Estimada en Cristo tralalá:
tralalá escribió:(lo único que quería era que no me vencieran sus tentaciones)...
Ciertamente eso es lo principal que debemos considerar respecto al Demonio: ya nos lo dijo Jesús, no hay que temer a los que pueden matar al cuerpo, sino a los que pueden matar al alma.
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me figuraba que en el momento de decidirse contra DIOS se había vuelto todo del revés, que su deslumbrante
belleza se había transformado en horrorosa fealdad y su bondad en maldad a la que ya quedó condenado pues
su resolución eterna la tomó firme y deliberadamente.
De algún modo eso SI ocurrió, pero NO como una desaparición del Don de Dios, como ya lo hemos visto.
Sino más bien de la manera en que, por ejemplo, pudiera ocurrir que un muchacho muy apuesto que en un principio causa admiración entre un grupo de muchachas que lo acaban de conocer, de pronto demuestre ser demasiado vanidoso y presumido a causa de su belleza física. El muchacho sigue siendo el mismo, su apariencia no ha cambiado en lo más mínimo de cuando lo vieron por primera vez, pero, para estas muchachas, esa vanidad hará que esa belleza objetiva ya NO produzca la atracción y admiración que inicialmente produjo, sino, más bien, como que esa misma belleza objetiva se volverá como chocante al ser usada de manera tan indebida.
Igualmente si una muchacha muy bella que atrae fuertemente a un muchacho de buen corazón, y de pronto este muchacho descubre que la muchacha utiliza su belleza para menospreciar y humillar a otras chicas que no son tan agraciadas como ella. Nuevamente la apariencia externa no habrá cambiado nada, la belleza objetiva sigue estando ahí, pero igualmente al desentonar tan fuertemente con una actitud tan negativa, ya no produce un todo armonioso que resulte atractivo y agradable,
Por supuesto que en tales casos Dios NO va a venir a desfigurarle la cara a estas personas de tal suerte que, ahora si, la apariencia externa "cuadre" mejor con la actitud de la persona. Sino Dios respetará el Don objetivamente concedido, dado para algo muy distinto de para aquello que realmente se está usando. Pero, a pesar de conservar el Don de Dios, insisto,
el todo YA NO será bello ni atractivo, sino falto de armonía y, por ello, chocante.
Sin embargo, es importante considerar que el Don NO HA DESAPARECIDO, que la belleza objetiva
SIGUE ahí, pues es eso lo que posibilita esto:
Estos son falsos apóstoles, que proceden engañosamente, haciéndose pasar por apóstoles de Cristo.
Su táctica no debe sorprendernos, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.
No es de extrañar, entonces, que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Pero su fin será digno de sus obras.
II Corintios 11, 13-15
De este modo, al igual que la muchacha cuando no es vista menospreciando a las otras aún así puede usar su belleza para atraer, Satanás igualmente puede usar su belleza para parecer algo bueno.
En el caso más extremo se habla de santos que aparentemente han sido víctimas de falsas apariciones supuestamente procedentes de Dios, pero realmente de origen diabólico y cuyo fin es mover al santo
a la soberbia de pensar que ya es taaaaan bueno que se ha hecho digno y merecedor de que Jesús u otros santos le vengan a visitar en persona. Por supuesto que los verdaderos santos saben distinguir tales tentaciones y rechazan al Demonio que asi se les presenta. Pero bien puede ocurrir que otros "santones" de verdad caigan en la tentación, y no solo se engañen a si mismos, sino conduzcan a otros a un camino equivocado al "mostrarles" que "Dios ha confirmado con la aparición su rectitud y santidad".
Sin llegar al extremo de las falsas apariciones, hay muchas otras tentaciones en las que el Demonio se puede mostrar como algo bueno... que a la hora de la verdad resulta que no lo era tanto. Incluso, en esa línea, a veces las tentaciones no buscan orillarnos a hacer algo malo, sino simplemente algo menos bueno que lo que podríamos hacer, y entonces pueden tomar la forma, por ejemplo, de un consejo aparentemente bueno, del que se nos expongan razones y motivos por lo que eso es mejor que otra cosa, cuando la otra cosa era mejor.
El pseudo-tradicionalismo católico, por ejemplo, está lleno de este tipo de tentaciones, en las que la supuesta "fidelidad a la tradición" se muestra como algo digno y extraordinariamente bueno en contra del desorden y las infidelidades que en realidad existen por todos lados.
Pero la obediencia a la Iglesia
ES la
AUTÉNTICA Fidelidad a la Verdadera Tradición; por tanto NO HAY ni puede haber verdadera fidelidad a la Tradición que no sea, por ello mismo, obediencia a la Iglesia en lo que Ella disponga, cuando y cómo lo disponga. Sin embargo, esa supuesta fidelidad que no lo es, se presenta como un motivo noble, digno, justo y bello; orillando a la gente a lo que tal vez es un culto en realidad más bonito, o más solemne, o aparentemente más digno, pero que, corrompido por la infidelidad, desentona y se vuelve chocante, como la jovencita o el muchacho de los ejemplos que pusimos.
Por todo ello, en ese objetivo fundamental de guardarnos de las tentaciones de Satanás refugiándonos en Nuestro Señor, debemos también tomar en cuenta esta posibilidad de que Satanás y sus insidias se nos presenten como cosas objetivamente buenas, con la apariencia de verdaderos ángeles de Luz (hasta el punto de literalmente parecerlo, como ya lo señalamos en el caso de las falsas apariciones). Para asi, como los grandes y verdaderos santos, no dejarnos engañar tampoco por eso, sino que, con la Gracia de Cristo, salir victoriosos también de esas batallas.
Y para ello, la auténtica humildad (la que de verdad se cree eso de que solo somos siervos inútiles) y la fidelidad incondicional a la Iglesia, resultan fundamentales.
Que Dios te bendiga en la alegría de Pascua.