Estimado IvanEstoico
IvanEstoico escribió:Es menester reafirmar que no niego que Dios castigue pues mi amor a la Iglesia es innúmero y comprendo que el Señor Jesús fundó su
Iglesia para que sea el Arca segura por la cual
avanzamos en el ingente piélago del mundo.
Nadie ha dicho lo contrario, cuando menciono a quienes niegan que Dios castiga, me refiero a Bermúdez y compañía.
IvanEstoico escribió:La
fidelidad al Magisterio es cosa connatural al
católico, así pues, lo que comente acerca del
texto conciliar y que concuerdo con el
hermano eduarod es claro, porque cuando
impreca la Iglesia a alguien por su osada
impiedad lo expresa tal cual.
Como por ejemplo:
4. Si alguno no recibiere como sagrados y
canónicos todos los libros de la Sagrada
Escritura con todas sus partes, tal como los
enumeró el Concilio de Trento [...] sea
anatema.
CONCILIO VATICANO I, CONSTITUCIÓN
DOGMÁTICA «FILIUS-DEI», CANONES SOBRE
LA REVELACION
Podemos decir que esta implícita la inspiración
de los Libros Sagrados y quien niega que son
sagrados y canónicos niega también que son
inspirados, empero, como anteriormente
comente la Iglesia expresa lo que anatemiza,
por tanto tenemos que el canon completo
versa así:
4. Si alguno no recibiere como sagrados y
canónicos todos los libros de la Sagrada
Escritura con todas sus partes, tal como los
enumeró el Concilio de Trento, o negare que
ellos sean divinamente inspirados: sea
anatema.
CONCILIO VATICANO I, CONSTITUCIÓN
DOGMÁTICA «FILIUS-DEI», CANONES SOBRE
LA REVELACION
Efectivamente, la inspiración está implícita en la canonicidad, pero la canonicidad no está implícita en la inspiración, ya que muchos libros, que ahora sabemos están inspirados, no todos los consideraban así en un tiempo, y no existía un canon oficial. Recordemos, además, que un libro no es inspirado porque sea canónico, sino que un libro, que se supone inspirado, luego del debido discernimiento de la Iglesia, se le reconoce como tal, es decir, se vuelve canónico. Fijémonos en esto:
4. Si alguno no recibiere como sagrados y
canónicos todos los libros de la Sagrada
Escritura con todas sus partes, tal como los
enumeró el Concilio de Trento, Ó negare que
ellos sean divinamente inspirados: sea
anatema.
CONCILIO VATICANO I, CONSTITUCIÓN
DOGMÁTICA «FILIUS-DEI», CANONES SOBRE
LA REVELACION
Como podemos apreciar, no hace falta negar explícitamente ambas cosas a la vez, basta con negar una sola para el anatema. Veamos con el texto de Trento:
CAN. XIII. Si alguno dijere que en manera
alguna se satisface a Dios por los pecados en
cuanto a la pena temporal por los
merecimientos de Cristo con los castigos que
Dios nos inflige y nosotros sufrimos
pacientemente o con los que el sacerdote nos
impone, pero tampoco con los
espontáneamente tomados, como ayunos,
oraciones, limosnas y también otras obras de
piedad, y que por lo tanto la mejor penitencia
es solamente la nueva vida, sea anatema [cf.
904 ss]
En primer lugar, he de hacer notar que citar sólo la frase "Si alguno dijere que en manera alguna se satisface a Dios" es un error ya que:
- El canon(ningun canon) no puede resumirse a una frase aislada.
- Así escrito, todos serían anatemas, ya que, técnicamente, no hay forma de satisfacer a Dios, porque Él no tiene necesidades, ni hay algo que podamos darle. Hay que precisar que se refiere a Su justicia.
En segundo lugar, la Iglesia expresa lo que anatemiza, y en este caso, expresa, entre otras cosas, que quien niega que se pueda satisfacer a Dios por los castigos que nos inflige. En el caso de quienes dicen "Dios no castiga", al hacerlo, niegan uno de los medios de satisfacerLo, como he explicado antes.
Saludos y bendiciones.