por MariaPaola » Lun Ago 05, 2013 1:21 pm
El varón y la mujer se ven a sí mismos como a través del misterio de la creación; se ven a sí mismos de este modo, antes de darse cuenta de "que estaban desnudos". Este verse recíproco, no es sólo una participación en la percepción "exterior" del mundo, sino que tiene también una dimensión interior de participación en la visión del mismo Creador, de esa visión de la que habla varias veces la narración del capítulo primero: "Y vio Dios ser muy bueno cuanto había hecho" (Gén 1, 31).
La "desnudez" significa el bien originario de la visión divina. Significa toda la sencillez y plenitud de la visión a través de la cual se manifiesta el valor "puro" del hombre como varón y mujer, el valor "puro" del cuerpo y del sexo. La situación que se indica de manera tan concisa y a la vez sugestiva de la revelación originaria del cuerpo, como resulta especialmente del Génesis 2, 25, no conoce ruptura interior y contraposición entre lo que es espiritual y lo que es sensible, así como no conoce ruptura y contraposición entre lo que humanamente constituye la persona y lo que en el hombre determina el sexo: lo que es masculino y femenino.
Al verse recíprocamente como a través del misterio mismo de la creación, varón y mujer se ven a sí mismos aún más plenamente y más distintamente que a través del sentido mismo de la vista, es decir, a través de los ojos del cuerpo. Efectivamente, se ven y se conocen a sí mismos con toda la paz de la mirada interior, que crea precisamente la plenitud de la intimidad de las personas. Si la "vergüenza" lleva consigo una limitación específica del ver mediante los ojos del cuerpo, esto ocurre sobre todo porque la intimidad personal está como turbada y casi "amenazada" por esta visión. Según el Génesis 2, 25. el varón y la mujer "no sintieron vergüenza": al verse y conocerse a sí mismos en toda la paz y tranquilidad de la mirada interior, se "comunican" en la plenitud de la humanidad, que se manifiesta en su como recíproca complementariedad precisamente porque es "masculina" y "femenina". Al mismo tiempo "se comunican" según esa comunión de las personas, en la que, a través de la feminidad y masculinidad, se convierten en don recíproco la una para la otra.
De este modo alcanzan en la reciprocidad una comprensión especial del significado del propio cuerpo. El significado originario de la desnudez corresponde a esa sencillez y plenitud de visión, en la cual la comprensión del significado del cuerpo nace casi en el corazón mismo de su comunidad-comunión. La llamaremos "esponsalicia". El varón y la mujer en el Génesis 2, 23-25 surgen al "principio" mismo precisamente con esta conciencia del significado del propio cuerpo. Esto merece un análisis profundo.