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Estamos en vísperas del 12 de marzo, fiesta de Don Orione.
Es un santo que quiero muchísimo. Mi abuelo lo conoció y admiró y una vez aprovechó la ocasión para cambiarle un pañuelo con el que se había secado su transpiración. Tal pañuelo recortado y más recortado fue repartido a muchos.
También yo tengo un poquito. Conste que cuando mi abuelo recogió el pañuelo, Don Orione estaba vivo a su lado pero, sintió que podía llegar a ser santo y eso, de vulgar apariencia, convertirse en una reliquia.
Traeré distintos aspectos de la vida y obra de Don Orione. Muy bienvenido todo aquel que también lo haga.

Don Orione vivió en la Argentina

El 9 de octubre de 1934 llega al puerto de Bs As, y del 10 al 14 tiene lugar el “32° CONGRESO EUCARÍSTICO INTERNACIONAL”.

Muchas veces expresará Don Orione el poderoso impacto que produjo sobre él ese gran acontecimiento eucarístico:
“El Congreso Eucarístico fue un milagro; más de dos millones de fieles participaron y sintieron que el Papa estaba aquí, con nosotros, y que el triunfo de Nuestro Señor era, al mismo tiempo, un triunfo del Papa y de la Iglesia y de todo cuanto de social, de grande, de sobrehumano, de divino, la Iglesia y el Papa son, representan y proclaman.
La grandiosa celebración pública de fe, de amor, de adoración a Jesús Eucaristía en la Argentina superó todos los Congresos Eucarísticos que existieron y no sé cómo ni dónde podrá ser superada; sólo el cielo puede ser mejor. ¡Hemos entrevisto y gustado el cielo por anticipado!...".

Mañana recomienzo, los lunes, la Adoracón Eucarística, que Don Orione me lleve a verdadero recogimiento y devoción.

La Familia Orionita

El sacerdote Luis Orione (1872-1940) supo descubrir a Jesús en el más pobre y desamparado. “Ver y sentir a Cristo en el hombre”, esa fue su mirada y sentimiento más profundo; y su opción de vida: ser “un corazón grande y generoso capaz de llegar a todos los dolores y a todas las lágrimas”

A fin de realizar esta misión tan evangélica y testimonial, fundó la Pequeña Obra de la Divina Providencia, para que Religiosos y Laicos, unidos en un mismo camino, marcharan a la cabeza de los tiempos, en pos de transformar el mundo hacia una sociedad más humana.

Hoy, la Familia Orionita, frente a los desafíos de este tiempo, y convencida que “sólo la Caridad salvará al mundo”, pone su mayor esfuerzo en hacer de cada una de sus comunidades y obras, auténticos “faros de civilización” en medio del pueblo; sobre todo, entre los más pobres, en quienes resplandece la imagen de Dios.

Así, cada sacerdote, religiosa, médico, educador, joven voluntario, cada persona con discapacidad, niño, trabajador o amigo de la Obra –todos y cada uno– son la expresión viva y comunitaria de este carisma que el Señor confió a Don Orione, para ir a los últimos en nombre de la Iglesia.

Don Orione y su paso a la eternidad.

El 12 de marzo los orionitas conmemoramos el aniversario del fallecimiento de San Luis Orione, acontecimiento que se celebra como el paso a la eternidad del Padre fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.

Si bien la fiesta litúrgica de la memoria de San Luis Orione ha sido fijada el 16 de mayo, día de su canonización, en el afecto de la familia orionita el día de la muerte tiene un valor especial.

Nuestro Superior General, P. Flavio Peloso, nos explica que “en la tradición de la Iglesia y de nuestra fe, el día de la muerte es llamado “dies natalis”, el día del nacimiento en el Cielo, a la vida nueva y definitiva en Dios. Y en el caso de Don Orione, sabemos con certeza de fe que está en el Paraíso y en la gloria de Dios. Recordamos este día con afecto y devoción de hijos”.

En este día especial saludamos a toda la familia orionita, hermanados en el carisma del San Luis Orione.

Pensé (porque lo vi en calendarios aunque no en todos) que hoy era la fecha oficial.
Mejor así. Tenemos dos fiestas con todo lo que implican.

En 1922 -hace 90 años- Don Orione llegaba a la
Argentina, donde tendría oportunidad de vivir
su Primera Semana Santa en este país.

Estar alegre y bailar… hasta en Cuaresma

(fragmentos de cartas de Don Orione al P. Montagna y al P. Ignudi, año 1934)

Nosotros somos los alegres de la caridad: somos los santos de la alegría. ¡Ay de nosotros si andamos por ahí con gestos y cara de cuaresma! ¡No, no, yo quiero estar alegre y bailar –en el Señor- hasta en cuaresma!
Si estamos tristes ¿cómo daremos felicidad a los que están con nosotros? Tenemos que irradiar el gozo, la alegría de Dios, la felicidad de Dios: hacer sentir que servir y amar a Dios es vida, calor, ardor, es vivir siempre alegremente, y que sirviendo a Dios se siente una paz alegre, el bien, y el gozo santo de la vida.
Canten, toquen, alégrense en el Señor: llenen la casa de un dulce clima de fiesta. Yo quiero bailar, cantar y tocar, hasta después de muerto.
Hoy tengo muchas ganas de bailar: ¿habrá baile en el Cielo? Si hay música, habrá también baile: yo quiero cantar y bailar siempre. En todo caso el Señor me preparará una sección especial para no molestar demasiado a los contemplativos.
Estoy contento porque en el cielo habrá siempre fiesta: y en las fiestas, siempre hay alegría, cantos, bailes, en el Señor, y clima festivo. Quiero tenerlos a todos alegres: cantar y bailar siempre: quiero ser el santo de los bailes, de los cantos y de la alegría en el Señor.

Hola Tralalita, Dios te bendiga, te envío muchos saludos en el Señor.

tralalá escribió:Estoy contento porque en el cielo habrá siempre fiesta: y en las fiestas, siempre hay alegría, cantos, bailes, en el Señor, y clima festivo. Quiero tenerlos a todos alegres: cantar y bailar siempre: quiero ser el santo de los bailes, de los cantos y de la alegría en el Señor.

Me quedo con este fragmento. Había escuchado de él, pero de su vida estoy a oscuras, éste tema será bueno para aprender e imitarlo en sus virtudes. Gracias por colocarlo

Bendiciones.

Muchas gracias ANGY.
Los santos son alegres de verdad.
Rescato un párrafo de lo que pusiste del P. Hurtado:

Angy_29 escribió:Para quien sabe que no se cae un cabello de nuestra cabeza sin que el Padre de los cielos, que es al propio tiempo su Padre, lo sepa ¿qué podrá entristecerlo? Como decía Santa Teresa: "Dios lo sabe todo, lo puede todo; me ama". La gran receta para tener alegría, es vivir de fe.
San Alberto Hurtado S.J.
Fuente.
http://www.padrealbertohurtado.cl/index ... scritos_33

Magnífico, gran San Luis. Anímense y hagan conocer a santos que no lo son tanto (segun paises). Dios quiere darles gloria también en la tierra, para mayor ejemplo y camino de perfección de los hermanos en Cristo Jesús.

Sí, la gloria de DIOS es nuestra santificación.
Tenemos que poner todo en juego para conseguirla.
Soy muy amarrete en ese sentido pero,
la vida de Don Orione y otros santos,
me estimulan la respuesta a la gracia de DIOS.

tralalá escribió:Sí, la gloria de DIOS es nuestra santificación.
Tenemos que poner todo en juego para conseguirla.
Soy muy amarrete en ese sentido pero,
la vida de Don Orione y otros santos,
me estimulan la respuesta a la gracia de DIOS.

No dejes de ayudarme Don Orione.

Don Orione, Santo: Sonreíme y contagiame tu sonrisa.
Que me dé cuenta que por nada me pongo mal, por cosas o sentimientos que se evaporan.

Samuel I. 1,7-8.
Entonces Ana se ponía a llorar y no quería comer.
1:8 Pero Elcaná, su marido, le dijo: "Ana, ¿por qué lloras y no quieres comer? ¿Por qué estás triste?
¿No valgo yo para ti más que diez hijos?".

Elcaná no sé cuánto valdría pero, mi Señor DIOS, mucho más que todo.
Lo sé y sin embargo hago berrinches.
Don Orione, intercedé por mi, que DIOS me perdone y si es su Voluntad que me cure de tantos altibajos.

Sí, Angy, sí. Muchas gracias.

Mi Don Orione: ¡Qué bajo llegó tu tema! Pero, en la foto, he mirado tu mirada varias veces cada día.
Y de todos modos, estás en un lugar verdaderamente alto.
Pido que me sostengas cada día para que pueda agradar siempre al Señor.

Saludos Don Orione, desde la tierra hasta el cielo, e igual para los demás amigos que nos esperan allá

Están amenazando los foros?. ¿A por ellos!

Recemos y confiemos, así venceremos pues,
el Sagrado Corazón de Jesús se apiadará de nosotros.

tralalá escribió:Estar alegre y bailar… hasta en Cuaresma

(fragmentos de cartas de Don Orione al P. Montagna y al P. Ignudi, año 1934)

Nosotros somos los alegres de la caridad: somos los santos de la alegría. ¡Ay de nosotros si andamos por ahí con gestos y cara de cuaresma! ¡No, no, yo quiero estar alegre y bailar –en el Señor- hasta en cuaresma!
Si estamos tristes ¿cómo daremos felicidad a los que están con nosotros? Tenemos que irradiar el gozo, la alegría de Dios, la felicidad de Dios: hacer sentir que servir y amar a Dios es vida, calor, ardor, es vivir siempre alegremente, y que sirviendo a Dios se siente una paz alegre, el bien, y el gozo santo de la vida.
Canten, toquen, alégrense en el Señor: llenen la casa de un dulce clima de fiesta. Yo quiero bailar, cantar y tocar, hasta después de muerto.
Hoy tengo muchas ganas de bailar: ¿habrá baile en el Cielo? Si hay música, habrá también baile: yo quiero cantar y bailar siempre. En todo caso el Señor me preparará una sección especial para no molestar demasiado a los contemplativos.
Estoy contento porque en el cielo habrá siempre fiesta: y en las fiestas, siempre hay alegría, cantos, bailes, en el Señor, y clima festivo. Quiero tenerlos a todos alegres: cantar y bailar siempre: quiero ser el santo de los bailes, de los cantos y de la alegría en el Señor.

Lo traje de la primera página para que no se nos olvide.
Desde que descubrí esas ganas suyas de expresar su alegría bailando, cuando miro su foto ya no sólo le doy gracias o le pido ayuda o le sonrío. Muchas veces además le digo: Ya vamos a bailar en el Cielo.
Con los cuerpos gloriosos no correré el riesgo de pisarlo. Ese pensamiento me alegra. Quizás sea pequeñito comparado con toda la maravilla que será estar todos unidos en DIOS. Por algo se empieza.
Quizás una traducción de "Amaos los unos a los otros" podría ser "Alegraos los unos con los otros".

Traigo un himno de los orionitas, la congregación que él fundó pero, podemos decirlo o si alguien lo sabe cantarlo con devoción.

Himno a Don Orione

Al apóstol de Dios, Don Orione
Nuestro padre y santo fundador,
Elevemos un férvido canto
Florecido en su gloria y honor.

Padre amante de todos los pobres,
De los niños y la juventud
A quien visteis, humilde y piadoso,
La presencia del mismo Jesús,
Que se cumpla tu anhelo supremo:
Que en los pueblos triunfe la cruz.

Oh, milagro de fe y entereza
Oh, prodigio de místico amor.
Por el Papa, por Dios y la Virgen
Cuán heroico fue su gran corazón.

Fiel obrero de la providencia
Que supiste las penas calmar
Y las almas llevasteis a Cristo,
Ofreciendo a los pobres el pan,
Que se cumpla tu anhelo supremo:
Caridad, caridad, caridad.

HAY UN CORAZON - IGNACIO COPANI
http://www.youtube.com/watch?feature=pl ... s9HZl3Bxzk