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Re: cristianismo y heavy metal

NotaPublicado: Lun Abr 18, 2016 8:11 pm
por antonio cristiano
En primer lugar, las etiquetas que se ponen a estilos musicales se ponen porque son mercancía, y es una manera de clasificarlas para vender en el mercado. Y también las etiquetas al final determinan incluso las costumbres; así si uno quiere hacer un grupo de "heavy metal" va a entrar en un ambiente en que es costumbre consumir alcohol, escuchar música muy alta, y utilizar un lenguaje propio soez y macarra.

El heavy metal se caracteriza por hacer música con guitarra eléctrica distorsionada, batería, un bajo eléctrico y un letrista con un torrente de voz suficiente para hacerse entender entre el estruendo. Por lo demás es música; se puede coger a Bach y meterlo en un grupo de heavy metal y se puede coger una canción heavy metal y tocarla en una orquesta sinfónica.

Por otra parte dentro de esa etiqueta "heavy metal" se clasifican canciones o formas de hacer música que son ajenas a ese concepto; bien porque un mismo grupo hace música de distintas formas o porque hay que clasificarla de alguna manera, pero se mantiene el esquema de voz muy potente si bien con formas más suaves de música, por ejemplo: Vientos del Sur de Avalanch, o the magic of the wizard´s dream, de Avalanch.

Dicho lo cual, en sí decimos que es música profana; la música sacra es aquella que por una acrisolada tradición, a partir de la voz humana (que es el instrumento más noble), se alaba a Dios.

La música profana en sí no es buena ni mala, es un bien que tenemos los hombres, que no tenemos otra cosa que comer, beber y disfrutar del fruto de nuestro trabajo, sabiendo que todas las cosas son vanidad.

Pero si un ambiente particular uno puede salir perjudicado, pues hay que huir, como dice Santa Teresa, contra los pecados de la carne vencen los cobardes (es decir, los que huyen).

Con todo, hay música más peligrosa para el espíritu, es aquella etiquetada como "música cristiana" pero que muchas veces es en el fondo música de la carne, disfrazada como "música cristiana" -además de ser musicalmente atroz casi siempre-.

Re: cristianismo y heavy metal

NotaPublicado: Lun Abr 18, 2016 8:11 pm
por antonio cristiano
En primer lugar, las etiquetas que se ponen a estilos musicales se ponen porque son mercancía, y es una manera de clasificarlas para vender en el mercado. Y también las etiquetas al final determinan incluso las costumbres; así si uno quiere hacer un grupo de "heavy metal" va a entrar en un ambiente en que es costumbre consumir alcohol, escuchar música muy alta, y utilizar un lenguaje propio soez y macarra.

El heavy metal se caracteriza por hacer música con guitarra eléctrica distorsionada, batería, un bajo eléctrico y un letrista con un torrente de voz suficiente para hacerse entender entre el estruendo. Por lo demás es música; se puede coger a Bach y meterlo en un grupo de heavy metal y se puede coger una canción heavy metal y tocarla en una orquesta sinfónica.

Por otra parte dentro de esa etiqueta "heavy metal" se clasifican canciones o formas de hacer música que son ajenas a ese concepto; bien porque un mismo grupo hace música de distintas formas o porque hay que clasificarla de alguna manera, pero se mantiene el esquema de voz muy potente si bien con formas más suaves de música, por ejemplo: Vientos del Sur de Avalanch, o the magic of the wizard´s dream, de Avalanch.

Dicho lo cual, en sí decimos que es música profana; (la música sacra es aquella que por una acrisolada tradición, a partir de la voz humana -que es el instrumento más noble-, se alaba a Dios.)

La música profana en sí no es buena ni mala, es un bien que tenemos los hombres, que no tenemos otra cosa que comer, beber y disfrutar del fruto de nuestro trabajo, sabiendo que todas las cosas son vanidad.

Pero si un ambiente particular uno puede salir perjudicado, pues hay que huir, como dice Santa Teresa, contra los pecados de la carne vencen los cobardes (es decir, los que huyen).

Con todo, hay música más peligrosa para el espíritu, es aquella etiquetada como "música cristiana" pero que muchas veces es en el fondo música de la carne, disfrazada como "música cristiana" -además de ser musicalmente atroz casi siempre-.