familia Bernini en este lugar, espera la Resurrección". Al lado del altar mayor, la sencillez de la lápida sepulcral de uno de los mayores artistas del siglo XVII .

La Sagrada Cuna
En frente del altar del hipogeo, ante la estatua de Pío IX y debajo de su escudo, se conserva la célebre reliquia, comúnmente definida "Sagrada Cuna". El relicario que la contiene es una preciosa urna oval de cristal y plata realizado por Valadier .

El "Pesebre" de Arnolfo de Cambio
La imagen sentimental y espiritual de la reconstrucción de un "Pesebre" en recuerdo de un venerado suceso tiene origen en el año 432 cuando el papa Sixto III (432-440) creó en la primitiva Basílica una "Gruta de la Natividad" igual a la de Belén. Los numerosos peregrinos que volvían a Roma desde Tierra Santa trajeron como don precioso fragmentos de madera procedentes de la Sagrada Cuna (cunabulum), hoy custodiados en el dorado relicario del altar de la Confesión. En los siglos sucesivos los varios pontífices se preocuparon siempre de la Sagrada Gruta, hasta que el papa Nicolás IV en el año 1288 encargó a Arnolfo de Cambio una representación escultórica de la Natividad.

Muchos fueron los cambios y las reformas en la Basílica y cuando el Papa Sixto V (1585-1590) quiso erigir en la nave derecha una gran Capilla llamada del SS. Sacramento o Sixtina, encargó en el año 1590 al Arquitecto Domenico Fontana de trasladar aquí la antigua "Gruta de la Natividad" sin demolerla, con los elementos escultóricos de Arnolfo de Cambio que quedaban.

Los tres Reyes Magos con elegantes ropajes al estilo gótico y San José admiran atónitos y reverentes el milagro del Niño en brazos de la Virgen (de P. Olivieri) calentados por el buey y el asno.
mariaines
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor luismar » Lun Jun 04, 2012 1:04 pm

Hola compañeros de viaje!!!
"La Basílica Papal de Santa María la Mayor" es una auténtica joya de belleza de valor inestimable, es el templo mariano por excelencia y cuna de la cultura artística, representa un punto de referencia para los cives mundi que desde todas las partes del mundo llegan a la Ciudad Eterna para deleitarse con lo que la Basílica les ofrece a través de su monumental grandeza. Es la única de las basílicas mayores de Roma que ha logrado conservar su estructura original. Todos podrán disfrutar de las emociones que transmite este lugar sagrado, desde el peregrino más devoto hasta el simple apasionado de arte.

El encuentro con la Basílica "liberiana", del nombre del Papa Liberio, es una experiencia tan conmovedora que llena el alma y el espíritu de emociones: no es raro ver a los visitadores fascinados por la belleza de las obras, así como es posible darse cuenta de la constante devoción de todas esas personas que ante la imagen de la Virgen María, aquí venerada con la dulce advocación de "Salus Populi Romani", buscan consuelo y alivio.

Todos los años, el día 5 de agosto, se recuerda el "Milagro de la nieve" con una solemne celebración. Ante la mirada conmovida de muchos fieles una cascada de pétalos blancos desciende desde el techo cubriendo el hipogeo y creando como una unión ideal entre la asamblea y la Madre de Dios.

Los numerosos tesoros que en ella se encuentran, hacen de Santa María la Mayor un lugar en donde el arte y la espiritualidad se funden en un connubio perfecto, ofreciéndonos aquellas emociones únicas y propias de las obras de arte del hombre que están inspiradas por Dios."

Llaman mi atención: La historia tan bella asociada a su construcción, en la que media una simulatánea revelación mariana tanto al obispo Liberio, como a una pareja que, disfrutando de innumerables bendiciones, incluso materiales, al no contar con descendencia, deseaban de todo corazón, invertir en algo que Dios deseara. Así, la virgen les escucha y les señala el lugar en donde se erigiría la basílica. Vemos a Maria Santisima siempre como la intercesora.

Nuevamente SS Juan Pablo II nos recuerda la importancia de la virgen María, como Madre de Dios y por tanto de la Iglesia; sin ella, caminar con Cristo no es posible. Hacia Cristo y con Cristo, siempre a través de la virgen.
luismar
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor Eli89 » Lun Jun 04, 2012 1:55 pm

Paz y Bien con todos los hermanos del foro:

BASÍLICA PATRIARCAL

Al ser una basílica patriarcal, Santa María la Mayor es usada a menudo personalmente por el Papa. Lo más destacado es su presidencia de la Fiesta de la Asunción de la Virgen, que se celebra anualmente cada 15 de agosto en la basílica. Un alto altar con baldaquino dedicado al papa se usa tan sólo por el pontífice — salvo unos pocos sacerdotes escogidos, incluyendo al arcipreste. El papa da el cargo de la Basílica de Santa María la Mayor a un arcipreste, normalmente un arzobispo hecho cardenal en consistorio. El arcipreste era anteriormente el Patriarca Latino de Antioquía, un título abolido en 1964.
El actual arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor es el español Santos Abril y Castelló, arzobispo titular de Tamadia y vicecamarlengo de la Santa Romana Iglesia; Benedicto XVI le nombró para este cargo, tomando posesión del mismo el 21 de noviembre de 2011.
Además del arcipreste y clero que lo sirve, un capítulo de canónigos residen en la Basílica de Santa María la Mayor. A ello cabe añadir los monjes Franciscanos de la Inmaculada que sirven la iglesia diariamente en la sacristía, y en especial los Frailes Dominicos que constituyen el Colegio de Penitenciarios de la Ciudad de Roma (ofreciendo confesión y administrando sacramentos).
Conforme a lo establecido en los Pactos de Letrán entre Italia y la Santa Sede, la Basílica de Santa María la Mayor y su palacio anejo, al igual que las otras basílicas patriarcales romanas y sus palacios, forma parte del Estado de la Ciudad del Vaticano.

Lista de las principales obras de arte en la basílica:

Estatua de Felipe IV de España, en el pórtico, según diseño de Bernini.
Monumento funerario del papa Clemente IX (1671) por Carlo Rainaldi con el busto papal elaborado por Domenico Guidi.
Catafalco temporal para Felipe IV de España diseñado en 1665 por Rainaldi
Monumento funerario del papa Nicolás IV, diseñado por Domenico Fontana en 1574.
Busto de Costanzo Patrizi por Algardi.
Frescos de la sacristía por Passignano y Giuseppe Puglia,
San Cayetano sosteniendo al Niño santo, por Bernini.
Escultura alta de altar por Pietro Bracci, (h. 1750).
Busto de Pío IX (1880) por Ignazio Jacometti.
Frescos de la capilla paulina, por Guido Reni.
Frescos para el monumento del papa Clemente VIII, por Giovanni Lanfranco.
Tumbas de la Capilla Cesi, por Guglielmo della Porta.
Esculturas del altar, confessio y Presepio por Arnolfo di Cambio, hacia 1290

CRIPTA DE BELÉN

Bajo el santuario de la Basílica de Santa María la Mayor está la cripta de Belén donde se encuentran enterradas figuras destacadas de la historia católica. Tiene un altar y asientos para celebrar la eucaristía. Aquí se guarda la reliquia de una cuna que se cree utilizada en la natividad de Jesús. Aquí celebró su primera misa como sacerdote san Ignacio de Loyola el 25 de diciembre de 1538. Más tarde creó la Compañía de Jesús.
En la cripta de Belén está enterrado san Jerónimo, Doctor de la iglesia, quien tradujo la Biblia al latín en el siglo IV, la Vulgata. El cuerpo del papa Pío V fue enterrado aquí; Gian Lorenzo Bernini también descansa en la basílica. Su tumba se halla bajo una gastada losa de mármol blanco, a la derecha del altar.

Que Dios les bendiga a todos,
Elizabeth
Eli89
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor MARIAANGELES RAMIREZ » Lun Jun 04, 2012 2:01 pm

Hola a todos, aquí les envío lo siguiente
http://www.youtube.com/watch?v=ZC1PnaeWW18
http://www.youtube.com/watch?v=zGgalYcSkl8[url][/url]http://www.corazones.org/lugares/italia/roma/zvirgen_sta_maria_magiore.jpg

Basílica de Santa María la Mayor
La Basílica de Santa María la Mayor (Basilica di Santa Maria Maggiore) es una antigua basílica católica considerada la más grande de las iglesias dedicadas a la Virgen María en Roma siendo una de las cuatro basílicas mayores de la ciudad.

Retrocediendo en el tiempo

Basílica de Santa María la Mayor
Estatua de Pío IX en Santa María Maggiore
Edificada sobre un templo pagano que rendía culto a la diosa Cibeles, la Basílica de Santa María la Mayor fue construida a mediados del siglo IV bajo las órdenes del Papa Liberio. Según la leyenda, la Virgen apareció ante el Papa indicándole las instrucciones para la construcción de la iglesia, y la forma de la planta fue diseñada por una milagrosa nevada.

Con el paso de los años la basílica ha tenido nombres muy variados, como Santa María de las Nieves (debido a la nevada que indicó la forma de la iglesia), Santa María Liberiana (debido al Papa Liberio), Santa María del Pesebre (al recibir una reliquia del Santo Pesebre), y por último fue llamada Santa María la Mayor, ya que es la mayor de las 26 iglesias de Roma dedicadas a la Virgen María.

En el interior
La basílica muestra estilos arquitectónicos muy variados, desde el paleocristiano hasta el barroco. El edificio completo fue restaurado y reformado durante el siglo XVIII, por lo que la fachada y una gran parte de la decoración interior procede de este periodo. A pesar de esto, la iglesia conserva el campanario, algunos mosaicos y suelos de mármol del periodo medieval y algunas columnas jónicas procedentes de otros edificios de la antigua Roma, además de los espléndidos mosaicos del siglo V.

La decoración del techo se conserva desde el periodo del Renacimiento, mientras que las cúpulas y las capillas pertenecen a la época Barroca.

Una acertada mezcla de estilos
Probablemente lo más llamativo de la Basílica de Santa María la Mayor sean las diferentes partes que contiene pertenecientes a periodos tan variados de la historia. Al igual que si estuviera formada por retales, la iglesia resume las etapas más importantes por las que pasó el arte cristiano en Roma.

Localización

Piazza di Santa María Maggiore.

Horario de visita

Todos los días de 7:00 a 19:00 horas.

Precio

Entrada gratuita.

Transporte

Metro: Termini, líneas A y B.
Autobús: líneas 16, 70, 71 y 714.

Mapa


Lugares próximos

Palazzo Massimo alle Terme (375 m)
Estación Termini (412 m)
Plaza de la República (562 m)
Basílica de Santa María de los Ángeles (567 m)
Termas de Diocleciano (592 m)

Saludos desde Río Blanco, Veracrúz, México
MARIAANGELES RAMIREZ
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor ana fedez » Lun Jun 04, 2012 2:31 pm

Me he conectado un ratito antes de ir a dormir y en la página del Vaticano he encontrado el museo de xtraordinaria belleza, pero como sigo sin saber colgar fotos las tendre4is que buscar, ánimo vale la pena:

El museo
El Museo fue inaugurado y bendecido por el Santo Padre Juan Pablo II el 8 de diciembre de 2001, dentro del programa de celebraciones para la fiesta de la Inmaculada Concepción.

En los locales destinados al Museo, se encuentran expuestos los objetos más importantes pertenecientes a la Basílica, llamada también la "Belén de Occidente". Han sido agrupados en ocho locales según las siguientes temáticas : Historia de la Basílica, Cristo en el misterio del Nacimiento y de la Pasión, Maria venerada en la Basílica bajo el titulo de Salus Populi Romani y varios Santos relacionados en modo particular con la Basílica: S. Carlos Borromeo (que fue arcipreste de la Basílica 1564-1572), S. Pío V, aquí enterrado, B. Pío IX, y otros Papas.

Objetos relacionados con los diferentes jubileos del siglo pasado, Arciprestes, Capítulos, libros y objetos litúrgicos: cartegloria de Luigi Valadier, relicarios (obras de Pietro Gentili, Benedetto Cacciatore) ostensorios (por ejemplo de Vincenzo Belli), cálices de diversos artistas, como los de Vincenzo Coaci, Pietro Paolo Spagna y Augusto Castellani regalados por Papas, Arciprestes, clero liberiano y administración Capitolina, que han continuando la tradición de la ofrecer cada año un cáliz votivo comenzada en 1624, .
Entre las diferentes obras expuestas se pueden admirar los siguientes cuadros: La subida al Calvario de Giovanni Antonio Bazzi llamado "el Sodoma", la Virgen con el Niño, S. Antonio de Padua, Santa Catalina de Siena, de Domenico de Jacopo de Pace llamado "el Beccafumi" y tres tablas con la historia del icono Salus Populi Romani, de la escuela de Baldassarre Croce.
Vienen presentados después tejidos litúrgicos de S. Pío V, Pablo V y de Urbano VIII.
Interesantes son las antiguas partituras de la venerable Capilla Musical y un manuscrito de misa " la Stella " de Domenico Scarlatti, y un autógrafo de Pierluigi da Palestrina.

El Museo está abierto todos los días desde las 9:30 a las 18:30. Es posible visitar además La Logia de las Bendiciones con mosaicos del siglo XIII y el Pesebre de Arnolfo de Cambio situado en la Capilla Sixtina con una visita guiada.

Tel/fax 06-69886802 e-mail: museo.smm@basilica.va

Basilica di Santa Maria Maggiore - Via Liberiana, 27 00185 Roma

Ana
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor Guadalupe26 » Lun Jun 04, 2012 2:59 pm

Hola amigos y amigas del foro.
Estoy muy emocionada por todo lo que estoy conociendo en nuestro viaje. Me encanta leer y aprender sobre las historias de los papas, vamos viendo como Dios va entregando a su pueblo en los papas los carismas que se necesitan para enfrentar los desafíos de cada época.

Les comparto algo que copié de internet sobre el tema de esta semana. Saludos!!!

La magnífica Basílica de Santa María la Mayor está muy ligda a una curiosa leyenda: en el año 358 d.C., la Virgen le apareció en sueños al Papa Liberio, pidiéndole que le construyese una iglesia en su honor. A la mañana siguiente, una gran nevada dejó un manto blanco justo en el lugar donde ahora surge la Basílica….con la peculiaridad que todo eso occuría el día….¡5 de agosto!

Hoy en día, el milagro de la Virgen de las Nieves en Roma se conoce en todo el mundo y los romanos lo consideramos uno de los eventos más representativos de nuestras tradiciones.
Para rememorar el milagro de la nieve, es habitual que se celebre un espectáculo de luces y sonidos en la Plaza situada frente a la Basílica, donde una “nevada” artificial, de gran efecto escénico, cae del caluroso cielo estrellado del verano romano.
Guadalupe26
 
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Re: 5. La Basílica de Santa María la Mayor (Sem. del 4 de junio)

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Lun Jun 04, 2012 4:40 pm

La Basilica de Santa María La Mayor

La Basílica de Santa María Maggiore o Santa María La Mayor de Roma, fue fundada en el Siglo IV y es una de las 5 grandes basílicas de la antigua Roma.

La Basílica esta construida sobre el antiguo templo de la diosa Cibeles; según una antigua leyenda la iglesia fue construida aquí por orden del papa Liberius, en el sitio de la aparición de la Virgen María, la leyenda cuenta como el 4 de agosto en la noche apareció un manto de nieve milagroso.

San Pietro in Vincoli, la antigua basílica es conocida también como basílica eudossiana porque el primer núcleo fue construido en el siglo V por Eudoxia, hija de Teodosio, para guardar las cadenas que encadenaron a san Pedro; el edificio sagrado fue completamente restaurado a mediados del Siglo XV y luego nuevamente en 1700.

La iglesia hospeda obras de Guercino y de Domenichino pero es sobretodo famosa por la presencia en su interior de la “Tumba de Julio II” que contiene la celebre estatua del Moisés de Miguel Ángel.

Encontramos el Coliseo.- En la Antigüedad era conocido como anfiteatro Flavio, su construcción se inició en el año 72 durante el gobierno de Vespasiano, emperador de la dinastía flavia, concluyéndose las obras hacia el año 80 reinado de su hijo Tito. El nombre de Coliseo, procedente de “coloso”, le venía dado porque en sus cercanías se levantaba una escultura colosal del emperador Nerón, hoy desaparecida.Tenía un aforo de 50.000 espectadores.

El Arco de Constantino, arco conmemorativo ubicado en la Plaza del Coliseo, Roma, conmemora la victoria del Puente Milvio sobre Majencio. El arco está obviamente inspirado en el de Septimio Severo con la decoración acrecentada.

La Casa de Augusto.- La zona recuperada corresponde al ala este de la gran villa romana, una parte que se construyó antes de que Octavio fuera proclamado “Augusto” por el Senado de Roma, en el año 27, convirtiéndose así en el primer emperador.

El Arco de Tito.- arco de un solo vano, es el más antiguo que se conserva en Roma ciudad. Toda la información escrita que tenemos sobre él es la de la inscripción del lado este, que dice -Senatus populusque Romanus divo Tito divi Vespasiani (filio) Vespasiano Augusto-.

El foro romano actual representa apenas una sombra de la gran urbe que fue Roma dos mil años atrás.

Se pueden visitar tambien: El Templo de la Concordia. Templo de Antonino y Faustina. Restos del Templo de Vesta.
Las Ruinas del templo de Cástor y Pólux. El Arco de Septimio Severo. El Templo de Saturno. El Circo Maximo. Cada uno de una enorme grandeza y cada uno de llos con su historia.

En tiempos del pontificado de Adriano I se realizaron importantes obras en Roma. Una de las más interesantes es la iglesia de Santa Maria in Cosmedin, un templo con tres naves y tres ábsides, con una tribuna simulada para las mujeres, sustituyendo a las antiguas galerías. De esta manera, la iglesia parecía más amplia. Bajo el presbiterio se construyó una cripta cuyas naves se separaron mediante columnas unidas con arquitrabes.

Adosada al lado de la iglesia vemos el medallón de piedra de una divinidad fluvial, una vez inocuo cierre de una antigua cloaca romana, transformada en los siglos pasados en una legendaria maquina come-manos.

Así también se admiran el Arco de Giano. Escalinata de museos Capitolinos. El Monumento a Vittorio Emanuelle II. La Columna de Trajano. El Foro de Trajano, la Tumba de Rafael y el Pantheón.

Pantheón.- Es el monumento más representativo del Imperio Romano y también el mejor conservado de aquella época. Se reconstruyó durante el mandato de Adriano en el 118 d.C., después de sufrir grandes daños durante un incendio. Muy poca gente sabe que el Panteón es un templo dedicado a todos los dioses de la mitología. El edificio de sección redonda está precedido de una loggia o pronao cuadrada romana de columnas y frontón. La bóveda es un esfera perfecta de radio 43, 3. Solo existe una entrada de luz, el óculo ubicado en la parte superior de la esfera, el efecto de la luz y la posición de la sobra ha cautivado a muchos estudiosos.

En frente de la iglesia de Santa Maria sopra Minerva, está uno de los monumentos más curiosos de Roma, el llamado Pulcino della Minerva. Es una estatua diseñada por el escultor barroco Gian Lorenzo Bernini (y llevada a cabo por su alumno Ercole Ferrata en 1667) de un elefante como la base que soporta el obelisco egipcio encontrado en el jardín de los dominicos.


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"No anteponer nada al amor de Dios"

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