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17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Lun Jul 29, 2013 8:21 pm
por pilar calva
17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia
Reconstruir la peculiaridad de la inocencia originaria encerrada en la experiencia recíproca del cuerpo y de su significado esponsalicio, según lo que afirma el Génesis 2, 23-25.

(6-II-80/10-II-80)

1. Proseguimos el examen de ese "principio", al que Jesús se remitió en su conversación con los fariseos sobre el matrimonio. Esta reflexión nos exige traspasar los umbrales de la historia del hombre y llegar hasta el estado de inocencia originaria. Para captar el significado de esta inocencia, nos basamos, de algún modo, en la experiencia del hombre "histórico", en el testimonio de su corazón, de su conciencia.

2. Siguiendo la línea del "a posteriori histórico", tratamos de reconstruir la peculiaridad de la inocencia originaria encerrada en la experiencia recíproca del cuerpo y de su significado esponsalicio, según lo que afirma el Génesis 2, 23-25. La situación aquí descrita revela la experiencia beatificante del significado del cuerpo que, en el ámbito del misterio de la creación, logra el hombre, por decirlo así, en lo complementario que hay en él de masculino y femenino. Sin embargo, en las raíces de esta experiencia debe estar la libertad interior del don, unida sobre todo a la inocencia; la voluntad humana es originariamente inocente y, de este modo, se facilita la reciprocidad e intercambio del don del cuerpo, según su masculinidad y feminidad, como don de la persona. Consiguientemente, la inocencia de que habla el Génesis 2, 25, se puede definir como inocencia de la recíproca experiencia del cuerpo.

La frase: "Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, sin avergonzarse de ello", expresa precisamente esa inocencia en la recíproca "experiencia del cuerpo", inocencia que inspiraba el interior intercambio del don de la persona que, en la relación recíproca, realiza concretamente el significado esponsalicio de la masculinidad y feminidad. Así, pues, para comprender la inocencia de la mutua experiencia del cuerpo, debemos tratar de esclarecer en qué consiste la inocencia interior en el intercambio del don de la persona. Este intercambio constituye, efectivamente, la verdadera fuente de la experiencia de la inocencia.

3. Podemos decir que la inocencia interior (esto es, la rectitud de intención) en el intercambio del don consiste en una recíproca "aceptación" del otro, tal que corresponda a la esencia misma del don: de este modo, la donación mutua crea la comunión de las personas. Por esto, se trata de "acoger" al otro ser humano y de "aceptarlo", precisamente porque en esta relación mutua de que habla el Génesis 2, 23-25, el varón y la mujer se convierten en don el uno para el otro, mediante toda la verdad y la evidencia de su propio cuerpo, en su masculinidad y feminidad. Se trata, pues, de una "aceptación" o "acogida" tal que exprese y sostenga en la desnudez recíproca el significado del don y por eso profundice la dignidad recíproca de él. Esa dignidad corresponde profundamente al hecho de que el Creador ha querido (y continuamente quiere) al hombre, varón y mujer, por sí mismo. La inocencia "del corazón" y, por consiguiente, la inocencia de la experiencia significa participación moral en el eterno y permanente acto de la voluntad de Dios.

Lo contrario de esta "acogida" o "aceptación" del otro ser humano como don sería una privación del don mismo y por esto un trastrueque e incluso una reducción del otro a "objeto para mí mismo" (objeto de concupiscencia, de "apropiación indebida", etc.). No trataremos ahora detalladamente de esta multiforme, presumible antítesis del don. Pero es necesario constatar ya aquí, en el contexto del Génesis 2, 23-25, que producir tal extorsión al otro ser humano en su don (a la mujer por parte del varón y viceversa) y reducirlo interiormente a mero "objeto para mí", debería señalar precisamente el comienzo de la vergüenza. Efectivamente, ésta corresponde a una amenaza inferida al don en su intimidad personal y testimonia el derrumbamiento interior de la inocencia en la experiencia recíproca.

4. Según el Génesis 2, 25, "el hombre y la mujer no sentían vergüenza". Esto nos permite llegar a la conclusión de que el intercambio del don, en el que participa toda su humanidad, alma y cuerpo, feminidad y masculinidad, se realiza conservando la característica interior (esto es, precisamente la inocencia) de la donación de sí y de la aceptación del otro como don. Estas dos funciones de intercambio mutuo están profundamente vinculadas en todo el proceso del "don de sí": el donar y el aceptar el don se compenetran, de tal manera que el mismo donar se convierte en aceptar, y el aceptar se transforma en donar.

5. El Génesis 2,23-25 nos permite deducir que la mujer, la cual en el misterio de la creación fue "dada" al hombre por el Creador, es "acogida", o sea, aceptada por él como don, gracias a la inocencia originaria. El texto bíblico es totalmente claro y límpido en este punto. Al mismo tiempo, la aceptación de la mujer por parte del hombre y el mismo modo de aceptarla se convierten como en una primera donación, de suerte que la mujer donándose (desde el primer momento en que en el misterio de la creación fue "dada" al hombre por parte del Creador) "se descubre" a la vez "a sí misma", gracias al hecho de que ha sido aceptada y acogida, y gracia al modo con que ha sido recibida por el hombre.

Ella se encuentra, pues, a sí misma en el propio donarse ("a través de un don sincero de sí", Gaudium et spes, 24), cuando es aceptada tal como la ha querido el Creador, esto es, "por sí misma", a través de su humanidad y feminidad; cuando en esta aceptación se asegura toda la dignidad del don, mediante la ofrenda de lo que ella es en toda la verdad de su humanidad y en toda la realidad de su cuerpo y de su sexo, de su feminidad, ella llega a la profundidad íntima de su persona y a la posesión plena de sí. Añadamos que este encontrarse a sí mismos en el propio don se convierte en fuente de un nuevo don de sí, que crece en virtud de la disposición interior al intercambio del don y en la medida en que encuentra una igual e incluso más profunda aceptación y acogida, como fruto de una cada vez más intensa conciencia del don mismo.

6. Parece que el segundo relato de la creación haya asignado al hombre "desde el principio" la función de quien sobre todo recibe el don (cf. especialmente Génesis 2, 23). La mujer está confiada "desde el principio" a sus ojos, a su conciencia, a su sensibilidad, a su "corazón"; él, en cambio, debe asegurar, de cierto modo, el proceso mismo del intercambio del don, la recíproca compenetración del dar y del recibir en don, la cual, precisamente a través de su reciprocidad, crea una auténtica comunión de personas.

Si la mujer, en el misterio de la creación, es aquella que ha sido "dada" al hombre, éste, por su parte, al recibirla como don en la plena realidad de su persona y feminidad, por esto mismo la enriquece, y al mismo tiempo también él se enriquece en esta relación recíproca. El hombre se enriquece no sólo mediante ella, que le dona la propia persona y feminidad, sino también mediante la donación de sí mismo.

La donación por parte del hombre, en respuesta a la de la mujer, es un enriquecimiento para él mismo; en efecto, ahí se manifiesta como la esencia específica de su masculinidad que, a través de la realidad del cuerpo y del sexo, alcanza la íntima profundidad de la "posesión de sí", gracias a la cual es capaz tanto de darse a sí mismo como de recibir el don del otro. El hombre, pues, no sólo acepta el don, sino que a la vez es acogido como don por la mujer, en la revelación de la interior esencia espiritual de su masculinidad, juntamente con toda la verdad de su cuerpo y de su sexo. Al ser aceptado así, se enriquece por esta aceptación y acogida del don de la propia masculinidad. A continuación, esta aceptación, en la que el hombre se encuentra a sí mismo a través del "don sincero de sí", se convierte para él en fuente de un nuevo y más profundo enriquecimiento de la mujer con él. El intercambio es recíproco, y en él se revelan y crecen los efectos mutuos del "don sincero" y del "encuentro de sí".

De este modo, siguiendo las huellas del "a posteriori histórico" -y sobre todo siguiendo las huellas de los corazones humanos-, podemos reproducir y casi reconstruir ese recíproco intercambio del don de la persona, que está descrito en el antiguo texto, tan rico y profundo, del libro del Génesis.

Pregunta:
¿En qué consiste la inocencia interior?

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 8:03 am
por garu
La inocencia interior o rectitud de conciencia, en el caso que nos ocupa, se refiere a la aceptación de la donación recíproca del hombre. El hombre-varón acepta con manifiesta alegría al hombre-mujer: …esta si es carne de mi carne…La mujer por su parte, al ser aceptada por el varón, se reconoce como persona y se dona libremente, creándose así una verdadera comunión, fruto del intercambio libre del cuerpo y de todo lo que ello conlleva.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 8:55 am
por CasJor
¿En qué consiste la inocencia interior?

La inocencia interior es el intercambio mutuo entre varón y mujer. Es la mutua y real aceptación de cada uno de los miembros de la pareja en un acto simple de verdadera comunión desde la perspectiva del alma y el cuerpo.

Ambos en el sentido esponsalicio del cuerpo se convierten en don y aceptación del uno para el otro. La inocencia interior, denominada inocencia del "corazón" en el texto, es esa experiencia de participación moral en acto amoroso entre los dos seres, como voluntad de Dios.

Ese dar y recibir de manera recíproca como sujetos de amor, sin distinciones de genero entre varón y mujer, es la inocencia interior. En el momento en el que el sujeto deja de ser sujeto, para convertirse en objeto, se pierde la inocencia originaria saliendo a la luz la vergüenza, como producto de un acto distinto a la voluntad divina.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 9:42 am
por maguila
¿En qué consiste la inocencia interior?

La inocencia interior (esto es, la rectitud de intención) en el intercambio del don consiste en una recíproca "aceptación" del otro, tal que corresponda a la esencia misma del don: de este modo, la donación mutua crea la comunión de las personas.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 12:44 pm
por pitalux
¿En qué consiste la inocencia interior?
Creo que consiste en reconocer e identificarnos con lo Dios Hizo,desde el principio y vio que era Bueno.Nos hizo para Donarnos y perdemos la inocencia cuando tomamos sin Donarnos totalmente, para cualquier fin,...Lo que sea de la creación...muchisismo peor si tomamos algo de un "SEMEJANTE",semejante a mi que ES SEMEJANTE a DIOS MISMO.La inocencia vendría siendo como la PUREZA de la INTENCIÖN DEL CORAZON.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 2:22 pm
por Jose Angel Garcia
? En que consiste la inocencia interior?
Podemos decir que la inocencia interior (esto es la rectitud de intencion) en el intercambio del don, conciste en una reciproca "aceptacion" del otro, tal que corresponda a la esencia misma del don: de este modo, la donacion mutua crea la comunion de personas. Por esto se trata de acojer al otro ser humano y de "aceptarlo", presisamente porque en esta relacion mutua se convierten en don el uno al otro, mediante toda la verdad y la evidencia de su propio cuerpo, en su masculinidad y femenidad. Esto es a lo que estamos llamados a vivir como seres creados a imagen y semejanza de Dios.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 2:30 pm
por Jeanette Palacios
¿En qué consiste la inocencia interior?

La Inocencia Interior consiste en el intercambio del Don de la persona. Esa relacion reciproca que es originalmente inocente que de este modo facilita la reciprocidad e intercambio del cuerpo.

Acoger al otro ser humano y aceptarlo atravez de la experiencia o participacion moral se hace el acto de la voluntad de Dios. Esto lo hacemos cuando contraemos el sacramento del matriomonio donacion total como Dios quiso desde el" Principio".

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 2:57 pm
por yanuf
inocencia recíproca de la experiencia del cuerpo. Podemos decir que la inocencia interior (esto es, la rectitud de intención) en el intercambio del don consiste en una recíproca "aceptación" del otro, tal que corresponda a la esencia misma del don: de este modo, la donación mutua crea la comunión de las personas. Por esto, se trata de "acoger" al otro ser humano y de "aceptarlo", precisamente porque en esta relación mutua de que habla el Génesis 2, 23-25, el varón y la mujer se convierten en don el uno para el otro, mediante toda la verdad y la evidencia de su propio cuerpo, en su masculinidad y feminidad. Se trata, pues, de una "aceptación" o "acogida" tal que exprese y sostenga en la desnudez recíproca el significado del don y por eso profundice la dignidad recíproca de él. Esa dignidad corresponde profundamente al hecho de que el Creador ha querido (y continuamente quiere) al hombre, varón y mujer, por sí mismo. La inocencia "del corazón" y, por consiguiente, la inocencia de la experiencia significa participación moral en el eterno y permanente acto de la voluntad de Dios.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 3:00 pm
por Maria 2
¿En qué consiste la inocencia interior?

La inocencia interior es el intercambio mutuo entre varón y mujer. Es la mutua y real aceptación de cada uno de los miembros de la pareja en un acto simple de verdadera comunión desde la perspectiva del alma y el cuerpo.

Ese dar y recibir de manera recíproca como sujetos de amor, sin distinciones de genero entre varón y mujer, es la inocencia interior. En el momento en el que el sujeto deja de ser sujeto, para convertirse en objeto, se pierde la inocencia originaria saliendo a la luz la vergüenza, como producto de un acto distinto a la voluntad divina.

COMENTARIO:

Si la mujer, en el misterio de la creación, es quien que ha sido "dada" al hombre, éste, al recibirla como don en la plena realidad de su persona y feminidad la enriquece, y al mismo tiempo también él se enriquece en esta relación recíproca. El hombre se enriquece no sólo mediante ella, que le dona la propia persona y feminidad, sino también mediante la donación de sí mismo.

Un abrazo y hasta pronto.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 3:03 pm
por NELSON
¿EN QUÉ CONSISTE LA INOCENCIA INTERIOR?
PODEMOS DECIR QUE LA INOCENCIA INTERIOR (ESTO ES, LA RECTITUD DE INTENCIÓN) EN EL INTERCAMBIO DEL DON CONSISTE EN UNA RECÍPROCA "ACEPTACIÓN" DEL OTRO, TAL QUE CORRESPONDA A LA ESENCIA MISMA DEL DON: DE ESTE MODO, LA DONACIÓN MUTUA CREA LA COMUNIÓN DE LAS PERSONAS. POR ESTO, SE TRATA DE "ACOGER" AL OTRO SER HUMANO Y DE "ACEPTARLO", PRECISAMENTE PORQUE EN ESTA RELACIÓN MUTUA DE QUE HABLA EL GÉNESIS 2, 23-25, EL VARÓN Y LA MUJER SE CONVIERTEN EN DON EL UNO PARA EL OTRO, MEDIANTE TODA LA VERDAD Y LA EVIDENCIA DE SU PROPIO CUERPO, EN SU MASCULINIDAD Y FEMINIDAD. SE TRATA, PUES, DE UNA "ACEPTACIÓN" O "ACOGIDA" TAL QUE EXPRESE Y SOSTENGA EN LA DESNUDEZ RECÍPROCA EL SIGNIFICADO DEL DON Y POR ESO PROFUNDICE LA DIGNIDAD RECÍPROCA DE ÉL. ESA DIGNIDAD CORRESPONDE PROFUNDAMENTE AL HECHO DE QUE EL CREADOR HA QUERIDO (Y CONTINUAMENTE QUIERE) AL HOMBRE, VARÓN Y MUJER, POR SÍ MISMO. LA INOCENCIA "DEL CORAZÓN" Y, POR CONSIGUIENTE, LA INOCENCIA DE LA EXPERIENCIA SIGNIFICA PARTICIPACIÓN MORAL EN EL ETERNO Y PERMANENTE ACTO DE LA VOLUNTAD DE DIOS.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 3:42 pm
por lindoro50
La inocencia interior (la rectitud de intención) consiste en una recíproca "aceptación" del otro, es decir, la donación mutua crea la comunión de las personas. Por esto, se trata de "acoger" y de "aceptar" al otro ser, precisamente porque en esta relación mutua de que habla el Génesis 2, 23-25, el varón y la mujer se convierten en don el uno para el otro, mediante toda la verdad y la evidencia de su propio cuerpo, en su masculinidad y feminidad. Se trata, pues, de una "aceptación" o "acogida" tal que exprese y sostenga en la desnudez recíproca (diferencia del propio cuerpo) el significado del don y por eso profundice la dignidad recíproca de él. La inocencia "del corazón" y, por consiguiente, la inocencia de la experiencia significa participación moral en el eterno y permanente acto de la voluntad de Dios.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 4:00 pm
por Gabriela S
Consiste en la pureza, la rectitud de intención

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 5:32 pm
por marthademorones
¿En qué consiste la inocencia interior?
Consiste en mantener limpia y pura nuestra alma la cuál se va ensuciando y llenendo de cosas que no valen la pena y cambiamos nuestros valores por otros como cosas materiales y nos olvidamos de lo que es importante en nuestra vida.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 6:28 pm
por Rosi
La inocencia interior o rectitud de intención, es el intercambio del don del varón y de la mujer; consistiendo en una recíproca aceptación y experiencia del cuerpo y creando una comunión de personas.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 9:21 pm
por Maria Rosario
Podemos decir que la inocencia interior consiste en la aceptación del otro y en la reciprocidad. De este modo se crea una donación mutua que permite la comunión de las personas.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 9:37 pm
por Teresita de Garoz
¿ En qué consiste la inocencia interior ?

Podemos decir que la inocencia interior (esto es, la rectitud de intención) en el intercambio del don consiste en una recíproca "aceptación" del otro, tal que corresponda a la esencia misma del don: de este modo, la donación mutua crea la comunión de las personas.
Por esto, se trata de "acoger" al otro ser humano y de "aceptarlo".
El varón y la mujer se convierten en don el uno para el otro, mediante toda la verdad y la evidencia de su propio cuerpo, en su masculinidad y feminidad. Se trata, de una "aceptación" o "acogida" tal que exprese y sostenga en la desnudez recíproca el significado del don y por eso profundice la dignidad recíproca de él.
Esa dignidad corresponde profundamente al hecho de que el Creador ha querido (y continuamente quiere) al hombre, varón y mujer, por sí mismo. La inocencia "del corazón" y, por consiguiente, la inocencia de la experiencia significa participación moral en el eterno y permanente acto de la voluntad de Dios.
Hasta la próxima.
Teresita de Garoz.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 11:04 pm
por marielflo
El intercambio del don, en el que participan el hombre y la mujer: alma y cuerpo, feminidad y masculinidad, se realiza conservando la característica interior, precisamente la inocencia de la donación de sí y de la aceptación del otro como don.

Estas dos funciones de intercambio mutuo están profundamente vinculadas en todo el proceso del "don de sí": el donar y el aceptar el don se compenetran, de tal manera que el mismo donar se convierte en aceptar, y el aceptar se transforma en donar.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 11:43 pm
por Mary Jo
La inocencia interior es la rectitud de intención, es la recíproca aceptación del otro, se puede definir como la inocencia de la recíproca experiencia del cuerpo. En otras palabras, en ese acoger y aceptar al otro, se convierten en don el uno para el otro, mediante su propio cuerpo, en su masculinidad y feminidad. La inocencia "del corazón" y, por consiguiente, la inocencia de la experiencia significa participación moral en el eterno y permanente acto de la voluntad de Dios.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mar Jul 30, 2013 11:52 pm
por bonifacia
BUENAS NOCHES AMIGOS(AS) : :oops:


¿En qué consiste la inocencia interior?

El hombre disfruta de la inocencia original corporal y espiritual, según la conciencia, significado esponsalicio, de corazón puro, Adan y Eva, Seres semejantes a Dios en su perfecta creación , que habrán de cumplir su misión de conformar la familia, la unión conyugal se aceptan mutuamente, es un acto reciproco, inocencia de la experiencia en la participación moral, eterno y permanente del acto de Dios. Se distingue, la plena gracia y virtud del don espiritual santificante de Dios, Considerados en un mundo de amor y felicidad.

Re: 17. Donación mutua en la felicidad de la inocencia

NotaPublicado: Mié Jul 31, 2013 6:13 am
por itziar2
La inocencia interior o rectitud de intencion en el intercambio del don consiste en la reciproc aceptacion del otro como don, creandose comunion de personas. Es acoger al otro como ser humano, persona, querida por si misma por Dios, y aceptarlo mediante toda la verdad y evidencia del propio cuerpo, en sus masculinidad y feminidad, haciendo mas profunda la dignidad de ambos. Es participar en el eterno acto de la voluntad de Dios.
Para ello, hay que autoposeerse es decir, ser capaz de ofrecerse como don al otro y acoger al otro como don, en este ofrecerse como don, uno se encuentra a sí mismo y es a la vez fuente de un nuevo don de sí