Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Dios crea al hombre para darle a conocer su amor
El curso contiene la catequesis de Juan Pablo II sobre el cuerpo humano y el sentido de la sexualidad humana. Esta serie de enseñanzas fueron impartidas los primeros cinco años de su pontificado, entre los años 1979 y 1984.

Fecha de inicio del curso: 17 de Abril 2012

Fecha de finalización del curso: 11 de Junio 2012

Periodicidad: Semanal

Moderadores: monik, Catholic.net, acmargalef, Gabriela Vega, Ana Cecilia Margalef, Effy De Lille, Moderadores Animadores

Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor Phachita » Mié May 02, 2012 5:07 pm

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
Iluminar lo que hay en el corazón del hombre, lo que constituye la fuente profunda de su pecado y que, en cuanto tal, es más importante que el acto exterior, aunque sólo sea este último el condenado por la ley

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
la insaciabilidad de la unión y unidad, que no cesa de atraer al hombre y a la mujer precisamente porque son personas, llamadas desde la eternidad a existir en comunión"

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
El brote inmediato, instantáneo, en la conciencia del hombre y de la mujer, del hecho de que ambos pueden convertirse para el otro en un simple objeto de placer, de procreación, de apropiación, de prestigio personal.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
Porque el pecado falsea la mirada e introduce la división entre la mirada y el corazón, entre la llamada del corazón a la comunión de las personas y la mirada que pretende tomar, utilizar, "cosificar

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
Cristo pide la transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona humana, tanto del hombre como de la mujer, capaz de manifestar y realizar el valor del cuerpo y del sexo, según el designio originario del Creador, puestos al servicio de la comunión de las personas, que es el substrato más profundo de la ética y de la cultura humana.

Reciban hermanos, un abrazo fraterno
Phachita
 
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor Eragt » Mié May 02, 2012 6:25 pm

Bendiciones a todos, a continuación mis repuestas:

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
R/ Significa que el hombre cosifica a la mujer a un instrumento de satisfacción sexual y se pierde la idea de comunión inicial del hombre y la mujer que Dios tenía en su plan para la humanidad.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
R/ Dar rienda suelta al echo de cometer el pecado, es decir liberar nuestros placeres y darle rienda suelta al pecado para que este nos domine.

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
R/ Significa que al caer en el pecado original, el hombre y la mujer entienden que uno puede ser el objeto de satisfacción dle otro.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
R/ Porque siempre se busca la satisfacción personal, si se pensara en donarse al otro, habría siempre satisfacción.


5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
R/ Pienso que si son una acusación al corazón, porque el hombre permite el pecado en su corazón, pero no una condenación al cuerpo, ya que por naturaleza el hombre se van atraer mutuamente de manera física, el problema está en el modo de mirar.
Eragt
 
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor Leda 43 » Mié May 02, 2012 6:41 pm

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
segun entendi su significado es que con solo el echo de ver a la otra persona como objeto sexual ya estamos pecando porque nosotros fuimos echos para entregarnos con amor y respeto no para usarnos.
2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
la insaciabilidad de comunion a la que estamos llamados , que no cesa de atraer al hombre y a la mujer precisamente porque son personas, llamadas desde la eternidad a existir en comunión"

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
la verguenza original significa que al tener conciencia del pecado nuestros primeros padres ya no se vieron con santidad sino como seres sexuados.
4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
porque ya no existe esa comunidad natural con la que fuimos creados.
5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
Cristo pide la transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona humana, tanto del hombre como de la mujer, capaz de manifestar y realizar el valor del cuerpo y del sexo, según el designio originario del Creador.
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor Pablo Nazareo » Mié May 02, 2012 9:37 pm

Participación en el foro
Pablo Nazareo

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
El Señor Jesús empieza recordando a sus oyentes la prohibición del adulterio, (tener relaciones sexuales con una mujer que es no la propia), prohibición bien conocida por ellos, para enseñar a partir de ahí que el adulterio se comete ya intencionalmente (“en su corazón”) aunque no se llegue a los hechos, sólo con que se mire a una mujer para desearla. [El Señor Jesús habló de la comisión del adulterio por parte de un varón; pero se aplicaría con la misma validez en el caso de una mujer]
El significado, por tanto, de la expresión “ya adulteró con ella en su corazón” [Mt 5, 28] quiere decir que el pecado se comete radicalmente en el interior mismo de la persona, en su centro de decisiones o “sede de la personalidad moral” [CIC, 2517], llamado “corazón” por el Señor Jesús, sea que tal pecado se llegue a realizar exteriormente o no.
En Mt 15 vuelve el Señor Jesús a hablar de esta interioridad, a propósito de los alimentos impuros: “No es lo que entra por la boca lo que hace impuro al hombre; pero lo que sale de la boca, eso es lo que al hombre le hace impuro…lo que sale de la boca procede del corazón, y eso hace impuro al hombre. Porque del corazón provienen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los robos, los falsos testimonios, las blasfemias. Esto es lo que hace impuro al hombre.” [Mt 15, 11, 18-20]
La reflexión del papa Juan Pablo II sobre este texto (Mt 5, 27-28) responde a la pregunta de por qué el adulterio es malo, sea perpetrado efectivamente o sólo con el deseo.
La razón es que la mujer solicitada en adulterio no es amada como persona (pues la esposa es la única con la que uno se identifica en comunión personal, formando con ella “una sola carne” con todas sus consecuencias) sino que reductivamente se la apropia –o se desea apropiársela—como un mero objeto que proporciona satisfacción sentimental actual o potencial, principalmente de placer.
La persona objeto del adulterio se reduce así a la condición de cosa al servicio del egoísmo personal del adúltero y al, hacerlo, se degrada la imagen y semejanza que ella tiene de Dios, violando el mandamiento de “amarla como a uno mismo”, que es semejante a y forma mancuerna con el mandamiento más grande de la Ley, “amarás al Señor, tu Dios, con toda tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.” (Mt 22, 37-40]
2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
Al desorden introducido en la psique del hombre por el pecado original. 1 Jn 2, 16 la describe como una fuerza que constituye “todo lo que hay en el mundo” (la efímera proyección de lo humano que rivaliza con Dios), y que se manifiesta en tres momentos: “concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida.”
El desorden tiene a establecer la autosatisfacción propia como el bien supremo del hombre, instalándola en el lugar de Dios y si, lo logra, se convierte en idolátrica. [Ex 20, 3] Su sedimento es el hecho de que las funciones orgánicas apetitivas son susceptibles de alcanzar un placer que les es característico, como resultado de que la función se realizó bien, por lo que el apetito queda colmado. El estado saludable del cuerpo es asimismo placentero.
Ahora bien, la concupiscencia tiende a desordenar gravemente sobre todo los impulsos de conservación del individuo y de la especie a causa de la gran potencia placentera que tienen.
En los demás animales estas tendencias están regidas por el instinto, por lo que no se desordenan y permanecen rígidamente sujetas a los fines impuestos genéticamente al individuo. Pero en el hombre tales impulsos son tendencias instintivas, pues el hombre tiene libertad psicológica, por lo que debe regirlos racionalmente, en base a valores escogidos como fines por cada quién y perseguidos mediante las virtudes, disfrutando del placer como remuneración del ejercicio de las acciones practicadas en forma virtuosa.
Desafortunadamente, el hombre puede buscar como fin el placer en sí mismo al ejercer su libertad y no como recompensa de una acción realizada de acuerdo con su naturaleza racional, “deshonrando su propio cuerpo” [Rm 1, 24] al hacerlo así y cometiendo un acto de idolatría como se dijo más arriba. Este desorden es posible gracias a la concupiscencia. Por eso, en el caso de la sexualidad, “siguiendo la tradición catequética católica, el noveno mandamiento prohíbe la concupiscencia de la carne.” [CIC, 2514]

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
Me parece que la lección responde a la pregunta de manera inmejorable: “Juan Pablo II interpreta igualmente la vergüenza original como el brote inmediato, instantáneo, en la conciencia del hombre y de la mujer, del hecho de que ambos pueden convertirse para el otro en un simple objeto de placer, de procreación, de apropiación, de prestigio personal. Descubren que pueden ser "cosificados", es decir, rebajados de su condición de personas.
A propósito de la difusión que se dio en los medios masivos de comunicación al affaire Clinton-Lewinsky, escribió Jesús Silva-Herzog Márquez un comentario que se refiere a la universalidad de esta “vergüenza originaria”:
“El secreto, ése que es, según el brillante sociólogo alemán Georg Simmel, uno de los grandes logros de la civilización. Rasgar la membrana del secreto es un retroceso alarmante para la persona humana. Ese abrigo inviolable es el manto vital del individuo: sin órbita de secreto no hay ser humano...Margalit, autor de una hermosa teoría de la decencia, ha señalado que el valor al que debe dirigirse nuestra convivencia es el respeto al honor de las personas. Esa es la sociedad decente: la que da trato humano a los hombres. El primero de los requisitos de esa comunidad es el imperio de la privacidad. Toda cultura forma territorios ocultos al ojo público. Hasta los esquimales, que tienen que refugiarse en grupo dentro de un iglú durante las tormentas de invierno, procuran levantar cortinas de silencio y oscuridad. Gracias a esas barreras surge un yo privado. De la vergüenza nace el esfuerzo por controlar el cuerpo y, ante, todo, esconder sus secreciones. Los dormitorios, los baños, las duchas, se convirtieron en fortalezas del individuo que se cuida de la mirada humillante...El escándalo que ha destruido la presidencia de Bill Clinton es el ejemplo más terrible de esta invasión ocular. Cuando el mundo entero se deleita discutiendo el destino de las eyaculaciones de un hombre, se lleva a cabo la humillación más horrenda de la historia. Es una vergüenza universal.”


4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
El “segundo” descubrimiento del sexo, fué el realizado por la pareja humana inicial después de su pecado. Tras ese trágico acontecimiento, el sexo y la actividad sexual ya no tuvieron para ellos las mismas connotaciones que en el estado de inocencia, a causa del desorden producido por la concupiscencia.
A pesar de su grandeza por ser la fusión de dos personas en “una sola carne” y de que representa el mayor placer psíquico y corporal, la comunión conyugal genital en sí misma es breve, y de hecho experimenta distintos grados de logro y de intensidad. Esto ha llevado a búsquedas para incrementar su duración y su nivel satisfactorio.
Debido a la tendencia al infinito que tiene el hombre (a quien sólo satisface plenamente Dios, que es el supremo Bien), esta búsqueda puede irse por el lado de la idolatría edonista, que no tiene llenadera, si la maneja la concupiscencia y no existe la conciencia de que el acto sexual es la imagen de la unión de la Santísima Trinidad, infinitamente feliz; que cada uno de los dos cónyuges es personalmente una imagen y semejanza de las Divinas Personas –por lo que su cuerpo merece absoluto respeto por parte de sí mismo y de la pareja--; que el placer sexual que produce la comunión de las personas es también una referencia a la felicidad que experimentaremos al unirnos con Dios en el mundo futuro; que el acto sexual santifica a los esposos al aplicarles la gracia del sacramento del matrimonio; que el ejercicio de la sexualidad conyugal no se reduce a la genitalidad; que el amor conyugal es una vocación de por vida, que lleva a una manera personal de vivir el amor de Dios buscando la realización y felicidad de la pareja y de los hijos nacidos de la unión; que, por el bautismo de los esposos, la realización de su amor conyugal es una manera de ejercer el sacerdocio del Señor Jesús en la esfera que corresponde a los casados, unidos por el sacramento del matrimonio.
Aun teniendo esta concepción, para aplicar correctamente los logros alcanzados en nuestra época en el terreno de la mejor práctica sexual y evitar la insaciabilidad, producto del pecado original, es indispensable recurrir a la práctica de los sacramentos y a la constante oración, a la obediencia de los lineamientos del Magisterio en asuntos de sexualidad, a la mortificación y a la práctica de las virtudes, particularmente de la prudencia y de la templanza, ya que la concupiscencia que tenemos siempre nos induce al desorden.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
De ninguna manera. El Señor Jesús sólo precisa en qué sitio de la arquitectura de la persona se da realmente la decisión de amar a Dios o de amar a una criatura en lugar suyo.
Pablo Nazareo
 
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor anel » Mié May 02, 2012 10:16 pm

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
El adulterio en el corazón que comete un hombre al mirar a una mujer deseándola, es un acto que viene desde adentro, del interior de la persona. Ese acto interior es al que Jesús se refiere, el que saca a luz para iluminar lo que hay en el corazón del hombre, de donde proviene su pecado. Es más importante lo que hay en el interior del hombre, que lo que hay en su exterior. Jesús quiere hacer conciencia de la destrucción que causa el pecado.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
El pecado causa que el hombre y la mujer no logren alcanzar la comunión de las personas, ya que se encuentran en un estado de continua insatisfacción en la unión que intentan de sus cuerpos.

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
Los primeros padres al caer en el pecado, se vieron desnudos uno ante el otro, se vuelven incapaces de vivir la comunión a la cual fueron llamados, esa comunión transparente; sienten vergüenza, se vuelven incapaces de entregarse libremente el uno al otro y notando ya sus signos de sexualidad. Toman conciencia de que pueden ser utilizados por el otro, pueden ser “cosificados”, tratados como objetos.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
Porque no logran alcanzar la plena comunión de las personas en esa unión.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
Son una acusación al corazón, a lo que brota del corazón, al corazón del hombre como fuente de pecado.
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor anel » Mié May 02, 2012 10:17 pm

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
El adulterio en el corazón que comete un hombre al mirar a una mujer deseándola, es un acto que viene desde adentro, del interior de la persona. Ese acto interior es al que Jesús se refiere, el que saca a luz para iluminar lo que hay en el corazón del hombre, de donde proviene su pecado. Es más importante lo que hay en el interior del hombre, que lo que hay en su exterior. Jesús quiere hacer conciencia de la destrucción que causa el pecado.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
El pecado causa que el hombre y la mujer no logren alcanzar la comunión de las personas, ya que se encuentran en un estado de continua insatisfacción en la unión que intentan de sus cuerpos.

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
Los primeros padres al caer en el pecado, se vieron desnudos uno ante el otro, se vuelven incapaces de vivir la comunión a la cual fueron llamados, esa comunión transparente; sienten vergüenza, se vuelven incapaces de entregarse libremente el uno al otro y notando ya sus signos de sexualidad. Toman conciencia de que pueden ser utilizados por el otro, pueden ser “cosificados”, tratados como objetos.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
Porque no logran alcanzar la plena comunión de las personas en esa unión.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo? Son una acusación al corazón, a lo que brota del corazón, al corazón del hombre como fuente de pecado.
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor YURANY » Mié May 02, 2012 10:27 pm

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?

Adulterio del corazón significa a la luz del sermón de la montaña, que el hombre no solo peca a través de sus actos exteriores que son los visibles y son los condenables por la sociedad y las leyes sino que el principal combate del hombre esta en ser consciente que también se peca a través de la intención en su interior con respecto a ver el otro como un objeto de satisfacción, lo utiliza egoístamente.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
Es la tendencia natural de los seres humanos a obrar el mal como consecuencia del pecado original, es el resultado de la ruptura con el plan original de Dios, en el plano sexual el hombre y la mujer ya no se sienten plenos y satisfechos consigo mismo y con el otro, alcanzando una comunión plena, por ello se hayan insaciables en esa unión entre el hombre y la mujer.

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?

Vergüenza originaria tiene que ver con la actitud del hombre y la mujer de ocultar sus características sexuales (cuerpo) porque debido al pecado original descubren que pueden llegar a considerar al otro como un objeto sexual, para la satisfacción personal, es así como se vuelven incapaces de donarse libremente el uno al otro.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?

La insaciabilidad es debido a la concupiscencia que habita en ellos, que no les permite la plena comunión, porque no se perciben como personas sino como objetos.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
Yo considero que lo que Cristo manifiesta es que el cuerpo es una creación perfecta y que este solo exterioriza lo que proviene del interior del hombre, es decir de su corazón, por tanto debemos de dejar de considerar el cuerpo como el objeto de pecado contra el cual debemos combatir sino por el contrario sacar a la luz aquello que oscurece el corazón del hombre que es donde radica el pecado, para lograr sanar las heridas producidas por el pecado original y retomar el camino trazado por Dios para alcanzar la plena felicidad y comunión.
YURANY
 
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor ing-enyo » Mié May 02, 2012 10:35 pm

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
Quien mira deseando a la otra persona como solo objeto de placer ya cometió adulterio pues se pierde la mirada limpia con que el hombre debe mirar al otro, es decir desde el corazón viendo en el otro la imagen de Dios que es amor. Y así lo dice Cristo “Dichosos los limpios de corazón porque ello verán a Dios” En Mt. Jesucristo dice: “todo el que mira con malos deseos a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” No es el acto objetivo del cuerpo, sino la sensibilidad dañada del espíritu. En el corazón se encuentra la diferencia entre la mirada a la comunión y la mirada fruto de la concupiscencia que cosifica al otro, que lo pone ante sus ojos y corazón como un objeto de placer.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
Mirar deseando poseer al otro con lujuria, que es la fuente de la vergüenza; llegar a sentir la triple concupiscencia, de la carne, de los ojos y la jactancia de las riquezas (1Jn 2,16)

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
El tomar conciencia de que para el otro ya no se es sujeto sino un objeto del que puede apropiarse como un medio para satisfacción personal. El uno ya no se es mas que objeto del sujeto, es decir, cualquiera de los dos se vuelve objeto para el otro. Ya no son dos personas que forman ya unidad dual del ser humano.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
La naturaleza del hombre herida en sus virtudes lo hacen poner a prueba su inteligencia y voluntad y en ese combate espiritual el hombre ha perdido el sentido original dela sexualidad y lo lleva a una insaciabilidad en la unión por el dominio y avasallamiento mutuo, no pudiendo acoger el don mutuo de la persona. Las pasiones desafían a la voluntad en contra del bien escogido por la inteligencia. El corazón es pues un campo de batalla entre el amor y la concupiscencia.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
Cristo no acusa, solamente recuerda y desea que se vuelva a los orígenes, insistiendo en el bien de la sexualidad pero siempre vivida de acuerdo “al principio”; sin embargo es necesario el esfuerzo por vivirla con responsabilidad. Así Cristo solo afirma la validez no solo ideal sino también normativa del matrimonio y de la sexualidad “al principio” en un contexto de aclaración y defensa de sus propiedades. Y trata de hacerles ver que el mal nace del corazón, en la conciencia y en las actitudes de la persona humana.
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor ing-enyo » Mié May 02, 2012 10:36 pm

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
Quien mira deseando a la otra persona como solo objeto de placer ya cometió adulterio pues se pierde la mirada limpia con que el hombre debe mirar al otro, es decir desde el corazón viendo en el otro la imagen de Dios que es amor. Y así lo dice Cristo “Dichosos los limpios de corazón porque ello verán a Dios” En Mt. Jesucristo dice: “todo el que mira con malos deseos a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” No es el acto objetivo del cuerpo, sino la sensibilidad dañada del espíritu. En el corazón se encuentra la diferencia entre la mirada a la comunión y la mirada fruto de la concupiscencia que cosifica al otro, que lo pone ante sus ojos y corazón como un objeto de placer.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
Mirar deseando poseer al otro con lujuria, que es la fuente de la vergüenza; llegar a sentir la triple concupiscencia, de la carne, de los ojos y la jactancia de las riquezas (1Jn 2,16)

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
El tomar conciencia de que para el otro ya no se es sujeto sino un objeto del que puede apropiarse como un medio para satisfacción personal. El uno ya no se es mas que objeto del sujeto, es decir, cualquiera de los dos se vuelve objeto para el otro. Ya no son dos personas que forman ya unidad dual del ser humano.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
La naturaleza del hombre herida en sus virtudes lo hacen poner a prueba su inteligencia y voluntad y en ese combate espiritual el hombre ha perdido el sentido original dela sexualidad y lo lleva a una insaciabilidad en la unión por el dominio y avasallamiento mutuo, no pudiendo acoger el don mutuo de la persona. Las pasiones desafían a la voluntad en contra del bien escogido por la inteligencia. El corazón es pues un campo de batalla entre el amor y la concupiscencia.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
Cristo no acusa, solamente recuerda y desea que se vuelva a los orígenes, insistiendo en el bien de la sexualidad pero siempre vivida de acuerdo “al principio”; sin embargo es necesario el esfuerzo por vivirla con responsabilidad. Así Cristo solo afirma la validez no solo ideal sino también normativa del matrimonio y de la sexualidad “al principio” en un contexto de aclaración y defensa de sus propiedades. Y trata de hacerles ver que el mal nace del corazón, en la conciencia y en las actitudes de la persona humana.
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor Pak-o » Mié May 02, 2012 11:00 pm

Participación en el foro

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?

Los fariseos tenían presente el acto “exterior”, en el adulterio solo el acto corporal, el que puede constatarse materialmente, es el que cuenta, pues solo eran capaces de “ver” lo que sus ojos podían captar. Pero Jesucristo que va más allá en toda su predicación de la Buena Nueva, cuando en el Sermón de la montaña menciona – “…Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón”. (Mt. 5,27-28), el enseña que “veamos” los hechos, desde el corazón (conciencia), pues es el corazón en el hombre lo que constituye la fuente profunda de su pecado, y que por ello es mucho más importante que el acto exterior.

Son los actos “interiores” de los que podemos sacar la luz para iluminarnos, pues en el corazón está escrita de manera natural, la Ley del Amor.


2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?

Concupiscencia, es el perpetuo estado de insatisfacción por causa del pecado, que el hombre y la mujer experimentan en la unión que intentan de sus cuerpos, y que como personas, tampoco pueden alcanzar la plena comunión.

Por la naturaleza de su origen creacional, el hombre y la mujer están llamados a existir en “comunión”, pero la concupiscencia pesa sobre ellos jamás será saciada, y por lo tanto seguirán avasallándose mutuamente.


3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?

Nuestro querido Juan Pablo II nos enseña al respecto que la vergüenza original es el brote inmediato, instantáneo, en la conciencia (corazón) del hombre y la mujer, del hecho de ambos pueden convertirse para el otro en un simple objeto de placer, de procreación, de aprobación, de prestigio personal.

Descubren que pueden ser “cosificados”, reducidos a la condición de medios y dejar de ser considerados como personas en cuanto sujetos, y esta amenaza la perciben a través de los signos de la masculinidad y de la feminidad.

El Hombre (Adán) y la mujer (Eva), toman conciencia de que con estos signos pueden provocar en el otro un deseo de utilizarlos como objetos, como medios de goce, de satisfacción sexual, de procreación.


4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?

Por la Concupiscencia

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?

NO naturalmente, cuando son comprendidas en su justa magnitud. Cristo nos invita a no “cosificarnos” el uno al otro, a no considerarnos objetos de placer solamente o por conveniencia biológica, NO.

Cristo guía al hombre para que recupere el sentido de lo que hay profundamente en el proyecto Salvífico de Dios para el Hombre, un ser hecho para la comunión, “en el principio”, pero para el hombre actual, al cual le dirige el sermón de la montaña, el pecado le ha cubierto de oscuridad cerrándole los ojos, y es Jesús quien le trae la luz, quien le abre los ojos en este y todos los sermones o predicaciones.
Pak-o
 
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor NANCY FABIOLA » Mié May 02, 2012 11:03 pm

1.-¿Cuál es el significado del adulterio del corazón en el sermon de la montaña?
R=Que Jesús quiere sacar a la luz para iluminar al mismo tiempo que hay en el corazón del hombre, es decir en su interior, reflexionando considero que Jesús quiere hacernos ver que el pecado viene del corazón y esto es lo que nos hace actuar, debemos estar más atentos en lo que guardamos en nuestro corazón

2.- ¿A que se refiere la concupiscencia del hombre?
R=A que por medio del pecado la comunión entre el hombre y la mujer se ve amenazada por ver al hombre o a la mujer como objeto de satisfacción personal .

3.-¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
R=La conciencia del hombre hacia el pecado

4.-¿Por qué en el segundo descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
R= Por que la misma conciencia del pecado y la vergüenza hacen que la unión y la comunión no sea perfecta

5.- ¿Son palabras de Cristo una acusación al corazón y una condenación al cuerpo?
R= No, es más bien una invitación a retomar la inocencia originaria que ayude a formar un hombre nuevo, y asì se vincula el principio con la redención
NANCY FABIOLA
 
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor MARIA DE FATIMA » Jue May 03, 2012 12:07 am

Hola, no me queda claro cual es la concupiscencia podria porfa vor explicar algo más gracias
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor uriel y rosy » Jue May 03, 2012 12:27 am

1.- QUE ES MAS GRAVE EL ACTO INTERIOR QUE EL EXTERIOR, YA QUE TODO LO MALO SALE DE EL CORAZON. JESUS APELA AL CORAZON DEL HOMBRE AL DECIR "AL PRINCIPIO".

2.-A CAUSA DE EL PECADO, EL HOMBRE CONOCE UN ESTADO DE INSATISFACCION EN LA UNION Y COMUNION CON LA MUJER; ES DECIR SIEMPRE ESTA AMENAZADO POR LA INSACIABILIDAD

3.-REDUCIR Y UTILIZAR A LA PERSONA A UN MERO OBJETO DE PLACER, DE APROPIACION; PISOTEANDO SU DIGNIDAD. CON TAL DE SATISFACER SU NECESIDAD SEXUAL.

4.-POR QUE EL HOMBRE YA NO ALCANZA SU PLENA COMUNION Y UNION A LA QUE ESTA LLAMADO DESDE EL PRINCIPIO, SINO QUE SIEMPRE ESTA AMENAZADO POR EL DOMINIO Y LA POSESION

5.-NO, NINGUNA DE LAS DOS, YA QUE JESUS LLAMA AL HOMBRE A BUSCAR EL PRINCIPIO.
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor Federico Santos » Jue May 03, 2012 1:11 am

1.¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
En la moral cristiana se le da mucha importancia a las intenciones porque una mala intención puede pervertir hasta la obra más santa, por ejemplo: puedo ser un hombre de mucha oración pero sólo para que me vean y me admiren.
En un proceso pedagógico y formativo hay que ayudar a las personas a ir a su interior, a encontrar las raíces del pecado, a no quedarse con el pecado “externo” que muchas veces es la punta del iceberg.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
A esa inclinación que nos viene desde nuestros primeros padres a lo prohibido, a lo pecaminoso. Somos un cúmulo de pasiones que toda la vida debemos aprender a encauzar adecuadamente porque una pasión mal encauzada nos puede llevar por ejemplo a matar a otra persona en un arranque de ira.

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
Pienso que este tema se relaciona con el del pudor (Cf. Catecismo de la Iglesia, 2521-2524).
Es interesante constatar cómo los niños a determinada edad (los psicólogos podrían precisar más) diríamos “instintivamente desarrollan” el pudor: comienzan a ocultarse de las miradas ajenas incluso de sus progenitores.
Experimentar vergüenza nos recuerda nuestra limitación humana.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
Si por “segundo” descubrimiento se entiende el que se da después del pecado original podríamos decir que el hombre, en su soledad, descubre que no se basta a sí mismo: que necesita de otro para completarse.
Se dice que el hombre es insaciable lo cual puede llevarlo a ser un incansable buscador de la verdad como a convertirse en un eterno insatisfecho e infeliz.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
Cristo nunca condenó el cuerpo sino clarifica, llama a cada cosa como se debe y lo pone en su lugar. Contra una moral fría y legalista, Cristo propone la misericordia.
Definitivamente todos debemos empeñarnos toda la vida en la conversión, la purificación del corazón, es decir, de los sentimientos, afectos, etc. Aquello que muchas veces no se ve pero sabemos es lo más íntimo de nuestro ser.
Federico Santos
 
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor lilicote » Jue May 03, 2012 7:24 am

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
es el adulterio al desear de una forma desordenada al otro
2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
la sed de saciarse que no es calmada ya que no se busca la comunion con Dios y con el otro

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
cuando el pecado entra al mundo se sintio verguenza pues al darse cuenta del estado de desnudez se siente temor se ser utilizado y tratado como una cosa
4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
porque el sexo puede covertirse en actos egoistas y no en una comunion del amor
5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
el cuerpo es bueno ante los ojos de Dios lo que hace al hombre impuro es lo que sale de su interior
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor ing-enyo » Jue May 03, 2012 9:04 am

ing-enyo escribió:1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
Quien mira deseando a la otra persona como solo objeto de placer ya cometió adulterio pues se pierde la mirada limpia con que el hombre debe mirar al otro, es decir desde el corazón viendo en el otro la imagen de Dios que es amor. Y así lo dice Cristo “Dichosos los limpios de corazón porque ello verán a Dios” En Mt. Jesucristo dice: “todo el que mira con malos deseos a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” No es el acto objetivo del cuerpo, sino la sensibilidad dañada del espíritu. En el corazón se encuentra la diferencia entre la mirada a la comunión y la mirada fruto de la concupiscencia que cosifica al otro, que lo pone ante sus ojos y corazón como un objeto de placer.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
Mirar deseando poseer al otro con lujuria, que es la fuente de la vergüenza; llegar a sentir la triple concupiscencia, de la carne, de los ojos y la jactancia de las riquezas (1Jn 2,16)

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?
El tomar conciencia de que para el otro ya no se es sujeto sino un objeto del que puede apropiarse como un medio para satisfacción personal. El uno ya no se es mas que objeto del sujeto, es decir, cualquiera de los dos se vuelve objeto para el otro. Ya no son dos personas que forman ya unidad dual del ser humano.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?
La naturaleza del hombre herida en sus virtudes lo hacen poner a prueba su inteligencia y voluntad y en ese combate espiritual el hombre ha perdido el sentido original dela sexualidad y lo lleva a una insaciabilidad en la unión por el dominio y avasallamiento mutuo, no pudiendo acoger el don mutuo de la persona. Las pasiones desafían a la voluntad en contra del bien escogido por la inteligencia. El corazón es pues un campo de batalla entre el amor y la concupiscencia.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?
Cristo no acusa, solamente recuerda y desea que se vuelva a los orígenes, insistiendo en el bien de la sexualidad pero siempre vivida de acuerdo “al principio”; sin embargo es necesario el esfuerzo por vivirla con responsabilidad. Así Cristo solo afirma la validez no solo ideal sino también normativa del matrimonio y de la sexualidad “al principio” en un contexto de aclaración y defensa de sus propiedades. Y trata de hacerles ver que el mal nace del corazón, en la conciencia y en las actitudes de la persona humana.



Quiero añadir a éste tema que el hombre gracias a su espìritu tiene "señorío" ante las reacciones instintivas de su cuerpo y quien rompe esta unión se convierte en bestia.
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor Orlando_Cruz » Jue May 03, 2012 10:07 am

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?

Entendiendo a nuestro corazón como fuente de nuestros sentimientos, no como un órgano aislado del cuerpo, podemos comprender que son nuestros propios sentimientos y pensamientos la fuente de nuestros pecados, un ejemplo de esto es el deseo de aquel cuerpo, para satisfacer una necesidad carnal, y no del alma.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?

La concupiscencia es ese deseo a satisfacer nuestros apetitos carnales, la concupiscencia es entonces aquella inclinación que tenemos a cometer el pecado.

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?

Esta vergüenza nace como producto del deseo impuro de otro ser, cuando se le reduce como medio para llegar a un fin, o como objeto para un servicio, es cuando nos sentimos avergonzados de nuestra masculinidad o nuestra feminidad, cuando apreciamos nuestro cuerpo no como un divino sino como una fuente para satisfacciones carnales.

4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?

Por que la unión de los cuerpos como comunión en uno solo se ha dejado de lado y nos hemos dado a la tarea de entregarnos a la concupiscencia y satisfacción de nuestros placeres, tratando de satisfacer únicamente la necesidad carnal.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?

No, es una acusación y una condenación a la raíz de nuestros actos nuestros sentimientos al origen de esos deseos, nuestro cuerpo el medio por el cual se comete el acto pero nuestro cuerpo por si solo carece de ese deseo a cometer el acto impuro,la impureza se ha albergado en nuestra alma y nuestro cuerpo ha sido el medio para saciar nuestros deseos.
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor anam46 » Jue May 03, 2012 10:11 am

Con alegría me dispongo a dar respuesta al segundo cuestionario.-
1.- ADULTERIO DE CORAZÓN
Alude a la mirada que se tiene desde la conciencia, a la profunda diferencia que existe entre la mirada de deseo de ser uno en el otro en la entrega libre, plena y transparente y la mirada vinculada con la concupiscencia.
El ADULTERIO de corazón marca la desunión y es mucho más importante que el adulterio como realidad corporal.
El ADULTERIO de corazón se da hasta entre los esposos cuando se considera al otro como simple objeto de satisfacción.

2.- CONCUPISCENCIA DEL HOMBRE.-
El pecado altera la mirada e introduce la diferencia entre la MIRADA del corazón y la MIRADA que utiliza,toma,busca solo el placer.
El cuerpo reacciona como el corazón le permite cuando se perturba frente al pecado. El hombre pierda la capacidad de otorgar al cuerpo y a la sexualidad el valor que poseen según el designio original de Dios.

3.- VERGÚENZA ORIGINARIA.-
A partir del pecado en el hombre cambia la mirada sobre su cuerpo desde la dimensión espiritual, afectiva y sensible. Desaparece la entrega absoluta, la comunión transparente entre él y la mujer, surdgiendo el estado de VERGÚENZA junto a la desconfianza y a la diferencia física de los sexos.

4.- SEGUNDO DESCUBRIMIENTO DEL SEXO.-
Los signos corporales femenino y masculino que al principio formaban parte de la entrega absoluta y plena, se convierten en el medio para la utilización del otro. A partir del pecado entre el hombre y la mujer nace el estado de permanente insatisfacción. Se rompe la unión por la propia reducción al estado de objeto, perdiendo el sentido de entrega primigenia ( espiritual, afectiva, sensible ).

5.- PALABRAS DE CRISTO. Bienaventuranzas
Cristo en sus palabras invita al hombre a retornar, a recuperar el sentido profundo del proyecto de Dios. Invita a recuperar el estado de conciencia originaria.

A la espera del próximo tema los saludo desde el profundo abrazo de amor en Cristo.- Ana María desde Argentina.
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor alcudemo » Jue May 03, 2012 11:01 am

1- Es un acto interior bien definido que es una desunión entre la persona mirada y el corazón del que mira deseandolo/a.
2- Al mirar deseando a un hombre/mujer se encuentra la marca de sumisión voluntaria del pecado que conocen un perpetuo estado de insastifación.
3- En que ambos pueden convertirse para el otro en un simple objeto de placer o como prestigio personal y social.
4- Se rompe la unión y no consiguen alcazar la plena comunión.
5- No, son una invitación que Cristo dirige al hombre para que recupere el sentido del proyecto de Dios, es un ser hecho para la comunión.


PARA MIS HERMANOS PAZ Y ALEGRIA EN EL RESUCITADO.
alcudemo
 
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Re: Tema III: El pecado, el deseo y la concupiscencia

Notapor lindoro50 » Jue May 03, 2012 12:30 pm

1. ¿Cuál es el significado del adulterio del “corazón”, a la luz del sermón de la montaña?
El hombre que se sirve de la mujer, de su feminidad, para saciar su propio instinto carnal aunque no lo haga con un acto exterior, ya en su interior ha asumido la actitud de adulterio del corazón, decidiendo así interiormente respecto a una determinada mujer. Este adulterio ´en el corazón´ puede cometerlo el hombre con relación a su propia mujer si la trata solamente como objeto de satisfacción del instinto. Ello reduce al otro al estado de objeto: Esta mirada puede proyectarla el marido sobre su mujer, y viceversa.

El Sermón de la Montaña es, por consiguiente, una invitación que Cristo dirige al hombre para que recupere el sentido de lo que hay profundamente en el proyecto de Dios: un ser hecho para la comunión. Esto no es posible para el hombre histórico, pecador, más que si se establece en una actitud de castidad que resulta de la purificación de su corazón. Esto es obra de la gracia obtenida por la redención.

2. ¿A qué se refiere la concupiscencia del hombre?
En sentido etimológico, “concupiscencia” puede designar toda forma vehemente de deseo humano. La teología cristiana le ha dado el sentido particular de un movimiento del apetito sensible que contraría la obra de la razón humana. El apóstol san Pablo la identifica con la lucha que la “carne” sostiene contra el “espíritu” (cf Ga 5, 16.17.24; Ef 2, 3). Procede de la desobediencia del primer pecado (Gn 3, 11). Desordena las facultades morales del hombre y, sin ser una falta en sí misma, le inclina a cometer pecados (Concilio de Trento: DS 1515).
San Juan distingue tres especies de codicia o concupiscencia: la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida. Siguiendo la tradición catequética católica, el noveno mandamiento prohíbe la concupiscencia de la carne.

3. ¿Cuál es el significado de la vergüenza originaria?.
La necesidad de esconderse al darse cuenta que estaban desnudos, indica que en lo profundo de la vergüenza observada recíprocamente, como efecto inmediato de haber comido del árbol de la ciencia del bien y del mal, ha madurado un sentido de miedo frente a Dios: miedo antes desconocido. 'Llamó Yahvéh Dios al hombre, diciendo: Dónde estás? Y éste contestó: Te he oído en el jardín, y temeroso porque estaba desnudo, me escondí' (Gen 3, 9-10). Este miedo pertenece a la esencia misma de la vergüenza; no obstante, la vergüenza originaria revela de modo particular su carácter: 'Temeroso porque estaba desnudo'. Nos damos cuenta de que aquí está en juego algo más profundo que la misma vergüenza corporal, vinculado a una reciente toma de conciencia de la propia desnudez. El hombre trata de cubrir con la vergüenza de la propia desnudez el origen auténtico del miedo, señalando más bien su efecto para no llamar por su nombre a la causa. Y entonces Dios Yahvéh lo hace en su lugar: '¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol de que te prohibí comer?' (Gen 3, 11).


4. ¿Por qué en el “segundo” descubrimiento del sexo hay una insaciabilidad de la unión?

A causa del pecado, el hombre y la mujer conocen un perpetuo estado de insatisfacción en la unión que intentan de sus cuerpos y a través de la cual ya no consiguen alcanzar la plena comunión de las personas: `No están llamados ya solamente a la unión y unidad, sino también "amenazados por la insaciabilidad de esa unión y unidad, que no cesa de atraer al hombre y a la mujer precisamente porque son personas, llamadas desde la eternidad a existir ´en comunión"´. Subsiste entre ellos una "concupiscencia" jamás saciada del todo de la que intentan liberarse en vano por el dominio y avasallamiento mutuos.

5. ¿Son las palabras de Cristo una acusación al “corazón” y una condenación del cuerpo?

Definitivamente no, por el contrario, el carácter del cristiano se caracteriza por una transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona humana, tanto del hombre como de la mujer, capaz de manifestar y realizar el valor del cuerpo y del sexo, según el designio originario del Creador, puestos al servicio de la ´comunión de las personas´, que es el substrato más profundo de la ética y de la cultura humana. El corazón humano el que ha sido turbado por el pecado, no el cuerpo. Si el cuerpo parece "rebelde", es porque el corazón del hombre ha perdido la "rectitud" del principio.

Mayo 3, 2012.
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lindoro50
 
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