Estimado en Cristo miles:
miles_dei escribió:Para los judíos el seguir un calendario no es algo puntual, sino que implica toda su vida. Para un judío el usar a discrección de uno u otro calendario putualmente hubiera sido visto como blasfemia al orden que Dios dio al tiempo y una burla al mismo tiempo.
Dificilmente puede sostenerse semejante afirmación respecto a un hecho que cambió completamente la historia de la humanidad. No parece en lo más mínimo sostenible que no se pueda considerar puntualmente un evento que fue tan trascendente como para cambiar el día que debía dedicarse al Señor del sábado al Domingo, y con el que se abandona la Antigua Alianza y se ignaugura la Nueva Alianza. ¿Donde queda entonces esa pretendida "fidelidad incondicional" al calendario ante la novedad de la Nueva Creación en Cristo?
El Papa no dice que lo usara putualmente, ...
No lo dice expresamente, pero en la homilía que citaste, se refiere exclusivamente al hecho puntual de la celebración de esa Pascua con sus discípulos. Eso está muy claramente expresado. Por tanto, cualquier extrapolación a otros eventos o situaciones pretendidamente basada en esa homilía carece de fundamento. Y, por otra parte:
sino que remite a la tesis de Annie Jaubert (tema sobre el que vuelve más a fondo en su obra Jesús de Nazareth),
En esa homilía no remite a la tesis de Annie Jaubert ni la menciona. El análisis de esa tesis lo hace en el libro de Jesús de Nazareth, y ese análisis se distingue tan claramente de la homilia citada, como que en el libro el Santo Padre se muestra muchísimo más crítico a la tesis en cuestión, que sobre la consideración puntual de la celebración Pascual respecto a cuya probabilidad más bien parece expresar una opinión favorable en la homilía.
Y lo que pasa es que la tesis en cuestión (que en cualquier caso no deja de ser sino eso, una simple hipótesis) tendría una aplicación puntual mucho más significativa ese día que cualquier otro, lo cual podría explicar perfectamente la selección del calendario de Qumram para ese día de manera puntual y exclusiva. Y el aspecto que lo justifica es el aspecto central que el Santo Padre quería destacar en la homilía, que ciertamente NO ES el uso del calendario de Qumram per se, sino el que en esa celebración se celebraba sin cordero debido a que no se reconocía el templo de Herodes. Pero Jesús NO celebra sin cordero, como lo manifiesta muy claramente el Evangelio de San Marcos:
El envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: «¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?».
San Marcos 14, 13-14
Sino, en todo caso, celebra con el VERDADERO Cordero, que es Él mismo, el Cordero de Dios inmolado en la Cruz que se hizo Sacramentalmente presente en la Última Cena justo como se hace Sacramentalmente presente en cada Eucaristía celebrada posteriormente.
Y destacar esta posibilidad de la celebración sin cordero inmolado en el Templo, sino con el Verdadero Cordero inmolado en la Cruz es lo que realmente el Santo Padre quería en esa homilia y a lo que sirve en ella exponer brevemente y aplicada únicamente a esa celebración la tesis en cuestión.
Asi, el Santo Padre NO nos remite en la homilia a considerar la tesis en si misma,
ni a aceptarla o rechazarla en su integridad. Sino nos la muestra como una posibilidad que tiene una aplicación relevante, pero
muy puntual respecto a esa celebración de la Pascua en particular.
Por tanto, si quieres seguir la especulación de la tesis, eres perfectamente libre de hacerlo, pero no es eso a lo que el Santo Padre nos quiso invitar en esa homilía. Y es que, en efecto, seguir por ese camino a raja-tabla parece llevar a muchas más dificultades y peligros de los que parece resolver, como el Santo Padre muestra en su libro en el que, como ya dijimos, presenta una postura mucho más critica de esa tesis como tú mismo lo muestras en las citas que pones. Muestra de esos peligros es esta conclusión que sacas:
...
Que Jesús y sus discípulos rompen la función social del sábado judío no es de extrañar y es parte de la línea de pensamiento del Papa porque es la de la doctrina de la Iglesia. Si bien el lo explica desde el hecho de la resurrección el primer día. Pero bien podría figurar en algo mucho más primigenio.
Donde abres la especulación de que el cambio del sábado judío fuera algo anterior a la Resurrección, quitando asi fundamentos importantes en el significado profundo del cambio del sábado al Domingo precisamente a causa de la Resurrección.
Ya lo dijimos: eres libre de hacer esas especulaciones, pero no parece obtenerse mucho provecho de ellas, sino al contrario, parecen más bien debilitar el significado de cuestiones importantes.
Ahora bien, haces un salto demasiado atrevido al atribuir a la mente del Santo Padre al pronunciar la homilia en cuestión aspectos que trata en un contexto muy distinto al analizar la tesis completa de Annie Jaubert:
miles_dei escribió:De hecho la mente del Papa entiende que seguir otro calendario implica seguir las otras fiestas en fechas distintas
Pues esto no está en la mente del Santo Padre, sino en la mente de Annie Jaubert.
Y no, citar un aspecto de esa tesis NO significa aceptarla en su totalidad o respaldarla en modo alguno. Porque ocurre que el Benedicto XVI es excepcionalmente bueno para hacer algo que a algunas personas se les dificulta muchísimo: distinguir los aspectos ciertos o valiosos del pensamiento de una persona respecto a otros aspectos no tan correctos. Por eso muchos erroneamente le han atribuido a Joseph Ratzinger, o, una vez electo Papa, a Benedicto XVI el seguir ciertas ideas o líneas de pensamiento a causa de expresar una opinión favorable respecto a un aspecto muy puntual del pensamiento de alguien. Pero no es así. Simplemente es que el Papa resalta ESE aspecto particular que puede ser una intuición correcta, la "extirpa" por así decirlo de un conjunto de pensamiento no tan acertado, y la vuelve a presentar en un contexto muchísimo más apropiado y valioso.
Eso y no otra cosa hizo con el aspecto puntual de la posible celebración sin cordero de la tesis de Annie Jaubert, extirpándola del total de la tesis, sobre la cual es mayormente crítico, como ya hemos visto que lo expone en su obra Jesús de Nazareth. Y, sin embargo, el aspecto puntual en cuestión cuya veracidad es más creible, lo rescata y lo pone en un contexto mucho más apropiado para exponer la importancia de una muy posible celebración sin cordero, pero no sin Cordero.
Pero eso de extraer elementos puntuales de verdad del pensamiento de alguien para colocarlos en un contexto mucho más adecuado que el pensador original construyó a partir de esas intuiciones, es algo que manifiestamente a ti, como a muchas otras personas, les cuesta muchísimo trabajo hacer. Por eso haces este tipo de afirmaciones:
Por eso o se asume entera con todas las consecuencias que he mostrado arriab o se deja por ser incomprensible la postura de un judío que rompe con el calendario vital de Israel sólo puntualmente.
Porque estás demasiado atado a ciertos esquemas formales que, como a muchos supuestos "estudiosos" de la Escritura que se pretenden basar en conjeturas puramente académicas (y entre los cuales podemos citar a los escribas de tiempos de Jesús que precisamente parece que es a causa de ello que fallaban en reconocerle como el Mesías), les impiden reconocer algo tan obvio como lo que decíamos en un inicio: el evento central que marcó el cambio de la Antigua a la Nueva Alianza de ningún modo tenía porqué estar supeditado a esos esquemas formales, sino la novedad intrínseca del hecho rompe de base con tales esquemas, cuya aplicabilidad a un hecho tan sigular, por tanto, debe ser expresamente demostrada y no simplemente supuesta.
Y es que es tan obivo que Jesús no rechazaba el Templo, como que precisamente corre a los cambistas del mismo por corromper como casa de comercio la casa del Padre. Por tanto es evidente que la postura de Jesús en su totalidad NO ES el rechazo al Templo de la comunidad de Qumram. Y, sin embargo, es justamente su Pasión, Muerte y Resurrección la que sella el final de la importancia de los sacrificios imperfectos de la Antigua Alianza realizados en ese Templo, y la destrucción y reconstrucción del Verdadero Templo de la Nueva y definitiva Alianza, que es Él mismo. De donde pudo adquirir un significado importante celebrar la Pascua no en la fecha del Templo antiguo, sino en otra más apropiada para ese inicio de la Nueva Alianza.
No parece entonces incidental que Jesús responda a los fariseos justamente con esto:
Entonces los judíos le preguntaron: «¿Qué signo nos das para obrar así?».
Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar».
San Juan 12, 18-19
Jesús afirma Su Autoridad sobre el Templo precisamente en el hecho de que ÉL MISMO es el Nuevo y definitivo Templo que ha de suplantar y perfeccionar los sacrificios de ese antiguo e imperfecto Templo.
Y de donde se puede ver más claramente porqué San Juan habla de "la pascua de los judíos"; no porque Jesús celebrara "otra pascua" distinta a "la de los judíos" basada en otro calendario. Sino porque esa Pascua en particular para Jesús y sus discípulos YA NO sería la misma pascua que la de los judíos, ya no sería la pascua de la Antigua Alianza (que Jesús mismo, como judío que era, en su momento celebró también); sino la Pascua de la Nueva y definitiva Alianza.
Que Dios te bendiga.