RESPUESTAS LECCION 5
1.- La divinidad del Espíritu Santo se definió en el año 381 D.C., en el Concilio de Constantinopla, debido a que había que hacer claridad frente a una herejía llamada macedonismo, la cual negaba la divinidad del Espíritu Santo.
2.- Las bases bíblicas que muestran que Cristo es Dios son:
* Juan 1, 1. 14: “En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios (…) Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único, en él todo era don amoroso y verdad”.
* Juan 20, 27-28: “Después dijo a Tomás: ‘Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree’. Tomás exclamó: ‘Tú eres mi Señor y mi Dios’”
• Juan 5,18: “Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios.”
• Romanos 9,5: “Y los patriarcas; de los cuales también procede Cristo según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.”
• Tito 2,13: “Aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo”.
• Colosenses 1,15-16: “Él es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él, …”.
3.- Que el Padre es mayor que Cristo debe explicarse de la siguiente manera: Cristo tiene dos naturalezas: divina y humana, y conforme a ello tiene dos voluntades: la divina y la humana, las cuales tienen manifestaciones independientes en las escrituras, pero ambas voluntades se dirigen al mismo destino: la salvación del hombre.
Con la voluntad humana Cristo se refiere al Padre, pero ello no significa que sea menos Dios por ello, sino que la mirada desde lo humano de Jesús reconoce la gloria del Padre, sus maravillas etc, pero ello no hace que Cristo sea menos Dios, pues él también tiene naturaleza divina, la cual no se perdió al encarnarse en el seno virginal de la Virgen María, sino que le permiten una doble contemplación del ser del Padre, que nosotros no podemos tener, pues sólo tenemos naturaleza humana y no divina.
“La perijóresis indica la compenetración e interrelación que existe entre las tres personas divinas. Dicha perijóresis es lo que nos hace expresar que creemos en UN SOLO DIOS.”
“Con este término comprendemos la completa inhabitación de cada persona divina en la otra, es decir, el Padre está todo en el Hijo, y el Hijo todo en el Padre, todo en el Espíritu Santo. Cristo lo expresará cuando dice: Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti (Jn 17, 21) Eso que indica Cristo, que el Padre está en él, nos permite comprender la perijóresis, es decir, esa compenetración que hay entre las personas divinas, que no hace que se mezclen o confundan, sino que siendo ellas distintas están tan compenetradas que siendo de la misma sustancia son UN SOLO DIOS.”
Si las tres personas divinas tienen tal grado de unidad y su naturaleza es de la misma divinidad, es imposible afirmar que el Padre es más que Cristo.
Por otro lado, si fuese cierto que el Padre es más que Cristo, en el credo se haría tal distinción y así quedaría estipulado en el Catecismo de la Iglesia Católica, el cual está basado en las santas Escrituras, y en ninguno de esos documentos se halla tal afirmación.
4.- En las escrituras se hablan de varios dioses, no porque sea cierto que ellos existan, sino porque se hace una figura literaria conforme a la cual se compara a los jueces o magistrados con dioses por que ejercen en la tierra la autoridad que proviene de DIOS, y que por tal grandeza (de ser jueces o magistrados) se les empodera con esa dimensión de poder, pero ello no significa ni que sean dioses realmente, ni que la Escritura los reconozca como tal.
5.- Para probarle a un Testigo de Jehova la divinidad de Cristo antes del año 325 D.C., se acude a las actas de los mártires y a los testimonios de los primeros cristianos, algunos ejemplos de ellos son los que se reproducen a continuación: Los primeros cristianos tenían claro cómo escribir el nombre de Jesús:
"El emperador Adriano dijo:
- Yo haré que seas sacrificada a mis dioses.
La bienaventurada Sinforosa respondió:
-Tus dioses no pueden recibirme a mí en sacrificio; más si por el nombre de Cristo, que es mi Dios, fuere yo quemada, haré arder más a esos demonios tuyos" (Actas de Los Mártires, Martirio de Santa Sinforosa y sus siete hijos, siglo II)
"Dijo Polemón:
- ¿A que Dios das culto?
Respondió Teódota:
-Al Dios omnipotente que hizo el cielo y la tierra, el mar, y cuanto en ellos se contiene, a quien hemos conocido por su Verbo Jesucristo.
Luego, preguntándole a Asclepíades que no estaba lejos, como se llamaba, respondió que cristiano.
Polemón:
-¿De qué Iglesia?
Asclepíades:
-De la Católica.
Polemón:
-¿A que Dios das culto?
Asclepíades:
- A Cristo.
Polemón:
-¿Cómo? ¿Es ese otro Dios?
Asclepíades:
-No, es el mismo a quien hace un momento han confesado también estos." (Actas de Los Mártires, Martirio de San Pionio y compañeros, siglo III)
"Marciano:
- ¿A que Dios diriges tu oración, para que también nosotros le ofrezcamos sacrificios?
Acacio:
- Deseo que conozcas lo que te puede ser de provecho y conozcas al Dios Verdadero.
Marciano:
- Dime su nombre.
Acasio:
- Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob.
Marciano:
¿Son éstos nombres de dioses?
Acacio:
- No son éstos dioses, sino el que a éstos habló es el Dios Verdadero a quien debemos temer.
Marciano:
- ¿Y quién es?
Acacio:
-El Altísmo Adonai, que se sienta sobre los querubines y serafines.
Marciano:
-¿qué es eso de querubín y serafín?..." (Actas de Los Mártires, Actas de San Acacio, siglo II)
Los primeros cristianos sabían que Dios tenía un Nombre, y ese Nombre es Jesús, y lo confesaban.
Además, sabían diferenciar las Tres Divinas Personas de la Trinidad: todos ellos habían sido bautizados en el NOMBRE del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
San Ignacio de Antioquia en el año 106 d.C reconoce numerosas veces a Cristo como Dios.
"Ignacio, por sobrenombre Portador de Dios: A la bendecida en grandeza de Dios con plenitud: a la predestinada desde antes de los siglos a servir por siempre para gloria duradera e inconmovible, gloria unida y escogida por gracia de la pasión verdadera y por voluntad de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Dios; a la Iglesia digna de toda bienaventuranza, que está en Éfeso de Asia, mi saludo cordialísimo en Jesucristo y en la alegría sin mácula
Ignacio de Antioquía, Carta a los Efesios I
Ibid. pág. 447
"La verdad es que nuestro Dios Jesús, el Ungido, fue llevado por María en su seno conforme a la dispensación de Dios; del linaje, cierto, de David; por obra, empero, del Espíritu Santo. El cual nació y fue bautizado, a fin de purificar el agua con su pasión
Ignacio de Antioquía, Carta a los Efesios XVIII,2
Ibid. pág. 457
"Ignacio, por sobrenombre Portador de Dios: A la Iglesia que alcanzó misericordia en la magnificencia del Padre altísimo y de Jesucristo su único Hijo: la que es amada y está iluminada por voluntad de Aquel que ha querido todas las cosas que existen, según la fe y la caridad de Jesucristo Dios nuestro”
Ignacio de Antioquía, Carta a los Romanos, I
Ibid. pág. 474
"Porque, nacido como hijo, conducido como cordero, sacrificado como una oveja, enterrado como un hombre, resucitó de los muertos como Dios, siendo por naturaleza Dios y hombre. El es todo: por cuanto juzga, es Ley; en cuanto enseña, Verbo; en cuanto , salva, Gracia; en cuanto que engendra, Padre; en cuanto que es engendrado, Hijo; en cuanto que sufre, oveja sacrificial; en cuanto que es sepultado, Hombre; en cuanto que resucita, Dios. Este es Jesucristo, a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos”
Melintón de Sardes (siglo II)
Melintón de Sardes, Homilía sobre la Pasión, 8-10
Patrología I, Johannes Quasten (BAC 206), pág. 240
"Los tres días que preceden a la creación de los luminares son símbolo de la Trinidad, de Dios, de su Verbo y de su Sabiduría
Teófilo de Antioquia, Ad Autolycum, II,15
Patrología I, Johannes Quasten (BAC 206), pág. 236
"Teniendo, pues, Dios a su Verbo inmanente en sus propias entrañas, le engendró con su propia sabiduría, emitiéndole antes de todas las cosas. A este Verbo tuvo El por ministro de su creación y por su medio hizo todas las cosas….Este se llama principio, pues es Príncipe y Señor de todas las cosas por El fabricadas”
Teófilo de Antioquia, Ad Autolycum, II,10
Padres Apologetas Griegos, Daniel Ruiz Bueno (BAC 116), pág. 796
6.- El término Trinidad fue usado por primera vez por Teófilo de Antioquía alrededor del año 170 para expresar la unión de las tres divinas personas en Dios.
En los tres primeros días que preceden a la creación del sol y de la luna, el Obispo ve imágenes de la Trinidad: “Los tres días que preceden a la creación de los cuerpos luminosos son símbolos de la Trinidad, de Dios, de su Verbo y de su Sabiduría”. (Para Autólicus 2:15)
7.- El Espíritu Santo es una persona. “Una vez escuché a un pastor predicando que la Trinidad es “dos alguien y un algo.” En realidad, la Trinidad es tres alguien: el Espíritu Santo es una persona, tanto como el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo no es una “fuerza”, y tampoco simplemente “acciones de Dios en el mundo”. Él es una persona completa y distinta.”
“Esto es fácil de olvidar ya que su nombre no es tan personal como “Padre” e “Hijo”, y es a menudo representado como cosas no personales, como la paloma. Por tal razón, es importante que los sacerdotes no se sumen a esta confusión.”
Bíblicamente se demuestra la personalidad del Espíritu Santo así:
• "Más el ayudante, el espíritu santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho" (Jn 14,26).
• "Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ése dará testimonio acerca de mí, y ustedes, a su vez, han de dar testimonio, porque han estado conmigo desde que principié" (Jn 15,26).
• "El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios" (Rom 8,16).
• "Sin embargo, cuando llegue aquél, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no les hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye, y les declarará las cosas que vienen" (Jn 16,13).
• "Aquél (el Espíritu Santo) me glorificará, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a ustedes" (Jn 16,14).
"Además atravesaron Frigia y el país de Galacia, porque el espíritu santo les había prohibido hablar la palabra en el (distrito de) Asia" (He 16,6).
• “Porque todos los que son conducidos por el espíritu de Dios, éstos son los hijos de Dios" (Rom 7,14).
• "De igual manera el espíritu también acude con ayuda para nuestra debilidad; porque el (problema de) lo que debemos pedir en oración cómo necesitamos hacerlo no lo sabemos, pero el espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos no expresados. Sin embargo, el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del espíritu, porque éste aboga en conformidad con Dios por los santos" (Rom 8,26-27).
• "Por consiguiente, estos hombres, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí se embarcaron para Chipre" (He 13,4).
• "Porque al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga salvo estas cosas necesarias" (He 15,28)
• "Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios..." (He 20,28).
• "Ahora bien, en estos días unos profetas bajaron de Jerusalén a Antioquía. Uno de ellos, por nombre Agabo, se levantó, y por el espíritu procedió a indicar que una gran hambre estaba por venir sobre toda la tierra habitada; la cual de hecho tuvo lugar en el tiempo de Claudio" (He 11,27-28).
• "De modo que el espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar nada" (He 11,12).
"Mientras ellos estaban ministrando públicamente a Yahvé y ayunando, el espíritu santo dijo: "De todas las personas apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado" (He 13,2).
• "Pero la manifestación del espíritu se da a cada uno con un propósito provechoso. Por ejemplo, a uno se le da mediante el espíritu habla de sabiduría, a otro habla de conocimiento según el mismo espíritu, a otro fe por el mismo espíritu, a otro dones de curaciones por ese único espíritu, a otro operaciones de obras poderosas, a otro el profetizar, a otro discernimiento de expresiones inspiradas, a otro lenguas diferentes, y a otro interpretación de lenguas. Pero todas estas operaciones las ejecuta el uno y mismo espíritu. Distribuyendo a cada uno respectivamente así como dispone" (1Cor 12,7-11).
• "Además, se le había revelado divinamente por el espíritu santo que no vería la muerte antes de que hubiera visto al Cristo de Yahvé" (Lc 2,26).
• "De modo que el espíritu dijo a Felipe: Acércate y únete a ese carro" (He 8,29).
• "Hombres obstinados e incircuncisos de corazón y de oídos, siempre están ustedes resistiendo al espíritu santo; como hicieron sus antepasados antes de ustedes" (He 7,51).
• “y Yo rogaré al Padre y os dará otro Paráclito, que estará con vosotros para siempre, " (Juan 14,16).
• La gracia del Señor Jesucristo y la caridad de Dios y la comunicación del Espíritu Santo sean con todos vosotros. (2 Cor 13,13).
• "Que ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros. (Hec,. 15,28).
• ”y el que escudriña los corazones conoce cuál es el deseo del Espíritu, porque intercede por los santos según Dios.” (Rom 8, 27).
• “El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apo 2, 7).
• “Guardaos de entristecer al Espíritu Santo de Dios, en el cual habéis sido sellados para el día de la redención.” (Efe 44, 30).
• “¿de cuánto mayor castigo pensáis que será digno el que pisotea al Hijo de Dios y reputa por inmunda la sangre de la alianza, con la que fue santificado, e insulta al Espíritu de la gracia?” (Heb 10, 29).
• “Por eso os digo: Todo pecado y blasfemia les será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. Quien hablare contra el Hijo del hombre será perdonado; pero quien hablare contra el Espíritu Santo no será perdonado ni en este siglo ni en el venidero." (Mat 12, 31-32).
8.- Los primeros cristianos creían en la divinidad del Espíritu Santo y se expresa así: ¿Por qué se pone en duda la personalidad del Espíritu Santo?
a.) Porque el espíritu parece impersonal, en contraste con las otras personas de la Divinidad.
Las obras del Espíritu Santo son tan secretas y místicas, se dice tanto de su influencia, de su gracia, de su poder y dones, que nos sentimos inclinados a pensar de El como una mera influencia, un poder, una manifestación o influencia de la naturaleza divina, un agente más que una persona.
b.) A causa de los Nombres que se Dan al Espíritu Santo.
Se le llama aliento, viento, poder. Los símbolos que se usan al hablar del Espíritu son: óleo fuego, agua, etc. Veáse, Juan3:5-8; Hech 2:1-4; Juan 20:22.
Sin embargo, en las mismas Escrituras queda patante que el Espíritu Santo no es una furza, el una Persona:
El Espíritu Santo es un ser personal
Definir si un ente goza o no de personalidad no plantea ninguna dificultad especial. Es obvio que una fuerza impersonal, como la electricidad, el agua, la energía nuclear, etc., no puede desarrollar actividades propias de los seres dotados de personalidad, ya sean humanos o espirituales. Ahora bien, si la electricidad pudiera revelar, enseñar, guiar, ordenar, interceder, enviar, hablar, etc., ya no nos hallaríamos ante una fuerza impersonal, sino ante un ente personal. Ahora bien, en la Biblia, ¿el Espíritu Santo aparece como una fuerza impersonal, al estilo de la electricidad, según afirman los testigos, o, por el contrario, está ligado indisolublemente a cualidades personales? Pensamos que el propio lector puede sacar sus propias conclusiones a partir de los textos que citamos a continuación a título de ejemplo, razón ésta por la que limitaremos los comentarios sobre los mismos a un mínimo indispensable:
El Espíritu Santo enseña y recuerda. "Mas el ayudante, el espíritu santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho" (Jn 14,26).
¿Cómo puede enseñar -la palabra griega didásei utilizada aquí contiene la idea de enseñar como maestro- y recordar todo un ente que no tiene ni personalidad?
El Espíritu Santo da testimonio. "Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ése dará testimonio acerca de mí, y ustedes, a su vez, han de dar testimonio, porque han estado conmigo desde que principié" (Jn 15,26)
Tanto el Espíritu Santo como los discípulos de Jesús dan testimonio. ¿Cómo es posible que el primero carezca de personalidad y los segundos no? ¿Cómo es posible que un ente carente de personalidad sea el encargado de instruir a seres que sí la tienen?
"El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios" (Rom 8,16).
El Espíritu Santo guía a la Verdad. "Sin embargo, cuando llegue aquél, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no les hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye, y les declarará las cosas que vienen" (Jn 16,13).
Las palabras de Jesús transmitidas por el autor del cuarto evangelio no pueden resultar más claras: el Espíritu guiará a toda la verdad; hablará no según su propio impulso, sino lo que oiga, y anunciará el futuro. ¿Puede una fuerza impersonal -como la electricidad- hacer esto?
El Espíritu Santo glorifica. "Aquél (el Espíritu Santo) me glorificará, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a ustedes" (Jn 16,14).
El Espíritu Santo dirige la evangelización. "Además atravesaron Frigia y el país de Galacia, porque el espíritu santo les había prohibido hablar la palabra en el (distrito de) Asia" (He 16,6).
¿Es siquiera verosímil que una fuerza impersonal pudiera formular prohibiciones y órdenes en relación con un tema como la evangelización?
El Espíritu Santo conduce. "Porque todos los que son conducidos por el espíritu de Dios, éstos son los hijos de Dios" (Rom 7,14).
¿Cómo es posible que una fuerza carente de personalidad -como la electricidad- conduzca a personas que sí tienen personalidad, de tal manera que si éstas se someten a su guía pongan de manifiesto que son hijos de Dios?
El Espíritu Santo intercede. "De igual manera el espíritu también acude con ayuda para nuestra debilidad; porque el (problema de) lo que debemos pedir en oración cómo necesitamos hacerlo no lo sabemos, pero el espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos no expresados. Sin embargo, el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del espíritu, porque éste aboga en conformidad con Dios por los santos" (Rom 8,26-27).
¿Cabe en cabeza humana que un ente sin ninguna personalidad sepa más que seres humanos que sí la tienen? ¿Es lógico pensar que un ente que no tiene personalidad se preocupe hasta el punto de abogar por seres humanos con gemidos que no pueden narrarse? ¿Es siquiera asimilable que un ente sin personalidad abogue además en plena conformidad con lo que Dios desea?
El Espíritu Santo envía. "Por consiguiente, estos hombres, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí se embarcaron para Chipre" (He 13,4).
¿Cómo es posible que un ente sin personalidad pueda enviar a seres que sí la tienen, marcándoles además su itinerario concreto?
El Espíritu Santo toma decisiones en el seno de la Iglesia. "Porque al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga salvo estas cosas necesarias" (He 15,28)
¿Desde cuándo una fuerza impersonal -como la electricidad- puede tomar decisiones junto a seres humanos?
"Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios..." (He 20,28).
Pero ¿cómo puede una fuerza sin personalidad nombrar a los obispos para que pastoreen la Iglesia?
El Espíritu Santo provoca la profecía. "Ahora bien, en estos días unos profetas bajaron de Jerusalén a Antioquía. Uno de ellos, por nombre Agabo, se levantó, y por el espíritu procedió a indicar que una gran hambre estaba por venir sobre toda la tierra habitada; la cual de hecho tuvo lugar en el tiempo de Claudio" (He 11,27-28)
"Y viniendo a nosotros y tomando el cinturón de Pablo, se ató los pies y las manos y dijo: Así dice el Espíritu Santo: Al varón a quien pertenece este cinturón los judíos lo atarán de esta manera en Jerusalén y lo entregarán en manos de gente de las naciones" (He 21,11).
En estos pasajes asistimos a dos ocasiones en que el Espíritu Santo movió a un profeta a predecir el futuro incluso señalando las palabras concretas que debía pronunciar. Las profecías, al contrario de las dadas por testigos, adventistas, mormones o Niños de Dios, se cumplieron. ¿Puede realmente una fuerza impersonal impulsar la profecía hasta el punto de hacer articular las palabras concretas y determinar su cumplimiento?
El Espíritu Santo ordena. "De modo que el espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar nada" (He 11,12).
"Mientras ellos estaban ministrando públicamente a Jehová y ayunando, el espíritu santo dijo: "De todas las personas apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado" (He 13,2).
¿Cómo es posible que una fuerza impersonal como la electricidad pueda dar órdenes a Pedro, el príncipe de los apóstoles, y a la Iglesia, pronunciando incluso frases completas?
El Espíritu Santo da dones. "Pero la manifestación del espíritu se da a cada uno con un propósito provechoso. Por ejemplo, a uno se le da mediante el espíritu habla de sabiduría, a otro habla de conocimiento según el mismo espíritu, a otro fe por el mismo espíritu, a otro dones de curaciones por ese único espíritu, a otro operaciones de obras poderosas, a otro el profetizar, a otro discernimiento de expresiones inspiradas, a otro lenguas diferentes, y a otro interpretación de lenguas. Pero todas estas operaciones las ejecuta el uno y mismo espíritu. Distribuyendo a cada uno respectivamente así como dispone" (1Cor 12,7-11).
Ahora bien, nosotros nos preguntamos ¿cómo es posible que una fuerza sin personalidad y que, por lo tanto, carece de discernimiento, de sabiduría, de fe, de conocimiento -todas ellas cualidades personales- puede dotar de esos dones a seres humanos? ¿No será precisamente porque sí tiene personalidad y porque además dispone de todas estas cualidades?
El Espíritu Santo revela. "Además, se le había revelado divinamente por el espíritu santo que no vería la muerte antes de que hubiera visto al Cristo de Jehová" (Lc 2,26).
Pero ¿cómo puede revelar el futuro a una persona un ente que no tiene personalidad?
El Espíritu Santo habla frases enteras. Hemos visto ya algunos ejemplos en los apartados anteriores, pero vamos a citar alguno más:
"De modo que el espíritu dijo a Felipe: Acércate y únete a ese carro" (He 8,29).
¿Cómo puede una fuerza impersonal pronunciar frases coherentes y articuladas que tienen un propósito y que incluso vaticinan el futuro?
El Espíritu Santo puede ser resistido. "Hombres obstinados e incircuncisos de corazón y de oídos, siempre están ustedes resistiendo al espíritu santo; como hicieron sus antepasados antes de ustedes" (He 7,51).
Tapas Lakatt, Anwar, Sobre la Trinidad, en
https://www.facebook.com/groups/4281594 ... 754054168/ https://www.aciprensa.com/noticias/12-c ... dad-54580/ http://es.churchpop.com/2016/05/18/5-he ... -trinidad/