Seré un poco crítico con tu mensaje.
Primero esto:
Tengo una inquietud grandísima. Mi mujer tiene una fe poular, es sencilla y con buen corazón. Yo experimenté en el 2000 una fuerte conversión ytrato de agradar aDios en mi existencia. A raíz de mi matrimonio mi mujer es contraria a profundizar y comprometerse más con el Señor
En realidad, eso no es "tener buen corazón", sino todo lo contrario. Implica tener un corazón duro y egoísta que le lleva a no querer comprometerse con Dios. Y te lo digo para que no trates de justificar su actitud y seas un poco frío en la forma de analizar tu propia situación.
Segundo:
....y yo estoy frenado por ella porque es posesiva y por ejemplo no me deja que yo vaya aun grupo de la Iglesia.
Hermano, eso me suena a pretexto...
¿cómo es que ella te "frena"? ¿te amarra a la silla? ¿te amenaza con una pistola?
Debes comprender que no existe freno que justifique no seguir tu propia conciencia y afrontar la responsabilidad de ser parte activa de la Iglesia. No permitas que ella sea un "freno" ni intentes justificar una pasividad al respecto. Debes afrontar la situación con valentía y desición firme. Si tu vocación te manda a ser parte de la actividad parroquial, hazlo.
Comprendo que la situación con tu esposa puede generar roces, pero eso solo será mientras ella se adecua a no tenerte con ella por algunas horas a la semana mientras acudes a alguna labor parroquial. No debe durar mucho tiempo.
Tercero:
Consultando con sacerdotes he tenido dos versiones: lo primero es el matrimonio y paciencia con mi mujer. La otra primero es Dios y firmeza respecto de mi mujer con la consiguiente discusión y violencia que ello implica
La verdad es que las doso cosas debes hacer. Pero me llama la atención que utilices la palabra "violencia". ¿Tienen una vida conyugal violenta? De ser así, antes de hacer algo, debes acudir junto con tu esposa a una consultoría profesional para que sepan arreglar los conflictos conyugales sin violencia.
DTB