matrimonio por la Iglesia

[albertochico]

Buenas tardes:

Tengo una inquietud grandísima. Mi mujer tiene una fe poular, es sencilla y con buen corazón. Yo experimenté en el 2000 una fuerte conversión ytrato de agradar aDios en mi existencia. A raíz de mi matrimonio mi mujer es contraria a profundizar y comprometerse más con el Señor y yo estoy frenado por ella porque es posesiva y por ejemplo no me deja que yo vaya aun grupo de la Iglesia. Consultando con sacerdotes he tenido dos versiones: lo primero es el matrimonio y paciencia con mi mujer. La otra primero es Dios y firmeza respecto de mi mujer con la consiguiente discusión y violencia que ello implica. ¿Cómo pensáis que debo actuar? Gracias

[jaimevelbon]

Seré un poco crítico con tu mensaje.

Primero esto:

Tengo una inquietud grandísima. Mi mujer tiene una fe poular, es sencilla y con buen corazón. Yo experimenté en el 2000 una fuerte conversión ytrato de agradar aDios en mi existencia. A raíz de mi matrimonio mi mujer es contraria a profundizar y comprometerse más con el Señor

En realidad, eso no es "tener buen corazón", sino todo lo contrario. Implica tener un corazón duro y egoísta que le lleva a no querer comprometerse con Dios. Y te lo digo para que no trates de justificar su actitud y seas un poco frío en la forma de analizar tu propia situación.

Segundo:

....y yo estoy frenado por ella porque es posesiva y por ejemplo no me deja que yo vaya aun grupo de la Iglesia.

Hermano, eso me suena a pretexto...

¿cómo es que ella te "frena"? ¿te amarra a la silla? ¿te amenaza con una pistola?

Debes comprender que no existe freno que justifique no seguir tu propia conciencia y afrontar la responsabilidad de ser parte activa de la Iglesia. No permitas que ella sea un "freno" ni intentes justificar una pasividad al respecto. Debes afrontar la situación con valentía y desición firme. Si tu vocación te manda a ser parte de la actividad parroquial, hazlo.

Comprendo que la situación con tu esposa puede generar roces, pero eso solo será mientras ella se adecua a no tenerte con ella por algunas horas a la semana mientras acudes a alguna labor parroquial. No debe durar mucho tiempo.

Tercero:

Consultando con sacerdotes he tenido dos versiones: lo primero es el matrimonio y paciencia con mi mujer. La otra primero es Dios y firmeza respecto de mi mujer con la consiguiente discusión y violencia que ello implica

La verdad es que las doso cosas debes hacer. Pero me llama la atención que utilices la palabra "violencia". ¿Tienen una vida conyugal violenta? De ser así, antes de hacer algo, debes acudir junto con tu esposa a una consultoría profesional para que sepan arreglar los conflictos conyugales sin violencia.

DTB

[enrique_ellena]

El matrimonio no es un secta, ni una logia, donde todo está marcado por normas rígidas que deben cumplirse. Aquí debemos recordar la libertad que Dios nos Dios al crear nuestra naturaleza, una libertad que aun El nunca intervendrá, por otra parte debemos tener sumamente claro que la fe es una gracia que recibimos de Dios y esa gracia esta en nosotros el alimentarla y hacerla crecer cada día según nuestro a mor a Dios y a l deseo natural de conocerlo, por lo tanto el hecho de que tu hayas despertado al llamado de Dios no significa que ella deba seguirte inexorablemente, sino según sus propias convicciones.
Esto por un lado luego debemos hablar de lo que es el matrimonio en sí mismo. Se trata de la unión de dos personas para toda la vida donde el centro de la necesidad esta en hacer y ver feliz al otro, para ello están los medios naturales de nuestra razones y de nuestros convecciones sobre cada tema. Con esto llegamos al punto del encuentro donde el dialogo, nunca deberá interrumpirse y actuando. hablo de dialogo, hablo de un dialogo, adulto , respetuoso, tolerante y generoso con humildad extrema y precisamente honrando el amor a Dios en ella y por lo tanto no tratando de imponer convecciones personales por solo ser el hombre de la familia sino, canalizar esa conversión mediante el propio actuar como cristiano y donde el amor se muestre como primera persona de la misma manera que Cristo lo hizo por nosotros, con generosidad sin límites y asumiendo momentos donde hacerlo por el otro mucho más de lo que estimamos deberíamos hacer.
Luego de encaminar nuestra relación de esta manera la fe y las prácticas religiosas no deben ser motivo de distanciamiento de obstáculos para crecer en ambos sentidos, en el amor a Dios y en el amor mutuo, cimiento de la vida de pareja. El tratar de absorber la libertad del otro o imponer convicciones extremas resultara siempre un elemento de distanciamiento en lugar de unidad y consolidación creciente.
Intenta poner en la balanza todo lo que tiene en tus manos y ser el punto equilibrado sin volcar las cargas sobre sentimientos que nos se sienten. Tu propia conversión creciente ira desarrollando en ella una nueva atracción hacia la fe y con el transcurso del tiempo podrá disfrutar de una vida de fe compartida tolerante y equilibrada. Aquí diré algo que algunos no estarán de acuerdo pero el fanatismo extremo se transforma en pecado solo por el hecho de hacer la otra persona una especie de esclavo de tus propias convicciones. Tómalo con calma, adecua las formas de practicar esa fe a la fe compartida y a la felicidad de la pareja, usa ese amor a Dios como herramienta de construcción humilde y simple del amor a Dios en el corazón del otro.

[seshiria]

Hola

Creo que tendrías que implementar, el sentido del matrimonio, o sea las cosas de a dos.
Opino que deberías buscar actividades en la iglesia donde puedas compartir con tu esposa.
Por ejemplo, invitarla al grupo de oración a ella.
O cuando hay retiros destinados a matrimonios, convencerla para asistir. De esa forma, no la sentirás como un obstáculo o traba, sino como parte de tu vida, y de esta manera ella se integrará más a la iglesia.