Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Un espacio de discusión, para comentar los temas de actualidad que pueden interpelar nuestra vida diaria, asumiendo siempre nuestra participación como católicos: dudas, hechos, noticias, opiniones y testimonios

Moderadores: Ictus, Catholic.net, Ariel, Moderadores Animadores

Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor Sariyamari » Dom Nov 04, 2012 6:09 am

Sé que este título es bastante dramático; pero me ha parecido oportuno expresarlo así, porque lo cierto es que a mí este asunto me parece un drama escandaloso.
Anoche, mi madre y yo pasamos un rato debatiendo sobre el aborto a raíz del último episodio de una serie policíaca que acabábamos de ver en televisión. Ella considera que el aborto, en algunos casos, puede llegar a considerarse un mal menor, mientras que yo sostengo que el aborto siempre será un auténtico dilema ético, porque considero que los fetos son ya seres humanos. Hablamos, sobre todo, de los casos de chicas adolescentes que se quedan embarazadas y son obligadas por sus familias a tener un bebé que no desean. El caso es que volvió a salir un tema que tengo que comentar en alguna parte; porque lo cierto es que me da muchísima rabia, porque es una evidencia de que muchas personas que se dicen católicas están preñadas de pura hipocresía.
Vivo con mi familia en un pueblo pequeño al sur de España, donde aún quedan rastros de la mentalidad que existía entes del Concilio Vaticano II (con ello quiero decir que muchos de mis vecinos son muy tradicionales); y mi madre, siempre abierta al debate, estuvo trabajando un tiempo en un instituto donde gran parte del profesorado se preciaba de ser cristiano. Todas estar personas rechazan el aborto; pero lo hacen, en mi opinión, por unas razones que nada tienen que ver con la defensa de la vida o la caridad cristiana: simplemente, consideran que las mujeres que se quedan embarazadas fuera del matrimonio deben cargar el resto de su vida con las consecuencias de su "libertinaje". En efecto, no consideran a ese hijo como un ser humano que debe ser respetado, sino como un castigo por el pecado cometido: la mujer que ha concebido fuera del matrimonio no debe abortar porque está obligada a sufrir la penitencia por su pecado y, según ciertas mentalidades, a lucir de forma visible por el resto de sus días la marca de su impureza. Estas mujeres, si aún viven con sus padres, se exponen a ser expulsadas de la casa paterna; a ser repudiadas por el resto de la comunidad y convertirse en parias. Y eso se ha visto en mi propio pueblo, en el sur de España, en el siglo XX. Yo sondeé a fondo a mi madre para hallar la causa primera de esta injusticia, y ella me acabó contestando que las chicas que habían llegado a sufrir estas situaciones habían acabado en ellas en nombre de la religión católica, que se las había considerado "impuras" y, por ello, se había intentado alejarlas de la familia para evitar que se pensara que apoyaban su pecado. Cuando yo le dije que eso era una barbaridad, llegó a pensar que me estaba contradiciendo; y tardé un rato en hacerla comprender que, como cristiana, considero que la vida humana debe respetarse y preservarse, y que no se debe permitir que nuestra "honra" sea más importante para nosotros que la vida de nuestros propios hijos; y que hay más pecado en un padre que abandona a su propio hijo a su suerte que en una relación sexual prematrimonial. Y que, por supuesto, es necesario tener en cuenta que un hijo es una responsabilidad tremenda y que toda mujer que mantenga relaciones sexuales debe estar al tanto de que corre el riesgo de contraer una responsabilidad para la que no está preparada; pero que considerar a un humano como un castigo es una auténtica aberración. No puedo evitar pensar en ese niño o en esa niña que un día crecerá y tendrá una vida propia; y que tendrá que vivir con ese estigma: haber venido al mundo como castigo para su madre por acostarse con su novio sin estar casada.
¿Qué me dicen ustedes de todo esto?
Su cuerpo dejaran, no su cuidado;
serán ceniza, más tendrá sentido;
polvo serán, más polvo enamorado.

(Amor constante más allá de la muerte, Francisco de Quevedo
Sariyamari
 
Mensajes: 63
Registrado: Lun Jun 07, 2010 7:00 am

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor Ariel » Dom Nov 04, 2012 8:04 pm

Un hijo no es ningún castigo más allá de los motivos por el cual a sido engendrado.

Bendiciones!
Avatar de Usuario
Ariel
Moderador Animador
 
Mensajes: 893
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Argentina

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor Jose Alberto G » Lun Nov 05, 2012 12:57 am

Para nada es un castigo: es un regalo de Dios. Más fácil es verlo como la consecuencia natural de un acto natural (las relaciones sexuales), independientemente de si sea dentro o fuera del matrimonio. Ahora, que ese regalo llege en un momento donde la madre no está preparada, eso es una posibilidad. Por eso es importante la castidad en lo que tiene que ver con las relaciones sexuales deseadas; y en el caso de las relaciones forzosas, no siempre ocurre el embarazo. En caso de que ocurra, caemos en el primer punto: no es un castigo divino, sino la consecuencia natural de un acto natural.
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in saecula saeculorum. Amen
Avatar de Usuario
Jose Alberto G
 
Mensajes: 68
Registrado: Vie Ago 31, 2012 8:39 pm
Ubicación: Santo Domingo, República Dominicana

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor montealegredelariv » Lun Nov 05, 2012 10:26 pm

Sariyamari, me gustaría que me explicaras que entiendes tú por:
-hipocresía (¿no pensar como tú?)
-catolicismo tradicional (¿el catolicismo que no está descafeinado, que no es de "buen rollito"?)
-mentalidad anterior al Vaticano II (¿antes del último concilio los católicos no hacían nada bien?)
Sariyamari escribió:la mujer que ha concebido fuera del matrimonio no debe abortar porque está obligada a sufrir la penitencia por su pecado

Dios puede sacar un bien (una vida) de un mal (un pecado), pero eso no elimina el hecho de que ese mal existió, y todo acto tiene sus consecuencias.
Sariyamari escribió:y que hay más pecado en un padre que abandona a su propio hijo a su suerte que en una relación sexual prematrimonial.

Eso depende.
Y si, el título (y en general todo el mensaje) es muy melodramático.
Imagen
Avatar de Usuario
montealegredelariv
 
Mensajes: 306
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Aquí

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor Sariyamari » Mié Nov 07, 2012 2:35 pm


Será un placer contestar. Lo que yo entiendo como hipocresía es tener una doble moral; como, por ejemplo, ser lo suficientemente buen cristiano como para ir a misa todos los domingos pero ser incapaz de perdonarle a un hijo que haya "manchado la imagen que querías dar". Y con lo de la mentalidad anterior al Concilio Vaticano II y al catolicismo tradiconal me refiero, simplemente, a que muchas mujeres mayores que van a la iglesia los domingos todavía tienden a sentarse en zonas distintas que los hombres a menos que vayan con sus familias, por ejemplo. Ahora, el resto.

Lo que a mí me escandaliza no es que se consideren pecado las relaciones prematrimoniales ni que se las censure; sino que la mayoría de mis vecinos no piensa realmente que el aborto sea un asesinato. Sólo están en contra porque es la consecuencia de una relación sexual prematrimonial, es decir, la consecuencia de un pecado; y creen que la pecadora debe cargar con ella. Lo que ellos piensan cuando alguien habla de una chica que espera un bebé no deseado no es "¡No, no lo mates! ¡Es tu hijo! Piensa que luego lo vas a querer, y tal" sino "Ahora te las apañas, por lista. No haberte acostado con nadie". Es eso lo que no comprendo: que vean el pecado cometido con más intensidad y claridad que el asesinato que se va a cometer.

Y en cuanto a lo de que hay más pecado en un padre que abandona a su propio hijo a su suerte que en una relación sexual prematrimonial; bueno, el pecado pecado es. Pero en una relación prematrimonial, dependiendo de las circunstancias, no se puede hablar de una dureza de corazón, llegado el caso, ni siquiera de una falta de amor (pongamos el caso de los prometidos que se van a casar la semana que viene; aunque es evidente que a esos les traerá sin cuidado que sus padres les echen de casa porque ya tienen comprada la suya). Abandonar a un hijo a su suerte, ponerle la matela en la puerta a alguien que depende de uno y a quien, además, se supone que se quiere, sólo porque ha manchado la imagen social de la familia y no se quiere que la gente piense que se bendice su actitud, me resulta completamente inconcebible. Sobre todo teniendo en cuenta que esa hija, con el estigma de "madre soltera", las va a tener muy, pero que muy crudas para salir adelante. En el tipo de lugares en que ocurren estas cosas en la España de hoy, la persona no tardará, para empezar, en tener que irse del pueblo si pretende encontrar trabajo, y eso en caso de que tenga edad legal para trabajar. En ese caso sí puede hablarse de una falta de amor.

En cuanto a que es muy melodramático, es posible. Pero ya he dicho que me siento muy impactada.
Su cuerpo dejaran, no su cuidado;
serán ceniza, más tendrá sentido;
polvo serán, más polvo enamorado.

(Amor constante más allá de la muerte, Francisco de Quevedo
Sariyamari
 
Mensajes: 63
Registrado: Lun Jun 07, 2010 7:00 am

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor montealegredelariv » Mié Nov 07, 2012 9:43 pm

Sariyamari, lo primero decirte que he releído mi mensaje y me parece que me excedí en el tono. Podría decirte que eran más de las 5 de la mañana, que acababa de leer los mensajes de alfonsomx63 sobre el pecado original
(10 páginas, 197 mensajes, más de 3 horas leyendo, y el tío que sigue sin enterarse :x ), pero solo serían excusas.
Si te he molestado de alguna forma te pido perdón.
Lo segundo, paso a responderte:
Sariyamari escribió:Lo que yo entiendo como hipocresía es tener una doble moral; como, por ejemplo, ser lo suficientemente buen cristiano como para ir a misa todos los domingos pero ser incapaz de perdonarle a un hijo que haya "manchado la imagen que querías dar".

Si el hijo está verdaderamente arrepentido, entonces si, la actitud del padre no sería nada cristiana. Pero el honor (qué poco se habla del honor hoy día) no tiene nada que ver con mantener las apariencias, no los confundamos. No se cuanto hay de lo uno o de lo otro en esas personas, tú que las conoces lo sabrás mejor que yo.
Sariyamari escribió:
Y con lo de la mentalidad anterior al Concilio Vaticano II y al catolicismo tradiconal me refiero, simplemente, a que muchas mujeres mayores que van a la iglesia los domingos todavía tienden a sentarse en zonas distintas que los hombres a menos que vayan con sus familias, por ejemplo.

Y eso ¿qué tiene de malo?
Sariyamari escribió:
Lo que a mí me escandaliza no es que se consideren pecado las relaciones prematrimoniales ni que se las censure; sino que la mayoría de mis vecinos no piensa realmente que el aborto sea un asesinato. Sólo están en contra porque es la consecuencia de una relación sexual prematrimonial, es decir, la consecuencia de un pecado;[...]Es eso lo que no comprendo: que vean el pecado cometido con más intensidad y claridad que el asesinato que se va a cometer.

Entonces tienes toda la razón, es escandaloso. Objetivamente un asesinato es mucho más grave.
Sariyamari escribió:
"No haberte acostado con nadie".

Ahí tienen razón. Si somos suficientemente maduros para ciertas cosas, también lo seremos para sus consecuencias. Eso es algo que esta sociedad infantiloide no quiere asumir.
Sariyamari escribió:
Pero en una relación prematrimonial, dependiendo de las circunstancias, no se puede hablar de una dureza de corazón, llegado el caso, ni siquiera de una falta de amor [...] Abandonar a un hijo a su suerte, ponerle la matela en la puerta a alguien que depende de uno y a quien, además, se supone que se quiere,[...]En ese caso sí puede hablarse de una falta de amor.

Si amas a alguien buscarás hacer lo mejor para ese alguien, y a veces eso incluye, desgraciadamente, lo de la maleta en la puerta (también dependiendo de las circunstancias, no se puede hablar de una dureza de corazón, llegado el caso, ni siquiera de una falta de amor).
Imagen
Avatar de Usuario
montealegredelariv
 
Mensajes: 306
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Aquí

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor Sariyamari » Dom Nov 11, 2012 7:46 am

No pasa nada, tampoco ha sido tanta molestia. Además, no sería la primera vez que no me explico del todo bien, y eso hace que a la gente le cueste comprender lo que quiero decir.

Sariyamari escribió:
Lo que yo entiendo como hipocresía es tener una doble moral; como, por ejemplo, ser lo suficientemente buen cristiano como para ir a misa todos los domingos pero ser incapaz de perdonarle a un hijo que haya "manchado la imagen que querías dar".


Si el hijo está verdaderamente arrepentido, entonces si, la actitud del padre no sería nada cristiana. Pero el honor (qué poco se habla del honor hoy día) no tiene nada que ver con mantener las apariencias, no los confundamos. No se cuanto hay de lo uno o de lo otro en esas personas, tú que las conoces lo sabrás mejor que yo.


En estos casos, créame, la chica en cuestión se muestra más que arrepentida. Este tipo de situaciones les parecen el fin del mundo... y preferirían cualquier cosa a encontrarse en la situación en la que se encuentran.

Sariyamari escribió:
Y con lo de la mentalidad anterior al Concilio Vaticano II y al catolicismo tradiconal me refiero, simplemente, a que muchas mujeres mayores que van a la iglesia los domingos todavía tienden a sentarse en zonas distintas que los hombres a menos que vayan con sus familias, por ejemplo.



Y eso ¿qué tiene de malo?


Pues que las personas que dicen no creer en Dios cuando lo que en realidad hacen es negarse a ir a misa lo hacen porque creen que van a ir a la iglesia a oír lo pecadores que son y lo horrible que es el infierno en lugar de a oír que merece la pena amar al prójimo como a uno mismo; porque eso es lo que oían en las misas a la antigua usanza. Lo digo por experiencia: he visto a tres sacerdotes en mi parroquia, y he asistido a las misas de otros muchos desde que me mudé.
Del primero de esos tres curas, el que ha sentado bases en mi inconsciente sobre cómo es un buen cura, un pastor que se preocupa por su rebaño e intenta predicar con el ejemplo, mi padre (anticlerical por principios) dice a menudo que "parecía tonto de lo bueno que era". Ahora mismo, cuando salgo de las misas de nuestro actual párroco, salgo pensando en cómo ser mejor persona, en si aquello que dije el otro día no le habría hecho daño a mi chico sin necesidad, en si no debería hablar con mi madre para explicarle que preferiría que no me molestase mientras estoy escuchando música porque eso significa que me gustaría pasar un rato sola en lugar de enfadarme con ella y gritarle. Sin embargo, recuerdo todavía las misas de nuestro anterior párroco (el segundo), cuando yo todavía era una chiquilla trece años con un trastorno autístico aún por diagnosticar cuya vida, un tanto solitaria, consiste en ir de la casa al instituto y del instituto a casa; y las únicas cosas que me salpicaban la conciencia eran no ir a misa con regularidad (puro instinto de supervivencia, no iba porque lo pasaba rematadamente mal y aún no le veía la utilidad) y las llantinas-rabieta que tenía en clase cuando me hartaba de que mis compañeros me hicieran bulling y que sacaban de quicio a mis profesores, de las que mucha gente me decía que tenía que sentirme culpable pero que yo encontraba plenamente justificadas, dada mi pésima situación. El caso es que apenas tenía verdaderos pecados que confesar y, sin embargo, aquellos sermones me hacían sentirme fatal. Me resultaban tan desagradable que, cuando rezaba para pedir ayuda a Dios para que me ayudase a salir de un trance especialmente duro, como esos en los que poder hacer o no mis trabajos para el instituto dependía de que una persona estuviera o no en su casa cuando yo llamaba a la puerta para pedirle que me prestase algo, hacía voto de asistir a misa ese domingo y confesarme para poder comulgar; y me lo tomaba como un sacrificio. Y,aunque el tiempo ya ha pasado y esas defensas rudimentarias me parecen sumamente infantiles, todavía recuerdo lo cobarde, lo pecadora y lo impura que me sentía al oír aquellos sermones. A día de hoy, que he estudiado a Kant en clase de filosofía, entiendo mejor los miedos de mi gente: nadie ha razonado con ellos, nadie les ha explicado por qué hay que ir a misa los domingos ni por qué no se deben consentir los pensamientos y deseos impuros, se han limitado a enseñarles que si no cumplen esos Mandamientos irán al Infierno. Y eso, francamente, me parece terriblemente contraproducente, porque son el código de conducta más razonable que conozco; y yo nunca he tenido dificultades para comprenderlo cuando se me ha explicado. También le debo a esta racionalización el hecho de que, aunque confío en la confesión como medio para pedir disculpas por el mal cometido y en la penitencia como medio para repararlo, entiendo la importancia de no pecar aunque luego vayan a perdonarme, cosa que, de lo contrario, se me escaparía. Se podría decir que entiendo mejor lo graves que son mis faltas y, por ende, lo grande que es el amor que Dios me tiene, porque me las perdona.

Por eso, cuando comparo lo que yo pienso al respecto de todo esto con lo que normalmente se piensa en mi entorno; cuando debato con mi padre sobre el asunto de su supuesto ateísmo y ni yo puedo negar que tiene razones de peso para estar traumatizado por el modo de entender la religión que se le enseñó (yo también preferiría creer en la nada antes que creer que voy a ir la Infierno, como no) ni el puede negar que las premisas de que parte el cristianismo son genuinamente buenas (porque no hacerle a nadie lo que uno no quiera para sí es lo más sano que hay, tanto para uno mismo como para todos los que tratan con ese uno); no puedo evitar pensar que esa memoria que les queda a mis mayores de las misas a la antigua les impele más a temer el fuego eterno que a buscar la salvación; y eso hace que, en lugar de hacer las cosas por amor a sí mismos y a su prójimo, las hagan para evitar el castigo. Y, si alguno de ellos se ha sentido alguna vez como yo me sentía en esas misas, también se sienten indignos e impotentes. Tal vez me equivoco tanto como ellos al emitir ese juicio, porque es evidente que la mentalidad preconciliar también ha dado muchas cosas buenas... pero no puedo evitar pensar que ha sido ese afán de amenazar a la gente con el Infierno en lugar de mostrarles el camino hacia el cielo el que ha dejado a muchos de los supuestos "ateos" de la España de hoy marcados en lo más fondo del alma con un miedo que ya nada podrá borrar. No es que no se dejen consolar, es que creen que Dios les trae más preocupaciones que consuelo.
Su cuerpo dejaran, no su cuidado;
serán ceniza, más tendrá sentido;
polvo serán, más polvo enamorado.

(Amor constante más allá de la muerte, Francisco de Quevedo
Sariyamari
 
Mensajes: 63
Registrado: Lun Jun 07, 2010 7:00 am

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor Fausto1880 » Mié Mar 20, 2013 7:17 pm

A mí me parece un título de lo más adecuado.

La peste de nuestros días no es la matanza de los inocentes. Forma parte desde luego, parte esencial, pero es sólo uno de los aspectos de un mal más amplio y terrible:

El elogio de la esterilidad.

Hemos creado un sistema en el que se aplican ritmos biológicos pensados para varones a las mujeres. Se las manda a estudiar cuando les importa un rábano estudiar. Se las mantiene en la universidad mientras van envejeciendo. Así superan los treinta años, una edad tardía para concebir al primer hijo. A menudo más tarde.

Se habla de una mujer de diecisiete años como de una "adolescente" y se trata como una desgracia que esté embarazada. En primer lugar, los diecisiete años es una edad ideal para traer al mundo al primer hijo. Si la mujer es una inmadura a esa edad no es por cuestión biológica sino por sobreprotección social, algo que no mejora por que tenga veinte, treinta o cuarenta años sino porque forme su propia familia y asuma responsabilidades. En segundo lugar, es una grave ofensa a la Virgen María, embarazada fuera del matrimonio a edad temprana.

Insisten en que nos preparemos para la vida antes de traer hijos al mundo, pero normalmente va justo al contrario: es traer hijos al mundo lo que nos prepara para la vida, lo que nos vuelve responsables, valientes, decididos, generosos o abnegados.
Fausto1880
 
Mensajes: 83
Registrado: Mié Oct 20, 2010 5:40 pm

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor chi » Sab Mar 23, 2013 9:27 pm

Los niños son bendiciones no importa las circunstancias. Las personas que no reconozcan tal no tienen conocimiento de Dios ni mucho menos del concepto de fe. Esas personas estan perdididas y consecuentamente piensan en lo que le aparezca lo mas facil aunque que no lo es.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Avatar de Usuario
chi
 
Mensajes: 11
Registrado: Dom Nov 07, 2010 7:27 pm
Ubicación: Santiago

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor anastasia » Sab Mar 23, 2013 10:24 pm

Creo que estas consideraciones de las que hablas muestran efectivamente bastante hipocresía. Si un niño fuera el castigo del pecado, que pasa con el padre? Como es que el no es castigado? Acaso el hombre no peca lo mismo que la mujer? Sin embargo, en esta mentalidad retrógrada que describes, que nada tiene que ver con el verdadero sentimiento y sentido cristiano, parece que la unica pecadora es la mujer... que espanto! Y que un padre y una madre abandonen a una hija en esta situación por el "que dirán" no tiene excusa...
anastasia
 
Mensajes: 9
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am

Re: Un bebé como castigo por los pecados de la carne

Notapor tralalá » Lun Mar 25, 2013 9:30 am

Fausto1880 escribió:Se habla de una mujer de diecisiete años como de una "adolescente" y se trata como una desgracia que esté embarazada.
es una grave ofensa a la Virgen María, embarazada fuera del matrimonio a edad temprana.
.

¿No estás ofendiendo vos a la Virgen María comparándola con jóvenes en esa situación?
La Virgen las puede comprender, ayudar, acompañar, guiar, fortalecer y más aún pero,
el embarazo de la Virgen María, Madre de DIOS, fue obra directa del Espíritu Santo.
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
Imagen
Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
Avatar de Usuario
tralalá
 
Mensajes: 8780
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am
Ubicación: Argentina


Volver a Actualidad - San Francisco de Sales

¿Quién está conectado?

Usuarios registrados: Bing [Bot]

Reportar anuncio inapropiado |
Reportar anuncio inapropiado |