Estimado en Cristo antonio cristiano:
antonio cristiano escribió:Eduarod si quieres sacar punta a mis palabras cada vez que escriba algún comentario, creo vas a dedicar mucho tiempo a ello y no va a ser constructivo.
Creeme que el tiempo en la actualidad es para un servidor un recurso demasiado escaso y valioso como para andarlo desperdiciando en "perseguir" las opiniones de un hermano, de modo que, te equivocas, no es mi interés "sacarle punta" a tus palabras, sino dejar claras cosas que creo que al autor de un tema o pregunta y/o a un lector que pase por aquí le pueden servir.
Cuando digo "yo por mi parte creo", se entiende que es una opinión personal (que surge del conocimiento de las escrituras, tradición, cristianismo primitivo etc) pero opinión personal. Importante que lo resañe: opinión personal.
El limbo es una construcción doctrinal que estaba en el catesimo de san pio X, y Juan Pablo II lo desecha para su catecismo de 1992. Lo vuelvo a repetir para que quede claro; lo desecha del catecismo. Es decir, que algo que estaba en el catecismo ya deja de estar; lo desecha.}
El limbo por lo tanto es una corriente doctrinal que se puede asumir como opinión personal, ya que mientras que antes estaba en el catecismo, ya no está.
El Limbo del que nos habla en Catecismo Mayor de San Pío X, NO ES ese ese limbo al que se creía que se podían ir las almas de los niños sin el Bautismo, sino es lo mismo que en el Catecismo Romano del Concilio de Trento
Y en el Catecismo ACTUAL se menciona como "el Seno de Abraham", que es donde estaban los justos esperando la Redención de Cristo y al que se refiere el Credo de los Apóstoles cuando dice: "descendió a los Infiernos". A continuación una cita del Catecismo de San Pío X y otra del Catecismo actual para despejar cualquier duda al respecto:
117.- ¿Qué se entiende aquí por Infierno? - Por infierno se entiende aquí el Limbo de los Santos Padres, es decir, el lugar donde las almas de los justos eran recogidas y esperaban la redención de Jesucristo.
Catecismo Mayor de San Pío X
CRISTO DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS
632 Las frecuentes afirmaciones del Nuevo Testamento según las cuales Jesús "resucitó de entre los muertos" (Hch 3, 15; Rm 8, 11; 1 Co 15, 20) presuponen que, antes de la resurrección, permaneció en la morada de los muertos (cf. Hb 13, 20). Es el primer sentido que dio la predicación apostólica al descenso de Jesús a los infiernos; Jesús conoció la muerte como todos los hombres y se reunió con ellos en la morada de los muertos. Pero ha descendido como Salvador proclamando la buena nueva a los espíritus que estaban allí detenidos (cf. 1 P 3,18-19).
633 La Escritura llama infiernos, sheol, o hades (cf. Flp 2, 10; Hch 2, 24; Ap 1, 18; Ef 4, 9) a la morada de los muertos donde bajó Cristo después de muerto, porque los que se encontraban allí estaban privados de la visión de Dios (cf. Sal 6, 6; 88, 11-13). Tal era, en efecto, a la espera del Redentor, el estado de todos los muertos, malos o justos (cf. Sal 89, 49;1 S 28, 19; Ez 32, 17-32), lo que no quiere decir que su suerte sea idéntica como lo enseña Jesús en la parábola del pobre Lázaro recibido en el "seno de Abraham" (cf. Lc 16, 22-26). "Son precisamente estas almas santas, que esperaban a su Libertador en el seno de Abraham, a las que Jesucristo liberó cuando descendió a los infiernos" (Catecismo Romano, 1, 6, 3). Jesús no bajó a los infiernos para liberar a los condenados (cf. Concilio de Roma, año 745: DS, 587) ni para destruir el infierno de la condenación (cf. Benedicto XII, Libelo Cum dudum: DS, 1011; Clemente VI, c. Super quibusdam: ibíd., 1077) sino para liberar a los justos que le habían precedido (cf. Concilio de Toledo IV, año 625: DS, 485; cf. también Mt 27, 52-53).
Catecismo de la Iglesia Católica
Como podemos ver, el limbo que SI estuvo en el Catecismo, de ningún modo ha sido desechado, sino que AHÍ SIGUE.
E igualmente vemos que "el otro limbo" el de los niños muertos sin Bautismo, NO FUE "desechado" sino que simplemente NUNCA ESTUVO AHÍ.
Es por eso que la Iglesia ha Enseñado que el Magisterio, aunque SI llegó a mencionar ese limbo de los niños, y aunque no niega la posibilidad de su existencia, en efecto, le considera más bien una hipótesis teológica posible, pero, como hemos dicho, un tanto IMPROBABLE:
Es sabido que la enseñanza tradicional recurría a la teoría del limbo, entendido como un estado en el que las almas de los niños que mueren sin bautismo no merecen el premio de la visión beatífica, a causa del pecado original, pero no sufren ningún castigo, ya que no han cometido pecados personales. Esta teoría, elaborada por los teólogos a partir de la Edad Media, nunca ha entrado en las definiciones dogmáticas del Magisterio, aunque el mismo Magisterio la ha mencionado en su enseñanza hasta el concilio Vaticano II. Sigue siendo por tanto una hipótesis teológica posible. No obstante, en el Catecismo de la Iglesia Católica (1992) la teoría del limbo no se menciona; se enseña por el contrario que, en cuanto a los niños muertos sin el bautismo, la Iglesia no puede más que confiarlos a la misericordia de Dios, como se hace precisamente en el ritual de las exequias previsto específicamente para ellos.
La existencia del limbo de los niños, pues, es ciertamente un tema opinable. Hipótesis que, por cierto, un servidor NO DEFIENDE, estos comentarios NO VAN POR AHÍ. Por consiguiente:
Es decir, tú puedes decir a los padres angustiados que su hijo no goza de la visión beatífica, pero como opinión personal, y yo les podré decir que su hijo goza de la visión beatífica, como opinión personal, pero por razones de oportunidad y de sentido común, a unos padres en luto por la muerte de su hijo no les puedes andar con especulaciones filosóficas, para ellos sus hijos son angelitos en el cielo y si quieres discutirlo, adelante, yo ya dije todo lo que tenía que decir.
En mi experiencia sobre el tema, que de hecho es BASTANTE amplia, ciertamente habrá muchos a los que se les pueda "consolar" diciendoles sin fundamento ni sustento teológico alguno que "sus hijos son angelitos en el cielo".
Pero evidentemente estos son aquellos que no conocen mucho de la Doctrina Católica, que no entienden QUÉ ES el Pecado Original y que, por consiguiente, NO enteinden tampoco que el Bautismo es algo más que un "ritual de iniciación de ingreso al 'club' llamado 'Iglesia Católica' que sirve para hacer un fiestón por el nacimiento del niño y hacerse de paso de un buen compadre" y que, por lo mismo, tampoco saben muy bien ni qué es el Cielo, ni consecuentemente en el fondo realmente acaban de creer siquiera en esto que no saben qué es. De esos papás hay muchísimos hoy en día, y, en efecto, poco les importa lo que la teología, la filosofía o, para el caso, la Iglesia diga o deje de decir.
Pero respecto a esos papás entonces ni siquiera, en efecto, hay que preocuparse del tema, lo malo es que, desafortunadamente, en ese alejamiento respecto a la Verdad de la Doctrina Católica, ese "tus niños son angelitos en el cielo" que para ellos no acaba de tener forma o realidad, no acaba siendo un consuelo real, sino se convierte más bien en una "palmadita en la espalda" no muy distinta ni consoladora de lo que ellos podrían obtener de una "frase hecha" de las que el mundo usa para consolar en situaciones así. Frases tales como la famosa: "no ha muerto, pues sigue vivo en tu corazón". Si, es una frase bonita, y si, otorga un mínimo de consuelo, por algo la dicen, pero ese consuelo no es ni infinitesimalmente comparable al Consuelo que le da la Fe Católica a quien REALMENTE cree en Cristo y SABE sobre la REALIDAD de Su Palabra. Por eso San PAblo dice:
No queremos, hermanos, que vivan en la ignorancia acerca de los que ya han muerto, para que no estén tristes como los otros, que no tienen esperanza.
Porque nosotros creemos que Jesús murió y resucitó: de la misma manera, Dios llevará con Jesús a los que murieron con él.
I Tesalonicenses 4, 13-14
Por tanto, quien REALMENTE cree en Cristo y, por consiguiente, puede aspirar a esa Esperanza y Consuelo mucho mayor que hay en Él,
SI le importa, y mucho, lo que Jesús, por medio de Su Iglesia, Dice o deja de decir.
A estos NO les importa, ni en lo más mínimo, lo que los teólogos de la Edad Media, lo que antonio cristiano o -para el caso- lo que eduarod, opinemos o dejemos de opinar en tanto NO SEA lo que Jesús y Su Iglesia Dicen. Porque ni los teólogos de la Edad Media, ni antonio cristiano, ni eduarod pueden salvar o no a sus pequeños, pero Jesús SI PUEDE y es por eso que importa lo que Él Dice.
Y en efecto, entonces ESTO es lo importante, lo que LA IGLESIA DICE, y por ello cito textualmente el documento para que sea lo Iglesia y no la interpretación de cualquiera de nosotros la que hable:
La conclusión del estudio es que hay razones teológicas y litúrgicas para motivar la esperanza de que los niños muertos sin Bautismo puedan ser salvados e introducidos en la felicidad eterna, aunque no haya una enseñanza explícita de la Revelación sobre este problema. Ninguna de las consideraciones que el texto propone para motivar una nueva aproximación a la cuestión puede ser utilizada para negar la necesidad del bautismo ni para retrasar su administración.
Que Dios te bendiga en la alegría de la Resurrección del Señor.