En fin. Lo comenté en el viejo foro y traigo novedades. En mi Parroquia nunca se lee la Epístola. Saltan siempre de la primera lectura al Evangelio. Hoy, por curiosidad y porque no tenía ganas de andar, me he acercado a oír Misa a mi Parroquia, pues hacía mucho que no iba, y a ver cómo iban las cosas.
Lo mismo. Y ya no he podido resistirlo, y lo he hablado con él con toda claridad.
Tres son muchas lecturas y la gente se duerme, me ha dicho, y que por lo general quita la Epístola porque no está relacionada con el Evangelio del día. Me ha parecido tan peregrino argumento que, sin pensarlo mucho, le he contestado desde la más elemental fe en la gracia de Dios: quien se aburra que no venga a Misa. Eso un pastor no lo puede decir, me dice. Un pastor lo que no puede es privar a la gente de la Palabra de Dios, le respondo. Diatribas tontas.
Al final discutimos sobre si él tenía o no potestad para hacerlo. Le dije que no, y él que lo había hecho delante del Obispo (cosa que dudo, porque en mi Parroquia, cuando viene el obispo, se reza hasta el credo niceno, fíjense...) Yo le he dicho que el Obispo no podía hacer eso... Y claro, él me ha dicho que sí, que soy un listo, que el Obispo puede cambiar y quitar la epístola que quiera, etc., etc.
Bien, yo sé que el Obispo es la autoridad en la liturgia de su Diócesis, pero le pregunté lo siguiente: ¿Hoy te ha dado el Obispo permiso o indulto para suprimir la Espístola? Yo estoy aquí encargado de esta Parroquia por el Obispo, entonces yo puedo hacer lo que estime más conveniente, etc. etc.
Nada, he intentado convencerle de mil maneras. La Autoridad de Cristo en la Liturgia, la gracia eficaz en la Palabra leía en la Misa que no sustituye a la lectura privada, etc. Nada, soy un listo, me ha dicho, y me ha dado la razón como a los locos mientras me despedía con palmaditas en el hombro.
Le he dicho que mi intención era hablarlo con él pacíficamente, pero que en tal caso voy a elevarlo a instancias superiores (entre risitas y palmaditas en el hombro). Mi intención es hablar con el Arcipreste y en caso desfavorable, llevarlo ante el Obispo.
Creo que mi párroco no tiene razón, porque el Obispo no le ha concedido ningún indulto especial para suprimir la Epístola. Es más, no sé si eso teóricamente es posible, supongo que sí. Pero aún así... ¿Alguien me echa un cable? Todos los sacerdotes que he consultado coinciden en que es una barbaridad lo que hace y que no tiene potestad para hacerlo.