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Sé que la respuesta es sí, pero este es mi problema. Yo en verdad quiero amar a Dios, pero no sé si lo amo, quiero ayudar a su Reino, servirle, pero no creo que todavía lo ame tanto, digamos que soy nueva en esto de la fe. Yo me confesé hace como un año y he tratado de llevar una vida que le agrade, pero he estado comulgando, y ahora me puse a pensar que si a penas estoy conociendo a Dios, pienso que aún no lo año sobre todas las cosas, entonces estoy en pecado mortal y he estado cometiendo sacrilegio? Pensé que al irme alimentando de su cuerpo me ayudaría aconocerlo poco a poco y amarlo mucho, pero me parece que cometí sacrilegio, ¿ustedes qué opinan?

La confesión debe ser un acto frecuente, la manera de alcanzar de Dios el perdón de nuestras faltas y recibirlo en estado de gracia, para que la amistad y el amor a Dios se manifiesten en ese acto de humildad y de reconciliación.

El haber comulgado tanto tiempo sin confesar hace que la Eucaristía como dice San Pablo sea una causa de condenación y no de salvación y arrepentimiento. Es muy importante conocer a Dios para amarlo de verdad, es muy difícil amar a quien no se conoce, como es imposible dejar de amar a Dios si lo vamos conociendo en su totalidad. Para estos caso son imprescindible la Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica, ambos van desgranando los hechos y la presencia de Jesucristo, en su paso por este mundo en la carne, como así afianzar los aspectos que hacen al porque de nuestra fe, la razón y sentido de creer y practicar la doctrina de la iglesia, que no es otra cosa que lo que Cristo nos enseña en las Sagradas Escrituras.

Hay otra formas de acercarse al conocimiento y a la fe con libros espirituales, vida de los Santos, por ejemplo, el libro de vieja data “Introducción a la vida devota” de San Francisco de Sales, o “Historia de una alma” de Santa Teresita del niño Jesús, o “Las Confesiones” de San Agustín. Ese tipo de material ira formando tu sentimiento de amor a través de la fe y del conocimiento. Recibir ayuda en alguna catequesis para adultos y el contacto con el confesor siempre traerá nuevas ideas y fortalecerá tu fe, transformándola en el verdadero amor a Dios. Para ello hay que conocer los mandamientos de la ley y los preceptos de la iglesia.

Si trancitas estos caminos iras creciendo y afianzando tu fe, tu confianza en el Señor y en el amor a ese Dios Hijo que se entrego en una Cruz solo por amor para salvarnos de la muerte del pecado, sin culpa alguna en el acto de amor oblativo mas grande de toda la vida.

Gracias por responder. Le pregunté a un sacerdote y me dijo que si puedo seguir comulgando. Creo que no me expliqué bien, hace un año que me confesé pero por primera vez, desde entonces me he confesado más veces.