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Un tema interesante de tocar aunque también complicado es sobre la moral hacia Dios, la pregunta mía es ¿como mantener una moral limpia hacia dios? , se sabe que somos seres imperfectos y estoy de acuerdo pero hay algo mas, cuando decidimos dejar cuenta atrás un echo malo, nosotros tomando el perdón de Dios y lo intentamos dejar de hacerlo, pero el tema es como mantener o como frenar ese echo malo para no volver a hacerlo. Sabiendo que a veces nuestra parte mala nos incita a seguir en el pecado.

Por ejemplo: Supongamos que hoy salí a la calle y alguien me golpea caminando por que justo paso al lado mio. En el momento nos da bronca y que es bastante difícil de controlar para no devolverle la misma moneda.

En fin este es un ejemplo de millones y para cada uno en su situación, por lo que se sabe es cada uno con su cruz y que ademas Dios esta en cada uno cuando pasamos cada prueba. Pero a veces me cuesta comprender los fines por el cual sorteamos estas pruebas y seguimos manteniendo cordura por mas que pasemos esta situación un millón de veces.

Es difícil mantener la moral hacia Dios, pero creo que solo el lo sabe.

Saludos a Todos

Estimado,
Es cuestión de gracia. Nosotros por nuestras fuerzas y medios no podemos alcanzar la justificación: la gracia de Dios nos asiste y capacita para enfrentar las tentaciones y vencer. Además, se nos da por intermedio de la Iglesia un conjunto de armas espirituales con la cuales podemos en nombre del Señor y con sus fuerzas (no las nuestras) librar el combate espiritual y perseverar hasta el final. En primer lugar están los sacramentos, y muy especialmente el de la Reconciliación y la Eucaristía.

Pienso en la parábola de la vid y los sarmientos y en como el Señor explica que algunas veces el viñador debe podar la planta para que esta retoñe con más frondosidad y así pueda dar fruto. La tentación es la ocasión propicia para que nuestra fe pueda ser puesta a prueba, y así, venciendola, salgamos aún más fortalecidos en nuestra fe, esperanza y caridad.

Yo diría que a lo que te refiera se responde con una sola palabra, AMAR, amar a ese Dios dueño de nuestras vidas y centro de nuestra existencia, amar sin condición de la misma manera que El nos amo el entregare en una Cruz de manera cruenta solo por amor para rescatarnos del pecado.
El es el modelo, el ejemplo que debe guiarnos, saber que cuanto contengamos nuestros impulsos insanos evitando el pecado es una acto de amor y obediencia a Dios que nos ira acercando a su presencia a la que debemos acceder con el conocimiento y con el control de nuestra conciencia. Aquí no es valido justificar la intolerancia para ocultar el pecado, el corazón cristiano y convertido sabe que el acto de amor esta en seguir sus enseñanzas. Cabria aquí repetir cuanto nos dice el Señor en cada caso de las respuestas a sus discípulos, perdonar no siete sino setenta, poner lastra mejilla, cultivar la humildad y afianzar nuestros valores. Algo que se consigue con la oración frecuente y ferviente y la practica de los Sacramentos.