Temas de moral

Los diez mandamientos son resumen y proclaman la ley de Dios. Son un don de Dios a la humanidad, para que conozcamos su Santa Voluntad. La conciencia moral ordena a la persona, «en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las opciones concretas aprobando las que son buenas y denunciando las que son malas, es decir, la posibilidad de ver nuestros propios actos en relación con los planes de Dios. Estos foros son un espacio para discutir, aclarar, consultar y aprender a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, guiados por su gracia y para promover una buena formación de la conciencia

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Re: Temas de moral

Notapor IvanEstoico » Mié Jul 24, 2013 5:09 pm

Hermanita Maria Bravo.

Pues bien, aseverar que es una carga pesada hablar de que es inmoral este tema en concreto es un despropósito, pues la relación de suyo es placentera, el tema tratado esta de mas, es superfluo, no hay menester de incurrir en esto para que las relación intima sea prodiga y alcance el cenit de la alianza conyugal. Por la gracia de Dios que obra a través de la virtudes nos devuelve a la inocencia prístina, tengo un lubrico pasado, lógico fuera que adoptara las mismas posturas que usted, entiéndame estoy hablando del tema en especifico por favor, espero me entienda, sin embargo paso en mi esto:

San Mateo 13;44 El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo.


Como católicos debemos obediencia a la Santa Madre Iglesia, pues los teólogos no gozan de inerrancia, los hermanitos nos han compartido lo que debemos aceptar.

Que Dios la colme de bendiciones por intercesion de la Dulcisima Virgen Maria.
El mismo Verbo Dios era,
que el principio se decía;
Él moraba en el principio,
y principio no tenía...
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Re: Temas de moral

Notapor maria bravo » Mié Jul 24, 2013 6:12 pm

Querido Ivan:

Estoy de acuerdo en que los teólogos pueden equivocarse, así como las piadosas interpretaciones de documentos pontificios, magisterio y discursos papales.

Yo creo que los hermanos que tan diligentemente han respondido a la cuestión que estamos tratando han puesto su mejor intención en orientar a los lectores de este foro, pero ellos no son el magisterio de la Iglesia y nos han compartido su bienintencionada opinión.

Yo por mi parte en ningún momento he tratado de mal aconsejar o favorecer comportamientos que son pecado, y mucho menos si fueran un pecado grave que pusiera en peligro la salvación del alma de alguien que tratara de encontrar por aquí una respuesta a un cuestión de conciencia. Simplemente he aclarado que al ser un tema que he tenido que estudiar cuidadosamente, a causa de mi desempeño profesional, que muchas veces requiere atender personas que tienen dudas o problemas serios, sé que la respuesta es que todo acto que prepare a la unión de conyugal completa y respete la naturaleza generadora de la acción sexual es lícito.

Y la razón no es sólo por el placer que pueda sentir uno o los dos esposos, sino por el peligro que podría entrañar en uno de los cónyuges que buscara la satisfacción de la unión carnal fuera de la unión con su legítimo esposo/a y esto pusiera en riesgo a la familia que depende del matrimonio como columna vertebral.

Ahora bien, que no se prohiba no quiere decir que se recomiende o que sea para todos, cada pareja según sus costumbres, cultura, gustos, etc. irá encontrando la manera de vivir su unión de la mejor manera.

Saludos
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Re: Temas de moral

Notapor VictorSL » Mié Jul 24, 2013 11:18 pm

maria bravo escribió:
Y la razón no es sólo por el placer que pueda sentir uno o los dos esposos, sino por el peligro que podría entrañar en uno de los cónyuges que buscara la satisfacción de la unión carnal fuera de la unión con su legítimo esposo/a y esto pusiera en riesgo a la familia que depende del matrimonio como columna vertebral.


Estimada "maria bravo",
Aqui, basicamente lo que estas aconsejando es que: para evitar que un conyuge engañe a su legitima(o) esposa(o), SE VALE DE TODO; en otras palabras: el fin (retenerlo y/o "salvar" el matrimonio) justifica los medios ¿verdad?.
sencillamente, ignoras olimpicamente todos los argumentos Magisteriales que te han presentado , porque chocan contra tu firmisima postura.
Es lamentable, pero lo que yo veo es que tu ya tienes tu opinion muy definida y nada ni nadie te va a hacer cambiarla......aunque venga el mismisimo Papa a decirte que estas enseñando una doctrina moral Catolica torcida.
En fin, que se le va a hacer........"no hay peor ciego que el que no quiere ver".

Bendiciones en Cristo.
"el sufrimiento engendra paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espiritu Santo que nos ha sido dado".(Rom 5:3b-5)
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Re: Temas de moral

Notapor eduarod » Mié Jul 24, 2013 11:30 pm

Estimado en Cristo VictorSL:

Conozco razonablemente bien a nuestra hermana maría bravo, y no creo que lo suyo sea una posición intransigente e inmodificable, más bien comprendo que ella sinceramente cree que sus fuentes son sólidas y fidedignas, más que lo que pudiera ser, como ella lo dice, una "piadosa" interpretación de unos hermanos en un foro de Internet.

Sin embargo, creo que en esto se equivoca, y espero poder demostrarle que, por el contrario, las personas que le han aconsejado lo han hecho con una visión bastante limitada y con un enfoque y aproximación completamente errados al muy real problema que ella ha planteado.

Que Dios te bendiga.
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Re: Temas de moral

Notapor VictorSL » Mié Jul 24, 2013 11:59 pm

eduarod escribió:Estimado en Cristo VictorSL:

Conozco razonablemente bien a nuestra hermana maría bravo, y no creo que lo suyo sea una posición intransigente e inmodificable, más bien comprendo que ella sinceramente cree que sus fuentes son sólidas y fidedignas, más que lo que pudiera ser, como ella lo dice, una "piadosa" interpretación de unos hermanos en un foro de Internet.

Sin embargo, creo que en esto se equivoca, y espero poder demostrarle que, por el contrario, las personas que le han aconsejado lo han hecho con una visión bastante limitada y con un enfoque y aproximación completamente errados al muy real problema que ella ha planteado.

Que Dios te bendiga.


Estimado "eduardo",
Ok; en ese caso, me retracto en mis precipitadas conjeturas.
Estas en mis oraciones, y espero que el Espiritu Santo te ilumine para que logres tu proposito.
Saludos y Bendiciones.
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Re: Temas de moral

Notapor eduarod » Jue Jul 25, 2013 2:27 am

Estimada en Cristo maría bravo:

maria bravo escribió:Yo entiendo que el tema es en extremo controvertido, pero como ya dije, diferentes teólogos y moralistas católicos lo han estudiado y la respuesta ha sido, como ya les dije, que se deben respetar los dos fines de la sexualidad humana en cada acto conyugal y que ese es el criterio fundamental de lo que se puede y no se puede hacer.
...
Yo he tenido que estudiar este tema profesionalmente y no miento cuando digo que he consultado cuando menos cinco especialistas, sacerdotes y teólogos laicos de diferentes escuelas y de todos he recibido la misma respuesta.

...
Estoy de acuerdo en que los teólogos pueden equivocarse,...

Nuevamente te invito a considerar con detenimiento las citas del Magisterio Universal propuestas a lo largo de TODO el tema por un servidor.
Y te invito a notar que la Iglesia claramente señala en esos documentos que está rebatiendo ideas que no son ajenas a los medios eclesiásticos, sino, por el contrario, la motivación misma de los documentos son los errores que se han diseminado ampliamente entre sacerdotes, teólogos y moralistas y que justamente han inducido a fieles de recta intención (como sé muy bien que es tu propio caso) a sostener esas doctrinas erroneas y/o a una confusión en la que no logran tener claro qué es lo que de verdad enseña LA IGLESIA y qué no, precisamente porque no ven que los teólogos y moralistas parezcan ponerse de acuerdo:
Si, en este contexto, educadores, pedagogos o moralistas han podido contribuir a hacer que se comprendan e integren mejor en la vida los valores propios de uno y otro sexo, ha habido otros que, por el contrario, han propuesto condiciones y modos de comportamiento contrarios a las verdaderas exigencias morales del ser humano, llegando a favorecer un hedonismo licencioso.

De ahí ha resultado que doctrinas, criterios morales y maneras de vivir conservados hasta ahora fielmente han sufrido en algunos años una fuerte sacudida aun entre los cristianos, y son hoy numerosos los que, ante tantas opiniones contrarias a la doctrina que han recibido de la Iglesia, llegan a preguntarse qué es lo que deben considerar todavía como verdadero.

2. La Iglesia no puede permanecer indiferente ante semejante confusión de los espíritus y relajación de las costumbres. Se trata, en efecto, de una cuestión de máxima importancia para la vida personal de los cristianos y para la vida social de nuestro tiempo[1].
SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE
DECLARACIÓN ACERCA DE CIERTAS CUESTIONES DE ÉTICA SEXUAL

De este modo, justamente porque LA IGLESIA MISMA es la que ha decidido salir al paso y cortar por lo sano esos errores diseminados ampliamente incluso entre los fieles, teólogos, moralistas y sacerdotes católicos, es que, en estas cuestiones en particular, es especialmente poco afortunado meramente recurrir a la autoridad de quienes en realidad podrían ser los que están siendo cuestionados y rebatidos por el Magisterio.
Y lo digo no gratuitamente, porque moralistas, teólogos y sacerdotes hay, y no pocos (yo mismo conozco bastantes), que discrepan fuertemente con la Doctrina que el Magisterio de la Iglesia ha expuesto de manera consistente y constante, por ejemplo, respecto al tema de los anticonceptivos.
Asi, si en un tema donde hay Magisterio claro y contundente, que inlcuye incluso declaraciones solemnes, los teólogos, moralistas y sacerdotes no acaban de respetar y acatar la Enseñanza del Magisterio. ¿Cuan confiable puede ser aferrarse a una postura que manifiestamente parece contraria a lo que la Iglesia está expresamente aclarando, tan solo porque tal postura ha sido "confirmada" por teólogos y moralistas, quienes, insisto, posiblemente son a quienes la Iglesia está intentando corregir en primer lugar?
Y es que, si bien nunca terminamos de aclarar ese tema (y me disculpo por ello), sabes bien que hay quienes son bastante MÁS que simples teólogos y moralistas y cuyo comportamiento u opiniones podrían resultar cuestionables en ciertas circunstancias. ¿Porqué entonces dar carta blanca a simples moralistas?

Si, tienes razón, ninguno de nosotros somos el Magisterio, PERO TAMPOCO ESOS MORALISTAS Y TEÓLOGOS LO SON. Precisamente por eso es que un servidor suele traer las citas directas del Magisterio, para que no sea mi opinión lo principal a considerar, sino que cada hermano pueda constatar con su propia razón y entendimiento lo que realmente expone el Magisterio y si es verdad, o no, que coincide con las explicaciones dadas por un servidor.
Por eso, si alguien puede argumentar EN FUNCIÓN DE ESE MISMO MAGISTERIO, que un servidor ha interpretado erradamente, y esa persona puede probar que el Magisterio dice OTRA COSA y NO lo que un servidor sostiene; entonces yo mismo seré el primero en aceptar mi error, porque mi rodilla ciertamente está doblada y mi razón dispuesta siempre a retractarse de manera total, inmediata y sin condiciones frente a la enseñanza de aquellos a quienes Cristo mismo ha constituido como Pastores de su Pueblo

Pero si, por el contrario, lo que vemos es que esos Pastores dicen una cosa y los moralistas otra, entonces lo que más bien procede es creer a los Pastores, que para eso han sido constituidos por Cristo, y NO a los moralistas que bien pueden ser, como hemos indicado, los que están siendo reprendidos.

Al respecto, por cierto, vale la pena recordar lo que enseña la Constitución Dogmática Pastor Aeternus:
Por ello enseñamos y declaramos que la Iglesia Romana, por disposición del Señor, posee el principado de potestad ordinaria sobre todas las otras, y que esta potestad de jurisdicción del Romano Pontífice, que es verdaderamente episcopal, es inmediata. A ella están obligados, los pastores y los fieles, de cualquier rito y dignidad, tanto singular como colectivamente, por deber de subordinación jerárquica y verdadera obediencia, y esto no sólo en materia de fe y costumbres, sino también en lo que concierne a la disciplina y régimen de la Iglesia difundida por todo el orbe; de modo que, guardada la unidad con el Romano Pontífice, tanto de comunión como de profesión de la misma fe, la Iglesia de Cristo sea un sólo rebaño bajo un único Supremo Pastor[16]. Esta es la doctrina de la verdad católica, de la cual nadie puede apartarse de ella sin menoscabo de su fe y su salvación

De este modo, cuando el Supremo Pastor decide corregir errores de intermediarios, NO ES LÍCITO argumentar que no debiera uno tomar la enseñanza del Supremo Pastor, sino recurrir precisamente a esos intermediarios para una "correcta interpretación". Porque ni esos intermediarios son garantía alguna de tal interpretación sea en verdad correcta, ni la Pastor Aeternus nos enseña que el Romano Pontífice requiera de esos intermediarios para comunicarse con los fieles, tanto individual como colectivamente, sino que lo puede hacer de manera INMEDIATA y directa.
Por eso, si a un fiel cualquiera (o sea, uno de nosotros) le parece que hay contradicción entre lo que enseña cualquier sacerdote o moralista, y lo que le dice el Sumo Pontífice, SU OBLIGACIÓN EN CONCIENCIA es obedecer y seguir eso que entiende que el Santo Padre le está Mandando y/o Enseñando. Y NO "aceptar" que el moralista "debe saber más" auto-impidiéndose asi uno mismo recibir la Enseñanza directa del Obispo de Roma.

Y bueno, entiendo perfectamente lo que expones respecto a los fardos pesados, ahora iremos a ello. Es un tema ciertamente muy importante e interesante; pero, lejos de contradecir, o poner en duda lo que un servidor ha expuesto, espero poder, como dije antes, justamente con ese tema demostrarte la aproximación equivocada al problema que hasta ahora se te ha ofrecido, y en virtud de ello, demostrar lo poco confiables que son las opiniones sobre las que has construido la tuya propia.

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Re: Temas de moral

Notapor maria bravo » Jue Jul 25, 2013 10:30 pm

Estimados todos:

Hoy volví a consultar con un teólogo de toda mi confianza y me confirmó lo mismo que ya he dicho, no me extiendo hoy pero mañana espero poder tener el tiempo.

Les propongo que hagan lo mismo para poder continuar este debate y no tratemos de aventurar respuestas basadas en nuestras propias conjeturas e interpretaciones

Saludos
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Re: Temas de moral

Notapor eduarod » Jue Jul 25, 2013 11:53 pm

Estimada en Cristo maría bravo:

Si él te dió o te da argumentos sólidos FUNDADOS EN EL MAGISTERIO UNIVERSAL DE LA IGLESIA, con gusto los consideraré, y, como ya te dije, si se me demuestra que el Magisterio Enseña algo distinto a lo que un servidor ha expuesto, mi rodilla está doblada y estoy retractado de antemano.
Pero SI Y SOLO SI se demuestra que ES EL MAGISTERIO el que Enseña eso, Y NO se trata meramente de la opinión personal del teólogo en cuestión y/o interpretaciones, derivaciones o extrapolaciones que él mismo haga del Magisterio en función de sus propios puntos de vista y que a todas luces no se puedan concluir de manera objetiva de lo que realmente haya expuesto el Magisterio.

Mientras tanto, en virtud de que eso no ha sido presentado, en lo personal creo que seguimos hablando de la opinión de una persona que tal vez es al auditorio que el Magisterio se dirige en primer lugar cuando habla de corregir entre el Pueblo Católico ideas equivocadas. Puesto que lo que se ha citado del Magisterio en el tema hasta el momento, sin necesidad de interpretaciones o extrapolaciones fantasiosas, con toda claridad parece indicar que la opinión que ese teólogo te ha transmitido es erronea.

Te expongo lo prometido a continuación: una manera que me parece que es mucho más acorde con la Enseñanza del Magisterio Universal de la Iglesia de resolver el problema que has planteado que las respuestas que entiendo que te han dado.

Que Dios te bendiga.
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Re: Temas de moral

Notapor eduarod » Vie Jul 26, 2013 1:01 am

... sigue ...

Para comenzar a abordar el asunto, tomemos la descripción que tú misma haces del problema.

Señalas lo siguiente:
Y la razón no es sólo por el placer que pueda sentir uno o los dos esposos, sino por el peligro que podría entrañar en uno de los cónyuges que buscara la satisfacción de la unión carnal fuera de la unión con su legítimo esposo/a y esto pusiera en riesgo a la familia que depende del matrimonio como columna vertebral.

Evidentemente nadie aquí ha sostenido que la unión carnal sea de suyo mala, sucia, pecaminosa o cosa que lejana o remotamente se parezca a eso. Está claro que si el problema es que alguien cree que no debe realizar el acto conyugal, pues lo que hay que exponerle a esa persona es que los actos conyugales debidamente realizados son honestos y dignos y se acabó el problema.
Por consiguiente, si argumentas que la postura que has sostenido EN ESTE TEMA que venimos tratando puede encontrar un fundamento en el peligro de que se busque la satisfacción carnal fuera de la unión conyugal, creo que no es un abuso de tus palabras el entender que te refieres a que un cónyuge en particular, al no recibir CIERTO TIPO de satisfacción carnal dentro de la unión conyugal, decida ir a buscar ESE TIPO de satisfacción FUERA de dicha unión conyugal.

En ese contexto, es absolutamente evidente que tal peligro simplemente NO podría existir si el cónyuge en cuestión viviera la unión conyugal como un acto de donación. Porque es claro que, quien se dona a la persona amada, se donará exclusivamente a ella sin que exista ningún peligro de ninguna especie de que busque a otras personas.
Entonces, si existe peligro, es porque, para el cónyuge que demanda ESE TIPO de satisfacción carnal, esa satisfacción carnal en particular está siendo más importante que la donación de su persona en el amor. Solo por esa razón sería posible que esta persona pudiera buscar tal satisfacción indistintamente dentro o fuera de la unión conyugal. Y solo en ese contexto tendría lógica afirmar que, el proporcionar ESA satisfacción particular DENTRO de la unión conyugal puede ser un "elemento preventivo" que evite que el cónyuge que desea esa satisfacción la busque FUERA de la unión conyugal.

Asi pues, queda claro que, la busque fuera, o la busque dentro, la obtenga fuera, o la obtenga dentro, lo que el cónyuge busca es un deseo de satisfacción carnal, busca USAR a la otra persona para SATISFACER sus propios deseos.
Y, para que veas que NO SON "interpretaciones piadosas" pero "erradas", si has tenido la oportunidad de no solo ir a consultar moralistas y teólogos, sino de leer los argumentos que se han presentado en el tema y los textos que se han citado del Magisterio, inmediatamente te podrás dar cuenta que la actitud que hemos descrito del cónyuge que busca la satisfacción carnal, recuerda mucho estas palabras del Beato Juan Pablo II:
La concupiscencia que, como acto interior, nace de esta base (como hemos tratado de indicar en el análisis precedente), cambia la intencionalidad misma del existir de la mujer "para" el hombre, reduciendo la riqueza de la perenne llamada a la comunión de las personas, la riqueza del profundo atractivo de la masculinidad y de la feminidad, a la mera satisfacción de la "necesidad" sexual del cuerpo (a la que parece unirse más de cerca el concepto de "instinto"). Una reducción tal hace, sí, que la persona (en este caso, la mujer) se convierta para la otra persona (para el hombre) sobre todo en objeto de la satisfacción potencial de la propia "necesidad" sexual. Así se deforma ese recíproco "para", que pierde su carácter de comunión de las personas en favor de la función utilitaria. El hombre que "mira" de este modo, como escribe Mt 5, 27-28 "se sirve" de la mujer, de su feminidad, para saciar el propio "instinto". Aunque no lo haga con un acto exterior, ya en su interior ha asumido esta actitud, decidiendo así interiormente respecto a una determinada mujer.

No hay opinión de moralista que valga ante la claridad de este texto que es completamente unívoco: cuando el hombre (o la mujer) ve a su mujer (o a su esposo) como medio de satisfacer sus necesidades sexuales, EN ELLO MISMO convierte a la mujer (o al esposo) en mero objeto de satisfacción. No verlo, es simplemente cegarse, y ya vimos que la Pastor Aeternus no le permite eso a NINGÚN FIEL ante la clara y directa Enseñanza del Santo Padre.
Es muy importante notar la última frase de la cita y sus implicaciones, porque, para que esta degradación de la persona ocurra, ni siquiera se requiere que se manifieste en un ACTO EXTERNO ESPECÍFICO, es decir, no se necesita, por ejemplo, que el acto externo se reduzca al contacto buco-genital y excluya la terminación de la relación al modo humano; sino BASTA incluso que se presente como una ACTITUD INTERIOR aún en la ausencia de actos externos que lleven esa connotación expresa (o sea, aún en un acto que EXTERNAMENTE pudiera PARECER completamente correcto).
Por supuesto que entonces, si este vicio puede ocurrir únicamente en el interior y sin necesidad de expresiones externas, con muchísima mayor razón está ocurriendo cuando tales actitudes externas (de deseo de satisfacción carnal) son tan claras y evidentes, que, si no se cumplen, incluso presentan la amenaza de que la satisfacció sea buscada FUERA de la Alianza Matrimonial.

Vamos, creo que es tan clara la existencia real de esta amenaza que es justamente a causa de ella que una persona puede verse en necesidad de buscar ayuda, apoyo y orientación. Porque, si no hubiera amenaza, sino feliz donación mutua, ¿qué problema o qué ayuda tendría que buscarse? Evidentmente ninguna. Porque el que se da a si mismo, no busca recibir, sino dar. Y el que gratuitamente recibe, no busca objeciones y "carencias" dentro de lo que recibió, sino agradece y aprecia el Don que le ha sido dado. Tan solo el que cree tener derecho a algo que no le ha sido dado es el que lo exige, y peor aún, lo exige incluso en un contexto equivocado (fuera del Matrimonio). Y tan solo el que se siente AMENAZADO por tal exigencia, y las posibles nefastas implicaciones que puede tener el NO satisfacerla, es quien busca apoyo y ayuda para satisfacer tales exigencias de modo que NO produzcan las tristes consecuencias que potencialmente pueden producir.
Negar lo anterior es taparse los ojos y ser absolutamente contrarios al realismo con el que deben tratarse estas cuestiones.

Ahora bien, por supuesto que puede ocurrir que este vicio se presente en ambos cónyuges y que, por consiguiente, ambos sean amenazantes y amenazados a la vez, víctimas y victimarios.
Pero, para facilitar nuestro análisis, y que creo que además es el caso con el que normalmente debes enfrentarte, dejemoslo en que uno solo de los cónyuges es el que amenaza, y que el otro es la víctima que percibe y quiere actuar correctamente frente a tal amenaza de modo que puedan evitarse los daños potenciales.

Hasta este punto en nuestra exposición nos hemos centrado más en el cónyuge que "amenaza" (ya sea de manera leve, tácita y remota, o ya sea de manera descarada, fuerte y explícita, ambas igual son amenazas), que "mira de ese modo" al buscar la satisfacción egoista de sus deseos carnales; y que, para ello, o busca una "solución externa", o bien "cosifica" a la otra persona, es decir, reduce (ya sea total o ya sea PARCIALMENTE, igualmente es malo) a su cónyuge a un mero objeto de satisfacción.
Sin embargo, entendemos que el drama real NO ES el de ese cónyuge que quiere la satisfacción, ese cónyuge no tiene ningún drama: si no se le da lo que quiere, simplemente lo va a ir a buscar a donde pueda obtenerlo.
No, el drama no es de ese cónyuge, SINO DEL OTRO.

Es, pues, ese OTRO cónyuge el que tiene el problema: el que NO está buscando ese mero deseo de satisfacción egoista, sino que de verdad ama, el que en verdad se quiere entregar en la relación conyugal, y que en verdad quiere respetar las Enseñanzas morales de la Iglesia.
Es para ese OTRO cónyuge para el que las implicaciones de lo que se discute en este tema podrían tener algún significado (obviamente si el cónyuge que hace la amenaza está dispuesto incluso a llegar a buscar fuera del Matrimonio lo que quiere, pues no es porque la enseñanza moral de la Iglesia sea su prioridad número uno).
Y es para ese otro cónyuge para el que pudieran tener entonces sentido las expresiones que has usado tales como "fardos pesados".
En ese OTRO cónyuge, que es el del problema, en el que nos debemos concentrar ahora; pero ANTES era necesario dejar meridianamente claro que, si este OTRO cónyuge tiene un problema de la naturaleza que hemos descrito, eso NECESARIAMENTE pasa porque EXISTE una amenaza fuerte o tenue, expresa o implícita, remota o muy probable, pero al fin al cabo una amenaza real por parte del cónyuge que está buscando la mera satisfacción de su deseo carnal y que, por lo mismo, NO ESTÁ respetando el recto orden moral.

... sigue ...
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Re: Temas de moral

Notapor eduarod » Vie Jul 26, 2013 3:47 am

... sigue ...

Asi pues, por un lado tenemos un cónyuge "amenazador" que a todas luces no tiene intención expresa de respetar el orden moral, al menos no en la medida en que se oponga a sus deseos.
Y, por el otro lado, tenemos al cónyuge "amenazado" que SI le importa el orden moral, que quiere respetar el orden moral, que le gustaría que su cónyuge también lo respetara.

Pero por otra parte, se siente como "atrapado" entre los mandatos y exigencias del orden moral; y las exigencias de su cónyuge y el patente peligro que conlleva no satisfacerlas (que el cónyuge busque satisfacción fuera del matrimonio con el consecuente daño severo a la estructura familiar).

Ese es el verdadero dilema. Dilema que, la postura que se te ha transmitido, entiende un servidor que en un errado celo pastoral (y no errado por el celo pastoral mismo, que es encomiable, sino porque ha encontrado una solución FALSA al problema que nos ocupa), trata de "salvar" al máximo posible. Es decir, en ausencia de normas específicas y concretas se trata de "refugiar" en la interpretación más permisiva posible de ciertas normas generales, a la vez que necesariamente IGNORA otras normas más específicas (como las dadas por la Iglesia en las diversas citas que un servidor y otros hermanos hemos presentado en este tema), para finalmente declarar el dilema como "inexistente" en tantos casos como sea posible. Es decir, en tratar de afirmar que todo ha sido un celo moralista del cónyuge "amenazado" y que puede proceder sin problema a dar satisfacción al cónyuge "amenazador" ya que, pretendidamente, las conductas y actos de satisfacción específicos que demanda tal cónyuge "serían completamente lícitos" en la medida en la que simplemente se respetara la finalidad del acto en su totalidad (es decir, que terminara en una relación conyugal completa efectuada al modo humano y abierta a la vida).
Con esto se pretende dar la certeza (que creo tener y haber expuesto motivos fundados para sostener que se trata de una FALSA "certeza") de que el recto orden moral se está respetando de hecho en la familia, tanto por parte del cónyuge "amenazador" el que pretendidamente no sería tal en virtud de que se le estaría negando en realidad su legítimo derecho, como por parte del cónyuge "amenazado" que era simplemente víctima de un moralismo sobre-exigente e infundado que es preciso desechar. De tal suerte que lo único que habría que hacer es ceder generosamente a las "legítimas" demandas del que, ahora resulta, era en realidad el cónyuge "ofendido" a quien se le estaba negando su "legítimo derecho" a disfrutar, gozar y satisfacer sus deseos carnales en la relación conyugal en la medida en que la terminase al modo humano y abierta a la vida.

Suena como una solución completa y feliz.... con la salvedad de que no parece coincidir muy bien con el último texto que acabamos de citar del Beato Juan Pablo II, ni con muchos otros textos del Magisterio que se han citado a lo largo del tema. Es decir, con la salvedad de que se construye a fuerza de IGNORAR una parte significativa de la Enseñanza Moral de la Iglesia. Comenzando con esa parte de que el cónyuge "amenazador" NO ES en realidad ninguna "víctima ofendida", porque ya vimos que quien busca satisfacer sus deseos en vez de centrar la relación en su entrega personal, en ello mismo degrada a su cónyuge al reducirle a objeto de placer. Luego, la primera falacia de esta falsa solución es que el cónyuge ofensor esté exigiendo su legítimo derecho, y la segunda falacia es que esté respetando el recto orden moral. Cosas ambas que ya se ha mostrado con detalle porqué NO SON VERDAD.

Entonces, si esa fue una falsa solución ¿hay una verdadera solución? ¿o, por el contrario, no hay solución y el dilema es realmente irresoluble, de tal forma que la persona pudiera auténticamente tener que decidir entre salvar la integridad familiar a costa de vivir en contra del recto orden moral (o sea, en pecado), o bien respetar el recto orden moral a costa de posiblemente encaminar a su propia familia a la destrucción?
Si, es verdad que hay un moralismo farisaico que diría que lo que realmente ocurre es esto último, que la persona debe decidir entre Dios y los hombres, etc.
Pero la Sabiduría Pastoral de la Iglesia es MUCHO MAYOR, tanto que la falsa solución que te han presentado, como esta otra falsa solución que acabamos de enunciar.

No, existe una VERDADERA SOLUCIÓN que auténticamente atiende a las exigencias del recto orden moral, que es completamente compatible con TODO el Magisterio que existe respecto a la cuestión, y que verdaderamente constituye el camino de santificación propio que el cónyuge "amenazado" puede y DEBE tomar.

Y si por tu trabajo estas en posición de aconsejar a otras personas al respecto, creo que te deberías tomar con toda seriedad lo que voy a exponer en vez de simplemente desecharlo porque no coincide con la solución que hasta el momento se te ha presentado. Sino, antes bien, debieras valorar los argumentos NO SOLO por la pretendida autoridad de quien los dice (máxime cuando la propia Iglesia advierte que esa autoridad puede estar seriamente comprometida en el tema en cuestión en muchos sacerdotes, teólogos, moralistas y fieles), sino debieras considerarlos por su veracidad intrínseca y su adecuación real a lo que dice y enseña el Magisterio Universal de la Iglesia.

Continuaremos, pues, exponiendo cuál es esa solución que un servidor está convencido que es la VERDADERA solución que la AUTÉNTICA Solicitud Pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra, ofrece a los cónyuges que están en el grave dilema que hemos enunciado.

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Re: Temas de moral

Notapor eduarod » Sab Jul 27, 2013 3:53 pm

... sigue ...

Para no darle más vueltas al asunto, expongamos de manera directa la solución que, aunque expresada originalmente respecto a otra situación -de hecho más manifiestamente contraria a los rectos fines del Matrimonio que la que nos ocupa-, sería, por lo mismo, igualmente aplicable al caso que venimos discutiendo:

Sabe muy bien la santa Iglesia que no raras veces uno de los cónyuges, más que cometer el pecado, lo soporta, al permitir, por una causa muy grave, el trastorno del recto orden que aquél rechaza, y que carece, por lo tanto, de culpa, siempre que tenga en cuenta la ley de la caridad y no se descuide en disuadir y apartar del pecado al otro cónyuge.
CARTA ENCÍCLICACASTI CONNUBII
DEL PAPA PÍO XI
SOBRE EL MATRIMONIO CRISTIANO


Hemos dejado claro que, desde que el cónyuge "amenazante" busca satisfacer sus deseos carnales en vez de donarse a sí mismo, en ello mismo ya ha cometido una transgresión importante al recto orden moral. Falta que NO desaparece por el solo hecho de que NO busque obtener esa satisfacción de manera forzada (ya sea forzando a su cónyuge a dársela o ya sea obteniéndola fuera del matrimonio); NO desaparece tampoco porque el cónyuge "amenazado" ceda a sus carpichos y le dé lo que quiere; y hemos visto en el Magisterio del Beato Juan Pablo II que tal desviación NO desaparece incluso si, ante la negativa del cónyuge "amenazado" de ceder a sus exigencias, el cónyuge "amenazador" mantiene de todas formas su PENSAMIENTO y persiste en la visión de desear al otro como objeto de placer.
Es decir el cónyuge "amenazado" simplemente NO PUEDE, con el mero ceder o resistirse, lograr que el otro "caiga" en un "respeto forzado" del recto orden moral. Porque el recto orden moral, lo ha dejado clarísimo el Beato Juan Pablo II, NO DEPENDE ÚNICAMENTE DE LOS ACTOS EXTERNOS, SINO, SOBRE TODO, DE LA ACTITUD INTERIOR. Por supuesto que en el recto respeto al orden moral, los actos externos deben ser consistentes con la recta actitud interior. Pero, por el contrario, puede perfectamente pasar que externamente no se haga "nada malo" mientras que, en el interior, las cosas están muy torcidas:
El les dijo: «¿Ni siquiera ustedes son capaces de comprender? ¿No saben que nada de lo que entra de afuera en el hombre puede mancharlo, porque eso no va al corazón sino al vientre, y después se elimina en lugares retirados?». Así Jesús declaraba que eran puros todos los alimentos.
Luego agregó: «Lo que sale del hombre es lo que lo hace impuro.
Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino.
Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre».
San Marcos 7, 18-23

Entonces queda claro que el cónyuge "amenazado" simplemente NO PUEDE hacer NADA externo que, de suyo y sin transformar el interior del cónyuge "amenazador", pueda evitar la falta moral de este último.

Asi pues, ni oponerse "para salvaguardar la moral", ni aceptar las exigencias pensando que "no son malas", de suyo va a cambiar ni la actitud interior equivocada que rompe el recto orden moral del cónyuge "amenazador", ni, muchísimo menos, va a cambiar a la moral misma.

Pero en ese pequeño párrafo de la Casti Connubii que hemos citado hemos visto que la Iglesia ofrece una SOLUCIÓN REAL que es MUY DISTINTA a esas erradas actitudes, y que de ningún modo deja al cónyuge "amenazado" (ya de por sí víctima) en ese aparentemente irresoluble dilema moral que le pone ante la decisión aparentemente imposible entre ya sea quebrantar el mandato de Dios o ya sea destruir la Unión Matrimonial que Dios mismo constituyó.
Por eso ha sido tan importante en toda esta discusión hacer hincapié en la MUY REAL AMENAZA que la actitud del cónyuge "amenazador" constituye. Amenaza que, ya lo dijimos, sea tenue, remota e implícita, o sea fuerte, descarada y explícita, NO DEJA de ser en todos esos casos UNA VERDADERA AMENAZA. Y ya vimos también que es justamente por ser amenaza, por lo que coloca al cónyuge amenazado ante ese aparentemente irresoluble dilema, y por lo que le quita la paz y le mueve a buscar ayuda, apoyo y orientación.

Está claro que muchas veces se le dificultará al cónyuge "amenazado" ver a su legítimo esposo(a) como un "amenazador", precisamente por el amor que le tiene. Pero, no teniendo nosotros mismos esa limitación, para fines de nuestro análisis es importantísimo que tengamos MUY clara la existencia REAL de esta amenaza y sus implicaciones. Porque una amenaza tiene precisamente la característica de ser una COACCIÓN A LA VOLUNTAD. El cajero que entrega el dinero al asaltante que le apunta con un arma NO lo hace porque quiera robar a los cuenta-habientes o a los dueños del banco. Lo hace porque la amenaza contra su vida se configura como una causa muy grave que coacciona su libertad y LE OBLIGA a HACER LO QUE NO QUIERE HACER. Por lo tanto, NO PECA, NI TIENE CULPA alguna al entregar el dinero. El culpable de todo es aquel que está AMENAZANDO.
Claro, la amenaza debe ser seria y grave: el cajero NO entrega el dinero simplemente porque el asaltante diga que, si no le dan el dinero que no le corresponde, se pondrá a llorar, lo hace porque la amenaza a la que se le somete es mucho más grave. Tampoco es legítimo que el cajero COOPERE con el mal: si el cajero es cómplice del asaltante y está solo actuando como si fuera la víctima, cuando en realidad va a compartir las "ganancias" con el asaltante con el que está coludido, entonces por supuesto que SI tiene culpa en el asunto.

De esta misma manera, dado que la amenaza de la que estamos hablando en sí misma es MUY SERIA (la de la posibilidad de romper con la estructura de la unión familiar), y en la medida en que el cónyuge "amenazado" NO SEA cómplice de esa misma amenaza (es decir, que no se haga la "víctima" cuando en realidad TAMBIÉN le gusta esa idea de tomar la relación conyugal COMPLETA para tener oportunidad de satisfacer sus deseos carnales y no como una donación recíproca intrínsecamente respetuosa de la persona y su dignidad), entonces el cónyuge que cede a estas demandas NO lo hace POR SU PROPIA VOLUNTAD, NO lo hace BUSCANDO UN PLACER DESORDENADO, sino lo hace EN RESPUESTA A UNA AMENAZA GRAVE que puede crear una SERIA disrupción de la armonía familiar. Y por consiguiente NO TIENE CULPA al permitir que el cónyuge "amenazante" use la relación para desfogar pasiones desordenadas, incluso si ello implica una cierta colaboración de su parte, pues no lo hace por su propia voluntad y deseo, es decir, NO LO HACE como UN ACTO POSITIVO DE VOLUNTAD, sino lo hace en virtud de la coacción de la que es víctima en virtud de la seria amenaza existente.
Es por eso que esto NO atenta contra este firme principio de la moral:
En verdad, si es lícito alguna vez tolerar un mal moral menor a fin de
evitar un mal mayor
o de promover un bien más grande (17), no es lícito, ni aun por razones
gravísimas, hacer el mal para conseguir el bien (18), es decir, hacer objeto de un acto positivo
de voluntad lo que es intrínsecamente desordenado y por lo mismo indigno de la persona
humana, aunque con ello se quisiese salvaguardar o promover el bien individual, familiar o social.
CARTA ENCÍCLICA HUMANAE VITAE
DE S. S. PABLO VI
SOBRE LA REGULACIÓN DE LA NATALIDAD

Porque lo que hace en este caso el cónyuge "amenazado" NO ES hacer propia la actitud desordenada del cónyuge amenazador, por eso, su "colaboración" NO ES un ACTO POSITIVO DE VOLUNTAD.
Sino, lo suyo, tiene que ver mucho más con la primera frase de la cita, la de que "si es lícito alguna vez tolerar un mal moral menor a fin de evitar un mal mayor". Porque, en este caso, ese PERMITIR al cónyuge "amenazador" cumplir sus deseos desordenados DENTRO del Matrimonio, es en realidad TOLERAR ESE MAL, mal que es menos grave que el mal más grande que constituye la amenaza de satisfacer esos deseos FUERA del Matrimonio.
Nótese que esto NO SIGNIFICA seguir la FALSA doctrina de que "el fin justifica los medios": justamente esa falsa doctrina es la que rebate la segunda parte de la cita del Siervo de Dios Paulo VI. Por eso es importante notar que NO se está violentando esa parte, sino recurriendo a la OTRA parte de la cita, la que indica que NO SE QUIERE el mal que es realizado, sino es meramente TOLERADO a causa de la amenaza de la que se es objeto; amenaza que, justamente, IMPIDE la LIBRE ELECCIÓN de aquello que el cónyuge que desea respetar el orden moral realmente quisiera hacer. Justo como el cajero que le entrega el dinero al asaltante, quien hace algo objetivamente indebido, pero no lo hace porque quiere, sino porque es amenazado y, ante la amenaza, desea proteger bienes más grandes como su propia vida. No se puede decir que el cajero esté aplicado ese falso principio de que "el fin justifica los medios", lo mismo que no se puede decir que el cónyuge "amenazado" que NO QUIERE ese mal moral y es obligado a colaborar con el por medio de la amenaza, sea culpable del mismo.

Desde luego que esta inocencia del cónyuge "amenazado" NO significa que la totalidad de la relación conyugal en cuestión se convierta entonces es un acto perfectamente legítimo en el que nadie tenga ninguna culpa de nada. Pues de la misma manera como la inocencia del cajero NO significa que el asaltante sea igualmente inocente, así tampoco la inocencia del cónyuge "amenazado" hace inocente al cónyuge "amenazador". Pues ya vimos que el cónyuge "amenazador" es culpable por su propia ACTITUD INTERIOR, y que, por consiguiente, NO HAY NADA meramente EXTERNO que el cónyuge "amenazado" pueda hacer para cambiar esa situación.

Sin embargo, salvaguardar la inocencia del cónyuge "amenazado" es importantísimo no solo en favor de su salud espiritual personal, sino, como veremos, es importantísimo para salvaguardar la salud espiritual de toda la familia, incluyendo la del cónyuge amenazador.

Hemos visto así resuelto el dilema del cónyuge "amenazador" quien se veía irresolublemente atrapado entre "respetar" el orden moral o permitir que su familia sufriera un fuerte descalabro, dilema que era realmente falso, porque SU recto respeto al orden moral NO IMPLICA que permita que su familia sufra tal descalabro.

... sigue...
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Re: Temas de moral

Notapor Asor » Mar Jul 30, 2013 3:11 pm

Hola a todos, no se si este es el lugar para pedir auxilio si no es por favor perdonen, mi caso es que estoy desesperanzada de la vida, he querido de verdad tratado de hacer las cosas según la voluntad de Dios siempre metida en grupos de oración, catequesis, orando todos los días sin faltar a Misa. De verdad trato ¿qué más puedo hacer? Sacrificios? Si los hago, oración también, acercarme a los sacerdotes si ( cada vez mas difícil ) soy adultera mi caso esta en el obispado ahora ( ya hace un tiempo) me deje encandilar por un hombre rico ( si en primer lugar ) me trataba como reina y sinceramente no me arrepiento no creo haber estado mejor en mi anterior relación, creo que fue la mejor de las decisiones terminarla, tuve un bebe con el hombre por el que deje a mi esposo, y de ahí en adelante mi vida ha sido un infierno, este tipo está enfermo de control, de manipulación, está loco, ya ni relaciones tenemos lo cual es una bendición ya que el párroco me ha permitido Comulgar, sé que yo me metí en esta y debo aguantar las consecuencias, solo una vez me ha golpeado, pero el maltrato es diario, lo soporto, sufro pero lo he ofrecido por las almas del purgatorio, las tengo muy presentes porque creo que yo ahora estoy en un pre purgatorio y todavía me falta pagar otro cuando me muera, en fin. Pido a Dios misericordia.
En cuanto a mi vida..... He perdido todo, carrera belleza, animo, pero tengo a mi precioso hijo a él le dedico mi vida, su padre es bueno aunque no lo dejo solo con él, es peligroso, muy descuidado y agresivo ( conforme mi hijo va creciendo es menos peligroso) es un hombre muy violento y por cualquier cosa arma un verdadero escándalo horrible.
En fin mi llamado de auxilio es el siguiente, yo ¿ jamás ya voy a poder tener una relación amorosa? Ya nadie volverá a quererme? Esto es muy complicado, no dejo al papa de mi hijo porque no tengo dinero ni trabajo vivimos en un pueblo muy chico no quiso casarse con migo ni por el civil aunque me lo había prometido he intentado trabajar pero no puedo conservar mi trabajo ya que este hombre se pone furioso donde algo ande mal en la casa. Y encima solo puedo trabajar medio turno porque .... No puedo dejar a mi hijo solo.
Además no puedo escaparme con mi hijo y si me voy me puede acusar de abandono hogar y no puedo dejar a mi hijo con el solo, se lo puede llevar desaparecer con el, ya hable con el le propuse que nos separáramos en buena onda, pero no acepto, dice que me alucina pero que nuestro hijo necesita un hogar, que estamos solos en el mundo ( eso es verdad ) y que nuestro hijo no podría lidiar con una ruptura de su única familia ( el ya no tiene familia y mi familia esta muy alejada no cuento con ella mi mamá murió)
En fin a veces me da por liberar un válvula de escape y fantasear con otra vida no descuido un segundo mis obligaciones responsabilidades ni oraciones solo así puedo dormir en la noche, si sueño con otros hombres ( solo gente que no conozco digamos que pido prestado el físico de un guapo actor del momento ) en Maria Visión pongo al Santísimo toda la noche pero no me puedo calmar siento que Dios esta enojadísimo con migo se que estoy divagando perdón, ¿que opinan?, puedo fantasear? No me toco nada aunque a veces si siento gran placer no necesito tocarme y eso me libera. Tener fantasías es pecado? Todo mundo lo hace pero en mi caso siento que lo que es un pecado venial, en mi es grave por lo que hice digamos que no tengo buenas cuentas con Dios.
Imagínense una vida en que cada pestañeo que hagan sea calificado, criticado , reclamado, no importa que el día anterior lo mismo haya sido aceptable el caso es que yo debo ser hecha trizas cada día debo sentirme de lo peor o el no se siente feliz, además debo estar al pendiente de que mi niño no lo saque de quicio, sin que mi niño ni su papa noten que lo estoy protegiendo es , de verdad muy angustioso y tenso, todo el tiempo nos regaña nos insulta, mi niño lo quiere, no le he fomentado el odiarlo pero muy sutilmente le hago ver que no puede ser con el como con migo no puede ponerse berrinchudo no discutir, es peligroso, a él gracias a Dios no lo ha golpeado, solo unas nalgadillas , pero no pienso arriesgarlo. Ya intente de todo, tolerancia, paciencia, amor ,enfrentamiento, hablar, mandar cartas, inteligencia emocional, el libro de la familia de covey, humillarme, dignificarme, ponerlo en su lugar, lo que se puedan imaginar incluyendo constante oración.
Me siento muy culpable por tener estas fantasías aunque debo confesar que hay días en que son lo único que me sostiene, por eso pienso que debería ser Dios quien me diera ese consuelo pero no es así.
Se sensual es mi naturaleza, me propuse no tocarme y fue verdaderamente duro pero llevo años sin hacerlo, pero me siento como una cápsula de presión, un día voy a explotar, tengo un niño chiquito que cuidar, es tan malo?
Yo veo sacerdotes fumando, Católicos bebiendo, cometiendo infidelidades pero si se confiesan y se arrepienten todo esta bien, es tan grave mi pecado? En mis fantasías soy amada respetada, vivo un ratito de felicidad, completamente falso, lo se, pero me bastan para sonreír al despertar y enfrentar con valor el día. Mientras me insulta y me grita yo me imagino que estoy en otro lugar y mi amor me esta diciendo cosas hermosas, se que es falso pero, aunque no lo parezca, soy muy fuerte, no me dejo llevar por la fantasía no me pierdo.
Si vieran lo frustrante que es tratar de hacer todo al gusto otro que te odia, sabes de antemano que lo que hagas no le va a gustar, como ya dije el chiste es hacerme sentir basura. Y encima debo estar bien y sonriente y paciente para que mi niño no viva el mismo infierno. Yo se lo filtro mucho gracias a Dios a él no lo odia pero es muy duro aveces, lo insulta, lo humilla, yo le explico en la noche las cosas y nos reímos y le digo que papá necesita comprensión, pero aveces de plano ya a él eso no le funciona, le he tenido que decir que papá a veces pierde un poco el control y que es mejor darle por su lado ( pido a Dios que me deje seguir con mi niño porque la adolescencia, bueno... No sé, ... Va a ser difícil)
Visto desde afuera no esta tan mal, somos una familia sin carencias ni tremendos lujos, estamos bien, el le compra cuanto pide y yo se lo raciono, convive con el, lo ama, juega y va por el a la escuela con migo.
A su favor debo decir que ciento con el, se que no me abandonaría si algo malo me pasara, se que si tengo un problema me ayudara después claro de insultarme y decirme mis verdades. Es el típico que te lleva corriendo al hospital muy preocupado pero que en la casa ahí tu te arreglas sola.
Jamás voy a volver a ser amada románticamente soy joven, debo pasar el resto de mi vida así? Pues si porque aunque decidan anular mi matrimonio anterior, no voy a abandonar a mi hijo y no voy a renunciar a mi Comunión por tener relaciones con un hombre. Hay algo malo en escaparse un rato? Como yo lo veo la gente va a ver películas, lee libros, etc. Y eso es un escape no?
Ya me extendí mucho, si alguien lee esto y puede orientarme muchas gracias que Dios de verdad los bendiga.
Asor
 
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Re: Temas de moral

Notapor eduarod » Mar Jul 30, 2013 10:05 pm

Estimada en Cristo Asor:

Tu caso es complejísimo. Y bueno, si ya está en el obispado, me imagino que tendrás contacto con sacerdotes especialistas en estos temas que te podrán orientar muchísimo mejor que los hermanos de este foro, que ni te conocemos, ni, por lo mismo, y por más que se nota que hiciste un esfuerzo por describir tu caso de manera relativamente detallada, por este medio podremos llegar a saber cosas que sería importante conocer y entender para tratar de orientarte.

Bien, lo que sigue de inmediato son respuestas formales, porque ya que hiciste preguntas concretas, pues es preciso contestarlas también de manera concreta y formal. Sin embargo, no son esas respuestas formales lo principal que quisiera aportarte, sino lo que sigue después, de modo que te invito a leer el mensaje completo antes de comenzar a sacar conlcusiones...

Respecto a que "todo el mundo lo hace", eso NUNCA ha sido un criterio de moral. TODOS pueden estar equivocados. De hecho, TODOS somos pecadores.
Por cierto, fumar, si bien no es la práctica más saludable, en sí mismo no es pecado.
Es verdad que todos hacemos y deshacemos, caemos en tonterías, nos arrepentimos, y, por la Misericordia de Nuestro Dios y su Grandísimo Amor demostrado en la Cruz, obtenemos con relativa facilidad el perdón en el Sacramento de la Reconciliación.
Pero eso NO quiere decir que todos puedan hacer lo que quieran si, total, al final basta confesarse y asunto terminado. Porque en realidad NO ES ASÍ. Para que, DE VERDAD, el asunto quede perdonado y terminado, hay que arrepentirse DE VERDAD, de lo contrario el perdón de la Reconciliación sería inválido.
Y bueno, si antes de hacer algo consideras que te vas a arrepentir realmente de hacerlo, pues entonces mejor no lo haces desde el principio. Porque arrepentirse de verdad significa que, si tuvieras otra vez la oportunidad de elegir, escogerías NO HACER eso que hiciste. Pero si no lo has hecho, entonces en ese momento tienes, de hecho, la oportunidad "de volver a elegir", y entonces lo lógico es que "si vas a querer no haber querido hacerlo", pues estas muy a tiempo para no querero DESDE AHORA. De lo contario, el supuesto arrepentimiento NO sería tal, ni, por lo mismo, el supuesto perdón.
O sea que tampoco lo veas de esa errada manera de "hay muchos que hacen mucho peor, se confiesan, y entonces tan campantes". Porque ASÍ NO FUNCIONA.

Dicho lo anterior, insisto, tu caso es complejo y requiere mucha atención y detalle para descubrir los VERDADEROS caminos que puedes tener para salir de esto, y no una serie de fantasías que lo único que hacen es impedirte buscar esas auténticas soluciones.
Entendámonos: durante algún tiempo trabajé con niños de la calle, y en la organización donde estaba, donde se tomaban realmente en serio el asunto, nos explicaron que, cuando el niño se droga, normalmente NO lo hace por vicioso o cosa semejante, sino lo hace porque tiene AUTÉNTICA NECESIDAD de NEGAR su REALIDAD y EVADIRSE de ella para no colapsar emocionalmente. Sin embargo, es evidente que las drogas proporcionan esta "VÁLVULA DE ESCAPE" a un altísimo costo para la persona: enviciándola, destruyéndola, relegándola y haciéndole paria de la sociedad que entonces le juzgará y rechazará con dureza en vez de darle la ayuda y comprensión que tanto necesita.
Entonces, si bien se nos enseñaba a no escandalizarnos y a no generar un rechazo de esta naturaleza en contra del niño drogado, evidentemente se nos enseñaba también que de ningún modo podía entenderse la droga como la mejor ni, mucho menos, como la verdadera salida para el niño. Más bien la droga era el signo de nuestra propia falla: de que no habíamos logrado detectar, controlar, orientar y detener a tiempo la crisis emocional que se venía desarrollando en el niño. Por supuesto, eso era respecto a los niños que estaban bajo el amparo de la institución. Los niños en la calle se drogaban todos los días porque eso era lo que necesitaban: evadirse de su terrible realidad TODOS los días.
Pero, regresando a la institución, para eso estaba: para canalizar al niño por caminos de solución mucho mejores, tanto para sus crisis emocionales en particular, como para su situación global en general.

Pues bien, me parece que tus fantasías funcionan de manera bastante similar a la droga de estos niños: son tu camino de escape que te permite seguir viviendo cada día sin caer en un completo colapso emocional, pero ese "beneficio" lo producen al altísimo costo de ir hundiéndote cada día más en esa situación completamente disfuncional, en impedirte dar una educación real a tu hijo, en impedirte encontrar VERDADEROS caminos de solución para las crisis particulares y para la situación general.
No hay consejos generales para un caso como el tuyo, cada cosa se tiene que sopesar y analizar con detenimiento y cuidado. Lo único que te puedo decir entonces es que lo de menos es preocuparte por si tus fantasías pueden considerarse "pecaditos" o "pecadotes", lo mismo que respecto a un niño de la calle lo de menos es juzgar si su drogadicción para él es un "pecadito" o un "pecadote". Más bien para el niño su drogadicción es el signo de su gran tragedia, lo mismo que para tu caso tus fantasías lo son.
Asi pues, decirte simplemente "no fantasees ni te trates de justificar con los pecados de otros, porque todo eso es inmoral", pues es verdad; pero, en realidad, es tan inútil y poco caritativo como meramente decirle a un niño de la calle "no te drogues ni te trates de justificar con que no eres como ese pandillero asesino, porque todo eso es inmoral". Porque al meramente decirle eso, que también es verdad, al final lo deja uno abandonado en su propia tragedia.
Y si el niño tiene la buena disposición de hacerle caso al verdadero consejo moral de uno, pues por unos instantes tal vez no cometa un pecado, pero va a caer en ese colapso emocional en el que seguro acabará cayendo en ese pecado y otros peores. Entonces eso no es ninguna solución.
Pero, por supuesto, peor "solución" sería decirle "pues mira, como no te voy a resolver lo de tu colapso emocional, pues mejor drogate a diestra y siniestra siempre que lo necesites".
De manera semejante, a ti tampoco te es útil que meramente te digamos "no le hagas al loco, sabes muy bien que tus fantasías son inmorales". Como menos te es útil que te digamos "dada la terrible situación que vives, no caigas en el colapso emocional, fantasea a diestra y siniestra cuando, cómo y con quién necesites o quieras".
Y, dado que no estamos, por las razones que hemos mencionado, en posición de orientarte para encontrar una mejor solución, pues lo único que es lógico que hagamos nosotros es, sin juzgarte por recurrir a estas medidas extremas que tan solo Dios puede juzgar adecuadamente, como solo Dios puede juzgar adecuadamente la drogadicción de un niño de la calle; desalentarte, sin embargo, a seguir recurriendo a ellas, pero NO para que entonces estoicamente y sin salida o válvula de escape soportes irracionalmente una situación que es realmente insoportable; sino para que, en vez de esta FALSA salida, te apoyes en esos sacerdotes que ya debes haber contactado para que te ayuden a encontrar AUTÉNTICOS CAMINOS DE SOLUCIÓN a tu situación. Tal vez ellos mismos no tengan esas respuestas, tal vez lo que tengas que hacer junto con ellos es BUSCAR QUIEN SI LAS PUEDE TENER y que pueda realmente atender tu caso como es debido.
Vamos: no todos los sacerdotes saben atender las necesidades de un niño de la calle, se requiere MUCHA ESPECIALIDAD y UNA VOCACIÓN ESPECIAL. Hay congregaciones dedicadas a ellos donde existen casas de niños de la calle a cargo del seminario y donde a los seminaristas se les va poniendo en contacto con niños (generalmente NO los casos más complicados) para que vayan entendiendo y aprendiendo a lidiar con esas situaciones tan complejas.
Tu caso en buena medida es equivalente: no cualquier sacerdote está preparado para lidiar con una situación tan compleja, pero en la Iglesia SI existen instituciones capaces de ayudar en casos como el tuyo. La cosa es contactarlas, y eso es lo que, pese a vivir en un pequeño pueblo, los sacerdotes bien podrían hacer por ti. Ya la institución sabrá como apoyarte dadas tus limitaciones de tiempo y movimiento.

Por demás, creo que tienes cosas bastante más importantes de que ocuparte y resolver que si vas a poder ser amada románticamente o no. En ese aspecto tú misma escogiste con quién te relacionaste y porqué lo hiciste. Y hay decisiones en la vida cuyas consecuencias debemos afrontar con madurez y responsabilidad. Ponerse a soñar al respecto puede entenderse como una válvula de escape justo como el niño drogado puede imaginar en sus alucinaciones que tiene la vida feliz y tranquila de ese otro niño que venía en el auto de lujo de su papá y al que él le lavó el parabrisas por la tarde. Pero la realidad es que, desafortunadamente ese no es su papá (y ahí si que los niños, a diferencia de ti, no escogieron nada, sino simplemente sus padres son los que les tocaron y punto) y, por consiguiente, más allá de las fantasías de esos escapes, el niño de ningún modo deberá ponerse "nacer en esa familia feliz" como objetivo, porque, en efecto, eso simplemente NO va a suceder. Podría llegar a ser adoptado en una familia feliz (la verdad es que incluso eso es bastante difícil) pero NACER en una familia feliz y tener una infancia ideal, simplemente no va a pasar. Incluso tú, con todo y tu compleja situación, tendrías más oportunidad que esos niños. Pero, insisto, ese no es pretexto para ponerse un objetivo ahora casi irrealizable y que más bien puede distraerte y obstaculizar la solución de los problemas mucho más serios que tienes, así como la atención de la responsabilidad tan grave que implica el cuidado y educación de tu hijo.
Con estos últimos comentarios no quiero poner una sombra negra sobre tu futuro, sobre todo si esa ilusión es actualmente tu única "válvula de escape", sino más bien quisiera moverte a esa reflexión más seria de que hay que poner los pies en la tierra y fijarse objetivos realistas y claramente alcanzables. Todo ello, por supuesto, sin descartar que, asi como el niño si logra los objetivos de readaptarse socialmente, en ello mismo facilitará tremendamente esa remota posibilidad de ser adoptado en una familia feliz; pero que no debe ponerse como objetivo real esto último que casi seguramente no pasará, sino más bien lo primero que depende mucho más de él mismo y es mucho más alcanzable; así tú tampoco te pierdas en esos sueños. Si Dios quiere que las cosas pasen en esa dirección, pasarán, pero hay que ser realistas y entender que es muy difícil, al punto de que simplemente no es lógico fijar eso como un objetivo real (lo que no está peleado con mantenerlo como un sueño que no se descarta, pero sabiendo que es eso: un mero sueño y NO el objetivo por el que se trabaja) y que, en cualquier caso, es virtualmente imposible si no resuelves antes la situación actual.
Lo que también te puedo decir es que, mucho más probable a que esos sueños fantasiosos lleguen a realizarse, es que, trabajando por objetivos realistas y buenos para salir adelante en tu situación, vayas descubriendo muchas bendiciones con las que Dios te demostrará que Él ha venido acompañándote en TODO tu camino. Y que, con base en esas bendiciones, cosntruyas un futuro mucho mejor y más brillante del que la mayor de tus ilusiones pudiera haber imaginado o creado. Ese es otro motivo para no andar poniéndose como objetivos esos sueños efímeros e inalcanzables. Porque generalmente ni siquiera son lo mejor para nosotros ni tampoco por lo general son siquiera compatibles con el camino que Dios, en su Sabiduría, ha preparado para hacernos sentir la Grandeza de Su Amor. Trabajando en pos de esos sueños, perseguimos castillos en las nubes, y nos cegamos a nuestras verdaderas bendiciones.
Creo que entonces es mucho mejor animarte a que tengas esa Confianza en Dios, y que, en vez de que tus fuerzas las obtengas de sueños efímeros e irrealizables, comiences a obtenerlas de la Esperanza de ese grandioso día en que por fin verás cómo Dios te acompañó y podrás agradecer con paz y tranquilidad TODAS las Bendiciones que entonces reconocerás que Él puso en tu camino. No le pongas tu "cara" a esas Bendiciones. Si las entendieras y conocieras ahora, ellas mismas te estarían sosteniendo y guiando ya. La cosa es DESCUBRIRLAS. La única que tal vez si conoces ya y ciertamente, por lo que dices, precisamente te sostiene y te guía es tu pequeño. Por supuesto que él SI ES MUY REAL, y POR ÉL es un muy buen motivo para encontrar la fuerza requerida para dejar el falso camino de solución en el que te encuentras ahora y comenzar a emprender la búsqueda del verdadero.

Con nuestra oración cuentas para que Dios te dé la Gracia de tener esa fuerza, y de que tu búsqueda sea sincera y muy fructífera.

Que Dios te bendiga.
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Re: Temas de moral

Notapor Asor » Jue Ago 01, 2013 12:25 am

Hola Eduarod
Wow pensé que nadie iba a contestar, que gran gusto recibir una respuesta es como ir caminando por un bosque obscuro y de pronto descubrir que alguien viene junto a ti. Gracias.
Mi caso si esta en el obispado, pero no hay sacerdotes ahí orientándolo a uno, todo es mas bien frío, como en un juzgado civil, son mucho mas amables pero mas bien trata uno con los abogados, el único contacto que tuve con un sacerdote fue al principio cuando hacen una entrevista pero no es nada parecido a una consulta mas bien debe ser uno muy objetivo y creo que yo estaba mucho mas ocupada en decir exactamente la verdad sin cometer errores o decir mentiras u omisiones.
Respecto a los sacerdotes aquí, bueno ..... Para confesarse a veces hay que esperar mucho en lo que uno ellos sale misa, no estoy quejándome yo voy y me espero, andan muy ocupados, no tienen tiempo de escuchar tanto rollo, Monseñor si me escucho un rato ya que solicitaba volver a Comulgar pero no me atrevería a ir a quitarle el tiempo otra vez, sería un abuso.

Así querido Eduarod que no por ahí no hay mucho que pueda hacer, yo ayudo en la casa hogar de aquí y las Mads son muy lindas pero también están muy ocupadas, no soy tan imprudente, además se me haría como "cobrarles" por la ayuda es de mal gusto ¿no?

No tengo ni hermana, ni amigas ( tengo amigas pero no creo prudente que sepan mi situación ya que no debo hacer un escándalo para seguir Comulgando y además hoy la gente te ama mañana por cualquier cosa tiene armas contra mí o cometen una indiscreción con mi niño diciéndole que su papá es un tal o cual ) mi Mami murió.

Los consultores en línea igual están muy ocupados, no puedo estar consultándoles a cada rato me da pena abusar ( si he hecho mi donativo pero eso no me da derecho a tomarlos por terapeutas)

En fin no vaya usted a creer que no he tratado de solucionar mis problemas, soy valiente, soy dura, soy muy realista y responsable es que a veces uno necesita una palmadita en la espalda caray.

Tiene usted toda la razón en señalar que no por que todos hagan algo esto va a justificarse, es verdad.

Su respuesta me da la impresión de que de verdad leyó con interés mi caso y que está haciendo un legitimo esfuerzo ( además efectivo) por ayudarme le agradezco mucho, de verdad.

¿Quiere que le cuente algo? Justo al mandar el mensaje, me sentí mucho mejor, he orado mucho, la verdad no sé si a Dios le guste mi oración porque de plano hablo toooodo el día con El pero como lo concibo es como a un amigo, no se me da el hablarle con garigoleos y palabras rebuscadas yo le hablo tal cual se le habla a una persona a un amigo, tal vez ya estoy peor de lo que imaginaba y ya lo tomo de amigo imaginario, espero que El sepa perdonarme.

Pensando con detenimiento, creo que mas bien mi problema es que estoy muy sola, si tengo a mi precioso niño pero desde luego que no lo puedo involucrar mas bien me esfuerzo para que él no viva este mundo, creo que Dios me ha concedido que él sea feliz, nadie lo es por completo pero él es un chico alegre y animoso un cascabel, es my alegría.

Su comparación de mi caso con el los niños de la calle me parece muy atinada, mis fantasías son mas una evasión que una solución, sé que me ponen en un estado de ánimo falso. Créame que a veces si es una tablita en el océano.

Le quiero agradecer de nuevo porque su respuesta no fue no le hagas al loco etc etc porque es básicamente la respuesta que recibí de un consultor, no es que me moleste, es que es justo lo que usted menciona, no podría expresarlo mejor.

Nunca había pensado que tal vez exista alguien que se especialice en casos como el mío, hecho nunca he recurrido a los famosos psicólogos ya que muchos de ellos no son Católicos o son Católicos light y sinceramente no necesito que alguien me confunda más de lo que ya estoy. Buscaré, es muy difícil que en este micro pueblo exista alguien así, y si hay alguien fuera, será imposible dejar a mi niño y salir a carretera. En fin para Dios no hay imposibles.
Cuando mencionó al chiquito que sueña con ser el niño del coche me hizo llorar, es un tema que me afecta mucho, de hecho a mi me pasó, vengo de una historia de maltrato familiar, alguna vez me topé con unos niños que jugaban tan felices, yo iba en completas lágrimas y se me quedaban viendo con cara de " pobre niña" aunque no es uno envidiosos, aveces duele ver que la felicidad es tan fácil para algunos, aunque es verdad que nadie conoce las cruces de cada persona, eso es algo que le calco mucho a mi niño, por eso ayudamos a los niños la casa hogar, el va y juega con ellos, sabe que sus papás no los pueden cuidar y que a algunos no los quieren cuidar, espero que eso lo ayude a valorar su maravillosa vida gracias a Dios y a ser sensible y ayudar con amor a los más.

Con lo que respecta a que tengo cosas mas importantes de qué preocuparme es verdad, pero no quiero que le quede la impresión de que soy una desobligada o descuidada, claro que no, de hacho soy bien conocida por " súper mom" la gente hasta me lo dice, desde luego que no lo soy pero me agrada saber que hago el intento, de hecho, si usted me conociera a mi y a mi familia, se llevaría un a impresión ( falsa) de que somos tan felices, un hombre con su esposa y su pequeño, linda casa, lindo jardín, mamá dedicadísisma, niño aplicado, feliz, atendidísimo, no sé si le doy un panorama general.

Yo nunca voy con cara de limón a ninguna parte, soy muy alegre, ayudo siempre donde puedo, la gente me ama, hasta los niños me quieren, no soy una amargada. Incluso con mi "esposo" trato de ser optimista, no tiene idea de lo tolerante que soy.

No es que me preocupe si voy a ser amada o o en el futuro, no me preocupa porque sé de antemano que no, que eso nunca va a suceder, incluso si se decidiera la nulidad, ¿quién se va a casar con migo? Jamás le quitaría un segundo de atención a mi niño por dedicársela a un hombre, además a mi niño sé que no le agradaría nada ver a su mamá con otro hombre.

¿Y su papá? El es un hombre posesivo, jamás dejará que me vaya, siempre va a poner al niño frente a él para evitar perder su dominio.

Tendría que esperar a que mi niño crezca se independice, para entonces sinceramente no cero que una viejita se vea bien buscando citas ( perdón pero solo de imaginarlo me muero de risa) esos amores de cuarto para las doce me parecen patéticos.

Mis fantasías no van enfocadas a la realización, son solo para ayudarme a sobrellevar la realidad, pero en cuanto despierto, pues no queda de otra a jalar igual, solo que mas tranquila.

Es duro, muy duro, realmente envidio a esos Santos que han descubierto y sobre todo sentido el amor Dios, para mí, existe un miedo a Dios, un respeto a Dios, sé y soy agradecida con El, todos los días le doy gracias, todo el que tiene un hijo lo hace ( o debería hacerlo) y si su hijo es sano, vaya cómo no ser agradecida, y si no nos falta comida, casa, salud .... ¿Cómo no agradecer? Casi casi no tiene uno justificación de pedir más.

Es verdad, y créame que lo pienso, efectivamente mi niño me da la fuerza para seguir adelante, pero hay días en que los niños no son precisamente una perita en dulce ( si tiene niños sabe a que me refiero) y encima la gente que trabaja para uno, una falla tras otra y uno no puede cargar su coraje con ellos a poner sonrisa tragar y con calma explicar porqué está mal que por décima vez pongan líquido negro en una botella de coca cola, y encima el hombre gritando y vociferando insultando como si una fuera lo peor después de que una se dedica en cuerpo y alma a el a su hijo a SU casa, a SU comida, a todo y después de que todo es casi perfecto una cosita falló, ( como uno es mortal) una cosita que tiene remedio que una persona normal no notaría, entonces una merece regaños insultos ofensas, y eso es todos los días, no me importa, de verdad lo que él diga no me hiere, sé que está enfermo, lo comprendo, lo tolero lo acepto, solo que me duele haber tratado toda mi vida, haber pedido a Dios con tanto anhelo y acabar así. Si sé que cometí un grave error un gran pecado, créame que mi matrimonio tampoco era nada agradable incluso creo que estoy menos peor ahora, aún así, se que debo aguantar las consecuencias, lo hago, es por eso que lo único que tengo para no explotar son mis sueños, sin ellos estoy en una camisa de fuerza.
Sé que es inmoral, estoy luchando todos los días por no soñar, es muy duro, muy triste, hay mucha soledad, no busco su permiso, solo quiero saber qué concibe un buen Católico como tolerable, sigo en la lucha, sé que es un privilegio el compartir la Cruz, una que por cierto yo me cargué solita, es que en mi otro matrimonio, todo lo hice bien, no me faltó una, y tampoco me fue bien.

Gracias de nuevo, solo quiero que sepa que sigo en la lucha, que duro, me gustaría sentir eso que la gente siente, eso que hace a los Santos ser felices a pesar de su cruz, yo la cargo, la vivo , la acepto, no me hace feliz, sinceramente, ojalá un día Dios me conceda amarla.

Que Dios lo bendiga y cuente con mis oraciones también.

Asor
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Re: Temas de moral

Notapor eduarod » Lun Ago 05, 2013 3:33 am

Estimada en Cristo Asor:
Asor escribió:...
Mi caso si esta en el obispado, pero no hay sacerdotes ahí orientándolo a uno, todo es mas bien frío, como en un juzgado civil, son mucho mas amables pero mas bien trata uno con los abogados, el único contacto que tuve con un sacerdote fue al principio cuando hacen una entrevista pero no es nada parecido a una consulta mas bien debe ser uno muy objetivo y creo que yo estaba mucho mas ocupada en decir exactamente la verdad sin cometer errores o decir mentiras u omisiones.

Oh, ya veo. Digamos que te fuiste directamente al proceso legal, donde, en efecto, el asunto es más técnico, y es muy importante decir la verdad (de lo contrario, te puedes perjudicar seriamente a tí misma, porque podría declararse nulo un matrimonio válido o viceversa y ambas cosas pueden tener consecuencias muy importantes). Pienso que, en general, sería mejor si se diera un acompañamiento pastoral; pero también creo que tu obispo piensa exactamente lo mismo, y que estaría más que feliz de poder darlo si uno le manda 300 vocaciones de muchachos que le llenen el seminario y que ya desde ahora él pondría a realizar muchas de las tareas secundarias con las que actualmente su clero se tiene que ocupar. En otras palabras, que una cosa es lo que sería mejor, y, desafortunadamente, otra cosa es lo que se puede hacer con lo que se tiene en realidad. Precisamente:
Respecto a los sacerdotes aquí, bueno ..... Para confesarse a veces hay que esperar mucho en lo que uno ellos sale misa, no estoy quejándome yo voy y me espero, andan muy ocupados, no tienen tiempo de escuchar tanto rollo, Monseñor si me escucho un rato ya que solicitaba volver a Comulgar pero no me atrevería a ir a quitarle el tiempo otra vez, sería un abuso.

Aquí hay que hacer una distinción fina:
Por un lado no hay que tener pena (en ningún sentido, no solo en cuanto a que le de a uno "vergüenza", sino también pena en el sentido de no querer molestar más de la cuenta) en acercarse si uno tiene una necesidad espiritual no resuelta. Pues precisamente Cristo les llamó a servir junto con Él, y ese es el compromiso que ellos tienen: de darse en servicio a la comunidad.
Pero, por otra parte, es verdad que ese compromiso es para con toda la comunidad y no nada más con uno, por consiguiente si es importante también no ponerse demasiado exigentes si ellos mismos manifiestan que no les es posible atendernos en determinado tiempo o en determinada forma.
La solución a esta contraposición suele ser programar las cosas adecuadamente: hasta las personas más demandadas y ocupadas pueden dedicar un tiempecito a una "pequeñez" si este tiempo se programa adecuadamente.
Ahora bien, es verdad que, si hemos establecido que tu caso requiere mucha especialidad, entonces tampoco tiene mucho sentido empujar a que te dediquen mucho tiempo si ellos mismos no tienen el "expertise" (conocimientos, etc.) necesario para realmente ayudarte.
En todo caso, insisto, quizá el mejor uso que le puedes dar al tiempo que de ellos puedas obtener, es el de que te ayuden a encontrar una obra en la Iglesia que SI tenga la capacidad y el "expertise" para apoyarte en los detalles de tu caso.

Así querido Eduarod que no por ahí no hay mucho que pueda hacer, yo ayudo en la casa hogar de aquí y las Mads son muy lindas pero también están muy ocupadas, no soy tan imprudente, además se me haría como "cobrarles" por la ayuda es de mal gusto ¿no?

Nuevamente, no es tanto el "cobrarles" o no, puesto que dar la oportunidad de ayudar es también dar. Sino más bien la cuestión es la misma: ¿qué tanto sentido tendría el ocupar su ya de por si limitado tiempo (y quizá, como dices, enterar a más gente de la estrictamente necesaria respecto a tu realidad, con el peligro de que se produzcan escándalos, ofensas y/o imprudencias) si es que no tienen el "expertise" para ayudarte a resolver tu situación?
Los consultores en línea igual están muy ocupados, no puedo estar consultándoles a cada rato me da pena abusar ( si he hecho mi donativo pero eso no me da derecho a tomarlos por terapeutas)

Igual lo de menos es el donativo, los consultores en línea es gente que generosamente dona su tiempo a esta comunidad. El problema con ellos más bien sigue siendo el mismo; el nivel de especialidad en el tema concreto, asi como la posibilidad de conocer detalles de tu caso por este medio. Tal vez no encuentres a nadie que puedas ver en persona y de todas formas tengas que depender de un medio similar a este. En tal caso, si encuentras un consultor que notes que SI tiene el conocimiento adecuado y SI puede ayudarte, olvídate del tema del dinero y considera que es alguien que Dios ha puesto en tu camino y que generosamente ha respondido a la llamada del Señor; por lo que no tengas miedo o escrúpulos en aceptar esa ayuda tanto como te sea necesaria.
Una opción adicional, sobre todo si no encuentras a un consultor que realmente entienda el caso o tenga el conocimiento necesario para atenderlo, sería algo semejante a la de los sacerdotes: que el consultor pudiera conocer una institución a la que más formalmente puedas recurrir para obtener la ayuda especializada que requieres.
En fin no vaya usted a creer que no he tratado de solucionar mis problemas, soy valiente, soy dura, soy muy realista y responsable es que a veces uno necesita una palmadita en la espalda caray.

Lo entiendo bien, a veces incluso lo único que necesita uno es no sentir que está cargando con todo ese peso sin que a nadie le importe en lo más mínimo y, por eso, el simple hecho de que alguien nos escuche de manera solidaria es ya un descanso que permite recobrar fuerzas y seguir adelante. Por ejemplo:
...
¿Quiere que le cuente algo? Justo al mandar el mensaje, me sentí mucho mejor, he orado mucho, ...

Y en ese sentido:
... la verdad no sé si a Dios le guste mi oración porque de plano hablo toooodo el día con El pero como lo concibo es como a un amigo, no se me da el hablarle con garigoleos y palabras rebuscadas yo le hablo tal cual se le habla a una persona a un amigo, tal vez ya estoy peor de lo que imaginaba y ya lo tomo de amigo imaginario, espero que El sepa perdonarme.

Por supuesto que NO ES un mero "amigo imaginario", sino el Creador del Universo es más REAL que el Universo mismo. Y asi como cada partícula subatómica necesita CONTINUAMENTE que Dios le siga participando su Propia Existencia para poder siquiera seguir existiendo, así también todos los seres y creaturas que componemos este Universo y que igual de Él recibimos este ser y esta existencia. Por ese simple e impresionante hecho, te puedes dar cuenta de que no hay manera alguna de que de ningún modo puedas escapar a que Dios conozca TODO lo que piensas y haces. Por eso no tengas ninguna preocupación o temor de confiarle a Él todas tus preocupaciones, nos dice San Pedro:
Que cada uno se revista de sentimientos de humildad para con los demás, porque Dios se opone a los orgullosos y da su ayuda a los humildes.
Humíllense bajo la mano poderosa de Dios, para que él los eleve en el momento oportuno.
Descarguen en él todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes.
I Pedro 5, 5-7

¡Cristo se entregó por ti en la Cruz! ¿Crees que se ofenderá porque confies en Él y le platiques cómo te sientes? ¡Por supuesto que no!
Más aún, te voy a platicar algo que creo que te servirá mucho y que pocos entienden: el Misterio del Sufrimiento Vicario de Cristo.
Un vicario es el que hace las veces de otra persona o la sustituye, es decir, que está legítimamente en el lugar que a la otra persona le correspondería en representación de ella. Por eso el Papa es el Vicario de Cristo en la Tierra, porque el Papa es el que para nosotros representa a Cristo y está en Su Lugar, y por eso es necesario respetarlo y seguirlo como al mismo Cristo, NO por la persona que es él en si mismo (el Papa), sino por esa facultad concedida por el mismo Cristo de ocupar legítimamente Su Lugar en representación Suya. Eso respecto al Papa lo alcaro tan solo para indicar el significado del término "vicario", pero no es a lo que nos queremos referir ahora realmente.
De hecho, a lo que nos vamos a referir NO ES a una persona ocupando el Lugar de Cristo, sino a lo contrario: a Cristo ocupando legítimamente el lugar de la persona en representación de ella.
Y entonces, si unimos esto a la palabra "sufrimiento" y su significado, lo que entendemos que significa "sufrimiento vicario" es el sufrimiento que Cristo mismo soportó EN LUGAR NUESTRO.
En efecto, cuando hablamos del sufrimiento de Cristo en la Cruz, generalmente entendemos que Él padeció mucho, entendemos que lo hizo porque nos amaba, pero la mayor parte de la gente no lo entiende realmente bien. Pues el dolor de Cristo lo entiende como un dolor "de Él", un dolor que le correspondió a causa de los tormentos que padeció, y que, por lo mismo es "suyo" y diferente, muy diferente e independiente "mi" dolor. Si, parece tener un valor ejemplar "si Cristo soportó ese grandísimo dolor de la Cruz por mi ¿no voy a soportar yo este comparativamente pequeño dolor que me tocó a mi?". Pero en realidad esa es todavía una visión bastante parcial e incompleta del asunto.
No, el asunto va MUCHO más allá. Nos dice Isaías:
Despreciado por los hombres y marginado, hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento, semejante a aquellos a los que se les vuelve la cara, no contaba para nada y no hemos hecho caso de él.
Sin embargo, eran nuestras dolencias las que él llevaba, eran nuestros dolores los que le pesaban. Nosotros lo creíamos azotado por Dios, castigado y humillado, y eran nuestras faltas por las que era destruido nuestros pecados, por los que era aplastado. El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido sanados
Isaías 53, 3-5

Leamos bien: NO dice "Dios le puso un sufrimiento grande para que nos diera ejemplo", al contrario, señala que nosotros ERRADAMENTE le críamos azotado por Dios, castigado y humillado. Eso no sólo se refiere a que NO era verdad lo que pudieron pensar los miembros del Sanedrín de que su castigo era justo por ser blasfemo. Sino en realidad DESCARTA toda noción de que el Sufrimiento de Cristo fuese un dolor "Suyo" que "Dios le puso", y, por consiguiente, "distinto" e independiente al nuestro con el que tan solo se relacionaría por ese valor de ejemplo que pudiera tener para nosotros. Pues el texto aclara que eran NUESTRAS FALTAS la que le destruían, NUESTROS PECADOS lo que le aplasataban, NUESTRAS DOLENCIAS las que Él llevaba, NUESTROS DOLORES los que le pesaban.
Él estaba ahí entonces, siendo destruido, aplastado, llevando y cargando un GRAN peso, que NO ERA SUYO, sino ERA EL NUESTRO.
Asi pues, si alguien llegara a pensar que el Sufrimiento de Cristo en la Cruz, si, ciertamente era muy grande, pero incluso ni siquiera ese sufrimiento tan grande de Jesús podría ser comparable al de...(lo que sea o el de quien se quiera). Eso de raíz es FALSO. Porque lo que nos enseña este texto de Isaías es que, en la Cruz, Cristo no cargó meramente con los dolores y el peso del sufrimiento físico al que estaba siendo sometido. Sino cargó con NUESTROS DOLORES, por consiguiente, cargó también Él con el dolor de esa persona que alguien podría llegar a pensar que fue mayor que el de Cristo.
Y así también cargó con TÚ DOLOR, al igual que con el mío.
Cristo estaba ahí, CARGANDO con la PARTE PESADA de lo que A TI te tocaba cargar. Fíjate bien, nuevamente, NO se trata de lo que "a ti te PUDO tocar cargar", sino lo que A TI TE TOCABA cargar.
Mira, es como si estás en una mudanza y quien la coordina te dice a ti: te toca cargar el piano. Tú te preguntas: "¡el piano! ¿cómo lo haré? ¿cómo podré yo sola cargar jamás algo tan pesado?" Y de pronto aparece Cristo y simplemente toma el piano, lo levanta y comienza a transportarlo en TÚ LUGAR. No es que a Él le tocara el piano, TE TOCABA A TI, pero Él, porque te Ama, y sabiendo que tú simplemente jamás lo ibas a lograr cargar por ti sola, decidió acudir en TU AYUDA y cargar la parte principal y más pesada de TÚ CARGA en lugar TUYO, en forma Vicaria.
Por eso dista mucho de molestarle a Jesús que le cuentes tus problemas como si fuesen algo que a Él pudiera no importarle o concernirle. Al contrario, podría decirse que Él está involucrado en ellos ¡incluso MÁS que tú!
Y bueno, pues ya que Él lleva el piano, pues lo menos que puedes hacer tú es tomar la sillita del piano que Él dejó para que tú, junto con Él (y ya no tanto Él junto contigo) termines de llevar todo el piano a donde hay que llevarlo.
No es pues entonces que digas "¿cómo no voy a llevar yo una sillita si veo que Él está cargando un piano?" ante lo que muchos se justifican incluso de esta manera: "si, pero es que Él es Dios y por eso puede cargar pianos, que se ponga en mi lugar y que vea como para un simple hombre como yo pesa horrores esta sillita". Sin darse cuenta de que ese piano que lleva Cristo NO ES "su gran piano para demostrar su Fuerza ejemplar", sino es el piano de ESA persona, el piano que le tocaba cargar A ELLA. Si entendieran esto a muchos se les caería la cara de vergüenza al reclamarle a Jesús en no ayudarles a llevar la sillita. Pues cuando uno REALMENTE COMPRENDE que ese piano ES EL MÍO y NO "el Suyo". No puede menos, insisto, que decir: "bueno, pues si, al menos yo ayudo con esta sillita que quedó aquí".
Y así, es evidente que puedes hablar con Jesús, si, en esos términos familiares y de Amigo con los que dices que te expresas con Él. Pero dándote cuenta de que Aquel que carga el piano sabe muy bien el predicamento en que ambos están. Por eso no habla uno con Él como hablaría con alguien que simplemente viene al lado en el camino y al que hay que hacerle ver que esa sillita pesa mucho. Sino como habla el que trae la sillita y le dice al del piano: "¡uf! si esta sillita pesa tanto, no me imagino cómo pesa ese piano con el que me estás ayudando".
Y bueno, otra cosa es que Cristo NUNCA va a dejar de cargar ese piano POR TI. Puedes tú elegir más bien no ayudar con la parte de la sillita que te dejó y exponerte a que te regañen al final por no transportar el piano completo que te tocaba transportar (poco más o menos eso es el Infierno, por eso, si entiende uno las cosas, si entiende uno que Cristo llevó el piano y que a uno nada más le tocaba ya la sillita, entonces se da cuenta de que ese argumento de que la Misericordia de Dios "les perdonará todo a todos" y "no existe entonces el Infierno", pues viene a ser el colmo del egoismo y del cinismo, porque viene siendo como decirle a Cristo cargando el piano "oye, pero se te olvidó también llevarme esta sillita").
Pero bueno, ese no es el punto ahora, el punto es que, cuando uno se siente realmente abrumado por el peso de la angustia, de los problemas y del dolor, puede uno estar seguro de que puede voltear a ver a Cristo para darse cuenta de que, de esa angustia, de esos problemas y de ese dolor, lo que lleva uno es "la sillita", y lo que Cristo lleva POR UNO, en LUGAR DE UNO, es "el piano".
Si logras comprender esto, creeme que jamás te volverás a sentir sola en tus problemas, angustias y sufrimientos:
Pensando con detenimiento, creo que mas bien mi problema es que estoy muy sola, si tengo a mi precioso niño pero desde luego que no lo puedo involucrar mas bien me esfuerzo para que él no viva este mundo, creo que Dios me ha concedido que él sea feliz, nadie lo es por completo pero él es un chico alegre y animoso un cascabel, es my alegría.

Insisto en lo que te dije antes: ya te diste cuenta de una de tus más grandes bendiciones, tu chiquito, pero creeme que indudablemente hay muchas más esperando a que las descubras y que puedas ver en ellas el Amor de Dios, y no sentirte sola de nuevo jamás, porque Él lleva TU "piano", tú tan solo "la sillita". Sé bien que los niños no siempre son "peritas en dulce", pero, al final, debe darse uno cuenta también de que, si lo hacen a uno "rabiar" es precisamente por el amor que uno mismo les tiene. Si no fuese así, simplemente no te importaría lo que el niño hiciera o dejara de hacer, para bien o para mal. No poder decir entonces "que angelito tengo" en un momento dado, no es motivo tampoco para dejar de apreciar la inmensa bendición que son esos chiquitos y el Amor de Dios que se expresa a través de ellos.

Nunca había pensado que tal vez exista alguien que se especialice en casos como el mío, hecho nunca he recurrido a los famosos psicólogos ya que muchos de ellos no son Católicos o son Católicos light y sinceramente no necesito que alguien me confunda más de lo que ya estoy.

Respecto a los psicólogos, en efecto, muchos no son católicos, y los que lo son, o son "light" como dices, y no ponen importancia en las cuestiones de la Fé, sino en los postulados de las teorías psicológicas en que se apoyan. Y, muy comunmente también, en "apuntalarte emocionalmente". Es decir, que consideran que un colapso emocional es lo PEOR que te puede pasar y que, por lo mismo, están dispuestos a hacer lo que sea para "asegurar" que eso no ocurra.
Incluso he sabido casos de psicólogos supuestamente católicos que están más dispuestos a precipitar la destrucción de un matrimonio "en condiciones controladas" que les permitan asegurar que no habrá colapso emocional a causa de la separación, que en realmente buscar si existe una solución al caso que vive la pareja que pueda impedir el rompimiento, pero que, a sus ojos, "abra" las puertas a un posible rompimiento "descontrolado" en el que evitar el colapso emocional pudiera ser mucho más difícil.
Eso, por supuesto, no quiere decir que no pueda existir un psicólogo verdaderamente católico y verdaderamente capaz, que sepa ponderar y dar su justo lugar a las prioridades de las teorías psicológicas a la luz de la Fé. Pero es indudable que eso si es algo bastante raro y difícil de encontrar. De hecho, seguramente si logras dar con una institución que te pueda ayudar, las personas tendrán al menos una parte importante de formación profesional en áreas de la psicología. Pero la idea es que sean persona que no se dejen "subyugar" por las teorías psicológicas y les den más importancia de la que tienen, relegando incluso en ello a un segundo plano las prioridades de la Fé. Y eso creo que es mucho más fácil de encontrar en una persona dedicada a dar apoyo a mujeres en problemas, que buscando psicólogos en consulta particular.
Algo que se me ocurre, que no se si te vaya a servir, pero que puede llegar a tener que ver con tu situación, es que existen ya muchos centros de atención y ayuda a mujeres embarazadas que se sienten solas y que se sienten inclinadas a abortar. Entiendo perfectamente que esa no es la descripción de tu caso. Pero probablemente muchas de esas mujeres vivan situaciones que tienen elementos en común con la tuya (una pareja que llega a recurrir a la agresión, una situación matrimonial irregular, etc.) y bueno, se supone que esos centros están preparados para ayudar en eso. Claro, el enfoque de esos centros es convencer a la mujer de que el aborto NO ES la solución, pero eso no quiere decir que en todos esos centros toda la gente tendrá el "expertise" para dilucidar cuál SI pudiera ser la solución. Y, sin embargo, contactar con esos centros puede abrir el camino para establecer otros contactos sucesivos que te lleven a alguien que SI tenga el "expertise" que tú requieres.
En esto ten paciencia y no dejes de recordar que tú nada más llevas "la sillita": no sería nada improbable que, al establecer un primer contacto con un centro de esta naturaleza, pudieras obtener una respuesta cortante del tipo "no, lo siento, aquí no resolvemos problemas familiares en general, sino simplemente nos especializamos en atender a mujeres con esta necesidad concreta". Y si, puede llegar a ser frustrante y hasta un poco humillante recibir esta clase de rechazos, pero puedes probar con varios centros y/o pedir que te ayuden ellos a localizar a quién SI sea especialista en lo tuyo. Es mucho más probable que alguien que ya se dedica a algo parecido conozca contactos buenos para eso, que otro tipo de personas.

Respecto a esto:
...
No es que me preocupe si voy a ser amada o o en el futuro, no me preocupa porque sé de antemano que no, que eso nunca va a suceder, incluso si se decidiera la nulidad, ¿quién se va a casar con migo? Jamás le quitaría un segundo de atención a mi niño por dedicársela a un hombre, además a mi niño sé que no le agradaría nada ver a su mamá con otro hombre.
...

En realidad no es siquiera correcto abordar el tema cuando no se tiene la declaración formal de nulidad matrimonial ya emitida por la Iglesia. Pese al proceso en marcha y todos los elementos que uno pudiera considerar "en contra" del vínculo, la realidad es que el asunto NO ESTÁ juzgado aún, pues para eso es el proceso, y, mientras eso siga siendo así, a los ojos de la Iglesia tú tienes un legítimo marido que es con el que te casaste originalmente y cuyo vínculo con él es lo que se está revisando.
Por eso es que ni siquiera es sano considerar "qué posibilidades pudiera traer el futuro y qué es lo que tendrías que considerar entonces". Lo único que me quiero atrever ahora a decir es que, si Dios quiere que las cosas se muevan en una dirección en la que llegue el momento de tomar una decisión, NO DEJES de tomar MUY en cuenta la opinión y preocupaciones de tu hijo, tanto las inmediatas como las de largo plazo; las que, platicadas con él, pueden ser las que imaginas o tal vez muy diferentes de las que tú creías. Creo que muy difícilmente te arrepentirás de ello.

Es duro, muy duro, realmente envidio a esos Santos que han descubierto y sobre todo sentido el amor Dios, para mí, existe un miedo a Dios, un respeto a Dios, sé y soy agradecida con El, todos los días le doy gracias, todo el que tiene un hijo lo hace ( o debería hacerlo) y si su hijo es sano, vaya cómo no ser agradecida, y si no nos falta comida, casa, salud .... ¿Cómo no agradecer? Casi casi no tiene uno justificación de pedir más.

En efecto, y creeme que, cuando REALMENTE ENTIENDAS que Él lleva TU "piano" y nada más te dejó la sillita, ese "miedo" a Dios se va a desvanecer por completo. En buena medida es eso lo que acaban entendiendo los santos que acaban sintiendo todo el Amor que Dios nos tiene.
... Sé que es inmoral, estoy luchando todos los días por no soñar, es muy duro, muy triste, hay mucha soledad, no busco su permiso, solo quiero saber qué concibe un buen Católico como tolerable, sigo en la lucha, sé que es un privilegio el compartir la Cruz, una que por cierto yo me cargué solita, es que en mi otro matrimonio, todo lo hice bien, no me faltó una, y tampoco me fue bien.

Respecto a esto, entiendo que no buscas un "permiso". Respecto a la pregunta directa, sin embargo, NO se trata de tolerancia. La tolerancia se tiene para con las personas, pero NUNCA respecto al pecado y el error EN SÍ MISMOS.
Por eso es que, ante la pregunta concreta y directa, la respuesta SIEMPRE DEBE ser un inequívoco "eso está mal".
Ya respecto a la persona, pues a veces si puede uno decir "no le digas si no te lo pregunta pues no va a entender y se va a confundir más". Pero si la persona pregunta ella misma cierra esa opción, y la verdad es que, en el solo hecho de preguntar, demuestra que entiende bastante del asunto. Además de que, en tu caso, pues es claro que tú ya preguntaste y, como te dije, ante la pregunta directa la respuesta DEBE ser concreta e inequívoca.
También respecto a la persona, y más aplicable a tu caso, pues está entender la debilidad y la necesidad que podemos llegar a tener de esas "tablitas de salvación", que, muchas veces sin ser la verdadera solución a nuestros problemas, sino en verdad siendo auténticos distractores y obstáculos para buscar esa veradera solución, nos permiten, sin embargo, sortear una crisis y seguir adelante. Aún así, esto no puede justificarse NUNCA como "bueno". Más bien se puede entender que la gente cae por la debilidad y limitaciones propias de nuestra naturaleza caída herida por el pecado. Eso en realidad NO nos exime de culpa, pero, ante una lucha espiritual en la que la caída se da al final y SIN el pleno consentimiento de la persona, SI se puede hablar de una reducción importante de la culpa moral, pero esto es mejor que lo juzgue el confesor y de él instrucciones prácticas respecto a qué hacer en qué casos (acudir a Confesión, efectuar un Acto de Contrición, etc.).
Sin embargo, lo más importante en todo esto es entender, como lo dice una frase piadosa bastante atinada: "lo importante NO ES no caer, sino SABER LEVANTARSE".
Por eso la tolerancia en esto va mucho más ligada a eso: a no dejarse desanimar por la propia debilidad y las caidas, sino seguir adelante siempre tratando cada día de acercarnos más a la VERDADERA solución de nuestros problemas y no a esas falsas, ilusorias y efímeras "tablitas de salvación" que sentimos muy necesarias, pero en realidad acaban siendo obstáculos que ayudan a mantenernos lejos de la auténtica solución y que por eso NUNCA podremos considerarlos de manera formal y objetiva como "buenas" o "justificables".
Otra cosa, insisto, es que, en el contexto de nuestra propia debilidad y limitación, puedan considerarse como "entendibles" y "superables".
Espero ser claro al expresar la diferencia.
Asi pues, ¿qué va uno a decir? Simplemente no puede uno decir: "no te hace daño, te ayuda a seguir adelante, no te preocupes, es tolerable", pues ya vimos que muy poco de eso es verdad, pues SI te hace daño, te ayuda a seguir adelante por un ratito, pero no te resuelve el problema a largo plazo, SI es motivo de preocupación, pues te aleja y evita que tomes la solución verdadera, y, por lo mismo NO ES tolerable en sí mismo.
Pero evidentemente no ayuda mucho tampoco el decir: "apartate de eso que no sueñas sino en tu propia condenación, prefiere el peor infierno de este mundo que caer en ese terrible pecado, porque las llamas del Infierno Eterno en las que caerás serán mucho más duras". Igual algo de esto puede ser verdad, pero ni somos quién para juzgar, sino solo Dios Juzga las conciencias, ni caer en el peor infierno de este mundo asegura que no se caerá en el Infierno Eterno, sino al contrario, a veces lo facilita, porque ayuda a que caiga uno en el desamor y el egoismo total.
Sino quizá vendría más bien al caso decir algo así: "procura tratar de no caer en eso, al menos no tan fácilmente, mucho menos te 'aficiones' a ello, sino trata de superarlo: recuerda que la solución que te ofrece es solo temporal y pasajera y te aleja de la solución verdadera, busca más bien las tablitas de salvación verdaderas que Dios te da en su Amor y Bendiciones que, si las sabes buscar, puedes llegar a percibir aún en las peores circunstancias. Pero si, con todo, llegas a caer, pues no te quedes tampoco ahí tirada sintiendote una persona manchada y culpable, sino recuerda que todos somos pecadores y por eso vino Cristo a salvarnos, porque NECESITAMOS de esa Salvación. Por eso, más bien levántate pronto y busca rápido a Jesús porque Él es tu VERDADERA Salvación".
En fin, creo que difícilmente se podría decir algo distinto a eso.

Y bueno, una última palabra respecto a esto:
Gracias de nuevo, solo quiero que sepa que sigo en la lucha, que duro, me gustaría sentir eso que la gente siente, eso que hace a los Santos ser felices a pesar de su cruz, yo la cargo, la vivo , la acepto, no me hace feliz, sinceramente, ojalá un día Dios me conceda amarla.
...

Hay que subrayar que NO se ama la Cruz "en sí misma", amar el sufrimiento por sí mismo NO ES cosa de santos, sino literalmente de locos masoquistas.
No, el santo NO ama el sufrimiento en sí, sino ama a Cristo, por cargar "el piano" y dejarnos nada más "la sillita", y ama lo que junto con Cristo, por Él y en Él puede lograrse al transportar el piano completo. NO se ama, pues, el sufrimiento de la carga, de que esté pesada, de que nos haga caer, de que nos duela, etc. Sino se ama, por ejemplo, ver que alguien puede tocar un concierto muy bonito en el piano gracias a que nosotros, junto con Cristo, lo llevamos a donde se iba a tocar el concierto. Y es ese concierto y su belleza y el bien y gozo que produce, lo que justifica la fatiga y el dolor de cargar con la Cruz ¿me explico?

Que Dios te bendiga.

P.D. Es tarde y el mensaje largo, por lo que no lo voy a poder revisar, una disculpa anticipada por posibles errores tipográficos y de sintaxis.
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Re: Temas de moral

Notapor felipe » Mar Ago 06, 2013 3:36 pm

Una pregunta Eduarod, cuando en el siguiente texto el Papa Pio XII alude a la masturbación en el matrimonio entiendo que se refiere tanto a la realizada de modo "incompleto", es decir, la que no llega al orgasmo como a la que llega a él. ¿Es así?.

Lo dicho hasta aquí sobre la intrínseca malicia del pleno uso de la potencia generativa fuera de la cópula conyugal natural, vale del mismo modo cuando se trate de los unidos en matrimonio o de los desligados del matrimonio, ya sea cuando el pleno ejercicio del aparato genital es efectuado por el hombre o por la mujer, o por otra parte también actuante, o el efectuado por tactos manuales o por interrupción de la cópula conyugal; estos actos son pues siempre contrarios a la naturaleza e intrínsecamente malos.
http://www.vatican.va/holy_father/pius_ ... ta_sp.html


Bendiciones
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Re: Temas de moral

Notapor Pato Flores » Mié Ago 21, 2013 3:52 am

Hola a todos.

Analicemos si el libro del sacerdote Ksawery Knotz, mas puntualmente al capitulo "Sexo conyugal sin tabúes" tiene o no enseñanzas moralmente incorrectas.

Entre verdades importantes que son indiscutibles la única critica relevante que le hacen es haber nombrado al "sexo oral" como admisible entre los esposos, cuestión de eternas discusiones porque dejan a un lado la búsqueda la verdad y se centran en defender una postura condicionada por gustos y sensibilidades personales, por eso hay que ser estrictamente objetivos.
Las estimulaciones son usadas como parte del juego previo para alcanzar el climax en la pareja, estas pueden ser realizadas en formas de caricias y besos, se entiende que cuando son en forma de besos se denomina "sexo oral".
Las estimulaciones juegan un papel muy importante en el lecho conyugal ya que relajan y preparan a la mujer para la penetración y facilitan que alcance el orgasmo, se debe recurrir a alguna de ellas, osea ademas de no ser pecaminosas en si mismas son absolutamente necesarias, ya que es el paso previo para alcanzar la donación total (unidad y apertura y apertura a la vida).

Mi conclusión al tema es que las enseñanzas de este sacerdote polaco son moralmente correctas y mas allá de criticas normales el magisterio de la iglesia le ha dado su aprobación, dicho libro fue un bet-seller en todo el mundo y sin ir mas lejos fue publicado en esta pagina. ;)
Saludos y bendiciones.
Pato Flores
 
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Re: Temas de moral

Notapor IvanEstoico » Jue Ago 22, 2013 11:14 pm

Hermanito en Cristo Pato Flores.

Te comparto lo siguiente y espero te des el tiempo de leerlo y no desdeñarlo como hiciste con lo antes expuesto.

Introducción
"Y le dijo una parábola: "¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en la fosa? (Lc 6, 39).
El llamado "kamasutra católico" es el apodo del libro del sacerdote polaco Ksawery Knotz OFM cap, que en realidad su nombre es "Sexo como Dios manda". Este libro está dedicado a los matrimonios con el fin de que puedan supuestamente vivir una sexualidad libre de culpas y acorde a las normas de la Iglesia.

Ahora bien, a esta altura de los hechos muchos se habrán informado acerca de las opiniones que este sacerdote ha dado en su escrito acerca de los gestos de amor que serían "lícitos" por parte de los esposos. En este sentido, este sacerdote ha enseñado que actos tales como el sexo oral podrían ser admitidos y aceptados como legítimos siempre y cuando sean ejecutados en preparación para el acto conyugal. Sin embargo, aún así esta no es una visión correcta de la sexualidad católica, como procederé a demostrarlo en este informe.

Y aunque este sacerdote esté respaldado por editoriales que se tienen por católicas, como Lumen, esto no quiere decir que sus propuestas morales estén acordes a una sexualidad católica. ¿Cuántos moralistas en la historia de la Iglesia han publicado (y lo seguirán haciendo) sus libros conteniendo graves errores en lo tocante a las sanas costumbres morales?
Se nos podrá objetar que el libro del padre Knotz no ha sido rechazado por la autoridad de la Iglesia (el Magisterio), pero aún así, esto no significa que la opinión que ha dado este sacerdote polaco sea moralmente correcta. El Magisterio de la Iglesia no puede controlar todas las publicaciones que realizan en el mundo cientos y cientos de sus sacerdotes. En este sentido, la autoridad competente de un obispo es la que debería responder ante el carácter de tales escritos. Y en el caso de este libro, como trata de un tema tan delicado como la vida sexual de los cónyuges, es evidente que no deba ser tratado públicamente, como si fuera cualquier otro tema. Lo que es sagrado debe ser tratado como tal. Es por esto que no hayamos escuchado ningún pronunciamiento por parte de las autoridades eclesiales correspondientes.
También se nos puede objetar que dicho libro fue un bet-seller en todo el mundo… ¿pero acaso no estamos viviendo en un mundo donde la mayoría de los matrimonios y de las parejas ya no les importa lo que es ser verdaderos cristianos? ¿Acaso no vivimos en un mundo cada vez más sobresaturado de sexo? ¡Entonces que no nos extrañe que el libro de este sacerdote sea el más comprado!

A continuación expondré, en los siguientes puntos, las razones por las cuales, las enseñanzas del padre Ksawery Knotz OFM cap no deben ser consideradas como propias de una visión católica de la sexualidad.

¿Una vuelta a la teología del cuerpo de Occidente?
"Queridísimos, no os fieis de todo espíritu, sino examinad los espíritus a ver si son de Dios" (1Jn 4, 1).
La teología del cuerpo de Occidente fue una corriente filosófica y moral dentro de la Iglesia Católica que surgió allá por los años 90, posteriormente al desarrollo del pensamiento del santo Padre Juan Pablo II sobre el amor humano.
Esta teología del cuerpo de Occidente –cuyo mayor representante fue Christopher West- pretendía hacer comprender de modo claro y accesible la serie de catequesis que el Santo Padre Juan Pablo II impartía los miércoles. Sin embargo, esta corriente de pensamiento filosófico de ningún modo ha reflejado fielmente las correctas interpretaciones de la teología desarrollada por el Papa. En este sentido, hubo quienes se esforzaron por reinterpretar sus enseñanzas sobre el amor humano, aunque no sin haber tergiversado su enfoque sexual, hasta el punto de colocar el sexo en el centro de la vida sexual de los esposos. Esta exaltación desmedida de la sexualidad les llevó a estos pensadores a olvidar la dimensión espiritual, concentrándose así en la esfera carnal del acto conyugal.
En efecto, tal postura concibe a la sexualidad desde una perspectiva de la persona humana ya redimida, exenta de caer en la concupiscencia carnal y por la tanto libre de ser esclava del placer carnal. A este respecto, según esta teología occidental, el hombre al estar revestido de la inocencia originaria, podía amar y manifestar ese amor mediante múltiples gestos de cariño sin sentirse culpable.
Esta corriente filosófica ignora que el hombre lleva en lo más interior de su ser la debilidad por la concupiscencia de la carne, de la cual no puede escapar, pues esta es nuestra condición actual, luego del pecado original.
Y son la gracia de Dios, junto a una vida penitente, ascética y sacramental, los medios necesarios para no caer en dicha concupiscencia. Pero, para la teología de occidente, sólo basta tener una inocente intensión, en lo referente al acto sexual conyugal, para que éste esté libre de ataduras y prejuicios puritanos. Es decir, esta corriente supone que el hombre puro puede manifestar amor, mediante gestos de ternura de todo tipo, sin preocuparse por sentir vergüenza, ya que este sentimiento sería perjudicial a nuestra naturaleza. Y como consecuencia de esto, es lógico que encontremos en estos autores declaraciones como las que ya conocemos, es decir que serán lícitas las manifestaciones de ternura eróticas como la estimulación oral-genital, mientras sea realizada con "respeto" y "pureza".
Luego, el error de estos pensadores liberales es querer superar o anular la concupiscencia carnal, con un sana e inocente pureza de intensión. Esto más bien es una postura muy ingenua, pues siempre estamos sometidos a esta atracción carnal, que es la concupiscencia y la mejor manera de combatirla es justamente huir o renunciar a todo aquello que la aviva o conduce directamente a ella.Será preciso entonces que la entrega conyugal sea purificada, y esté libre de todas estas propuestas que hacen estos moralistas de realizar estos gestos de cariño, que en verdad, no son nada más ni nada menos que actos contra-natura, hechos de modo inacabado.
Es en esta misma línea en la que debemos ubicarnos para entender el mensaje del padre Knotz, aunque él no haga ningún tipo de alusión con respecto a la teología de occidente. En efecto, cualquiera puede comprender que el señor Knotz mantiene el estilo de esta desenfocada teología. Él mismo se tiene como un discípulo de Juan Pablo II, pero quien ha leído las catequesis sobre el amor humano del santo Padre sabrá diferenciar bien a qué línea de pensamiento responde el padre Knotz. Su teología moral sexual, no es ni se parece a la verdadera teología del Papa. Está muy, muy lejos de acercarse a su altura espiritual. Además el centro de la teología del amor humano del Papa tiene precisamente al amor de los esposos, pero es un amor santo que no se centra pura y exclusivamente en lo sexual, como han hecho estas últimas corrientes que se ha presentado como sucesoras del mensaje de la auténtica teología del santo Padre.
En este sentido la corriente occidental de la teología del cuerpo, se presenta como si fuera lo que se conoce en la expresión de "magisterio paralelo", puesto que se ha separado notablemente de la teología de Juan Pablo II, corriendo el riesgo de llegar a ser una herejía potencial, puesto que propone una concepción de la vida sexual conyugal impregnada de una "inocente lujuria".

¿La enseñanza del Magisterio o una opinión personal?
"Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestido de oveja, y por dentro son lobos rapaces" (Mt 7, 15).
Lo que debemos preguntarnos cuando surgen estos pensadores religiosos con sus nuevas teorías es si lo que proponen son verdaderamente las enseñanzas de la Iglesia o son simplemente sus puntos de vistas.
En este sentido podemos leer el siguiente fragmento del libro del padre Knotz:
"El Magisterio de la Iglesia no se pronuncia acerca de cuestiones tan específicas como el límite de las caricias durante el juego previo. Las declaraciones en las que ha sido involucrada la autoridad papal se refieren sólo indirectamente a este tema; por ejemplo, cuando se habla sobre el permiso para buscar el placer en virtud de la voluntad del Creador, pero sin definir de qué modo los esposos pueden realizar ese deseo. En esas situaciones, cuando no hay un pronunciamiento vinculante del Magisterio, las opiniones morales dependen en gran parte de la sensibilidad personal, el saber, las percepciones estéticas, la educación" (Knotz, K., 2009: 46).
Aquí, vemos cómo el sacerdote polaco nos explica que el Magisterio no se ha definido en materia tan específica como son estos actos que pertenecen a la intimidad conyugal y por tanto concluye que el juicio acerca de tales actos quedaría definido según la sensibilidad moral de cada persona. Y luego de este razonamiento que él hace, afirma lo siguiente:
"La excitación de los órganos sexuales exteriores con la ayuda de los labios o de la lengua como elemento del juego previo es moralmente admisible y no se debe buscar pecado en tales conductas" (Knotz, K., 2009: 47).
De este modo nos deja bien en claro que son sólo sus apreciaciones personales, acerca de la legitimidad moral de estos actos eróticos de estimulación oral-genital, y no las enseñanzas de la Iglesia. En este sentido, el padre Knotz hace él mismo un juicio subjetivo sobre la moralidad de tales actos y llega a la conclusión de que tales actos no constituyen pecado.
Ahora bien, si, según él, no hay una enseñanza concreta y definitiva acerca de tales actos eróticos, ¿no sería lo más prudente no emitir opiniones precipitadas acerca de estos gestos propios de la intimidad conyugal? Leamos lo que dice la Sagrada Congregación Para La Doctrina De La Fe, con respecto a las opiniones o juicios de los teólogos, cuando éstas aún no han sido confirmadas:
"Aunque la doctrina de la fe no esté en tela de juicio, el teólogo no debe presentar sus opiniones o sus hipótesis divergentes como si se tratara de conclusiones indiscutibles. Esta discreción está exigida por el respeto a la verdad, como también por el respeto al pueblo de Dios (cf. Rm 14, 1-15; 1 Co 8, 10. 23-33). Por esos mismos motivos ha de renunciar a una intempestiva expresión pública de ellas" (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción sobre la vocación eclesial del teólogo, n.27).

¿Cómo puede un sacerdote dar una opinión personal a cerca de cuestiones tan delicadas si ni siquiera las autoridades eclesiales las han aceptado?
Lo más prudente sería no hacer públicas sus declaraciones y escritos, no sea que se estén incurriendo en un escándalo de los fieles creyentes, haciendo a éstos receptores de falsas teorías u opiniones que a la larga terminarán viciando su vida sexual.
Lo que ha escrito este sacerdote polaco es algo grave, puesto que no es la enseñanza de la Iglesia, y además no son actos que incrementen el amor marital, ni mucho menos podemos considerarlos como manifestaciones de cariño castas y puras. El sexo oral (como él lo ha llamado) como juego previo al acto sexual pleno, no deja de ser lo que es: sexo oral, es decir, un acto contrario a la naturaleza, y al honor y santidad del sacramento del matrimonio y, por tanto incompatible con la castidad esponsal.
Estas prácticas en realidad están más cerca de ser actos contra-natura, que gestos de cariño o ternura, y ningún ministro consejero prudente tendría que recomendarlos porque, aunque piense que está haciendo un bien a los esposos, en realidad les está preparando el camino que lleva al desenfreno sexual y a la lujuria.

Las ideologías del hedonismo y del pansexualismo
"Los que son, pues, de Cristo, crucificaron la carne con las pasiones y concupiscencias" (Ga 5, 24).
Todos estos autores que se nos presentan como "reformadores" de la vida conyugal, que proclaman a viva voz que estamos en tiempos donde los tabúes sexuales han quedado en épocas pretéritas, son los pensadores emergentes de la corriente actual de hedonismo sexual de la que todos somos víctimas. Este hedonismo sexual se manifiesta en una desordenada concepción de la vida sexual, que idolatra al sexo, poniéndolo en el centro más importante de nuestras vidas. Esta ideología se ha expandido tanto por el mundo y la sociedad –potenciada esta proliferación por los medos de comunicación- que ha tomado la forma de una gran invasión y deformación de los valores morales y cristianos. Es justamente a esta masiva proliferación y focalización de la sexualidad desenfrenada que llamamos con el nombre de "pansexualismo". Este pansexualismo surge como consecuencia de las tendencias hedonistas, que se preocupan solamente de la satisfacción en el mero plano sexual.
Y los matrimonios cristianos tampoco están libres de caer en estas ideologías, que los inducen a realizar actos lascivos impropios de los esposos católicos. A esto se refería el Pío XII, en su discurso de 1951:
"Sin embargo, olas incesantes de hedonismo invaden el mundo y amenazan sumergir en la marea de los pensamientos, de los deseos y de los actos toda la vida matrimonial, no sin serios peligros y grave perjuicio del oficio primario de los cónyuges.Este hedonismo anticristiano con frecuencia no se sonrojan de erigirlo en doctrina, inculcando el ansia de hacer cada vez más intenso el gozo en la preparación y la ejecución de la unión conyugal; como si en las relaciones matrimoniales toda la ley moral se redujese al regular cumplimiento del acto mismo, y como si todo el resto, hecho de cualquier manera que sea, quedara justificado con la efusión del recíproco afecto, santificado por el sacramento del matrimonio, merecedor de alabanza y de premio ante Dios y la conciencia" (Pio XII, Discurso del 29 de octubre de 1951). Está por demás de claro que el Santo Padre está denunciando todas aquellas acciones eróticas que causan una excitación demasiado intensa en los actos preparatorios previos a la unión sexual conyugal. Y aunque no las nombra literalmente, no es difícil que nos demos cuenta que los actos realizados para producir placer utilizando el contacto buco-genital son acciones que caen dentro de aquellos actos a los que hace referencia Pio XII.
Vemos así cómo el Papa no vacila en utilizar un término bastante duro sobre esta concepción hedonista, al punto de llamarlo "hedonismo anticristiano". Y luego, nos dice cómo muchas mentalidades sensuales intentan de hacerlo pasar como una "sana doctrina conyugal".
Para estas mentalidades sensuales, todo vale, hecho de cualquier modo, con tal de que el acto conyugal termine de manera natural. Pero esto no es así, pues debemos preguntarnos lo siguiente: ¿tales acciones eróticas promueven la santidad esponsal? ¿Aumentan la armonía y el amor de los cónyuges? Creo que una respuesta afirmativa a las anteriores preguntas es un tanto dudosa.
Pues bien, esta proliferación hedonista es precisamente lo que estamos viviendo en nuestra actualidad, donde muchos teólogos y moralistas "católicos", consciente e inconscientemente, nos están sembrando esta vieja ideología sensualista, contaminando de este modo la sagrada unión marital, haciendo que los esposos vayan perdiendo con el tiempo el sano concepto de la castidad marital.

Cuando la sexualidad se banaliza
"No deis lo santo a los perros, ni arrojéis vuestras perlas ante los puercos, no sea que las pisoteen, y revolviéndose a vosotros os despedacen" (Mt 7, 6).
Sabemos que hay muchos "especialistas" que se preocupan por mejorar la vida matrimonial de los esposos, pero a veces, intervienen en asuntos de los que carecen de una certera y prudente formación humana y sexual. Y aún en el caso en que dichos formadores de la vida sexual se tengan por expertos en tal materia, dejan de lado casi siempre lo espiritual del matrimonio, porque claro, ahora vivimos en tiempos donde ya hemos dejado atrás los tabúes del sexo y lo que ahora está de moda es hablar de sexo en todas las esferas de la vida.
Algo tan sagrado como lo es el sacramento del matrimonio, requiere una intervención sutil y respetuosa, que sea poseedora de una sana formación en lo concerniente a los contenidos propios de la vida conyugal. Nos referimos a una educación sexual conyugal que sea seria y no trivialice a la sexualidad. Necesitamos una instrucción que contemple las dimensiones tanto orgánicas (fisiológicas y anatómicas) como espiritual, pero no al punto de hacer un fuerte énfasis en el aspecto carnal, en detrimento del aspecto espiritual, como hacen muchos pensadores.
"Esta saludable instrucción y educación religiosa sobre el matrimonio cristiano dista mucho de aquella exagerada educación fisiológica, por medio de la cual algunos reformadores de la vida conyugal pretenden hoy auxiliar a los esposos, hablándoles de aquellas materias fisiológicas con las cuales, sin embargo, aprenden más bien el arte de pecar con refinamiento que la virtud de vivir castamente" (Pío XI, Carta Encíclica Casti Connubii, n. 41).
En efecto, esto es lo que estamos viendo actualmente en tantos escritores que por querer educar y evangelizar en asuntos de la vida marital, se entrometen en cuestiones que más bien deberían quedar en el ámbito "intramatrimonial", pues son cuestiones pertinentes sólo a los esposos. Y esto se agrava aún más cuando estos reformadores de la vida sexual dan su propia opinión en materia de moral, la cual dista mucho de ser una postura acorde a una sana y casta sexualidad marital.
Y cuando esto sucede nos encontramos con que la sexualidad es colocada en un pedestal para supuestamente promoverla, pero lo único que se hace con ella es causar malestar en aquellos que la conciben como algo sagrado, porque justamente exponerla sin ningún tipo de reparo, también es ridiculizarla y bajarla a la una condición impropia del ser humano, como lo ha hecho el padre Ksawery Knotz.
Porque hay modos y modos para abordar temas tan delicados como la intimidad de los esposos, sin embargo esto parece que la mayoría de los sacerdotes especialistas en sexología no lo tienen en cuenta, sea por ignorancia o por estar influidos de la filosofía hedonista…
Entonces, cuando estos escritores se ponen a escribir para demostrar que ellos son innovadores y que han superado las barreras del tabú o la vergüenza, nos encontramos ante libro como el ya conocido "Sexo como Dios manda" de nuestro sacerdote polaco.
Este ministro de la Iglesia Católica ha ridiculizado la sexualidad humana, porque la ha tratado como si fuera algo profano, no sagrado, y esto lo vemos en el modo que él tiene de hablar sin tapujos de los actos eróticos de la vida conyugal… Es como si no fuera consciente de que hablar de tales acciones –más allá de que fueran pecaminosas- constituye algo "fuera de lugar", o para ser más claros algo "desubicado". Entonces por querer ser una ayuda para los esposos, no hace más que introducir la confusión y el engaño, pues los actos de estimulación oral que él propone como juego previo son en realidad acciones lujuriosas e inmorales.
Tratar la vida sexual desde la perspectiva en que lo ha hecho el padre Ksawery es banalizarla, es jugar con una cosa santa y sagrada, que no debería ser expuesta y presentada como él lo ha hecho. Lo sagrado requiere trato sagrado.
Una persona casta y pura, jamás se atrevería a hablar o divulgar públicamente de tales acciones propias de la intimidad conyugal y con mayor razón si esa persona carece de un fundamento certero con respecto a si son gestos pecaminosos o que predisponen a que los cónyuges se encaminen por el sendero de la depravación.
Nadie en su sano juicio podría aconsejar a los esposos a realizar actos que caen más en ser acciones contra-natura, que actos de "inocente ternura".

El santo amor esponsal
"Maridos, amad a vuestras esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó El mismo por ella" (Ef 5, 25).
El verdadero amor entonces es aquel que lleva el reflejo del amor que tuvo Cristo para con su esposa la Iglesia. En efecto, Cristo ha dejado toda su vida en la Cruz por amor a nosotros, que somos su Iglesia. ¿Qué otra cosa podría significar el sacramento del matrimonio, sino el desposorio definitivo y eterno de Jesucristo con el nuevo pueblo de Dios?
Y este amor de Cristo debería ser el modelo de donación en la caridad que todos los esposos deben tener en su vida matrimonial y familiar. El hombre debe amar a su mujer del mismo modo en que Cristo amó a la Iglesia y la mujer debe corresponderle con un recíproco amor.
Sin embargo, no confundamos ese amor de caridad con el placer que produce la entrega marital, ni tampoco nos centremos en este aspecto del amor, es decir, en el amor sexual del acto conyugal. Si bien es importante en la vida conyugal, para lograr la plena consumación del amor de los esposos, no lo es todo.
En estos últimos tiempos estamos siendo partícipes de un mal entendimiento del amor esponsal, pues a éste se lo comprende la mayoría de las veces desde la dimensión carnal del acto sexual, restando importancia a la dimensión espiritual, que es la más importante.
"Algunos querrían alegar que la felicidad en el matrimonio está en razón directa del recíproco goce en las relaciones conyugales. No: la felicidad del matrimonio está en cambio en razón directa del mutuo respeto entre los cónyuges aun en sus íntimas relaciones; no como si ellos juzgaran inmoral y rechazaran lo que la naturaleza ofrece y el Creador ha dado, sino porque este respeto y la mutua estima que él engendra es uno de los más eficaces elementos de un amor puro, y por eso mismo tanto más tierno" (Pio XII, Discurso del 29 de octubre de 1951).
Centrarse en la esfera carnal, producirá a la larga hastío y roses en la relación de los cónyuges. ¿Cuántos matrimonios comenzaron a tener conflictos por haber introducido de su intimidad marital todas estas prácticas eróticas que lo único que hicieron fue que ambos cónyuges se vuelvan más lujuriosos?
Por tanto es necesario volver a recuperar la mística espiritual del sacramento del matrimonio, comprendiendo que son las actitudes de sacrificio, servicio y renuncia las que verdaderamente sostendrá e incrementarán el amor y la felicidad de los esposos, a través de los años.

¿Sexo como Dios manda o como Dios no manda?
Ya comáis, ya bebáis, ya hagáis algo, hacedlo todo para gloria de Dios" (1Co 10, 31).
Si somos sinceros con nosotros mismos y escuchamos la voz de nuestro sentido común, nos parecería más bien que en lugar de "Sexo como dios manda", lo más apropiado sería "Sexo como le parece a Ksawery Knotz", porque precisamente como lo plantea este sacerdote franciscano, no creemos que Dios Padre vea con buenos ojos los gestos carnales y eróticos de la estimulación oral, que vamos a llamar por su nombre correcto, son acciones de sexo oral, más allá de que se ponga el pretexto de que se hacen como "juego preparatorio" al acto conyugal y más allá de que haya quienes sutilmente las denominen como actos de "estimulación oral" para que suene más suave. Esta acción sensual no pierde por ello su carácter de impúdica, inmoral –por ser contra-natura- e incluso antihigiénica, por todas las infecciones a nivel de la faringe que estas prácticas producen.
Espero que nos demos cuenta de que el argumento al que estos moralistas apelan de la licitud de tales prácticas, es un engaño de ellos: "Todo vale, cualquier gesto de caricia, mientras el acto sexual se complete de modo natural y pleno".
Esta es una frase que pareciera ser correcta, y en cierto modo podría serlo, si dichas caricias y gestos de cariño se mantuvieran en el límite de una sana manifestación casta y pura de la ternura esponsal. Pero vemos que muchos teólogos y sacerdotes consejeros han introducido acciones de carácter malsano, ya que son partidarios o están influidos por las actuales ideologías del hedonismo y del pansexualismo. De esto resulta que el encuentro marital, que debería ser una donación purificada en el Espíritu Santo, se vuelve un mero acto carnal, donde lo que cuenta es la máxima obtención de placer venéreo, mediante gestos más obscenos, los cuales son realizados de cualquier modo porque supuestamente dicho acto sexual terminará de modo completo. Es como si tales acciones de sexo oral fueran lícitas mientras éstas conduzcan al acto sexual conyugal pleno. Recordemos que el empleo de un medio inmoral, para un fin bueno, no corresponde a una correcta concepción de la moral.
"Si los actos son intrínsecamente malos, una intención buena o determinadas circunstancias particulares pueden atenuar su malicia, pero no pueden suprimirla: son actos irremediablemente malos, por sí y en sí mismos no son ordenables a Dios y al bien de la persona (…). Por esto, las circunstancias o las intenciones nunca podrán transformar un acto intrínsecamente deshonesto por su objeto en un acto subjetivamente honesto o justificable como elección" (Juan Pablo II, Carta Encíclica Veritatis Splendor, n.81).
Por esto, el uso de las facultades sexuales dentro del matrimonio no da rienda suelta a la satisfacción desordenada de nuestro apetito carnal; es necesario que nos dejemos guiar por la castidad conyugal, virtud que mantendrá limpia la vida marital. Si los esposos son dóciles a esta virtud, empeñándose en llevar una casta vida marital, acompañada por una profunda vivencia de los sacramentos y la oración, su amor estará salvaguardado y realmente cosecharán frutos de felicidad.
"Los cónyuges, pues, al buscar y gozar este placer no hacen nada de malo. Aceptan lo que el Creador les ha destinado.Sin embargo, también aquí los cónyuges deben saber mantenerse en los límites de una justa moderación. Como en el gusto de los alimentos y de la bebidas, también en el sexual no deben abandonarse sin freno al impulso de los sentidos…" (Pio XII, Discurso del 29 de octubre de 1951).
Por eso me atrevo a decir que todos estos autores religiosos no están verdaderamente inspirados por Dios, creo que más bien nos enseñan sus puntos de vista personales, más que una sana instrucción moral católica, que debería hacer de la entrega conyugal un acto de santidad ante la presencia del Creador.

Conclusión
"Y no os adaptéis a este mundo; al contrario, reformaos por la renovación de vuestro entendimiento para que sepáis distinguir cual es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable a Él, lo perfecto" (Rm 12, 2).
Como cristianos debemos oponernos ante estos sacerdotes moralistas que intentan confundir a los fieles católicos con sus nuevos pensamientos en materia de moral.
No podemos permitir que ningún teólogo se dé el lujo de ensuciar el misterio del sacramento del matrimonio con sus pseudo-teorías que hacen pasar como si fueran enseñanzas del Magisterio de la Iglesia.
Quien verdaderamente desea vivir su matrimonio como un camino de santidad –que es lo que debería ser en realidad- sabrá comportarse santamente en su vida matrimonial, desechando todo aquello que lo aleje del camino de santificación que es justamente el matrimonio cristiano.
No debemos adherirnos al espíritu del mundo pagano y hedonista, sino que, al contrario, debemos buscar siempre todo aquello que sea lo mejor, lo más perfecto, es decir, todo aquello que nos acerca más a Dios.
El matrimonio es un camino de amor y libertad que debe ser vivido con abnegación, para amar con mayor pureza y respeto al cónyuge, porque este amor, no es otra cosa que el mismo amor donativo y sacrificado que Jesucristo tuvo por su santa Iglesia.

Bibliografía
Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción Sobre La Vocación Eclesial Del Teólogo. Ediciones Paulnas. Buenos aires, Argentina. 1990.
Juan Pablo II, Carta Encíclica Veritatis Splendor. Ediciones Paulinas. Buenos aires, Argentina. 1993.
Knotz, Ksawery, (2009). "Sexo como Dios manda", Editorial Lumen, Buenos Aires, Argentina.
Pío XI, Carta Encíclica Casti Connubii. Ediciones Paulinas. Buenos Aires, Argentina. 1930.
Pío XII, Discurso dirigido al Congreso de Obstétricas Católicas, de la Unión Italiana de Obstétricas con la colaboración de la Federación Nacional de Colegios de Comadronas - 29/10/1951).

Autor:
Gabriel Jesús Villarruel,
Docente en Ciencias Naturales y Catequista.

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Re: Temas de moral

Notapor eduarod » Sab Ago 24, 2013 1:54 am

Saludos en Cristo Pato Flores:
Pato Flores escribió:...
Entre verdades importantes que son indiscutibles la única critica relevante que le hacen es haber nombrado al "sexo oral" como admisible entre los esposos, cuestión de eternas discusiones porque dejan a un lado la búsqueda la verdad y se centran en defender una postura condicionada por gustos y sensibilidades personales, por eso hay que ser estrictamente objetivos.

El tema NO SE TRATA de evaluar el libro completo, NI de criticar al autor. Sino se trata DE ESAS AFIRMACIONES ESPECÍFICAS que se han criticado. En tal contexto NO ES sorprendente que se hable mucho de ese punto y no de otros que se traten en el libro ¿no te parece?
Por demás, no sólo se critica la afirmación en sí misma, sino el fundamento que se le da, que es el de pretender que en tanto se cumplan las finalidades principales del Sagrado Matrimonio, entonces la FORMA en que se cumplan no importaría mucho. En realidad es una forma del FALSO principio de que el fin justifica los medios.
Y bueno, con todo respeto, me parece que lo que se "va por gustos y sensibilidades personales" es precisamente tu aporte, porque muchos otros, tanto a favor como en contra de la afirmación, han tratando de sustentarse en argumentos objetivos tan sólidamente como han podido, y la discusión se ha dado precisamente en función de esos argumentos. Valdría la pena leer el tema a fondo antes de lanzar una afirmación tan gratuita ¿no te parece? ¿o es que puedes argumentar con fundamentos, sólidos que vayan más allá de tu parecer personal o de ese erradamente creer que la aprobación eclesiástica implica necesariamente veracidad (lo que NO implica, como veremos más adelante), que lo que dice el autor es verdad?

En cuanto a esto:
Las estimulaciones son usadas como parte del juego previo para alcanzar el climax en la pareja, estas pueden ser realizadas en formas de caricias y besos, se entiende que cuando son en forma de besos se denomina "sexo oral".
Las estimulaciones juegan un papel muy importante en el lecho conyugal ya que relajan y preparan a la mujer para la penetración y facilitan que alcance el orgasmo, se debe recurrir a alguna de ellas, osea ademas de no ser pecaminosas en si mismas son absolutamente necesarias, ya que es el paso previo para alcanzar la donación total (unidad y apertura y apertura a la vida).

Esta argumentación es falaz, porque el tipo específico de caricias que se están cuestionando NO SON las únicas posibles, de tal manera que -como equivocadamente has argumentado- fuese "absolutamente necesario" recurrir a ellas en particular para alcanzar la donación total. Existen MUCHOS OTROS tipos de caricias, besos y acciones que perfectamente pueden producir los efectos necesarios para completar apropiadamente, en un contexto de amor y donación mutua, la relación conyugal de la que se derive un justo placer; caricias, besos y acciones cuya moralidad está perfectamente clara y que NADIE aquí cuestiona.

Ahora bien:
Mi conclusión al tema es que las enseñanzas de este sacerdote polaco son moralmente correctas y mas allá de criticas normales el magisterio de la iglesia le ha dado su aprobación, dicho libro fue un bet-seller en todo el mundo y sin ir mas lejos fue publicado en esta pagina. ;)
Saludos y bendiciones.

Decir que "el Magisterio de la Iglesia le ha dado su aprobación" es mucho decir.
Primero porque, dicho así, se entiende el Magisterio Universal, ya sea el del Santo Padre directamente o por medio de la autoridad delegada en sus dicasterios; o el del Colegio Apostólico de los Obispos. Pero claramente ninguna de esas cosas es el caso.
En todo caso habría que hablar de alguna(s) Iglesia(s) local(es) en Polonia, de donde pudo obtener el Imprimatur; pero, aún así, aceptando que de hecho tenga el Imprimatur, ni siquiera es claro si obtuvo el Imprimatur de un obispo (que es del único respecto al que cabría hablar de Magisterio); o si lo obtuvo del superior de su congregación (lo que en su caso sería lo normal, por ser el autor mismo perteneciente a una congregación religiosa, y donde evidentemente NO se involucra la autoridad del Señor Obispo); o si obtuvo la aprobación simplemente de un censor designado por el obispo,
Ahora bien, aún en el caso de que hubiese una aprobación directa de un obispo, no debe olvidarse que el Imprimatur, de suyo, NO EQUIVALE a una aceptación de la veracidad, ni a una recomendación de que el contenido de la obra es provechoso. Sino se trata de una mera declaración de que, hasta el momento, quienes revisaron la obra NO HAN ENCONTRADO errore contra la Fé (pueden llegar a encontrarse DESPUÉS y, entonces RETIRARSE el Imprimatur, lo que ha ocurrido MUCHAS veces). Es decir, ni siquiera se trata de una auténtica garantía de que la obra NO CONTIENE elementos contrarios a la Fé Católica, sino simplemente de que NO SE HAN ENCONTRADO, usualmente bajo el criterio del censor que lo revisó (típicamente el superior o un censor designado por el obispo para revisar los libros de los que se solicite el Imprimatur en su diócesis).
Asi pues, insisto, eso de "aprobada por el Magisterio" es, cuando menos, una afirmación bastante pretenciosa de la que no parece haber suficiente evidencia.
Y precisamente porque el Imprimatur NO ES una garantía total y puede ser retirado simplemente si se llegan a encontrar DESPUÉS errores o afirmaciones contrarias a la Fé; entonces por eso mismo, aún cuando se de con la autoridad directa o delegada del Señor Obispo, no parece muy apropiado considerarlo un acto de Magisterio, porque en realidad NI CONSTITUYE ENSEÑANZA del Señor Obispo (eso es lo que Magisterio significa), NI OBLIGA a los fieles (salvo cuando es negativo, es decir SI OBLIGA a los fieles el que un Obispo expresamente NIEGUE o RETIRE el Imprimatur, porque eso si equivale a la identificación positiva de un error contra la Fé que el Señor Obispo enseña o señala a los fieles al negar o retirar el Imprimatur), sino es más bien como una ayuda para orientarles.

Por eso, insisto, es cuando menos pretencioso hablar de que este libro "lo ha aprobado el Magisterio de la Iglesia", pero muchísimo más pretencioso es oponer un libro de un sacerdote cualquiera, por mucha aprobación local que pudiera tener, para oponerse a la Doctrina, ahi si, EXPRESAMENTE ENSEÑADA POR EL MAGISTERIO UNIVERSAL DE LA IGLESIA y expresada en los Documentos de los Papas que repetidamente se han citado.

Que Dios te bendiga.
eduarod
 
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Re: Temas de moral

Notapor felipe » Sab Ago 24, 2013 2:42 pm

Buscando información sobre el tema he encontrado un estudio de ética sexual conyugal escrito por un teólogo católico Ronald L. Conte Jr. Se trata posiblemente de la documentación más clara y detallada que puede consultarse actualmente sobre la materia. He traducido una pequeña parte, creo que suficiente para darse cuenta del porqué de la inmoralidad de ciertas acciones pecaminosas en el uso del matrimonio que generalmente con la excusa de que acompañan al coito, ya sea antes, en o después del mismo, acaban justificándose injustamente. Los textos del Magisterio citados están extraídos de la traducción vaticana al español. Las negritas son del autor.

1.- ¿Qué determina la moralidad de un acto?

En teología moral, un acto es la elección deliberada de una persona humana. Cada elección deliberada es un acto, y cada acto está sujeto a la ley moral eterna. Algunos actos son morales, y otros inmorales. Un acto inmoral es un acto pecaminoso. El pecado es un acto inmoral elegido deliberadamente.

La moralidad de todo acto se basa en tres fuentes:

(1) La intención o propósito por el cual se realiza el acto.
(2) El significado moral inherente del acto según lo determinado por su objeto moral.
(3) Las circunstancias del acto, especialmente las consecuencias.

Para ser moral, cada acto debe tener tres fuentes buenas de moralidad. La intención debe ser buena, el objeto moral debe ser bueno, y las consecuencias buenas deben superar a las consecuencias malas. Si alguna fuente es mala, el acto es inmoral. Si un acto es inmoral debido a una mala intención, el mismo tipo de acto puede ser moral con una buena intención. Si un acto es inmoral debido a las circunstancias, el mismo tipo de acto puede ser moral en circunstancias diferentes.

Pero cuando un acto tiene un objeto moral malo, el acto es inherentemente inmoral, en otras palabras, el acto es malo, en y por sí mismo, aparte de la intención y las circunstancias. Cada acto intrínsecamente malo tiene un significado moral inherente (la especie moral) que es contrario a la ley moral de Dios. Los actos intrínsicamente malos nunca se justifican por la intención o por las circunstancias porque la especie moral (el tipo de acto en términos de moralidad) es inherentemente injusta.

Papa Juan Pablo II: "Pero los preceptos morales negativos, es decir, los que prohiben algunos actos o comportamientos concretos como intrínsecamente malos, no admiten ninguna excepción legítima; no dejan ningún espacio moralmente aceptable para la creatividad de alguna determinación contraria. Una vez reconocida concretamente la especie moral de una acción prohibida por una norma universal, el acto moralmente bueno es sólo aquel que obedece a la ley moral y se abstiene de la acción que dicha ley prohíbe." (Veritatis Splendor, n. 67)

Los actos intrínsicamente malos son siempre inmorales y nunca se justifican por la intención, por las circunstancias o por otros actos elegidos deliberadamente.

2.- ¿Qué determina la moralidad de un acto sexual?

Un acto sexual es cualquier uso deliberado de la facultad sexual genital.

Los actos sexuales no están exentos de la ley moral. Para ser moral, cada acto sexual elegido deliberadamente debe tener tres fuentes buenas de moralidad. La intención debe ser buena, el objeto moral debe ser bueno, y las consecuencias buenas deben superar a las malas.

Para tener un objeto moral bueno, cada acto sexual debe ser marital, unitivo y procreador. Cada acto sexual moral siempre tiene estos tres significados: marital, unitivo y procreador. La privación de uno o más de estos significados del objeto moral hace que el acto sexual sea intrínsicamente malo y siempre gravemente inmoral.

El acto sexual natural es la cópula genital-a-genital entre un hombre y una mujer. Este acto es unitivo y procreador. La cópula sexual natural entre marido y mujer se llama relación marital natural. Sólo la relación marital natural es marital, unitiva y procreadora.

El uso de la anticoncepción priva al acto de cópula natural del significado procreador, haciendo que el acto sexual sea no-procreativo. El uso de la anticoncepción es intrínsecamente malo y siempre gravemente inmoral porque priva a la relación sexual de su significado procreador, exigido éste por Dios para que el acto sexual sea moral. Por lo tanto, la relación marital natural debe estar siempre abierta a la vida (no contraceptiva).

Un acto sexual no-marital es cualquier tipo de acto sexual fuera del matrimonio. Los actos de adulterio, relación sexual prematrimonial y la masturbación son no-maritales. Todos los actos sexuales no-maritales son intrínsicamente malos y siempre gravemente inmorales porque estos actos carecen del significado marital, establecido éste por Dios para que el acto sexual sea moral.

Un acto sexual contra natura es cualquier tipo de acto sexual no unitivo y no procreativo. Ejemplos de actos sexuales contra natura incluyen actos sexuales orales, actos sexuales anales y actos sexuales manipulativos (es decir, la masturbación de uno mismo o de otro). Todos los actos sexuales contra natura son intrínsicamente malos y siempre gravemente inmorales porque estos actos carecen de los significados unitivo y procreador, exigidos por Dios para que el acto sexual sea moral. Estos actos no son procreadores ya que no son un tipo de acto dirigido inherentemente a la procreación. Estos actos no son verdaderamente unitivos, aunque haya una cierta unión física entre las partes del cuerpo, porque este no es el tipo de unión sexual querida por Dios para las personas humanas. Los actos sexuales contra natura no se justifican por el hecho de ser realizados dentro del matrimonio, porque la ley moral exige que cada acto sexual sea no solo marital, sino también unitivo y procreador.

Para ser moral, cada acto sexual debe ser marital, unitivo y procreador. Todo acto sexual no-marital, todo acto sexual no-unitivo y todo acto sexual no-procreativo es intrínsicamente malo y siempre gravemente inmoral. Dichos actos tienen un objeto moral malo, y entonces no se justifican por la intención, por las circunstancias ni por otros actos.

3.- ¿Qué tipo de actos sexuales son morales entre un marido y su esposa?

El único acto sexual moral es la relación marital natural abierta a la vida. El Magisterio de la Iglesia Católica enseña que cada acto sexual debe ser marital, unitivo y procreador.

Papa Pablo VI: "La Iglesia, sin embargo, al exigir que los hombres observen las normas de la ley natural interpretada por su constante doctrina, enseña que cualquier acto matrimonial (quilibet matrimonii usus) debe quedar abierto a la transmisión de la vida. Esta doctrina, muchas veces expuesta por el Magisterio, está fundada sobre la inseparable conexión que Dios ha querido y que el hombre no puede romper por propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador.

Efectivamente, el acto conyugal, por su íntima estructura, mientras une profundamente a los esposos, los hace aptos para la generación de nuevas vidas, según las leyes inscritas en el ser mismo del hombre y de la mujer. Salvaguardando ambos aspectos esenciales, unitivo y procreador, el acto conyugal conserva íntegro el sentido de amor mutuo y verdadero y su ordenación a la altísima vocación del hombre a la paternidad."
(Humanae Vitae, n. 11-12).

Solamente la relación marital natural (cópula natural genital-a-genital) abierta a la vida tiene los tres significados: marital, unitivo y procreador. Si un esposo o esposa es infértil, debido a la vejez, lesión o enfermedad, el acto marital natural sigue siendo moral porque todavía es un tipo de acto dirigido inherentemente a la procreación (incluso aunque la procreación no sea lograda). La naturaleza moral esencial de cualquier acto está determinada por su ordenamiento inherente hacia su objeto moral, no por la consecución del objeto moral.

4.- ¿Qué tipo de actos son morales para marido y mujer como preludio amoroso?

Los actos realizados con intención preparatoria no están exentos de la ley moral. Algunos actos del preludio son morales, y otros actos del preludio son inmorales. El preludio amoroso es un medio para el fin de la relación marital natural. Pero el fin no justifica los medios. Por lo tanto, los actos efectuados como preludio no están justificados simplemente por ser un preludio.

Un acto elegido deliberadamente es moral si tiene tres fuentes buenas de moralidad (intención, objeto moral y circunstancias). Un acto elegido deliberadamente es inmoral si tiene una o más fuentes malas de moralidad. Para ser moral, cada acto del preludio debe tener tres fuentes buenas de moralidad. (Una fuente de moralidad es un origen o base para la moralidad).

La intención de ejecutar un acto como preludio, es decir, en orden a preparar la relación marital natural, no es suficiente para hacer moral al acto. La circunstancia que en un acto ocurre en conexión con (en el contexto de) la relación marital natural no es suficiente para hacer moral al acto. Para ser moral, cada acto elegido deliberadamente debe tener una intención buena, un objeto moral bueno y las consecuencias buenas deben superar a las malas en las circunstancias. La alcoba matrimonial no está exenta de la ley moral.

Las tres fuentes de moralidad deben ser buenas para que cualquier acto sea moral. El contexto de un acto (sus circunstancias) y la intención de la persona que actúa no son suficientes para convertir el acto en moral.

"Es, por tanto, erróneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando sólo la intención que los inspira o las circunstancias (ambiente, presión social, coacción o necesidad de obrar, etc.) que son su marco. Hay actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto; por ejemplo, la blasfemia y el perjurio, el homicidio y el adulterio. No está permitido hacer el mal para obtener un bien."
(Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1756).

El objeto (u objeto moral) de un acto es el fin en términos de moralidad hacia el cual el acto es inherentemente dirigido. Cuando el objeto moral es malo, el acto es en y por sí inmoral; es un acto intrínsecamente malo. Todos los actos intrínsicamente malos están inherentemente ordenados hacia un objeto moral malo. Los actos intrínsicamente malos nunca se justifican por la intención o por las circunstancias porque la naturaleza misma del acto es contraria a la ley de Dios (la ley moral).

Papa Juan Pablo II: "Por esto, las circunstancias o las intenciones nunca podrán transformar un acto intrínsecamente deshonesto por su objeto en un acto subjetivamente honesto o justificable como elección."
(Veritatis Splendor, n. 81).

Papa Juan Pablo II: "Ninguna circunstancia, ninguna finalidad, ninguna ley del mundo podrá jamás hacer lícito un acto que es intrínsecamente ilícito, por ser contrario a la Ley de Dios, escrita en el corazón de cada hombre, reconocible por la misma razón, y proclamada por la Iglesia." (Evangelium Vitae, n. 62).

Los actos sexuales contra natura (sexo oral, sexo anal y sexo manipulativo, es decir, la masturbación de uno mismo o de otro) son intrínsicamente malos y siempre gravemente inmorales porque estos actos no son unitivos ni procreativos. La privación del significado marital, unitivo o procreador de cualquier acto sexual hace que el objeto moral sea malo y el acto por sí mismo inherentemente inmoral. Para tener un objeto moral bueno, cada acto sexual debe ser no sólo marital, sino también unitivo y procreativo. Cualquier acto sexual que no sea marital, unitivo o procreador es un acto intrínsecamente malo.

Papa Pablo VI: "La Iglesia, sin embargo, al exigir que los hombres observen las normas de la ley natural interpretada por su constante doctrina, enseña que cualquier acto matrimonial (quilibet matrimonii usus) debe quedar abierto a la transmisión de la vida. Esta doctrina, muchas veces expuesta por el Magisterio, está fundada sobre la inseparable conexión que Dios ha querido y que el hombre no puede romper por propia iniciativa, entre los dos significados del acto conyugal: el significado unitivo y el significado procreador." (Humanae Vitae, n. 11-12.)

Los actos sexuales contra natura nunca se justifican por la intención (o propósito) para usarlos como preludio amoroso, ni por la circunstancia de que estos hechos ocurran en el contexto de la relación marital natural. Todos los actos sexuales contra natura son intrínsicamente malos y siempre gravemente inmorales debido a la privación de los significados unitivo y procreador del objeto moral.

Cada acto elegido deliberadamente debe tener tres fuentes buenas para ser moral. Cuando un acto es intrínsecamente malo, tiene un objeto moral malo y por lo tanto una fuente mala de moralidad. Una fuente mala es suficiente para hacer que un acto sea pecado. Las buenas intenciones y las circunstancias desesperantes nunca pueden justificar un acto que es intrínsecamente malo.

Además, cada acto debe dar cuenta de sí mismo en cuanto a su moralidad. Las tres fuentes que se aplican a cualquier acto son aquellas que surgen del mismo acto. Un acto no puede pedir prestado las fuentes de moralidad de otro acto. Un acto intrínsecamente malo nunca se justifica por ser hecho antes, durante o después de otro acto porque los actos intrínsicamente malos son inherentemente inmorales. Por lo tanto, los actos sexuales contra natura nunca se justifican por ser hechos antes, durante o después de otro acto, ni siquiera el acto bueno de la relación marital natural.

Los actos sexuales contra natura que carecen de orgasmo a veces se les llama 'estimulación' (estimulación oral, estimulación anal, estimulación manual). Pero la falta de clímax sexual no cambia el objeto moral de malo a bueno. Estos actos sexuales siguen privados de los significados unitivo y procreador, y por eso siguen siendo intrínsecamente malos, independientemente de su intención o circunstancia. Otros actos de preludio amoroso, aquellos que no son actos sexuales contra natura, generalmente no tienen un objeto moral malo y entonces no son intrínsecamente malos.

¿Está prohibido a los esposos todo tocamiento de los genitales?

No. Sin embargo, tocar los genitales de uno mismo, o de su cónyuge, de la misma o similar manera a como se haría en la masturbación (es decir, actos sexuales manipulativos) es inmoral. Cualquier tipo de tocamiento masturbatorio es inmoral (independientemente de si se produce o no el orgasmo) porque es un acto sexual no-unitivo y no-procreativo.

Cualquier reivindicación sobre la moralidad de un acto que "separe el acto moral de las dimensiones corpóreas de su ejercicio es contraria a las enseñanzas de la sagrada Escritura y de la Tradición" (Papa Juan Pablo II, Veritatis Splendor, n. 49.) En otras palabras, el acto concreto (el tipo de comportamiento) no puede separarse de su significado moral inherente. Un acto intrínsecamente malo no puede convertirse en moral simplemente porque la voluntad dirija el acto hacia un propósito particular. Ciertos tipos de actos son inherentemente inmorales por la naturaleza misma del acto. Y entonces, el tocamiento masturbatorio de uno mismo o de su cónyuge no se vuelve moral por ser hecho dentro del matrimonio, ni por ser hecho como preparación para el acto marital. El acto corporal es indisociable de su significado moral inherente. Así que cuando un acto, como la masturbación, es intrínsecamente malo, nunca puede llegar a ser moral, ni por intención o circunstancia, ni dentro del matrimonio, ni en asociación con el acto sexual marital.

¿Qué actos de preludio amoroso son morales?

Cualquier acto es moral si la intención y el objeto moral son ambos buenos, y si las consecuencias buenas del acto superan a las malas. Si la intención y las consecuencias son buenas, la moralidad de un acto de preludio dependerá del objeto moral. Cualquier acto sexual que sea no-marital, no-unitivo y no-procreador es intrínsicamente malo y siempre gravemente inmoral, incluso si se efectua con intención preparatoria, debido a la privación en el objeto moral de los significados marital, unitivo y procreador. Sin embargo, actos como un esposo besando y acariciando los pechos de su mujer, o una mujer besando y abrazando a su marido con pasión, no son actos sexuales per se, y entonces estos actos son generalmente morales y no necesitan ser unitivos y procreativos.

Para ser moral, cada acto sexual debe ser unitivo y procreador. Los actos sexuales no-unitivos y no-procreativos (es decir, actos sexuales contra natura) son intrínsecamente malos y no son morales por ser realizados como preludio amoroso, ni por ocurrir antes, durante o después de un acto de relación marital natural.

5.- ¿Es la postura del misionero la unica posición sexual moral?

No. Cualquier posición sexual de la cópula natural genital-a-genital entre marido y mujer conserva los significados marital, unitivo y procreador, y por consiguiente tiene un objeto moral bueno. Pero para ser moral, cada acto elegido deliberadamente, además de tener un objeto moral bueno, también debe tener intención buena, y las consecuencias buenas deber superar a las malas.

6.- Si el marido o su mujer no son fertiles debido a lesión, enfermedad o vejez, ¿la relación marital natural es todavía moral?

Sí, la cópula natural es todavía moral, a pesar de que el marido o su mujer no sean fértiles debido a una lesión, enfermedad o vejez.

Papa Pablo VI: "Estos actos, con los cuales los esposos se unen en casta intimidad, y a través de los cuales
se transmite la vida humana, son, como ha recordado el Concilio, 'honestos y dignos' , y no cesan de ser legítimos si, por causas independientes de la voluntad de los cónyuges, se prevén infecundos, porque continúan ordenados a expresar y consolidar su unión. De hecho, como atestigua la experiencia, no se sigue una nueva vida de cada uno de los actos conyugales. Dios ha dispuesto con sabiduría leyes y ritmos naturales de fecundidad que por sí mismos distancian los nacimientos." (Humanae Vitae, n. 11.)

Para ser moral, cada acto sexual debe ser marital, unitivo y procreador. Este es el triple objeto de cada acto sexual moral. Este acto sexual natural es procreativo precisamente porque está inherentemente dirigido hacia la procreación. En otras palabras, es un tipo de acto que está intrínsecamente ordenado hacia el fin bueno de crear nueva vida. Pero aun cuando este acto no alcanza o no puede alcanzar este fin bueno (su objeto moral), el acto sigue estando inherentemente ordenado hacia ese mismo fin, y entonces conserva la bondad, el significado procreador, en su objeto moral. Un acto no tiene que lograr su objeto moral para estar inherentemente ordenado hacia su objeto moral.


Fuente: http://www.catechism.cc/articles/QA.htm
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Para ampliar información puede consultarse del mismo autor:

Actos sexuales contra natura como preludio marital -> http://www.catechism.cc/articles/marital-foreplay.htm
Aquí trata detalladamente la cuestión debatida en estos foros y refuta los argumentos habitualmente esgrimidos por los moralistas católicos que legitiman actos que de suyo son intrínsecamente malos.

Pecados sexuales en el matrimonio -> http://www.catechism.cc/articles/marriage-sins.htm

Que el lecho matrimonial sea inmaculado -> http://www.catechism.cc/articles/marriage-bed.htm

Saludos y bendicones
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