Estimado en Cristo eagleheart:
Te pido que por favor leas lo siguiente con cuidado y detenimiento, está escrito con especial afecto.
Decididamente te cuesta mucho entender las motivaciones de un "abusador de la Liturgia". Eso no es malo, al contrario, habla de tu fidelidad y tu racionalidad.
Es como, hace muchos años le preguntaba un servidor a un muy buen filósofo de origen alemán porqué las ideologías que mayormente constituyen la llamada "filosofía moderna" se han vuelto ateas, con qué fundamentos o razones pretenden negar la existencia de Dios. El maestro se maravilló, y hasta te podría decir que se regocijó porque, en mi "inocente" pregunta, percibió que en Latinoamerica todavía existe gente a la que eso le parecía incomprensible. Tan sorprendido estaba, que en una plática posterior con otras personas lo comentó como algo muy notorio.
Confieso humildemente que en un primer momento hasta me ofendió su respuesta y actitud, creí que lo que él pensaba es que yo estaba tan encerrado en mi forma de entender la realidad, digamos "tan bien evangelizado", que de plano no lograba mi mente salir de sí misma y entender la manera de pensar de otros.
Pero posteriormente entendí qué es lo que pasaba y porqué en realidad mi pregunta SI había sido un tanto "inocente" (en el sentido de cándido). La "inocencia" de mi pregunta radicaba en que yo todavía pensaba que de hecho estas ideologías necesitaban alguna clase de fundamento para negar a Dios, mi "racionalidad natural" todavía era lo suficientemente sólida y bien construida como para no darme cuenta de que en realidad NO HABÍA
NINGÚN fundamento real (aunque fuese falso o equivocado) en esas ideologías ateas para negar a Dios,
ni siquiera un intento, y no lo había, porque no se necesitaba. Esas ideologías niegan la existencia de Dios
NO al estilo del ateo intelectualoide que sale con argumentos tontos como ese famoso de que si Dios es omnipotente entonces porqué no puede destruirse a Sí mismo, o porqué no puede crear una roca tan grande o pesada que Él mismo no pueda cargarla. Sino esas ideologías ateas niegan a Dios porque simplemente lo quieren negar, como un simple dogma, axioma o prejuicio según el cual sería "evidentísima" la NO-existencia de Dios. Lo niegan argumentando cosas tales como que discutir sobre la Existencia de Dios, es como discutir sobre el color de las plumas de las alas de un elefante: obviamente los elefantes no tienen alas, mucho menos plumas en ellas y no tiene entonces el menor sentido ponerse a discutir sobre el color de las mismas. Del mismo modo la discusión sobre la Existencia de Dios vendría a ser una discusión propia de mentes atrasadas en ese pasado religioso que "tanto daño causó" a la humanidad. Pero -para estas ideologías- el hombre "moderno", el hombre ilustrado, el hombre que ha abierto los ojos, no tiene porqué "rebajar" su inteligencia a discutir esos prejuicios.
Vamos, para esas ideologías discutir sobre si Dios Existe o no, es como para nosotros podría ser el discutir si la influencia astrológica de Marte al pasar por la casa de Libra hace que el niño que nace bajo ese signo tenga una tendencia a la violencia, o más bien tenga una tendencia a equilibrar sus impulsos violentos. Obviamente nosotros, como católicos y personas racionales serias, no vemos sentido alguno en entrar en esa discusión, no es que pensemos que tenemos buenos argumentos para afirmar que "será violento" o que "será equilibrado", sino es que simplemente pensamos que ni Marte ni la constelación de Libra tienen absolutamente NADA que ver con los niños o su temperamento.
Justo asi ven estas ideologías el asunto de la Existencia de Dios: no consideran que tengan que ofrecer argumentos o participar en discusiones sobre si Dios Existe o no, pues creen sin mayor fundamento, sino como si fuera algo evidentísimo que no tiene sentido cuestionar, que Dios es un mero aritificio de la ignorancia del pasado para justificar lo que no entendía y al que la "mente científica de hoy" puede hacer referencia tan solo como una curiosidad histórica, no más.
Esto es lo que, en verdad, mi "inocencia" no lograba comprender y eso fue lo que maravilló tanto a ese buen filósofo alemán: darse cuenta de que aún existían personas y culturas, fuera de los relativamente pequeños y cerrados círculos de sana racionalidad que él conocía, en las que al menos se demandaba una razón por la cual negar la existencia de Dios, al punto que no se lograba comprender con facilidad cómo alguien podía negar algo tan evidentemente importante nada más porque sí, porque a uno se le ocurrió que había que negarlo.
Como puedes ver, a ese nivel ya no se trata de defender o atacar la religión, ya no se trata de si la masonería o los enemigos de la Iglesia esto o aquello, sino se trata de una renuncia del ser humano a
la racionalidad misma, se trata de la negativa del ser humano
a considerar la evidencia de aquello que encuentra
en la realidad. Y lo más curioso es que, quienes hacen esa renuncia a la racionalidad, suelen auto-considerarse los "defensores de la razón".
Y si, pese a mi contrariedad inicial, al paso del tiempo acabé entendiendo qué es lo que en realidad sucedía en la mente del ideólogo, y porqué mi pregunta SI estaba cargada de una cierta "inocencia", y porqué eso había alegrado a este señor. Y cuando lo entendí, lejos de continuar ofendido, me alegré yo también y di gracias a Dios por haberme protegido de las tan extendidas influencias que hoy en día atacan a todos constantemente para inducirnos a renunciar a toda lógica y racionalidad.
Es en un sentido muy similar en el que te digo que no logras comprender al "abusador de la Liturgia": el texto de tu respuesta demuestra que, así como yo buscaba la razón con la cual las ideologías modernas pretendían negar la Existencia de Dios, así también lo que dices demuestra que sigues empeñado en buscar en la "apertura del Concilio", en el "espíritu del Concilio" la razón básica por la cual los sacerdotes y fieles se sintieron motivados o autorizados a cometer abusos. Quieres entenderlo en función de normas no muy claramente definidas y pobremente comprendidas. Quieres entenderlo en función de que alguien se sintió legítimamente autorizado a hacer algo indebido porque no entendió bien qué es lo que tenía que hacer y que entonces, como "bola de nieve", eso llevó de manera incremental a otros a entender menos y a abusar más.
Pero, si quieres entender de verdad la mente del "abusador de la Liturgia"
NO es ahí donde debes buscar.
Por eso es que NO cuestiono ni pongo en entredicho tu inteligencia ni tu capacidad intelectual cuando te digo que no logras comprender esto. Sino al contrario, tu inteligencia, tu racionalidad, tu capacidad intelectual y tu fidelidad a la Iglesia son los elementos que te impiden ver las razones reales de algo que tiene una motivación muy distinta de la que imaginas. Justo como yo creí que el ateismo de las ideologías modernas se motivaba en alguna falsa razón, sin poder imaginar que la motivación auténtica era muy, muy distinta, y no requería de fundamento lógico alguno. Lo que, en la opinión de un servidor te impide entonces entender, no es falta de capacidad, sino falta de experiencia. Sigues pensando en alguna medida en función de lo que debería ser, y no en función de lo que realmente está ahí enfrente. Pues te parece ilógico e irracional -y tienes razón, ES ilógico e irracional- que alguien pueda ignorar tan flagrantemente lo que debería de ser. Pero así es.
Para comenzar a comprender mejor el asunto, creo que un buen punto de partida es recordar esa frase tan significativa que decimos en la Liturgia:
-"Demos gracias al Señor Nuestro Dios"
-"Es
JUSTO Y NECESARIO"
-"En verdad es justo y necesario, es nuestro DEBER y SALVACIÓN darte gracias siempre y en todo lugar..."
Uno de los problemas fundamentales de nuestro tiempo, es que, si algunos niegan gratuitamente a Dios, si algunos no saben si negarlo o no, etc. pues la consecuencia de eso es que un gran número de nosotros ha dejado realmente de creer que en VERDAD es justo y necesario agradecer a Dios. Y, por consecuencia, al dejar de agradecer, han dejado de responder al Amor reflejando ese mismo amor, asi como han dejado de dar importancia a los actos por los cuales se puede agradecer y amar.
En otro tiempo era básicamente irrelevante si la Liturgia era muy entretenida o no, porque estaba claro que agradecer al Señor y vivir y reflejar Su Amor mediante nuestro amor ES justo y necesario. Por tanto, hacer lo que es justo y necesario estaba MUY POR ENCIMA de consideraciones respecto a si era atractivo o entretenido hacerlo. No quiere decir esto que necesariamente fuese aburrido o tedioso. O que no fuese legítimo poner algún razonable empeño en hacerlo más agradable. Sino simplemente que era irrelevante si era tedioso o entretenido, si nos gustaba mucho o no.
Es como trabajar para ganarse la vida: nos puede gustar mucho nuestro trabajo o no, podemos tener el empleo de ensueño o el más aburrido, pero entendemos que, tengamos lo uno o lo otro, no podemos dejar de hacerlo si es que queremos tener los recursos para subsistir legítimamente. Precisamente entendemos que, si no existe un auténtico y muy serio impedimento, es justo y necesario trabajar para subsistir. Y por supuesto que el estudiante trabaja y el ama de casa también. Claro, no está peleado el saber que es justo y necesario con buscar que a la vez, si es posible, sea también agradable. Pero lo importante es que, siendo justo y necesario, lo voy a hacer AUNQUE no sea divertido o agradable.
En cambio si, por otra parte, se ha dejado de creer en el corazón que
EN VERDAD es Justo y Necesario agradecer a Dios; entonces la participación en la Liturgia YA NO es cuestión de justicia y necesidad, sino
de gusto y conveniencia: voy porque me gusta, voy porque me conviene. Y por consiguiente, voy
SI me gusta, y voy
SI me conviene.
Y de la misma manera, el que me invita, no necesariamente lo hace ya tampoco bajo la convicción de que EN VERDAD es justo y necesario. Sino en no pocos casos ha sido herido por esta misma tendencia ideológica, y entonces piensa que es meramente CONVENIENTE que yo agradezca. De modo que trata de CONVENCERME de esa conveniencia, haciendo la Liturgia agradable y entretenida para que me guste, u ofreciendome algo "a cambio" (p. ej. "estarás más cerca de Dios y serás más feliz" donde entonces voy NO porque sea justo y necesario, sino porque voy a obtener felicidad).
Tan es así que, por ejemplo, el cambio a la lengua vernácula hoy en día generalmente NO se entiende como un cambio para que pueda yo mejor unirme al Sacrifico de Cristo del que estoy participando; sino es un cambio que mayormente se entiende como dirigido a que yo pueda entender mejor lo que está sucediendo (si quiero, si me interesa) y entonces la celebración me resulte más comprensible, agradable y/o provechosa. De ahí que incluso no son pocos los que dicen que si la Santa Misa volviera a celebrarse universalmente usando la lengua latina, entonces dejarían de ir. No hay mejor manera de decir "no voy porque sea justo y necesario, sino voy porque me gusta y conviene"
Ahora bien ¿fue el Concilio el que promovió que los fieles dejaran de pensar que EN VERDAD es justo y necesario? O incluso ¿fue el falso "espiritu del concilio" el que tuvo esta intención o efecto?
Tu preguntas:
¿cuánto tiempo pasó antes de que ciertas cosas que eran opcionales empezaran a proliferar como si fuera la única norma?
y en la respuesta a esa pregunta se haya gran parte de la respuesta a las que acabo de plantear.
Pero antes de seguir, quisiera confirmar ¿vamos bien o me regreso?
Que Dios te bendiga.