Qué tal, hermanos en Cristo.
Saben, estoy aprendiendo filosofía, y al necesitar buscar un ejemplo del método filosófico conocido como dialéctica, se me ocurrió el siguiente en donde se trata de defender a Dios como creador ante el ateísmo, y me gustaría me dieran su opinión:
Tesis:
La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Por lo tanto, Dios es un mito, ¿o un Dios que ama a sus hijos hubiera permitido tantas muertes y odio llevando incluso muchas veces su nombre como bandera? Fe y razón son antónimos; o razonas, o tienes fe: son incompatibles, son acérrimas enemigas.
Antítesis:
El simple hecho de dudar de la existencia de Dios prueba que el hombre tiene libre albedrío, y el libre albedrío en el marco de la inteligencia es condición única de la humanidad: no la tiene cualquier otro ser vivo. Si los seres vivos fueran producto de una explosión cósmica o de una evolución natural sin creación, todos tendrían las mismas condiciones: ¿por qué habría ser que unos seres vivos tuvieran inteligencia y otros no? Si los humanos tienen inteligencia, es indicio de que fueran creados por la inteligencia misma: una inteligencia superior, pues fue y es capaz de crear a la humanidad.
Síntesis:
Así que, si hay inteligencia, si hay libre albedrío incluso para negar Dios, es porque esto representa un indicio mismo de su existencia. Ahora bien, el hecho de no sólo crear a la humanidad sino dotarla de todo lo necesario en la naturaleza para subsistir habla de un inicio también, de su bondad: de un propósito positivo. Y si en un mundo creado por un Dios infinitamente bueno, hay cabida para el mal, es porque, naturalmente, con la existencia del libre albedrío el hombre es el que se inclina por acciones malas. Todo esto nos hace justificar que de la misma forma que sea imposible negar la existencia de un barbero sólo porque veamos gente con barba, es imposible también negar la existencia de un ente superior, creador, sólo porque veamos maldad en el mundo.
El hombre en su naturaleza busca a Dios, así sea negándolo. Si realmente no existiera Dios, no habría gente afirmando su inexistencia, pues, como ya dije, la inteligencia y el libre albedrío es imposible que sea producto de una simple casualidad.
Es, pues, falso que fe y razón sean incompatibles, que sean acérrimas enemigas: más bien “son dos orillas del mismo río”.
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marco_tarin@hotmail.comLes agradezco infinitamente su atención.