por RAMIRO AGUIRRE » Mié May 02, 2012 7:13 pm
Un saludo a todos desde México.
1. ¿Qué quiere decir que Dios creó a la humanidad a su imagen y semejanza?
El hombre llega a ser imagen de Dios no tanto en el momento de la soledad sino en el momento de la comunión. Él, en efecto, es desde el ´principio´ no solamente imagen -en la cual se refleja la soledad de una Persona que rige el mundo, sino también, y esencialmente, imagen de una inescrutable comunión divina de Personas»
En realidad, el hombre y la mujer son sobre todo imagen de Dios en cuanto personas llamadas a la comunión.
En consecuencia, mediante la entrega y mediante la comunión de los cuerpos es como el hombre y la mujer son imagen de Dios, y con esta comunión es como la Creación, la obra divina, encuentra su acabamiento y su plenitud.
2. ¿Qué significa “desde el principio”?
Este "principio" se refiere a los primeros tiempos de la humanidad, cuyo relato se sitúa al principio de la Biblia, en el libro del Génesis. Juan Pablo II habla de ellos como de la «prehistoria teológica» de la humanidad. Son los tiempos que precedieron a los del "hombre histórico", que es el hombre después del pecado, después de la caída original. La historia humana empieza con el pecado de los hombres; el "principio" precede a la historia humana. En cierto modo se trata del "tiempo antes del tiempo" y nos resulta difícil hacernos una idea de la situación real del hombre en ese estado. Y, sin embargo -su insistencia es significativa a este respecto-, fue a este principio al que apeló Jesús para responder a la cuestión concreta de los fariseos sobre la actitud que debe tener el hombre respecto a su mujer.
3. ¿Cuál es el significado de la soledad originaria?
Vincular la soledad originaria del hombre con la consciencia del cuerpo, a través del cual el hombre se distingue de todos los animalia y, ´se separa´ de éstos, y también a través del cual él es persona”
La experiencia de la soledad hace nacer así en la conciencia humana una sed .de entregarse y, al mismo tiempo, un sufrimiento por no poder calmar esta sed. Descubrirse solo ahonda en él la necesidad y la aspiración profunda de su ser a la entrega de sí mismo a otra persona semejante a él.
4. ¿Cuál es el significado de la unidad originaria?
A este respecto dice Juan Pablo II de una manera muy clara: «El hombre llega a ser "imagen y semejanza" de Dios no tanto en el momento de la soledad cuanto en el momento de la comunión de las personas que el hombre y la mujer forman desde el inicio. La función de la imagen es la de reflejar aquel que es el modelo, de reproducir el propio prototipo. El hombre llega a ser imagen de Dios no tanto en el momento de la soledad sino en el momento de la comunión[11]. Él, en efecto, es desde el ´principio´ no solamente imagen -en la cual se refleja la soledad de una Persona que rige el mundo, sino también, y esencialmente, imagen de una inescrutable comunión divina de Personas»[
5. ¿Cuál es el significado de la desnudez originaria?
La mención de la desnudez en el texto bíblico no es ni accidental ni accesoria, sino que manifiesta un estado de la conciencia con respecto al cuerpo.
Juan Pablo II precisa la razón de que no se sintiera vergüenza en el estado de inocencia del principio: "Sólo la desnudez que convierte a la mujer en ´objeto´ para el hombre, o viceversa, es fuente de vergüenza. El hecho de que no sentían vergüenza quiere decir que la mujer no era para el hombre un ´objeto´, ni él para ella. La inocencia interior como "pureza ´de corazón", en cierto modo, hacía imposible que el uno fuese, a pesar de todo, reducido por el otro al nivel de mero objeto. Si no sentían vergüenza, quiere decir que estaban unidos por la conciencia del don y que tenían conocimiento recíproco del significado esponsal de sus cuerpos, en el que se expresa la libertad del don y se manifiesta toda la riqueza interior de la persona como sujeto. Esa recíproca compenetración del ´yo´ de las personas humanas, del hombre y de la mujer, parece excluir subjetivamente cualquier ´reducción a objeto"
Existe también, en esta ausencia de vergüenza, una clara percepción de que el cuerpo, a través de los signos de la masculinidad y de la feminidad e incluso en ellos, no tiene nada de común con los animales, y de que no tiene necesidad de camuflar estos signos, pues no tienen nada de vergonzoso.
El cuerpo, en efecto, y solamente él, es capaz de hacer visible lo que es invisible: lo espiritual y lo divino. Ha sido creado para transferir en la realidad visible del mundo el misterio escondido desde la eternidad en Dios, y ser así su signo»