Mi novia se va de monja, cómo vivirlo con Dios?

[Gabriel Bertagnolli]

Hola, cómo están?
Es la primera vez que publico algo en este foro, soy católico gracias a Dios y a la Virgen, doy gracias a los que hicieron posible el foro, porque es una gran herramienta.
Sucede que tenía una novia, que conocí hace un año y 2 meses, y hacía unos 7 u 8 meses que estabamos juntos.
Siempre tuvimos una excelente relación, de mucha confianza. No voy a negar que tuvimos algunas dificultades como todos, pero nada se salió de lo normal.
Fue tanta la confianza que llegamos a ser mejores amigos y novios también. Entonces ella decidió contarme que tenía una inquietud por ser religiosa, y yo la aconsejé lo mejor que pude. La hice prometerme que iba a hablar con una Madre Superiora de un convento cercano a su casa, para que la Madre la pudiera aconsejar y ayudar a discernir. Nunca le dije que no, siempre traté de ayudarla y aconsejarla objetivamente, sin considerar mis sentimiento hacia ella.
Entonces ella decidió ir al convento y ahora lo hace con más frecuencia. Nos veremos 1, 2 o como mucho 3 veces por semanas, pero lo usual es que sea tan solo una vez.
Y bueno resulta que ella me propuso quedar solamente como amigos, y le dije que si. No lo hice porque quería, sino porque era lo mejor para que ella pudiera discernir su vocación.
Entonces bueno, ninguno de los dos tiene "responsabilidades" para con el otro. Siendo amigos somos libres de conocer otra persona, entrar en un convento, un seminario, o lo que sea. Yo nunca dejé de querer estar con ella y casarme un día.
Ella también me sigue queriendo, pero sintió este llamado que es mas grande.
Yo la amo, y sé que el amor está basado en el sacrificio por la felicidad y el bien del amado, y acepto que ella decida esto, y me alegra que tenga la posibilidad de sentir este llamado y discernir su vocación.
Pero hablando con ella, llegamos a la conclusión de que ambos debíamos renunciar a ser novios, y desconsiderar esa posibilidad, porque ella no sabe hasta cuando estará discirniendo, y no es bueno que esté pensando en estar conmigo.
Y por mi parte tampoco es bueno hacerme ilusiones de estar con ella, por lo que decidimos renunciar a esto para siempre.
Yo sé que puede que esa no sea su vocación, pero aunque no lo sea, ella no quiere que la espere. Si un día sabe que no tiene que ser monja, y si Dios lo quiere, quien sabe podríamos estar juntos devuelta.
Pero lo cierto es que tengo que renunciar a estar con ella y aceptar tener solo una amistad.
Y no sé cómo afrontar un sufrimiento de este tipo. Confió en que Dios me va a dar el valor y las gracias necesarias para afrontarlo, pero quisiera saber si hay algo que me pueda ayudar además de la oración y de acercarme más a Dios.
Cómo vive un católico una separación con su novia?
Cómo lo sufre con Dios asumiendo que nunca más va a estar con ella?
Si alguien tiene un testimonio o sabe algo sobre el tema, agradezco que me respondan, me sería de mucha ayuda.
Que Dios los bendiga y la Virgen los acompañe!

[enrique_ellena]

Hola Gabriel: La vida nos pone a prueba muchas veces y en esas `prueba donde podemos dar un testimonio de fe y de conversión verdadero. En lo tuyo no coincido en que se siga una relación de amistad cuando ella está tomando una determinación de tanta importancia, la tendencias de los sentimientos son diferentes si dejamos un espacio de libertad mayor y sobre todo si ponemos una pared que impida esas influencias. Tu razonamiento es perfecto en cuanto a renunciar al amor humano por un amor superior, ella está en el camino del matrimonio con Cristo y es oportuno dejar que libre de toda relación pueda llevar sus ideas y su determinación al mejor de los finales.
Las personas elegidas por Dios y favorecidas con una vocación tan santa y tan contemplativa, tiene la gracia de abrir las puertas de su corazón para que Dios este en su presencia de manera permanente y esa gracia que Dios ha puesto en sus manos no debe ser interrumpida por una amistad que quieras o no siempre llevará aun interés personal y despertara en ella sentimientos contarios a sus propósitos. De ahí la necesidad de su aislamiento de lo que fue un noviazgo o una amistad de mucha profundidad.
Mis palabras son solo un consejo a que la dejes en una libertad absoluta, donde no tenga que vencer ningún sentimiento diferente al que el Espíritu Santo le envía, comparte esa felicidad desde la oración, ofrecida con fervor para que pueda seguir el camino deseado.