Ignacio S escribió:Queridos amigos peregrinos:
De la entrada a Jerusalén, cuando tuve la gracia de estar ahí, me tocó especialmente la iglesia del "Dominus flevit". Desde ahí, con la vista panorámica de la ciudad santa, se revive el momento en que Jesús la vio y lloró diciendo: "porque no supiste reconocer el día de la visita del Señor". Me hizo pensar en cuántas veces Dios "nos visita" y está presente en nuestra vida de mil maneras, pero quizás nuestros ojos no alcanzan a verlo...
Estamos por concluir "el Año de la fe". Este domingo celebraremos a Cristo Rey y el final del año litúrgico´. Pedimos la gracia de saber descubrir el amor de Dios en cada momento de nuestra vida.
Con mi bendición, P. Ignacio
Gracias Padre por este acompañamiento que nos hace.
Gracias por las reflexiones que nos escribe y vaya que nos hacer recordar un buen de cosas de nuestra vida cristiana.
Lástima que muchos estemos como los jerosolimitanos que vio Cristo cuando lloró por Jerusalén. Muchas veces estamos en las nubes de la vida cotidiana que no vemos lo que tenemos más a nuestro alcance, sólo nos preocupamos ver qué vamos a comer en el día, qué vamos a hacer en nuestro trabajo, y en estas fechas, qué vamos a comprar para Navidad; sin voltear a ver a los que no tienen el más mínimo mendrugo de pan para comer, que no tienen más que cuatro paredes de cartón para vivir, y esos son los que reflejan al Señor aquí en la tierra.
En este "Año de la Fe" que termina el próximo Domingo 24 con la más grande Festividad del Señor, con la celebración que hacemos de su grandeza, en la que lo reconocemos como el Rey del Universo, hasta vergüenza me da decirlo, por lo que se refiere a mí, no sé cuánto tiempo dediqué para hablar de la Fe con mis semejantes, no sé cuánto tiempo le dediqué al Señor para decirle que atendí a mis semejantes, sólo espero en el Señor, que me de la oportunidad de hacer algo más de lo que ya he hecho para darlo a conocer, para atender a los necesitados, que en México tenemos muchísimos. Que me de tiempo para hacer lo que debemos de hacer todos los católicos, orar, trabajar y hacernos más amigos del Señor.
Gracias por todas y cada una de sus reflexiones, que aunque no le contestemos, ni las gracias siquiera, esté seguro de que en nuestros corazones lo tenemos presente y estamos haciendo la reflexión a sus palabras, sencillas pero muy valiosas.
Gracias y que el Señor lo Bendiga y le ayude en su Ministerio.
AMunozF