por cabacort » Lun Jun 16, 2014 5:54 pm
1- ¿Cómo nos ama Dios?
Dios nos ama como un padre amoroso, como un padre maravilloso que nos cuida, que nos busca, que nos ama. Nos rescata de nuestros pecados, somos verdaderamente preciosos a sus ojos. Él nos entrega a su propio hijo para que tengamos vida en él. Nos ama tanto que su hijo entregó su sangre y su vida para que nos rescatara y que tuvieramos vida en abundancia. Es un amor que nos trasciende, infinitamente más grandioso que el amor de nuestros padres terrenales; su amor es distinto y perfecto, nos ama personalmente a cada uno de nosotros, en lo particular, en lo concreto, en nuestra individualidad. Con amor eterno, todavía no existíamos y Dios ya nos amaba. Este amor es tan grande, que viendo nuestra debilidad nos mandó el Espíritu Santo para que vivieramos esta vida en abundancia.
Dios pronunció mi nombre y me dijo te amo a tí, y me reservó su gracia, me ama con ternura , delicadamente, con la ternura de nuestra Madre María. Dios es Padre y Madre, como decía Juan Pablo I, es un amor perfecto que nos hace vivir, como el de un padre y el de una madre, nos ama incondicionalmente, porque valemos mucho para él, somos inmensamente valiosos para él. "Eres precioso a mis ojos", a pesar de nuestros defectos y debilidade para él valemos mucho, aunque ni nosotros mismos nos amemos. Su amor no depende de lo que yo haga o deje de hacer; su amor no tiene límites, nunca pasará, es contínuo y eterno, permanece, su alianza no se rompe, no se moverá jamás. Dios me ama aún cuando peco, aún cuando lo ofendo, él permanece con su amor, su amor no pasa nunca. Dios no puede hacer otra cosa mas que amarnos, porque su esencia es el amor. Dios es Amor, el ser de Dios es el amor, aunque hagamos lo que hagamos, él continuará amándonos y quiere que recibamos y conozcamos su amor. Jesús vino a hablarnos de este amor, para que tuvieramos esta maravilla, este amor maravilloso e infinito del Padre. Cada día el nos dice: me importas, tú personalmente, con tu historia, con tu situación actual, eres valioso para mí y yo te amo.. Jesús vino a presentarnos este amor del Padre, que recibieramos plenamente este amor y que nos convenciéramos de estimar y de vivir este amor.
2- ¿Cómo debemos amar nosotros?
Nosotros debemos amar comunicando el amor divino a nuestros hermanos, buscando a alguien a quién amar, a quien lo reciba. Que amásemos de la misma manera de como Dios nos ama. Nos dió el Espíritu Santo para que nosostros amáramos igual que él. Nos dió ese mandamiento nuevo en el que nos dice que nos amemos los unos a los otros, como él nos ha amado. Jesús nos ha mostrado cómo ama, cómo perdona, como se manifiesta su amor al Padre para que expandamos este amor, que lo compartamos con nuestros semejantes. Nos amó hasta el extremo, con amor convertido en servicio, entrega, generosidad, renuncia, como en Jesucristo; y espera que nosotros nos amemos así. El amor es sacrificio, es donación, es entrega, es caridad, no es sexualidad desenfrenada, no es sensualidad, no está pegado a los sentidos, está pegada al alma, a nuestro corazón. El dinero no es la expresión del amor, es el medio para resolver nuestras necesidades. tampoco cuando deseamos controlar a los demás, por medio del temor estamos viviendo el amor como el Padre nos ha enseñado.
Dios nos muestra que él nos ama, que no quiere que le temamos, vino a invitarnos a seguirlo, no nos obliga, no vino a controlar nuestra vida, se muestra en una total libertad, y nosotros por amor decidimos seguirle en completa donación y libertad. Así como Jesús nos amó, así debemos amarnos los unos a los otros.
Que ese amor que se ha derramado en nuestra vida y en nuestro corazón en nuestro bautismo por medio del Espíritu Santo, para que amemos como Dios, para que nos relacionemos con Dios, para que le permitamos crecer y que alcance la plenitud y seamos felices. Necesita crecer y desarrollarse, debemos adecuarnos y permitirle que vaya llenando toda nuestra vida, que nos impregne y nos empape de este amor, que el Espíritu Santo se desarrolle en nuestra vida a través de la vida espiritual.
Amamos cuando permitimos que Dios circule en nuestas vidas, que obre en nosotros. Dios es capaz de fundir nuestro corazón de piedra, basta con que nos acerquemos al Sol, a la gracia de Dios que es tan grande y poderosa que puede cambiar nuestra vida, que le permitamos que su amor limpie nuestro corazón. Dios nos ama y no renunciará hasta que no funda nuestro corazón con él y experimentemos su amor infinito. El plan de Dios es que seamos felices, que experimentemos su amor y que lo compartamos con la gente que amamos y que vive con nosotros. El amor fluye por nosotros cuando nos acercamos y dejamos llenarnos del fuego del amor de Dios.