¿Cuál cristianismo practica Obama?

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Gilson Rincón.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha manifestado ante la cadena ABC que "las parejas del mismo sexo deberían poder casarse".

Esta es una posición contradictoria respecto a sus pronunciamientos anteriores sobre este tema; claro está que dichos pronunciamientos carecen de claridad, son oscuros en su trasfondo, pues señalan una marcada diferencia entre sus creencias y su forma de actuar.

En una entrevista en el año 2008, Barack Obama define el matrimonio con las siguientes palabras: “Creo que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Para mí, como cristiano, también es una unión sagrada ya que Dios está involucrado, pero…”.

Obama ha manifestado de forma pública que cree en las uniones civiles, las cuales permitirían la transferencia de bienes y otro tipo de derechos que son otorgados en la actualidad a parejas heterosexuales.

Es de notar que Obama afirma ser cristiano, sin embargo concluye diciendo “PERO…”; es decir que existen situaciones que su fe no puede resolver, por consiguiente le es conveniente acomodar sus posturas de acuerdo a una determinada circunstancia.

Se hace evidente la necesidad de tener una fe seria, aplicable a las realidades sociales y sobre todo firme ante cualquier oposición, pues si creemos que Dios está involucrado en algo, ese algo debe ser inalterable, inobjetable e invulnerable, ya que Dios no se acomoda a las deformaciones de la moral humana, por el contrario, Dios es la solución a estas necesidades.

Al parecer, en tiempos de campaña todo puede cambiar, hasta la moral y los principios del ser humano.

Necesitamos que los gobernantes sean referentes firmes en sus posturas, claros en su forma de pensar y coherentes en su manera de actuar. Aunque sus mentalidades sean opuestas a nuestros principios, debemos reclamar coherencia y transparencia, pues si un dirigente es claramente abortista o está en total acuerdo con las uniones entre personas del mismo sexo, será más fácil para nosotros tomar una decisión; por el contrario, si tenemos líderes con posiciones ambiguas ante estas temáticas, sólo estaríamos optando por las palabras y promesas, mas no por hechos que sustenten su obrar.

El político debe ser un servidor del pueblo que lo ha elegido y su representante ante el mundo, por lo tanto debe presentarse tal cual como es, no debe pretender quedar bien ante todos, sino procurar el bienestar de todos.