por Carlos64 » Vie Sep 27, 2013 12:16 pm
Pregunta: ¿Qué quiere decir que la afirmación que hace Cristo sobre el adulterio pone de relieve no sólo razones éticas, sino antropológicas?
Cito:
"Cristo se dirige al hombre de un determinado momento de la historia y, a la vez, a todos los hombres que pertenecen a la misma historia humana".
"que el hombre entre en su plena imagen..."
Considero que estas dos citas, obtenidas del texto de referencia, permiten entender la importancia y el contenido antropológicos de las palabras del Señor en relación al adulterio y del Sermón del Monte en pleno.
Lo crucial es asumir la naturaleza trans-histórica del mensaje de Cristo y, a la vez, el hecho de que esa trans-historicidad va más allá de la noción de precepto ético o normativa moral para introducirse en (apelar a) el interior mismo del hombre, lo que en términos bíblicos se denomina su corazón. EL Señor habla al hombre de la historia en su total y concreto discurrir (pasado, presente, futuro), no para prohibirle únicamente que incurra en el pecado del adulterio (lo que ya hacía la Ley de Moisés), sino para impulsar a ese hombre de todos los tiempos a adentrarse en su corazón (en su plena imagen, hecha a semejanza de Dios) y descubrir allí, donde reside, el pleno sentido de su cuerpo como instrumento de unidad (comunión) con la mujer, en una dinámica recíproca de complementariedad, fidelidad, amor y generatividad. Lo que usted, estimada Dra. Calva, llama el significado esponsalicio del cuerpo. Maravilloso significado tiene el amor sexual para Dios, expreso en la fórmula de la fidelidad conyugal.
Así, la palabra del Señor Jesús nos introduce en el designio primordial de Dios para con nuestra corporeidad: tenemos cuerpo para vivir a través del mismo esa unidad que es comunión con ella/él. El sentido antropológico de nuestra humanidad sexuada no puede entonces entenderse a plenitud si se obvia el sentido teológico, dado que el interior del hombre, desde el que se nutre su identidad como sujeto histórico y antropológico, dota a su cuerpo del significado que genuinamente le define, el cual corresponde a un designio divino. El adulterio viene a violentar este significado por cuanto implica el uso del cuerpo como instrumento de ruptura de esa unidad o comunión para la cual el cuerpo ha sido designado.
Como es característico del Sermón del Monte,. el divino Maestro va más allá de expectativas meramente moralistas. Su ética es liberadora por cuanto exige más que un pasivo asentimiento a una prohibición y debe llevar a la pureza del corazón, que no es sino la autenticidad de la imagen de Dios en nosotros. Así, cometer adulterio es posible incluso con una mirada o un pensamiento desviados de la unidad de amor con que Dios ha querido santificar nuestro cuerpo al hacerlo instrumento de esa comunión que es sexual, sí, pero va mucho más allá que lo sexual e implica una comunión de vida en todas sus dimensiones. En estas palabras del Señor entonces subyace también un nuevo sentido de la humanidad en tanto al género (masculino, femenino), sentido que se resuelve en la complementariedad que sólo es viable a través de la unidad hombre-mujer particular, comprometida, fiel, exclusiva si se quiere.
El Señor la bendiga.
Discípulo de Cristo por amor del Padre y unción del Espíritu. Miembro de la Iglesia por gracia divina. Amar a Jesús es mi mayor alegría.
Dios te salve, María, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.