por leandro del santo rosario » Lun Oct 03, 2011 10:23 pm
Querida hermana en Jesús y María:
El más profundo centro del alma, del que habla el Doctor Místico, es Dios mismo, que es más interior a nosotros que nosotros mismos (San Agustín). Porque a Dios se lo encuentra en lo profundo de nosotros. En lo más profundo, allí habita Dios. A medida que se crece en la caridad, en la unión con Dios, el hombre va volviéndose más interior, más espiritual, va hundiéndose más en su centro, en su corazón, donde en el centro habita Dios. Así, quien alcanza el grado sumo de perfección cristiana cuan posible es en esta vida, desposándose místicamente con el Esposo Jesús, siendo llevado a esta unión transformativa, ha llegado al más profundo centro, ha llegado a la morada donde habita Dios, y es uno con Él, tanto, que parece Él.
Podés profundizar en esta doctrina en el comentario de San Juan de la Cruz a su poema, en la parte de la obra donde comenta ese verso, al comienzo, pues es la primera estrofa. Está disponible en la red.
Para poder alcanzar el matrimonio espiritual, la Providencia ha dispuesto dos medios que se ordenan al Santísimo Sacramento, que es el que nos concederá la unión transformativa. Estos son la consagración a Jesús por María en la verdadera devoción a la Santísima Virgen, como lo enseña San Luis María de Montfort en su «Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen María», y el rezo fiel y perseverante del rosario diario.