Estimado en Cristo Serwind:
Si afirmas esto:
Serwind escribió:...
Y por otro lado, ¿que tememos?¿Cambiar de religión?¿Dudar de nuestras creencias? Este es el problema de fondo. He leído el Corán y no me hice musulmán. He leído a Buda y no me hice budista. He leído el Tao y no me hice taoista... Más bien al contrario, me han ayudado más, mucho más, a comprender a Jesús y su Mensaje. Pues, te lo aseguro, todos ellos dicen lo mismo, cada uno con sus palabras y según la sociedad cultural donde se desenvuelven, pero el Mensaje de fondo, es el mismo. Creo que no hay que sacar las cosas de quicio.
...
En realidad
SI te ha hecho daño leer el Corán, a Buda y el Tao. Porque NINGUNA de esas instancias "dice lo mismo" que Jesús, ni el "mensaje de fondo" es el mismo; más bien existen semejanzas en aspectos externos y generales. Esto por la simple y sencilla razón de que los católicos creemos que todas esas instancias son mensajes que los hombres hemos elaborado con nuestra propia sabiduría, tal vez pudieramos aceptar que es de lo mejor de nuestra sabiduría humana, pero, al final, no deja de ser nuestra propia sabiduría; mientras que el Mensaje de Jesús NO ES sabiduría humana limitada, sino es la Sabiduría de Dios que ha venido a nosotros para guiarnos a donde nosotros solos simplemente NO PODÍAMOS ir. Decir lo contrario, decir que nuestra sabiduría es igual o equivalente a la Sabiduría de Dios, es trivializar el Mensaje de Cristo y actuar de manera insensata; pues es obvio y evidente a cualquiera que cree en Dios que Él Puede y Sabe MUCHÍSIMO MÁS que nosotros; por tanto, simplemente NO PODEMOS poner Su Mensaje y nuestro mensaje en el mismo nivel. Ni nuestro mensaje puede ser luz para iluminar Su Mensaje. Más bien, si creemos que hemos entendido Su Mensaje con nuestra sabiduría, lo que es evidente es que
no hemos entendido Su Mensaje y no lo estamos aprovechando.
Precisamente ahora que hemos terminado el Adviento y la Luz de Cristo resplandece sobre nosotros en esta Navidad, podemos recordar esa frase de la Escritura que es tan propia de este tiempo:
"El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz."
San Mateo 4, 16
Debemos entender que ese pueblo que se hallaba en tinieblas somos en realidad todos nosotros, y las "oscuras regiones de la muerte" es nuestra realidad con todo y nuestra sabiduría. Y, muy por encima de todo esto, Cristo es la gran luz que hemos visto y se ha levantado sobre nosotros.
Podemos compararlo con un grupo de personas que se encontraran de pronto perdidas en el interior de una profunda caverna cuya salida se encuentra por una compleja red de pasadizos y galerías que forman como un laberinto y sin luz alguna, sin tener la menor idea de por dónde ir, y tras darse cuenta de que todos se están moviendo sin orden alguno, tropezándose, golpeándose, tirándose unos a otros, etc., algunos de los del grupo comienzan a organizar a los demás para que no se golpeen ni se lastimen, que todos se muevan en grupo y que el que sienta un obstáculo, que le avise a los que están cerca para que no tropiecen con el. Si, si esto ocurre, habrá menos desorden, habrá menos accidentes y lastimados, y muchos estarán agradecidos y seguirán y apreciarán a los que han organizado al grupo... pero... ¿está el grupo más cerca de la salida o esto le da idea alguna de por dónde salir de la cueva, por dónde siquiera buscar un pasadizo, por dónde no pisar para no caer en un agujero fatal, etc.?
No, el grupo sigue tan perdido como antes.
Pero, si en vez de uno de estos "organizadores del grupo", llega un verdadero guía con lámparas y equipamiento, además de con conocimiento del sistema de cavernas y del camino para salir; pues entonces si la situación cambia radicalmente, porque el grupo ya no estará buscando a tientas siquiera por dónde no tropezar, sino podrá vislumbrar hacia dónde está la salida, podrá ver y evitar todos los obstáculos, podrá seguir al guía por galerías y pasadizos hasta llegar a la salida.
Tal (y en realidad mucho mayor) es la diferencia entre el mensaje de los ejemplos de mera sabiduría humana que has citado, y el Mensaje del Hijo de Dios Vivo y Verdadero que ha venido a Salvarnos.
No, hazle como quieras, pero definitivamente NO ES IGUAL un mensaje que el otro.
El mensaje de los organizadores de sabiduría humana es meramente un mensaje de una mejor convivencia en una situación que sigue siendo desesperada, el Mensaje del guía que es la Luz y conoce la salida es un verdadero Mensaje de Salvación.
Y así las cosas, si tú dices que escuchar a los organizadores del grupo te ha ayudado a comprender las instrucciones del Verdadero Guía, entonces lo que estás diciendo en el fondo es que ni siquiera te has visto la Luz del Guia, y mucho menos te has dado cuenta de que lo que el Guía propone y te invita a hacer es seguirle hasta la salida, y no meramente organizarte para que puedas tolerar mejor la situación desesperada de la que definitivamente no te has dado cuenta de que podrías salir.
Que Dios entonces te conceda que el Lucero del Alba despunte en tu corazón y entiendas entonces las tinieblas en las que todos hemos vivido y de las que realmente puedes salir.