Bystander84 escribió:...
pero si Buda no existe!! y los demás "gurus" nunca recibieron a Cristo en sus vidas = infierno
Estimado en Cristo Bystander84:
Buda SI existió (es al menos la opinión que los historiadores serios consideran, por mucho, la más probable). Si a otras personas se les llama "buddhas" en virtud de que se les considera "iluminadas", o si en ciertas derivaciones del budismo se considera realmente a Buda una especie de divinidad, eso es otro tema. Pero de que toda la evidencia histórica parece apuntar hacia que realmente existió el fundador del budismo, eso es un hecho.
Ahora bien, habiendo existido, no tenemos el menor fundamento para afirmar o negar su salvación. Eso solo Dios lo puede juzgar y saber, lo mismo que muchos "gurus" que nunca tuvieron la oportunidad de que Cristo les fuese auténticamente predicado y, por consiguiente, que no lo rechazaron de manera explícita. Sabemos que incluso de aquellos que públicamente le rechazaron (a Cristo) habiéndole conocido no podemos afirmar la condenación, pues no nos consta lo que pudo pasar en su interior durante sus últimos momentos de vida. Mucho menos podemos venir con el cuento de afirmar que los "gurus" que no conocieron realmente a Cristo hayan sido condenados.
Y si el personaje histórico Buda, o esos gurús alcanzaron la salvación, pues técnicamente es perfectamente posible que pudieran manifestarse como servidores ahora del Verdadero Dios.
Pero, por otra parte, es verdad que muchas de estas experiencias responden a las creencias de las personas.
Debemos, antes que nada, tener claro que "experiencia cercana a la muerte"
NO ES LO MISMO que
MORIR.
Asi como no hay mujeres "medio-embarazadas", tampoco hay realmente personas "semi-muertas". O están vivos o ya murieron. Y si ya murieron lo único que puede volverles a la vida es el Poder de Dios en un Milagro de Resurrección (como a Lázaro o como a la hija de Jairo) ni más ni menos.
Y es evidente que la mayor parte de esas personas que tienen esas experiencias NO han sido beneficiadas por una Milagro de esa magnitud por parte de Nuestro Señor, sino simplemente estuvieron vivas TODO el tiempo.
En principio entonces, todo lo que concierne a tales experiencias se circunscribe a una de dos posibilidades:
- una experiencia mística auténtica
- un conjunto de mociones espirituales; que, como todas las mociones espirituales, pueden tener a su vez un triple origen:
a) Dios
b) el Maligno
c) la imaginación de la persona
Ahora bien, ciertamente es preciso reconocer que no se trataría de un momento común en la vida de la persona, sino se trata de un momento crucial y definitorio en muchos aspectos. No sería entonces aventurado pensar que se trata de un momento particularmente propicio para que TODO lo anterior pudiese ocurrir. Pero con todo nos referimos a todo. Es decir, si bien es un momento propicio para una experiencia mística auténtica, también es igualmente propicio para que la imaginación de la persona se desboque con alegría.
Y asi, si bien está claro que es una gran tentación querer ver en esas experiencias elementos "probatorios" de la trascendencia de la persona, de la existencia de un "mundo" espiritual, e incluso confirmaciones específicas de las propias creencias religiosas. La verdad es que deberíamos abrir un poco más los ojos, y en vez de descalificar las experiencias de las personas de otros credos como necesariamente-fraudulentas-porque-no-confirman-la-Religión-Verdadera; debieramos entender que esas experiencias no son ni más ni menos auténticas que la mayor parte de las experiencias que pueden vivir los cristianos y los católicos muy en particular. Es decir, que la GRAN MAYORÍA de tooooodas esas experiencias no son en realidad sino imaginaciones desbocadas.
Por úlitmo, es MUY importante entender algo más antes de ir corriendo a decirle a la tía Lencha que aquella silueta y voz de su mamá que vino a decirle que "todavía tenía que cuidar de la familia" no fue sino una falacia que se inventaron sus neuronas que alucinaban a causa de la disminución de la oxigenación al cerebro.
Y eso que hay que entender es que las mociones espirituales, sin ser verdaderas experiencias místicas, son en verdad mensajes de Dios que recibimos de manera muchísimo más frecuente de lo que solemos pensar, y que igualmente el Maligno busca introducir no solo tentaciones, sino también mociones, pensamientos, y otras cosas que nos engañan no necesariamente para hacer algo malo que se constituya en un pecado objetivo, sino también para quitarnos la paz o simplemente desorientar un poco nuestra vida de tal suerte que no tengamos tiempo de obedecer y seguir a Cristo mientras nos tomamos un tiempecito para re-orientarla (nuestra vida).
Y hay que entender también que esas mociones no necesariamente son frases o discursos precisos en nuestro idioma o en un idioma extranjero o angelical, sino mucho más comúnmente son inclinaciones, sentimientos, ideas o pensamientos genéricos no muy bien definidos. De modo que esas ideas, sentimientos o pensamientos más o menos indefinidos que pueden constituir la verdadera acción de Dios (o del Maligno),
con mucha frecuencia son "aterrizados" por nuestra imaginación.
Y por supuesto no debemos olvidar tampoco que, por la Verdad de Fé de la Comunión de los Santos, sabemos que en Cristo estamos todos unidos de una manera que no es igual a la comunicación física o el contacto corporal que regularmente experimentamos con los demás en nuestra vida cotidiana.
De todo ello, y regresando a la tía Lencha, es altamente probable y posible que su mamá, unida a ella en Cristo como está, en ese momento particularmente dificil simplemente le haya hecho
sentir una forma de apoyo cercano y especial. Pero, siquiera para describir cómo pudo ser ese sentimiento, para decir, digamos, que se trató de un sentimiento de "no te rindas estoy contigo y te acompañaré" pues es claro que nosotros mismos ya tuvimos que "aterrizar" ese sentimiento dándole una expresión en palabras e interpretación específicas que no necesariamente lo describen de manera exacta, completa o precisa.
Y es en esto en lo que, en casi cualquier moción, e incluso en las experiencias místicas auténticas (p.ej. apariciones) se involucra
la mente y la imaginación de la persona. Por eso es que incluso aquello que pertenece a las apariciones auténticas aprobadas por la Iglesia, NO se puede seguir lo que se dice como si de verdad estuviera garantizado que Dios mismo lo dijo, porque no tenemos manera de saber hasta dónde llega lo que Dios auténticamente transmitió, y desde dónde comienza la interpretación y la imaginación del vidente, aunque sea un santo.
Más aún, si es un santo, lo que ese santo pueda poner con su mente e imaginación... seguramente será algo bueno y digno de Dios... pero eso no quita que lo que finalmente llega a nosotros sea la buena imaginación del santo interpretando el auténtico mensaje sobrenatural, y NO NECESARIAMENTE un mensaje directo de Dios en todos sus detalles.
Pero precisamente por eso NO sería exacto ni correcto decirle a la tía Lencha que lo que "vió", "escuchó" y "sintió" es puro producto de su imaginación y que NADA tiene que ver realmente con su mamá. Por el contrario, lo más probable es que el asunto SI haya comenzado con un "mensaje" de su mamá, pero un mensaje genérico de unión y de amor, mensaje que la imaginación de la tía Lencha complementó con la "visión" de la silueta de su mamá, y con la "escucha" de palabras muy concretas y específicas... que no extrañamente suelen coincidir con las palabras que la tía Lencha esperaría escuchar de su mamá.
Y así, volviendo al tema genérico de las experiencias cercanas a la muerte, lo más probable es que la mayor parte de las personas realmente lleguen a experimentar verdaderas mociones correspondientes a ese momento tan delicado de sus vidas; pero mociones de esas, relativamente indefinidas y genéricas de las que hemos hablado. Y así, si la persona experimenta algo que genéricamente pudiera describirse como "una gran paz espiritual", lo natural es que SU IMAGINACIÓN "aterrice" y complemente esa moción genérica con imaginería y contenidos propios de sus creencias espirituales particulares.
De esta manera es perfectamente posible afirmar a la vez que la persona experimentó una verdadera manifestación (no propiamente sobrenatural, sino una moción, un sentimiento, una emoción como los que llegamos a experimentar en muchos momentos de nuestras vidas) del Amor de Dios que le socorre y le apoya en esa circunstancia tan difícil que está viviendo, lo que es evidentemente real y cierto; y a la vez es perfectamente posible que la persona nos hable de que vió "a Mahoma", "a Buda", o "a un dios maya" porque tal es la forma en que su mente pudo interpretar y conceptualizar ese sentimiento de apoyo y de Amor que realmente recibió de Dios.
Por demás esta decir que entonces la GRAAAN mayoría de todos los que dicen haber visto a Jesús, pues no tuvieron sino eso mismo: una moción de consolación que les hizo sentir el Amor de Dios, la cual, en función de sus propias convicciones y creencias, conceptualizaron mediante una imagen de Jesús inventada por su propia mente. Conceptualización más certera, pero no más sobrenatural que la de los hombres de otras creencias.
Saludos y bendiciones