SESIÓN 3: Catequesis y eduación religiosa
Publicado: Lun Feb 04, 2013 10:02 pm
RECUERDA QUE UNICAMENTE EN ESTE TEMA SE ESCRIBEN LAS RESPUESTAS A LA SESIÓN 2. SI SE ABREN OTROS TEMAS CON LAS RESPUESTAS, ÈSTAS SERÁN BORRADOS. GRACIAS POR SU COMPRENSIÓN.
La catequesis ha sido siempre considerada por la Iglesia como una de sus tareas primordiales, ya que Cristo resucitado, antes de volver al Padre, dio a los apóstoles esta última consigna: hacer discípulos a todas las gentes, enseñándoles a observar todo lo que Él había mandado. Él les confiaba la misión y el poder de anunciar a los hombres lo que ellos mismos habían oído, visto con sus ojos, contemplado y palpado con sus manos acerca del Verbo de vida. Al mismo tiempo les confiaba la misión y el poder de explicar con autoridad lo que Él les había enseñado, sus palabras y sus actos, sus signos y sus mandamientos. Y les daba al Espíritu Santo para cumplir esta misión. Muy pronto se llamó catequesis al conjunto de esfuerzos realizados por la Iglesia para hacer discípulos, para ayudar a los hombres a creer que Jesús es el Hijo de Dios, a fin de que, mediante la fe, ellos tengan la vida en su nombre, para educarlos e instruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de Cristo. La Iglesia no ha dejado de dedicar sus energías a esa tarea.4
Sin confundirse con ellos, la catequesis se articula dentro de un cierto número de elementos de la misión pastoral de la Iglesia, que tienen un aspecto catequético, que preparan para la catequesis o que derivan de ella, como son: primer anuncio del Evangelio o predicación misionera para suscitar la fe; búsqueda de razones para creer; experiencia de vida cristiana: celebración de los sacramentos; integración en la comunidad eclesial; testimonio apostólico y misionero.5
La peculiaridad de la catequesis, distinta del anuncio primero del Evangelio que ha suscitado a la conversión, persigue el doble objetivo de hacer madurar la fe inicial y de educar al verdadero discípulo por medio de un conocimiento más profundo y sistemático de la persona y del mensaje de Nuestro Señor Jesucristo. 6
Juan Pablo II define la catequesis en sentido amplio o pleno: «Globalmente, se puede considerar aquí la catequesis en cuanto educación de la fe de los niños, de los jóvenes y adultos, que comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo orgánico y sistemático, con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana ». 7
EL CONTEXTO ESCOLAR Y LOS DESTINATARIOS DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR
La enseñanza religiosa escolar se desarrolla en contextos escolares diversos, lo que hace que, manteniendo su carácter propio, adquiera también acentos diversos. Estos acentos dependen de las condiciones legales y organizativas, de la concepción didáctica, de los presupuestos personales de los educadores y de los alumnos, y de la relación de la enseñanza religiosa escolar con la catequesis familiar y parroquial.
No es posible reducir a una única forma todas las modalidades de enseñanza religiosa escolar que se han desarrollado en la historia como consecuencia de los Acuerdos con los Estados y de las decisiones tomadas por diferentes Conferencias episcopales. Es, sin embargo, necesario que, de conformidad con las correspondientes situaciones y circunstancias, la orientación que se dé a la enseñanza religiosa escolar, responda a su finalidad y a sus peculiares características. (224)
Los alumnos « tienen el derecho de aprender, con verdad y certeza, la religión a la que pertenecen. Este derecho a conocer más a fondo la persona de Cristo y la integridad del anuncio salvífico que El propone, no puede ser desatendido. El carácter confesional de la enseñanza religiosa escolar, desarrollada por la Iglesia según las modalidades y formas establecidas en cada país, es —por tanto— una garantía indispensable ofrecida a las familias y a los alumnos que eligen tal enseñanza ». (225)
Para la Escuela católica, la enseñanza religiosa escolar así identificada y complementada con otras formas del ministerio de la Palabra (catequesis, celebraciones litúrgicas...), es parte indispensable de su tarea educativa y fundamento de su propia existencia. (226)
La enseñanza religiosa escolar, en el marco de la Escuela estatal y en el de la no confesional, donde la Autoridad civil u otras circunstancias impongan una enseñanza religiosa común a católicos y no católicos, (227) tendrá un carácter más ecuménico y de conocimiento interreligioso común.
En otras ocasiones, la enseñanza religiosa escolar podrá tener un carácter más bien cultural, dirigida al conocimiento de las religiones, y presentando con el debido relieve la religión católica. (228) También en este caso, sobre todo si es impartida por un profesor sinceramente respetuoso, la enseñanza religiosa mantiene una dimensión de verdadera « preparación evangélica ».
La situación de vida y de fe de los alumnos que asisten a la enseñanza religiosa escolar se caracteriza por una inestabilidad notable y continua. La enseñanza religiosa escolar ha de tener en cuenta esta realidad cambiante para poder alcanzar su finalidad.
La enseñanza religiosa escolar ayuda a los alumnos creyentes a comprender mejor el mensaje cristiano en relación con los problemas existenciales comunes a las religiones y característicos de todo ser humano, con las concepciones de la vida más presentes en la cultura, y con los problemas morales fundamentales en los que, hoy, la humanidad se ve envuelta.
Por otra parte, los alumnos que se encuentran en una situación de búsqueda, o afectados por dudas religiosas, podrán descubrir gracias a la enseñanza religiosa escolar qué es exactamente la fe en Jesucristo, cuáles son las respuestas de la Iglesia a sus interrogantes, proporcionándoles así la oportunidad de reflexionar mejor sobre la decisión a tomar.
Finalmente, cuando los alumnos no son creyentes, la enseñanza religiosa escolar asume las características de un anuncio misionero del Evangelio, en orden a una decisión de fe, que la catequesis, por su parte, en un contexto comunitario, ayudará después a crecer y a madurar.
EDUCACIÓN CRISTIANA FAMILIAR, CATEQUESIS Y ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR AL SERVICIO DE LA EDUCACIÓN EN LA FE
La educación cristiana familiar, la catequesis y la enseñanza religiosa escolar, cada una desde su carácter propio, están íntimamente relacionadas dentro del servicio de la educación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes. En la práctica, sin embargo, deben tenerse en cuenta, diferentes elementos variables, que puntualmente se presentan, a fin de proceder con realismo y prudencia pastoral en la aplicación de las orientaciones generales.
Por tanto, corresponde a cada diócesis o región pastoral discernir las diversas circunstancias que concurren, bien en cuanto a la existencia o no de una iniciación cristiana en el ámbito de las familias para sus propios hijos, bien en cuanto a los cometidos formativos que en la tradición o situación local ejercen las parroquias, las escuelas, etc.
En consecuencia, las Iglesias particulares y la Conferencia Episcopal establecerán las orientaciones propias para los diversos ámbitos, fomentando unas actividades que son distintas y se complementan.
LEGITIMACIÓN DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR
La legitimidad de la presencia de la enseñanza religiosa en la escuela se fundamente en multitud de razones, algunas de las cuales se exponen a continuación. Estos argumentos no sólo apoyan la convicción de que esta enseñanza no es contraria a la escuela ni a las finalidades y objetivos que ella persigue, sino que muestran además que, cuando falta la formación religiosa, la educación de los alumnos queda empobrecida e incompleta; se produce un daño a los ciudadanos y una situación injusta.
La Comisión Episcopal Española de Enseñanza y Catequesis ha expuesto algunas de las razones que justifican la enseñanza religiosa escolar sistematizándolas en un torno a cinco dimensiones de la religión: la cultural e histórica, la humanizadora, la ético-moral, la teológica y la científica, y la pedagógica.
a) La dimensión cultural e histórica de la Religión
la enseñanza religiosa escolar proporciona una información cultural e histórica de primera magnitud, imprescindible para comprender la cultura en la que se mueve el mundo en el que el alumno vive. Precisamente este motivo ha sido el argumento invocado recientemente por el Consejo de Europa para solicitar la enseñanza de la Religión en todas las escuelas.
No hay duda de que lo religioso forma parte de la cultura, y de un modo especial de la cultura europea. Todas las civilizaciones tienen contenidos de carácter religioso y es imprescindible conocerlos para comprender la cultura propia y las demás. Por otro lado, los contenidos de la enseñanza escolar de la Religión dan mayor capacidad crítica y libertad para acertar o rechazar otras opciones. Es decir, permite interpretar y entender las civilizaciones y culturas y opinar con conocimiento.
La enseñanza escolar de la Religión aporta un marco de referencia para formar la propia escala de valores y así juzgar de las ideologías; además, las manifestaciones religiosas son un lazo de unión entre las culturas de los pueblos, pues ofrecen una base común de diálogo y comprensión.
En definitiva, desde este punto de vista, la religión, al ser un fenómeno cultural, se debe enseñar y aprender en la escuela, ya que en ella se pretende la transmisión de la cultura.
b) La dimensión humanizadora de la Religión
La religión tiene tan gran poder humanizador que urge su integración en la formación humana de los alumnos. La enseñanza religiosa escolar educa en los valores profundos, que permiten unificar al ser humano y darle una finalidad última, que es la felicidad. Se ha dicho con acierto que la religión es un factor importante de identidad personal.
Hoy día se proponen tres finalidades generales para la educación: el desarrollo integral de la persona; su conveniente socialización; y la asimilación sistemática y crítica de la cultura, entendida como patrimonio de conocimiento, valores, realizaciones, técnicas y formas de vida.
La enseñanza religiosa escolar favorece el pleno desarrollo de la personalidad humana en todas sus dimensiones: mente, cuerpo, espíritu; ayuda a formar personas conscientes y libres; favorece la creatividad, porque la mente se abre a nuevas dimensiones; favorece el espíritu crítico ante las diferentes situaciones culturales, sociales, políticas, etc. Es decir, educa para la vida individual y social.
No se puede justificar la enseñanza de la Religión en la escuela exclusivamente por este motivo, es decir, por el poder humanizador de la religión, pues si se aceptara, significaría que el programa de religión sería sólo "humanista", sin apertura a la trascendencia y a la Revelación recibida. La formación que da el estudio de la Religión y Moral Católica es mucho más que esto, pues forma en otros muchos aspectos de la personalidad del alumno.
c) La dimensión ético-moral de la Religión
esta dimensión va al núcleo de lo que es la religión al dar respuesta a las principales preguntas que se hace el ser humano y ofrecer un universo de significación global al alumno, pues orienta la búsqueda de respuesta a los interrogantes más profundos de la persona humana.
Se puede decir que hay una correlación entre el desarrollo espiritual, psicológico y cultural en su contexto humano y ambiental. La enseñanza religiosa escolar, más allá de la filosofía, ofrece respuestas a preguntas sobre el sentido de la vida, del dolor, de la muerte…, que desde la fe abren al misterio, a la vez oscuro e iluminador. Es decir, lo religioso reordena con la simplicidad e los últimos <> toda la multitud de saberes.
La enseñanza religiosa escolar ofrece al alumno diferentes puntos de vista ante la vida, para que rechace o acepte con criterios personalmente asumidos las creencias y valores que se presentan en la sociedad. Abre horizontes y hace que la persona pueda encontrar el sentido de su vida, con sus implicaciones éticas. Permite conocer la existencia de unos principios y valores según los cuales se determina la manera de ver la vida.
d) La dimensión teológica y científica de la Religión
la enseñanza religiosa escolar se presenta como un saber científico, igual que los demás saberes que se enseñan en la escuela. La fe es un saber razonable que lleva a tener ideas, fundadas en la racionalidad, que son verdaderas certezas. Sus contenidos se traducen en expresiones objetivas de valor universal.
La enseñanza religiosa escolar tiene un estatuto epistemológico que permite la confrontación, diálogo y reflexión crítica con los demás saberes, siendo así patente la coherencia de la fe cristiana. La confrontación creadora de la fe con las diversas filosofías está en la mejor traición de la Iglesia. Esta dimensión científica no se da sólo en el orden teórico, sino que en la misma enseñanza religiosa escolar se aprecia la coherencia de la fe cristiana con la realización de una vida plenamente humana.
No basta que esta carácter científico-técnico y práctico se de en el mensaje cristiano, sino que es preciso también que esté presente en el ámbito escolar con la estructura y metodología que corresponde a cualquiera de las ciencias correspondientes a un área curricular.
e) La dimensión pedagógica de la Religión
la enseñanza religiosa escolar desarrolla y potencia una serie de posibilidades educativas en todos los alumnos; a través de los conocimientos, experiencias, actitudes, etc. Que transmite, favorece el desarrollo personal de los alumnos y consigue metas educativas importantes que de otra forma se hacen difíciles de alcanzar.
La enseñanza religiosa escolar presenta el hecho religioso como una realidad integrada en el conjunto de expresiones de lo real. La experiencia religiosa es un hecho significativo presente en el propio ambiente social, cultural y antropológico, que tiene una gran fuerza educadora, pues estimula y favorece el aprendizaje significativo de los alumnos y ayuda a la autonomía crítica racional (pensar por sí mismo), facilita la reflexión sobre la jerarquía de valores actuales y permite la integración de lo religioso en la vida ordinaria.
Conviene entender bien esta dimensión, que puede ayudar a los profesores de Religión a hacer ver a sus compañeros del claustro del centro educativo, junto a las otras dimensiones que la legitiman, el valor educativo que tiene la enseñanza de la Religión y Moral Católica.
DISTINCIÓN Y COMPLEMENTARIEDAD ENTRE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR Y LA CATEQUESIS DE LA COMUNIDAD CRISTIANA
En los últimos años se ha perfilado la distinción entre la catequesis de la comunidad cristiana y la enseñanza religiosa escolar. Juan Pablo II escribía: "El principio de fondo que debe guiar el empeño en este delicado sector de la pastoral, es el de la distinción entre la enseñanza de la religión y la catequesis que, por otra parte, son complementarias (…). La enseñanza religiosa impartida en las escuelas, y la catequesis propiamente dicha, desarrollada en el ámbito de la parroquia, aunque distintas entre sí, no deben considerarse como separadas. Más aún, hay entre ellas una íntima conexión: en efecto, es idéntico el sujeto al que se dirigen los educadores en uno y otro caso, esto es, el alumno; y además es idéntico el contenido objetivo sobre el que versa, aunque con modalidades diferentes, el tema formativo, que se da en la enseñanza de la religión y en la catequesis. La enseñanza de la religión puede considerarse tanto como una cualificada premisa para la catequesis, como también una reflexión ulterior sobre los contenidos de la catequesis ya adquiridos".
Ya unos años antes se hablaba de que "hay un nexo indisoluble y una clara distinción entre enseñanza de la religión y catequesis". Es decir, se señala siempre que hay a ala vez distinción y complementariedad entre estas dos formas.
La distinción es clara ya que se realizan en ámbitos distintos; es también distinta la fuente de iniciativa, pues en la catequesis es la Iglesia la que convoca, y en la escuela la Iglesia es llamada a prestar un servicio a los padres que piden la enseñanza de la Religión para sus hijos; es distinta la intencionalidad de los destinatarios y son distintos los objetivos y los métodos. Finalmente, son diversos también los sujetos, en la catequesis son creyentes que buscan madurar su fe, mientras que en la escuela se dirige a creyentes y no creyentes que desean conocer más a fondo su fe o confrontar la fe en la cultura.
La distinción entre "catequesis" y la "asignatura de Religión" es de excepcional importancia, dado que no sólo se distinguen por sus propios objetivos o fines, sino que fijan el marco propio en el que deben impartirse; el lugar apropiado de la catequesis es la familia y la parroquia u otros ámbitos de la Iglesia; mientras que la institución que debe proveer la enseñanza de la Religión es la escuela. Esta distinción muestra también la insuficiencia de los ámbitos eclesiales y familiares para la formación religiosa de los niños y adolescentes, y postula la necesidad de completar esa catequesis con la enseñanza religiosa escolar.
Pero junto a la distinción es preciso hablar de complementariedad. Esta diferencia nocional –importante en sí misma- no se puede exagerar. Es cierto que la tarea del aula no puede convertirse en una catequesis como la impartida entre los muros de una iglesia o en el espacio familiar; pero cabe hacer algunas precisiones importantes que muestran su necesaria complementariedad: en primer lugar, la información doctrinal, propia de la enseñanza es colar, presupone un conocimiento elemental del mensaje cristiano. Asimismo la vida religiosa da por hecho la actitud del sujeto para ser "catequizado", de forma que exprese su vida de fe incluso en el marco festivo de la liturgia. Por este motivo, cuando en los alumnos no se han cumplido esas dos etapas previas, la enseñanza religiosa escolar debe de algún modo suplirlas.
Cabe también señalar que en la enseñanza religiosa escolar se deben dar algunos aspectos catequísticos irrenunciables: no se puede hacer una exposición demasiado "neutra" del mensaje cristiano, pues cualquier enseñanza académica contiene cierta dosis de catequesis. Así, el buen profesor de matemáticas no es aquel que imparte con competencia y buen método la enseñanza de las Matemáticas, sino quien "catequiza" al alumno, es decir, aquel que crea un ámbito de simpatía por la asignatura de forma que "gane" al alumno para el estudio de las Matemática. Lo mismo cabe afirmar –y aún con mayor rigor- del profesor de Historia y más todavía del de Filosofía.
Análogamente esto cabe referirlo de un modo especial al profesor de una asignatura como la Religión, que tiene como objetivo no sólo la "instrucción" del alumno, sino el compromiso de que éste la asuma como fundamento de su vida, de forma que es necesario subrayar que la enseñanza religiosa en las escuelas "debe ser impartida de una manera explícita y sistemática, para evitar que se cree en el alumno un desequilibrio entre la cultura profana y la cultura religiosa. Una enseñanza tal difiere fundamentalmente de cualquier otro porque no se propone como fin una simple adhesión intelectual a la verdad religiosa, sino el entronque personal de todo el ser con la persona de Cristo".
De aquí que también la enseñanza escolar de la asignatura de Religión suponga una "dosis de catequesis" que variará, indiscutiblemente, conforme a las distintas edades. No obstante, un esa mínima orientación catequética en la escuela -en ocasiones supletoria- ha de tener características diversas a las que definen la instrucción estrictamente catequética, bien sea en la familia o en otros ámbitos eclesiales. Esas diferencias vendrán marcadas siempre por el respeto a la propia libertad de la conciencia y la delicada atención a la libertad del alumno, así como por la fidelidad al método, al ritmo y al "estilo" que define la enseñanza propia escolar frente a los métodos estrictamente catequéticos. En concreto, aun en estos casos, debe tener en cuenta los condicionantes legales y situacionales en que se desarrolla la acción educativa escolar.
La enseñanza de la asignatura de la Religión alcanza su estatuto propio, su situación ideal, cuando se lleva a cabo con alumnos que, procedentes de ambientes sociales o familiares cristianos, estén dispuestos a recibir una formación académica religiosa. En estos casos, "catequesis" y "enseñanza escolar" se moverán en ámbitos distintos: la "clase" no cumplirá ninguna misión supletoria, pero se complementarán mutuamente. La catequesis impartida en la parroquia o en la familia aportará a la clase de Religión el substratum humano que favorece la tarea formadora del aula, y la catequesis se vivificará con los contenidos recibidos en la enseñanza religiosa escolar.
En la complementariedad de estas dos acciones la enseñanza escolar de la religión adquiere su estatuto propio: iluminar y completar las demás disciplinas escolares y alcanzar la síntesis entre fe y cultura.
TAREAS
-Participación en el Foro
La dinámica de las tareas será la participación en los foros de discusión y en el grupo de Facebook, a continuación la tarea de cada uno:
- Participación en el Foro
1. ¿Por qué es tan importante la Enseñanza religiosa escolar?
2. Menciona las principales diferencias y similitudes entre la catequesis comunitaria y la enseñanza religiosa escolar
.Ejercicio personal de apoyo y formación formación (no se responde ni en facebook ni en los foros) - Cuestionario 3 http://www.es.catholic.net/archivos/encuesta3.pdf
Para ver las respuestas correctas del cuestionario pasado haz click aquí: - Respuestas 2 http://www.es.catholic.net/archivos/respuestas2.pdf
-Participación en Facebook http://www.facebook.com/groups/437930022941707/
1. ¿Si te dedicas a la educación escolar cómo complementarías la enseñanza de la catequesis de la comunidad cristiana y viceversa?
Si tienes cualquier duda de cómo entrar en el foro, dudas de cómo participar, etc. puedes dar CLICK AQUÍ : http://www.es.catholic.net/catequistasy ... p?id=56414
FUENTES Y DOCUMENTOS COMPLEMENTARIOS
- Carta de Benedicto XVI sobre la Urgencia de la Educación: http://www.es.catholic.net/catequistasy ... p?id=35420
- Actualización del Directorio Catequestico General: http://www.vatican.va/roman_curia/congr ... ct_sp.html
- Directorio Catequestico General Números: 29, 33, 59 y 120 http://www.vatican.va/roman_curia/congr ... is_sp.html
- Introducción a la Pedagogía de la Fe. 1ª Edición. España 2001. Pag 67
Recuerda que puedes consultar a los Tutores del Curso y escribirles a su correo. :
Ma. Elena Miranda Especialidad: Veintitrés años como catequista y profesora de religión. En Roma, México, Barcelona, Tenerife y Madrid. memiranda@regnumchristi.net
Daniel CálizEspecialidad: Catequesis dentro de la parroquia consultas@catequesisdeadultos.com
Lupina del Valle Especialidad: Más de 10 años de experiencia en la docencia religiosa escolar lupina73@me.com
María Luisa Martínez Robles Especialidad: Experiencia de 25 años en la Catequesis para la preparación de la Primera Comunión, Educación Infantil durante 20 años María Luisa Martínez Robles
Margarita González de Guzmán Especialidad: Coordinación de Catequesis de su parroquia San Jerónimo por más de 20 años. Asesora de grupos para el estudio de Biblia, y participación en conferencias sobre Fe y Religión, dentro de nuestra ciudad y aledañas Margarita González de Guzmán
RECUERDA QUE UNICAMENTE EN ESTE TEMA SE ESCRIBEN LAS RESPUESTAS A LA SESIÓN 2. SI SE ABREN OTROS TEMAS CON LAS RESPUESTAS, ÈSTAS SERÁN BORRADOS. GRACIAS POR SU COMPRENSIÓN.
La catequesis ha sido siempre considerada por la Iglesia como una de sus tareas primordiales, ya que Cristo resucitado, antes de volver al Padre, dio a los apóstoles esta última consigna: hacer discípulos a todas las gentes, enseñándoles a observar todo lo que Él había mandado. Él les confiaba la misión y el poder de anunciar a los hombres lo que ellos mismos habían oído, visto con sus ojos, contemplado y palpado con sus manos acerca del Verbo de vida. Al mismo tiempo les confiaba la misión y el poder de explicar con autoridad lo que Él les había enseñado, sus palabras y sus actos, sus signos y sus mandamientos. Y les daba al Espíritu Santo para cumplir esta misión. Muy pronto se llamó catequesis al conjunto de esfuerzos realizados por la Iglesia para hacer discípulos, para ayudar a los hombres a creer que Jesús es el Hijo de Dios, a fin de que, mediante la fe, ellos tengan la vida en su nombre, para educarlos e instruirlos en esta vida y construir así el Cuerpo de Cristo. La Iglesia no ha dejado de dedicar sus energías a esa tarea.4
Sin confundirse con ellos, la catequesis se articula dentro de un cierto número de elementos de la misión pastoral de la Iglesia, que tienen un aspecto catequético, que preparan para la catequesis o que derivan de ella, como son: primer anuncio del Evangelio o predicación misionera para suscitar la fe; búsqueda de razones para creer; experiencia de vida cristiana: celebración de los sacramentos; integración en la comunidad eclesial; testimonio apostólico y misionero.5
La peculiaridad de la catequesis, distinta del anuncio primero del Evangelio que ha suscitado a la conversión, persigue el doble objetivo de hacer madurar la fe inicial y de educar al verdadero discípulo por medio de un conocimiento más profundo y sistemático de la persona y del mensaje de Nuestro Señor Jesucristo. 6
Juan Pablo II define la catequesis en sentido amplio o pleno: «Globalmente, se puede considerar aquí la catequesis en cuanto educación de la fe de los niños, de los jóvenes y adultos, que comprende especialmente una enseñanza de la doctrina cristiana, dada generalmente de modo orgánico y sistemático, con miras a iniciarlos en la plenitud de la vida cristiana ». 7
EL CONTEXTO ESCOLAR Y LOS DESTINATARIOS DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR
La enseñanza religiosa escolar se desarrolla en contextos escolares diversos, lo que hace que, manteniendo su carácter propio, adquiera también acentos diversos. Estos acentos dependen de las condiciones legales y organizativas, de la concepción didáctica, de los presupuestos personales de los educadores y de los alumnos, y de la relación de la enseñanza religiosa escolar con la catequesis familiar y parroquial.
No es posible reducir a una única forma todas las modalidades de enseñanza religiosa escolar que se han desarrollado en la historia como consecuencia de los Acuerdos con los Estados y de las decisiones tomadas por diferentes Conferencias episcopales. Es, sin embargo, necesario que, de conformidad con las correspondientes situaciones y circunstancias, la orientación que se dé a la enseñanza religiosa escolar, responda a su finalidad y a sus peculiares características. (224)
Los alumnos « tienen el derecho de aprender, con verdad y certeza, la religión a la que pertenecen. Este derecho a conocer más a fondo la persona de Cristo y la integridad del anuncio salvífico que El propone, no puede ser desatendido. El carácter confesional de la enseñanza religiosa escolar, desarrollada por la Iglesia según las modalidades y formas establecidas en cada país, es —por tanto— una garantía indispensable ofrecida a las familias y a los alumnos que eligen tal enseñanza ». (225)
Para la Escuela católica, la enseñanza religiosa escolar así identificada y complementada con otras formas del ministerio de la Palabra (catequesis, celebraciones litúrgicas...), es parte indispensable de su tarea educativa y fundamento de su propia existencia. (226)
La enseñanza religiosa escolar, en el marco de la Escuela estatal y en el de la no confesional, donde la Autoridad civil u otras circunstancias impongan una enseñanza religiosa común a católicos y no católicos, (227) tendrá un carácter más ecuménico y de conocimiento interreligioso común.
En otras ocasiones, la enseñanza religiosa escolar podrá tener un carácter más bien cultural, dirigida al conocimiento de las religiones, y presentando con el debido relieve la religión católica. (228) También en este caso, sobre todo si es impartida por un profesor sinceramente respetuoso, la enseñanza religiosa mantiene una dimensión de verdadera « preparación evangélica ».
La situación de vida y de fe de los alumnos que asisten a la enseñanza religiosa escolar se caracteriza por una inestabilidad notable y continua. La enseñanza religiosa escolar ha de tener en cuenta esta realidad cambiante para poder alcanzar su finalidad.
La enseñanza religiosa escolar ayuda a los alumnos creyentes a comprender mejor el mensaje cristiano en relación con los problemas existenciales comunes a las religiones y característicos de todo ser humano, con las concepciones de la vida más presentes en la cultura, y con los problemas morales fundamentales en los que, hoy, la humanidad se ve envuelta.
Por otra parte, los alumnos que se encuentran en una situación de búsqueda, o afectados por dudas religiosas, podrán descubrir gracias a la enseñanza religiosa escolar qué es exactamente la fe en Jesucristo, cuáles son las respuestas de la Iglesia a sus interrogantes, proporcionándoles así la oportunidad de reflexionar mejor sobre la decisión a tomar.
Finalmente, cuando los alumnos no son creyentes, la enseñanza religiosa escolar asume las características de un anuncio misionero del Evangelio, en orden a una decisión de fe, que la catequesis, por su parte, en un contexto comunitario, ayudará después a crecer y a madurar.
EDUCACIÓN CRISTIANA FAMILIAR, CATEQUESIS Y ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR AL SERVICIO DE LA EDUCACIÓN EN LA FE
La educación cristiana familiar, la catequesis y la enseñanza religiosa escolar, cada una desde su carácter propio, están íntimamente relacionadas dentro del servicio de la educación cristiana de niños, adolescentes y jóvenes. En la práctica, sin embargo, deben tenerse en cuenta, diferentes elementos variables, que puntualmente se presentan, a fin de proceder con realismo y prudencia pastoral en la aplicación de las orientaciones generales.
Por tanto, corresponde a cada diócesis o región pastoral discernir las diversas circunstancias que concurren, bien en cuanto a la existencia o no de una iniciación cristiana en el ámbito de las familias para sus propios hijos, bien en cuanto a los cometidos formativos que en la tradición o situación local ejercen las parroquias, las escuelas, etc.
En consecuencia, las Iglesias particulares y la Conferencia Episcopal establecerán las orientaciones propias para los diversos ámbitos, fomentando unas actividades que son distintas y se complementan.
LEGITIMACIÓN DE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR
La legitimidad de la presencia de la enseñanza religiosa en la escuela se fundamente en multitud de razones, algunas de las cuales se exponen a continuación. Estos argumentos no sólo apoyan la convicción de que esta enseñanza no es contraria a la escuela ni a las finalidades y objetivos que ella persigue, sino que muestran además que, cuando falta la formación religiosa, la educación de los alumnos queda empobrecida e incompleta; se produce un daño a los ciudadanos y una situación injusta.
La Comisión Episcopal Española de Enseñanza y Catequesis ha expuesto algunas de las razones que justifican la enseñanza religiosa escolar sistematizándolas en un torno a cinco dimensiones de la religión: la cultural e histórica, la humanizadora, la ético-moral, la teológica y la científica, y la pedagógica.
a) La dimensión cultural e histórica de la Religión
la enseñanza religiosa escolar proporciona una información cultural e histórica de primera magnitud, imprescindible para comprender la cultura en la que se mueve el mundo en el que el alumno vive. Precisamente este motivo ha sido el argumento invocado recientemente por el Consejo de Europa para solicitar la enseñanza de la Religión en todas las escuelas.
No hay duda de que lo religioso forma parte de la cultura, y de un modo especial de la cultura europea. Todas las civilizaciones tienen contenidos de carácter religioso y es imprescindible conocerlos para comprender la cultura propia y las demás. Por otro lado, los contenidos de la enseñanza escolar de la Religión dan mayor capacidad crítica y libertad para acertar o rechazar otras opciones. Es decir, permite interpretar y entender las civilizaciones y culturas y opinar con conocimiento.
La enseñanza escolar de la Religión aporta un marco de referencia para formar la propia escala de valores y así juzgar de las ideologías; además, las manifestaciones religiosas son un lazo de unión entre las culturas de los pueblos, pues ofrecen una base común de diálogo y comprensión.
En definitiva, desde este punto de vista, la religión, al ser un fenómeno cultural, se debe enseñar y aprender en la escuela, ya que en ella se pretende la transmisión de la cultura.
b) La dimensión humanizadora de la Religión
La religión tiene tan gran poder humanizador que urge su integración en la formación humana de los alumnos. La enseñanza religiosa escolar educa en los valores profundos, que permiten unificar al ser humano y darle una finalidad última, que es la felicidad. Se ha dicho con acierto que la religión es un factor importante de identidad personal.
Hoy día se proponen tres finalidades generales para la educación: el desarrollo integral de la persona; su conveniente socialización; y la asimilación sistemática y crítica de la cultura, entendida como patrimonio de conocimiento, valores, realizaciones, técnicas y formas de vida.
La enseñanza religiosa escolar favorece el pleno desarrollo de la personalidad humana en todas sus dimensiones: mente, cuerpo, espíritu; ayuda a formar personas conscientes y libres; favorece la creatividad, porque la mente se abre a nuevas dimensiones; favorece el espíritu crítico ante las diferentes situaciones culturales, sociales, políticas, etc. Es decir, educa para la vida individual y social.
No se puede justificar la enseñanza de la Religión en la escuela exclusivamente por este motivo, es decir, por el poder humanizador de la religión, pues si se aceptara, significaría que el programa de religión sería sólo "humanista", sin apertura a la trascendencia y a la Revelación recibida. La formación que da el estudio de la Religión y Moral Católica es mucho más que esto, pues forma en otros muchos aspectos de la personalidad del alumno.
c) La dimensión ético-moral de la Religión
esta dimensión va al núcleo de lo que es la religión al dar respuesta a las principales preguntas que se hace el ser humano y ofrecer un universo de significación global al alumno, pues orienta la búsqueda de respuesta a los interrogantes más profundos de la persona humana.
Se puede decir que hay una correlación entre el desarrollo espiritual, psicológico y cultural en su contexto humano y ambiental. La enseñanza religiosa escolar, más allá de la filosofía, ofrece respuestas a preguntas sobre el sentido de la vida, del dolor, de la muerte…, que desde la fe abren al misterio, a la vez oscuro e iluminador. Es decir, lo religioso reordena con la simplicidad e los últimos <> toda la multitud de saberes.
La enseñanza religiosa escolar ofrece al alumno diferentes puntos de vista ante la vida, para que rechace o acepte con criterios personalmente asumidos las creencias y valores que se presentan en la sociedad. Abre horizontes y hace que la persona pueda encontrar el sentido de su vida, con sus implicaciones éticas. Permite conocer la existencia de unos principios y valores según los cuales se determina la manera de ver la vida.
d) La dimensión teológica y científica de la Religión
la enseñanza religiosa escolar se presenta como un saber científico, igual que los demás saberes que se enseñan en la escuela. La fe es un saber razonable que lleva a tener ideas, fundadas en la racionalidad, que son verdaderas certezas. Sus contenidos se traducen en expresiones objetivas de valor universal.
La enseñanza religiosa escolar tiene un estatuto epistemológico que permite la confrontación, diálogo y reflexión crítica con los demás saberes, siendo así patente la coherencia de la fe cristiana. La confrontación creadora de la fe con las diversas filosofías está en la mejor traición de la Iglesia. Esta dimensión científica no se da sólo en el orden teórico, sino que en la misma enseñanza religiosa escolar se aprecia la coherencia de la fe cristiana con la realización de una vida plenamente humana.
No basta que esta carácter científico-técnico y práctico se de en el mensaje cristiano, sino que es preciso también que esté presente en el ámbito escolar con la estructura y metodología que corresponde a cualquiera de las ciencias correspondientes a un área curricular.
e) La dimensión pedagógica de la Religión
la enseñanza religiosa escolar desarrolla y potencia una serie de posibilidades educativas en todos los alumnos; a través de los conocimientos, experiencias, actitudes, etc. Que transmite, favorece el desarrollo personal de los alumnos y consigue metas educativas importantes que de otra forma se hacen difíciles de alcanzar.
La enseñanza religiosa escolar presenta el hecho religioso como una realidad integrada en el conjunto de expresiones de lo real. La experiencia religiosa es un hecho significativo presente en el propio ambiente social, cultural y antropológico, que tiene una gran fuerza educadora, pues estimula y favorece el aprendizaje significativo de los alumnos y ayuda a la autonomía crítica racional (pensar por sí mismo), facilita la reflexión sobre la jerarquía de valores actuales y permite la integración de lo religioso en la vida ordinaria.
Conviene entender bien esta dimensión, que puede ayudar a los profesores de Religión a hacer ver a sus compañeros del claustro del centro educativo, junto a las otras dimensiones que la legitiman, el valor educativo que tiene la enseñanza de la Religión y Moral Católica.
DISTINCIÓN Y COMPLEMENTARIEDAD ENTRE LA ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR Y LA CATEQUESIS DE LA COMUNIDAD CRISTIANA
En los últimos años se ha perfilado la distinción entre la catequesis de la comunidad cristiana y la enseñanza religiosa escolar. Juan Pablo II escribía: "El principio de fondo que debe guiar el empeño en este delicado sector de la pastoral, es el de la distinción entre la enseñanza de la religión y la catequesis que, por otra parte, son complementarias (…). La enseñanza religiosa impartida en las escuelas, y la catequesis propiamente dicha, desarrollada en el ámbito de la parroquia, aunque distintas entre sí, no deben considerarse como separadas. Más aún, hay entre ellas una íntima conexión: en efecto, es idéntico el sujeto al que se dirigen los educadores en uno y otro caso, esto es, el alumno; y además es idéntico el contenido objetivo sobre el que versa, aunque con modalidades diferentes, el tema formativo, que se da en la enseñanza de la religión y en la catequesis. La enseñanza de la religión puede considerarse tanto como una cualificada premisa para la catequesis, como también una reflexión ulterior sobre los contenidos de la catequesis ya adquiridos".
Ya unos años antes se hablaba de que "hay un nexo indisoluble y una clara distinción entre enseñanza de la religión y catequesis". Es decir, se señala siempre que hay a ala vez distinción y complementariedad entre estas dos formas.
La distinción es clara ya que se realizan en ámbitos distintos; es también distinta la fuente de iniciativa, pues en la catequesis es la Iglesia la que convoca, y en la escuela la Iglesia es llamada a prestar un servicio a los padres que piden la enseñanza de la Religión para sus hijos; es distinta la intencionalidad de los destinatarios y son distintos los objetivos y los métodos. Finalmente, son diversos también los sujetos, en la catequesis son creyentes que buscan madurar su fe, mientras que en la escuela se dirige a creyentes y no creyentes que desean conocer más a fondo su fe o confrontar la fe en la cultura.
La distinción entre "catequesis" y la "asignatura de Religión" es de excepcional importancia, dado que no sólo se distinguen por sus propios objetivos o fines, sino que fijan el marco propio en el que deben impartirse; el lugar apropiado de la catequesis es la familia y la parroquia u otros ámbitos de la Iglesia; mientras que la institución que debe proveer la enseñanza de la Religión es la escuela. Esta distinción muestra también la insuficiencia de los ámbitos eclesiales y familiares para la formación religiosa de los niños y adolescentes, y postula la necesidad de completar esa catequesis con la enseñanza religiosa escolar.
Pero junto a la distinción es preciso hablar de complementariedad. Esta diferencia nocional –importante en sí misma- no se puede exagerar. Es cierto que la tarea del aula no puede convertirse en una catequesis como la impartida entre los muros de una iglesia o en el espacio familiar; pero cabe hacer algunas precisiones importantes que muestran su necesaria complementariedad: en primer lugar, la información doctrinal, propia de la enseñanza es colar, presupone un conocimiento elemental del mensaje cristiano. Asimismo la vida religiosa da por hecho la actitud del sujeto para ser "catequizado", de forma que exprese su vida de fe incluso en el marco festivo de la liturgia. Por este motivo, cuando en los alumnos no se han cumplido esas dos etapas previas, la enseñanza religiosa escolar debe de algún modo suplirlas.
Cabe también señalar que en la enseñanza religiosa escolar se deben dar algunos aspectos catequísticos irrenunciables: no se puede hacer una exposición demasiado "neutra" del mensaje cristiano, pues cualquier enseñanza académica contiene cierta dosis de catequesis. Así, el buen profesor de matemáticas no es aquel que imparte con competencia y buen método la enseñanza de las Matemáticas, sino quien "catequiza" al alumno, es decir, aquel que crea un ámbito de simpatía por la asignatura de forma que "gane" al alumno para el estudio de las Matemática. Lo mismo cabe afirmar –y aún con mayor rigor- del profesor de Historia y más todavía del de Filosofía.
Análogamente esto cabe referirlo de un modo especial al profesor de una asignatura como la Religión, que tiene como objetivo no sólo la "instrucción" del alumno, sino el compromiso de que éste la asuma como fundamento de su vida, de forma que es necesario subrayar que la enseñanza religiosa en las escuelas "debe ser impartida de una manera explícita y sistemática, para evitar que se cree en el alumno un desequilibrio entre la cultura profana y la cultura religiosa. Una enseñanza tal difiere fundamentalmente de cualquier otro porque no se propone como fin una simple adhesión intelectual a la verdad religiosa, sino el entronque personal de todo el ser con la persona de Cristo".
De aquí que también la enseñanza escolar de la asignatura de Religión suponga una "dosis de catequesis" que variará, indiscutiblemente, conforme a las distintas edades. No obstante, un esa mínima orientación catequética en la escuela -en ocasiones supletoria- ha de tener características diversas a las que definen la instrucción estrictamente catequética, bien sea en la familia o en otros ámbitos eclesiales. Esas diferencias vendrán marcadas siempre por el respeto a la propia libertad de la conciencia y la delicada atención a la libertad del alumno, así como por la fidelidad al método, al ritmo y al "estilo" que define la enseñanza propia escolar frente a los métodos estrictamente catequéticos. En concreto, aun en estos casos, debe tener en cuenta los condicionantes legales y situacionales en que se desarrolla la acción educativa escolar.
La enseñanza de la asignatura de la Religión alcanza su estatuto propio, su situación ideal, cuando se lleva a cabo con alumnos que, procedentes de ambientes sociales o familiares cristianos, estén dispuestos a recibir una formación académica religiosa. En estos casos, "catequesis" y "enseñanza escolar" se moverán en ámbitos distintos: la "clase" no cumplirá ninguna misión supletoria, pero se complementarán mutuamente. La catequesis impartida en la parroquia o en la familia aportará a la clase de Religión el substratum humano que favorece la tarea formadora del aula, y la catequesis se vivificará con los contenidos recibidos en la enseñanza religiosa escolar.
En la complementariedad de estas dos acciones la enseñanza escolar de la religión adquiere su estatuto propio: iluminar y completar las demás disciplinas escolares y alcanzar la síntesis entre fe y cultura.
TAREAS
-Participación en el Foro
La dinámica de las tareas será la participación en los foros de discusión y en el grupo de Facebook, a continuación la tarea de cada uno:
- Participación en el Foro
1. ¿Por qué es tan importante la Enseñanza religiosa escolar?
2. Menciona las principales diferencias y similitudes entre la catequesis comunitaria y la enseñanza religiosa escolar
.Ejercicio personal de apoyo y formación formación (no se responde ni en facebook ni en los foros) - Cuestionario 3 http://www.es.catholic.net/archivos/encuesta3.pdf
Para ver las respuestas correctas del cuestionario pasado haz click aquí: - Respuestas 2 http://www.es.catholic.net/archivos/respuestas2.pdf
-Participación en Facebook http://www.facebook.com/groups/437930022941707/
1. ¿Si te dedicas a la educación escolar cómo complementarías la enseñanza de la catequesis de la comunidad cristiana y viceversa?
Si tienes cualquier duda de cómo entrar en el foro, dudas de cómo participar, etc. puedes dar CLICK AQUÍ : http://www.es.catholic.net/catequistasy ... p?id=56414
FUENTES Y DOCUMENTOS COMPLEMENTARIOS
- Carta de Benedicto XVI sobre la Urgencia de la Educación: http://www.es.catholic.net/catequistasy ... p?id=35420
- Actualización del Directorio Catequestico General: http://www.vatican.va/roman_curia/congr ... ct_sp.html
- Directorio Catequestico General Números: 29, 33, 59 y 120 http://www.vatican.va/roman_curia/congr ... is_sp.html
- Introducción a la Pedagogía de la Fe. 1ª Edición. España 2001. Pag 67
Recuerda que puedes consultar a los Tutores del Curso y escribirles a su correo. :
Ma. Elena Miranda Especialidad: Veintitrés años como catequista y profesora de religión. En Roma, México, Barcelona, Tenerife y Madrid. memiranda@regnumchristi.net
Daniel CálizEspecialidad: Catequesis dentro de la parroquia consultas@catequesisdeadultos.com
Lupina del Valle Especialidad: Más de 10 años de experiencia en la docencia religiosa escolar lupina73@me.com
María Luisa Martínez Robles Especialidad: Experiencia de 25 años en la Catequesis para la preparación de la Primera Comunión, Educación Infantil durante 20 años María Luisa Martínez Robles
Margarita González de Guzmán Especialidad: Coordinación de Catequesis de su parroquia San Jerónimo por más de 20 años. Asesora de grupos para el estudio de Biblia, y participación en conferencias sobre Fe y Religión, dentro de nuestra ciudad y aledañas Margarita González de Guzmán
RECUERDA QUE UNICAMENTE EN ESTE TEMA SE ESCRIBEN LAS RESPUESTAS A LA SESIÓN 2. SI SE ABREN OTROS TEMAS CON LAS RESPUESTAS, ÈSTAS SERÁN BORRADOS. GRACIAS POR SU COMPRENSIÓN.