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Sariyamari escribió:Buenos días a todos.
Introduzco este tema porque me he preguntado varias veces si existe una relación entre el hecho de que seamos pecadores y el hecho de que seamos animales racionales, es decir, el hecho de que tengamos instintos animales además de raciocinio, voluntad y conciencia. Por ejemplo, el deseo natural de comer algo que gusta aunque no se tenga verdadera hambre, sólo porque nos gusta su sabor; el hecho de que el cuerpo y la mente reacionen ante la presencia de alguien que atrae sexualmente, se tenga o no se tenga pareja, aunque con el simple hecho de pensar en ello nos demos cuenta de que, en realidad, nunca nos acostaríamos con esa persona; o el ansia casi irreprimible de enfadarnos si alguien nos interrumpe, aunque sepamos que no lo ha hecho con mala intención. En definitiva, este tipo de reacciones que llamamos "instintivas". ¿Son la marca del pecado innato en el ser humano? ¿O las sentiríamos igualmente si no fueramos pecadores?Es una duda que tengo desde hace tiempo.
Queden con Dios.
Sariyamari escribió:Bueno, la pregunta concreta es ... ¿Tenía instintos o no?
O sea: ¿Le podía apetecer comer algo sólo porque le resultara apetecible, es decir, por placer, más que por tener hambre? No digo darse atracones, sólo un deseo moderado de comer por placer ¿Sentían deseo sexual? No me refiero a acostarse con cualquiera, me refiero a las simples reacciones biológicas de un cuerpo cuando alguien del sexo opuesto le resulta atractivo, como un animal que se pone en celo ¿Se enfadaban? No me refiero a llegar a pegarse, sino al relámpago breve de rabia que se siente a veces cuando se nos ofende, aunque se racionalice y se controle ¿Sentían miedo cuando creían que algo podía hacerles daño?
A eso me refiero con instinto: no a la tentación, sino a ese tipo de reacciones que experimentamos a veces que no podemos controlar. Nuestro lado puramente animal.
Quede con Dios.
caminante-solitario1982 escribió:Un tema interessante. Me ha gustado encontrar esto. Las preguntas que deberíamos hacernos son:
¿Si estamos movidos por fuerzas involuntarias e incontrolables de la mente y el subconsciente, como son las emociones, los sentimientos, las sensaciones, las pasiones y los instintos; como podemos ser responsables de nuestros actos?
¿Existe realmente el libre albedrio? ¿Existe la libertad? ¿Es posible que los humanos no sean más que esclavos y títeres de sus impulsos?
¿Como puede ser pecado algo realizado bajo el impulso de unas fuerzas que no podemos controlar y de las que no somos reponsables?
¿Como puede ser pecado algo que cometemos en contra de nuestra voluntad consciente y movidos por una voluntad inconsciente?
¿Si Dios no quiere que quebrantemos su ley porqué no ha hecho tan débiles ante nuestros impulsos?
¿Si la Iglesia asegura que la Virgen Maria, madre de nuestro senyor Jesucristo, tubo una Immaculada Concepción y una vida sin pecado; porqué Dios no ha hecho lo mismo con el resto de la humanidad para librarnos para siempre de la esclavitud al pecado y las debilidades humanas?
eduarod escribió:
No somos meros esclavos, porque los impulsos NO son incontrolables. Sino la voluntad puede rechazar la tendencia que esos impulsos tratan de imponer.
Si un impulso fuera verdaderamente incontrolable (digamos, como mover el brazo en la enfermedad de Parkinson) lo que ocurra por ese impulso incontrolable queda completamente fuera de la responsabilidad moral de la persona, porque no es algo que haya hecho voluntariamente. En el caso de las adicciones puede ocurrir una disminución importante de la responsabilidad en la medida en que el impulso causado por la adicción sea casi incontrolable. Aunque el testimonio de muchos que se han recuperado y han logrado finalmente dominar estos impulsos dejando la adicción (típicamente con ayuda externa) demuestra que no son realmente incontrolables.
Por demás, en esos casos, el impulso que NO era incontrolable fue el que inició la adicción en primer lugar, por lo que normalmente, aunque haya disminución en la responsabilidad de eventos posteriores, la responsabilidad moral de ese primer impulso que era controlable y no fue controlado, es muchísimo mayor, ya que al no controlarlo la persona se expuso a si misma a una situación en la que posteriormente sería incapaz de controlar sus impulsos. De ahí que "probar tantito" de algo malo que nos puede llevar a un vicio adictivo no solamente es "poquito" o menos malo, sino es muchísimo más malo. Precisamente porque de eso pequeño que SI podíamos controlar, puede derivar la adicción que ya no podremos controlar.¿Como puede ser pecado algo que cometemos en contra de nuestra voluntad consciente y movidos por una voluntad inconsciente?
No existe la "voluntad inconsciente", eso no es voluntad. Los impulsos contrarios a nuestra voluntad, ya lo vimos, no son pecado en la medida en que no son aceptados por la voluntad.¿Si Dios no quiere que quebrantemos su ley porqué no ha hecho tan débiles ante nuestros impulsos?
Dios NO nos hizo tan débiles, NOSOTROS nos hemos hecho débiles por medio de nuestro pecado. Es como el asunto de las adicciones que acabamos de describir: eramos fuertes para aceptar o rechazar esa primera invitación al vicio. Al aceptarla, nos hicimos débiles y entonces ya no podemos tan fácilmente rechazar en las ocasiones sucesivas.¿Si la Iglesia asegura que la Virgen Maria, madre de nuestro senyor Jesucristo, tubo una Immaculada Concepción y una vida sin pecado; porqué Dios no ha hecho lo mismo con el resto de la humanidad para librarnos para siempre de la esclavitud al pecado y las debilidades humanas?
Porque Dios hizo lo de la Inmaculada Concepción, pero lo de la vida sin pecado no lo hizo Dios solamente, sino lo hizo también la Santísima Vigen María.
Fue posible para Dios redimirla a ella de esa manera precisamente porque Dios sabía que Ella no pecaría en lo sucesivo.
Pero si Dios nos tratara de redimir a los demás de esa manera, nuestras caidas personales, a las que seguiríamos expuestos, tendrían en nosotros consecuencias mucho más graves, haciendo muy probablemente imposible recuperar una Redención que ya habríamos expresa y directamente rechazado.
En cambio, la manera en que Dios decidió redimirnos a los demás, tiene mucho más "márgen de error", permitiendo que caigamos y rectifiquemos múltiples veces antes de realizar nuestra elección definitiva.
No culpemos a Dios, pues, de lo que nosotros mismos hemos hecho. Al contrario, agradezcámosle el elegir para nosotros el camino de recuperación más fácil de recorrer.
Que Dios te bendiga.
caminante-solitario1982 escribió:....
La mente humana es mucho más compleja de lo que imaginan algunos. Hay un subconsciente que no podemos controlar.
Si los humanos se han hecho débiles a causa del pecado es porqué son imperfectos y eso significa que son débiles. Es como decir que la debilidad del hombre lo lleva al pecado y al mismo tiempo el pecado lo lleva a la debilidad.
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