por pac05091957 » Dom May 13, 2012 8:52 pm
1.Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
Tradicionalmente en nuestras sociedades, el adulterio ha sido tipificado, como un acto exterior resultado de relaciones sexuales entre dos cuerpos, el de un hombre y una mujer. Esta definición no se diferencia de la que tenían los fariseos, para ellos, el adulterio es una realidad corporal o no existe; lo que lo define es el acto exterior efectuado y constatado materialmente y que es penalizado por la Ley. De esta forma ellos rechazaban el ADULTERIO DEL CORAZON, por que su conciencia y sus conocimientos estaban dominados por el legalismo ò tecnicismo, que los llevaba a una conclusión: el adulterio en el corazón no significa nada y no tiene relevancia alguna para nuestra actuación.
"Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón" .
A la luz de este Sermón, Cristo nos invita, a poner la atención sobre el acto interior que está en el origen del acto exterior y que, en virtud de ello, merece ser llamado plenamente "adulterio en el corazón": "Es necesario deducir de esto que “el adulterio en el corazón”, cometido por el hombre cuando mira a una mujer deseándola, significa un acto interior bien definido". Este acto interior es el que Jesús quiere sacar a la luz para iluminar al mismo tiempo lo que hay en el corazón del hombre, lo que constituye la fuente profunda de su pecado y que, en cuanto tal, es más importante que el acto exterior, aunque sólo sea este último el condenado por la ley.
Cristo, apela al corazón del hombre para que vuelva a encontrar en él el eco, el resto de la ley de amor del principio y hacerle tomar conciencia con ello de lo que el pecado ha destruido y desunido en él.
2.¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
La concupiscencia, se refiere a la atracción natural que existe entre el hombre y la mujer y es el inicio del amor.
El amor, como libre autoentrega, radica en la voluntad, más o menos ayudada por la atracción física y afectiva. El amor humano comienza con una atracción (concupiscencia) y culmina con una voluntad de donación desinteresada (benevolencia). La benevolencia se desarrolla tanto gracias como a pesar de la concupiscencia. La concupiscencia inicia el amor y la benevolencia es su elemento correctivo. El deseo de posesión del amado no es lo mismo que el afán posesivo del egoísta. La evolución posterior muestra la veracidad de un amor incipiente. Si sólo hubiese egoísmo, se despersonaliza al amado: se le cosifica, se le convierte en mero bien útil. Si la evolución es positiva, el hombre supera libre y deliberadamente el deseo de apropiación egoísta en favor del deseo de donación, manteniendo ese sano deseo de unión con la persona amada, que es inherente a todo amor.
3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
Es la mirada sobre su cuerpo en sentido amplio -que integra la sensibilidad, la afectividad, la espiritualidad- la que cambia instantáneamente en virtud del pecado, pasando de la transparencia de una comunión total a la vergüenza frente a lo que les hace hombre y mujer, diferentes y complementarios. Ya no saben expresarse como hombre y como mujer, se vuelven incapaces de entregarse libremente el uno al otro y desconfían el uno del otro, sustrayéndolos a la mirada del otro, los signos de su sexualidad, cuya significación de comunión de las personas y, a través de esta comunión, de la imagen de la comunión de las Personas divinas.
La vergüenza original es el brote inmediato, instantáneo, en la conciencia del hombre y de la mujer, del hecho de que ambos pueden convertirse para el otro en un simple objeto de placer, de procreación, de apropiación, de prestigio personal. Descubren que pueden ser "cosificados", reducidos a la condición de medios y dejar de ser considerados como personas en cuanto sujetos. Y esta amenaza la perciben a través de los signos de la masculinidad y de la feminidad. Toman conciencia de que con estos signos pueden provocar en el otro un deseo de utilizarlos como objeto, como medio de goce, de satisfacción sexual, de procreación.
4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
A causa del pecado, el hombre y la mujer conocen un perpetuo estado de insatisfacción en la unión que intentan de sus cuerpos y a través de la cual ya no consiguen alcanzar la plena comunión de las personas: `No están llamados ya solamente a la unión y unidad, sino también "amenazados por la insaciabilidad de esa unión y unidad, que no cesa de atraer al hombre y a la mujer precisamente porque son personas, llamadas desde la eternidad a existir “en comunión". Subsiste entre ellos una "concupiscencia" jamás saciada del todo de la que intentan liberarse en vano por el dominio y avasallamiento mutuos.
5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
Cristo nos esta proporcionando una visión mas completa de lo que es el pecado, para que tengamos en consideración todas sus repercusiones y vinculaciones, con la partes que conforman nuestra existencia. El pecado humano no tiene su origen primero en el corazón (en la conciencia) del hombre, no brota de una iniciativa espontánea del hombre. Es, en cierto sentido, el reflejo y la consecuencia del pecado ocurrido ya anteriormente en el mundo de los seres invisibles. A este mundo pertenece el tentador. Estos seres dotados de conciencia y de libertad habían sido “probados” para que optaran de acuerdo con su naturaleza puramente espiritual. En ellos había surgido la “´duda” que inyecta el tentador en los primeros padres.
Esta ruptura, por consiguiente, una verdadera catástrofe. Este pecado, que trae consigo la ruptura de la comunión del hombre con Dios, le ha hecho perder el beneficio de todos los "dones" que permitían esta comunión. El hombre ha perdido así su dominio sobre la naturaleza, su capacidad de gobernarla. De esta suerte, es toda la creación la que padece las consecuencias de este cataclismo.
pac05091957