Papas históricamente cuestionados.

Espacio para discutir y aclarar con los hermanos evangélicos o pertenecientes a cualquier grupo sectario, esotérico o pseudorreligioso, sus dudas y cuestionamientos acerca de la fe, la doctrina y la moral de la Iglesia católica, cuestiones que se han vuelto controvertidas por una mala información. A todo el que quiera acercarse acá, buscaremos darle razones de nuestra fe

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Papas históricamente cuestionados.

Notapor Francisco Cornejo » Mié Mar 13, 2013 11:19 pm

Hermanos,
Con motivo de la reciente elección del nuevo Papa, hermanos pertenecientes a otras sectas cristianas se han dedicado a atacar el proceso de sucesión de PApas, indicando que en la historia se tuvieron Papas que tuvieron serios pecados y/o errores doctrinales (no recuerdo los nombres específicos de los Papas, pero recuerdo que incluso mencionaban a una papisa Juana). Les pido si me pueden ilustrar cuales son los casos de los Papas típicamente cuestionados, así como cuales son los argumentos catolicos de defensa de la sucesión papal y de la infabilidad papal mantenida a lo largo de la historia.

Gracias.

Bendiciones.
Francisco Cornejo
 
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Re: Papas históricamente cuestionados.

Notapor Damian Arreola » Jue Mar 14, 2013 12:18 pm

Mi estimado Francisco Cornejo:

La Iglesia no niega que hayan existido PAPAS con pecados, debido a que SON HOMBRES... que tan grandes o pequeños sean esos pecados, pues SOLO DIOS ES QUIEN JUZGA... ahora bien, ¿Está LIBRE DE PECADO EL PRIMER PAPA DE LA HISTORIA?... inclusive tuvo la DEBILIDAD de negar TRES VECES A CRISTO... ¿Como lo juzgarán esos no católicos que tambien juzgan a sus sucesores?....

Ahora bien, lo interesante es cuando mezclan la VERDAD con LA MENTIRA Y EL ENGAÑO.... una pregunta que NUNCA responden es ¿Cuales errores DOCTRINALES han cometido los "papas pecadores"?... y salen con leyendas como el de "la papisa Juana"... a continuación se expongo el artículo que está publicado aqui: http://www.apologeticacatolica.org/Leyendasnegras/Leyenda31.htm

La leyenda de la Papisa Juana
Tomado de la Enciclopedia Católica

La leyenda sobre un papa mujer, quien más tarde llevó el nombre de Johanna (Juana), apareció por primera vez a mediados del siglo XIII.

VARIACIONES DE LA LEYENDA

Primera versión: Jean de Mailly. El primero que parece haber tenido conocimiento de la leyenda fue el cronista dominico Jean de Mailly (Archiv der Gesellschaft fur altere deutsche Geschichte, xii, 17sq., 469 sq.) de quien otro dominico, Etienne de Bourbon (1261), adoptó la historia y la incluyó en su trabajo sobre los "Siete dones del Espíritu Santo".

En dicho relato, la supuesta papisa se ubica alrededor del año 1100 y aun no se le pone nombre. La narración dice que una mujer muy talentosa, vestida como un hombre llegó a ser notario de laCuria, después cardenal y finalmente Papa; que un día esta persona salió a montar y en esta ocasión dio a luz un hijo; que entonces fue atada a la parte posterior de un caballo, arrastrada alrededor de la ciudad, apedreada por la gente hasta morir y enterrada en el sitio mismo donde falleció; y que ahí fue puesta una inscripción que decía lo siguiente: "Petre pater patrum papissae proditopartum". Durante su mandato, añade la historia, fueron introducidas las témporas, que por eso eran llamadas los "ayunos de la papisa".

Segunda versión: Martín de Troppau. Una versión diferente aparece en la tercera reseña de la crónica de Martin de Troppau (Martinus Polonus), insertada posiblemente por el autor y no por un transcriptor posterior. A través de este muy popular trabajo, la historia llegó a ser mejor conocida en la siguiente forma: Después de León IV (847-855) el inglés John de Mainz (Johannes Anglicus,natione Moguntinus) ocupó la silla papal dos años, siete meses y cuatro días. Él era, supuestamente, una mujer. En su juventud fue llevada a Atenas con ropas de hombre por su amante y allí fue tal su avance en el aprendizaje que nadie la igualaba. Llegó a Roma, donde enseñó ciencias y atrajo así la atención de intelectuales. Gozó del mayor respeto por su conducta y erudición y finalmente fue seleccionada como Papa, pero, quedando embarazada de uno de sus asistentes de confianza, dio a luz un niño durante una procesión desde San Pedro a Letrán, en algún lugar entre el Coliseo y San Clemente. Ahí murió casi de inmediato y se dice que fue enterrada en el mismo sitio. En sus procesiones, los papas siempre evitaban este camino; muchas personas creían que los papas hacían esto por su animadversión a esa desgracia.

Aquí aparece por primera vez el nombre de Johanna (Juana) como el de la supuesta papisa. Martín de Troppau había vivido en la Curia como capellán y penitenciario del Papa (murió en 1278), razón por la cual su historia papal fue ampliamente leída y a través de él la leyenda obtuvo aceptación general. Un manuscrito de su crónica relata de una manera diferente el destino de la supuesta papisa: tras de su alumbramiento Juana fue inmediatamente destituida e hizo penitencia por muchos años. Su hijo, se añade, llegó a ser Obispo de Ostia y la tuvo enterrada ahí después de su muerte.

Versiones posteriores. Crónicas posteriores hasta daban el nombre que llevaba de niña; algunas le llaman Agnes, otras Gilberta. Se encuentran más variaciones en los trabajos de diferentes cronistas, por ejemplo en la "Crónica Universal de Metz", escrita alrededor de 1250 y en ediciones subsecuentes de la "Mirabilia Urbis Romae" del siglo XII (?).

Conforme a ésta última, en una visión le fue dado a escoger a la papisa entre la desgracia temporal y el castigo eterno; ella eligió lo primero y murió durante el parto en la calle.

VALORACIONES TEMPRANAS DE LA LEYENDA

Aceptación crédula. En los siglos XIV y XV esta papisa era ya considerada como un personaje histórico, de cuya existencia nadie dudaba. Tenía su lugar entre los bustos de la Catedral de Siena. Bajo Clemente VIII, y a petición suya, fue transformada en el Papa Zacarías. El hereje Jan Hus, en la defensa de su falsa doctrina antes del Concilio de Constanza, hizo referencia a la papisa y nadie cuestionó el hecho de su existencia. Sin embargo la papisa no se encuentra en el "Liber Pontificalis" ni entre los retratos de los papas de San Pablo extramuros en Roma.

Valoración crítica. Esta supuesta papisa es por completo un invento de la imaginación. En el siglo XV, tras el despertar del criticismo histórico, algunos estudiosos como Aeneas Silvius (Espist., I, 30) y Platina (Vitae Pontificum, No. 106) encontraron que la historia no tenía sustento. Desde el siglo XVI historiadores católicos empezaron a negar la existencia de la papisa, ejemplos de ello fueronOnofrio Panvinio (Vitae Pontificum, Venecia, 1557), (Vitae Pontificum, Venice, 1557), Aventinus (Annales Boiorum, lib. IV), Baronius (Annales ad a. 879, n. 5) y otros.

Valoración protestante. También algunos protestantes, como Blondel ("Joanna Papissa", 1657) y Leibniz ("Flores sparsae in tumulum papissae" in "Bibliotheca Historica", Göttingen, 1758, 267 sq.) admitieron que la papisa jamás existió. Sin embargo, numerosos protestantes hicieron uso del mito en sus ataques al papado. Todavía en el siglo XIX, cuando lo insostenible de la leyenda fue reconocido por historiadores serios, algunos protestantes (e.g. Kist, 1843; Suden, 1831; y Andrea, 1886) intentaron, con un espíritu anti-romano, probar la existencia de la papisa. Incluso Hase("Kirchengesch.", II, 2nd ed., Leipzig, 1895, 81) no pudo reprimir escribir una nota llena de rencor y carente en absoluto de valor histórico sobre este tema.

PRUEBAS DE SU CARÁCTER MÍTICO.

Las pruebas principales del carácter enteramente mítico de la papisa son:

1.Ninguna fuente histórica contemporánea entre las historias de los papas tiene conocimiento de ella; tampoco se hace mención de ella hasta la mitad del siglo XIII. Resulta increíble que la aparición de una "papisa", si hubiera sido un hecho histórico, no hubiera sido notada por ninguno de los numerosos historiadores de entre los siglos X y XIII.

2.En la historia de los papas no hay lugar en donde encaje esta figura legendaria. Entre León IV y Benedicto III, donde Martinus Polonus la coloca, no es posible insertarla porque León IV falleció el 17 de julio del año 855 e inmediatamente después de su muerte Benedicto III fue elegido por el clero y por el pueblo de Roma; solo que a causa del advenimiento de un antipapa en la persona del cardenal depuesto Anastasius, Benedicto III fue consagrado hasta el 29 de septiembre. Existen monedas con las imágenes de Benedicto III y del emperador Lotario I, quien murió el 28 de septiembre del año 855; por lo tanto, Benedicto III debió haber sido reconocido como Papa antes de esta fecha; el 7 de octubre del año 855, Benedicto III emitió una carta para el monasterio de Corbie. Hinemar, arzobispo de Reims, informó a Nicolás I de que un mensajero que había enviado a León IV se enteró de la muerte de este Papa y por lo tanto dirigió su petición a Benedicto III, quien la resolvió (Hinemar, ep. xl in P.L., CXXXVI, 85). Todas esos testigos prueban que las fechas dadas en las vidas de León IV y Benedicto III eran correctas y que no hubo interrupción de la línea de sucesión entre estos dos papas, de modo que en este lugar no hay espacio para la supuesta papisa.

3.Más adelante es aún menos probable que una papisa pudiera insertarse en la lista de papas cercanos al año 1100, entre Víctor III (1087) y Urbano II (1088-1099) o Pascual II (1099-1110) como se sugiere en la crónica de Jean de Mailly.

ORIGEN DE LA LEYENDA

Esta leyenda de una papisa romana parece haber tenido una contraparte previa en Constantinopla. En efecto, en su carta a Miguel Caerularius (1053), León IX dice que él no creería lo que había oído, refiriéndose a que la Iglesia de Constantinopla ya había visto eunucos, de hecho una mujer, en su silla episcopal (Mansi "Concil.", XIX, 635 sq.).

Respecto al origen en sí de la leyenda de la Papisa Juana, se han establecido diferentes hipótesis.

Bellarmine (De Romano Pontifice, III, 24) cree que la historia fue llevada desde Constantinopla a Roma.

Baronius (Annales ad a., 879, n. 5) conjetura que la muy criticada debilidad afeminada del Papa Juan VIII (872-882) en su trato con los griegos pudo dar lugar a la historia. Mai ha mostrado (NovaCollectio Patr., I, Proleg., xlvii) que Proteo de Constantinopla (De Spir. Sanct. Myst., lxxxix) en tres ocasiones se refiere enfáticamente a este Papa como "el viril", como quitándole el estigma de afeminado.

Otros historiadores apuntan a la degradación del papado en el siglo X, cuando además tantos papas llevaron el nombre de Juan; parecía por lo tanto un nombre ideal para la legendaria papisa.. De este modo Aventinus ve en la historia una sátira a Juan IX; Blondel, una sátira a Juan XI; Panvinio (notae ad Platinam, De vitis Rom. Pont.) la aplica a Juan XII, mientras que Leander (Kirkengesch., II, 200) la entiende como aplicable en general a la venenosa influencia femenina que durante el siglo X hubo sobre el papado.

Otros investigadores se esforzaron por encontrar en varios acontecimientos y reportes una base definitiva para el origen de la leyenda. Leo Allantius (Diss. Fab. de Joanna Papissa) la relacionó con la falsa profetisa Theota, condenada en el Sínodo de Mainz (847); Leibniz revivió la historia de un supuesto obispo Johannes Anglicus que llegó a Roma y ahí fue reconocido como mujer. La leyenda también fue relacionada con los Pseudodecretos Isidorianos, por estudiosos como Karl Blascus ("Diatribe de Joanna Papissa", Naples, 1779) y Gfrörer (Kirchengesch., iii, 978).

La explicación de Döllinger ha encontrado en general mayor aprobación ("Papstfabeln", Munich, 1863, 7-45). Él reconoce que la leyenda de la Papisa Juana es un vestigio de alguna tradición del folklore romano ligada originalmente con ciertos monumentos antiguos y costumbres peculiares. Una antigua estatua descubierta en tiempos de Sixto V en una calle cercana al Coliseo, la cuál muestra una figura con un niño, fue considerada por el pueblo como la representación de la papisa. En la misma calle fue descubierto un monumento con una inscripción, al final de la cuál aparece la bien conocida fórmula P.P.P. (proprie pecuniâ posuit) junto con un nombre con prefijo que dice: Pap. (?Papirius) pater patrum. Esto pudo fácilmente haber dado origen a la inscripción mencionada por Jean de Mailly(ver arriba). También se observaba que el papa en procesión solemne no transitaba por esta calle (quizás porque era muy angosta). Más adelante se destacó con ocasión de la inauguración formal de la Basílica de Letrán que el recién electo Papa siempre estuvo sentado en una silla de mármol. Esta silla era un antiguo mueble de baño de los que había tantos en Roma.; el Papa la usó realmente para descansar. Pero la imaginación popular llevó a pensar que así se probaba el sexo del Papa, con el fin de evitar que, de ahí en adelante, una mujer alcanzara el Trono de San Pedro.

Explicaciones equivocadas – como las que con frecuencia fueron inventadas en la Edad Media ligadas con monumentos antiguos – y la imaginación popular fueron las originalmente responsables del mito de "La Papisa Juana" que cronistas acríticos, desde mediados del siglo XIII, dignificaron al consignarlo en sus páginas.

J.P. KIRSCH
Transcrito por Marie Jutras.
Traducido por Eladio Megchún.


Es interesante, como con la pregunta de ¿Cuales errores DOCTRINALES han cometido los "papas pecadores"? comienzan a señalar "errores administrativos" que no tienen nada que ver con la SANA DOCTRINA DE LA IGLESIA CATÓLICA, comienzan a señalar "nombramientos políticos", "compra de puestos", "las indulgencias", "las cruzadas", "la inquisición".. .y cuanta leyenda negra encuentran a su paso... Todo con el fin de poder sostener que "el papado no es biblico, ni histórico, ni de DIOS"....

Y en este momento, cabalmente, con la ELECCION DEL PAPA FRANCISCO, simplemente se les puede indicar que "si no ven la PRESENCIA DEL ESPIRITU SANTO en ESTA ELECCIÓN" es porque realmente están ciegos: NIngun medio de comunicación lo "tuvo como posible electo"... se mencioniaron otros menos a ÉL; desde el primer momento su IMAGEN ha conquistado CORAZONES, ha sido RECIBIDA POR TODO CATÓLICO como su GUÍA.... Y para todos aquellos que "vieron una señal negativa en el rayo que cayó el dia de la renuncia de Benedicto XVI"... solo hace falta preguntar ¿Que daño hizo ese RAYO a la BASILICA DE SAN PEDRO?... Mas bien, dicho rayo y la ELECCION del PAPA FRANCISCO, es una SEÑAL DE ACEPTACION DE DIOS A SU IGLESIA.

Saludos,
Paz y Bien,

Damián.
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Re: Papas históricamente cuestionados.

Notapor eduarod » Jue Mar 14, 2013 3:42 pm

Francisco Cornejo escribió:Hermanos,
Con motivo de la reciente elección del nuevo Papa, hermanos pertenecientes a otras sectas cristianas se han dedicado a atacar el proceso de sucesión de PApas, indicando que en la historia se tuvieron Papas que tuvieron serios pecados y/o errores doctrinales (no recuerdo los nombres específicos de los Papas, pero recuerdo que incluso mencionaban a una papisa Juana). Les pido si me pueden ilustrar cuales son los casos de los Papas típicamente cuestionados, así como cuales son los argumentos catolicos de defensa de la sucesión papal y de la infabilidad papal mantenida a lo largo de la historia.

Gracias.

Bendiciones.

Estimado en Cristo Francisco Cornejo:

El tema es muy amplio, y abarca desde leyendas burdas como la de la papisa, hasta casos controvertidos dentro de la misma Iglesia como los casos de los Papas Honorio I y Juan XXII, donde si hubo ciertos aspectos doctrinales en juego y que son casos que, debidamente entendidas las cosas, es muy claro que no implicaron la enseñanza de errores doctrinales por parte de esos papas; pero que son casos tan fáciles de tergiversar que incluso algunos católicos los usan para justificar sus propias infidelidades al Vicario de Cristo.
Quizá el caso más sorprendente fue el del Papa Honorio, que fue incluso condenado por un concilio posterior en lo que parecería una clara violación a lo que el Concilio Vaticano I mucho tiempo después definiría de manera infalible: que el juicio del Sumo Pontífice NO está sujeto a revisión de nadie y que, por consiguiente, se equivocan aquellos que piensan que un Papa puede ser juzgado por un Concilio:
Ya que el Romano Pontífice, por el derecho divino del primado apostólico, presida toda la Iglesia, de la misma manera enseñamos y declaramos que él es el juez supremo de los fieles[19], y que en todos las causas que caen bajo la jurisdicción eclesiástica se puede recurrir a su juicio[20]. El juicio de la Sede Apostólica (de la cual no hay autoridad más elevada) no está sujeto a revisión de nadie, ni a nadie le es lícito juzgar acerca de su juicio[21]. Y por lo tanto se desvían del camino genuino a la verdad quienes mantienen que es lícito apelar sobre los juicios de los Romanos Pontífices a un concilio ecuménico, como si éste fuese una autoridad superior al Romano Pontífice.
CONCILIO VATICANO I
CONSTITUCIÓN DOGMÁTICA «PASTOR AETERNUS»
SOBRE LA IGLESIA DE CRISTO

Al respecto, recordemos que no se puede hablar de anacronismo, pues si bien es cierto que no hay culpa en aquellos que no toman en cuenta verdades de Fé que no habían sido definidas en su tiempo; por otro lado las Verdades de Fé NO obtienen su autoridad del desarrollo histórico que llevó a su definición; sino de la Revelación dada por Dios en el Depósito de la Fé confiado a la Iglesia, y de la asistencia directa del Espíritu Santo que garantiza la Verdad de la interpretación que hace la Iglesia en esa cuestión.
Por consiguiente ¿cómo pudo un Concilio Ecuménico condenar a un Papa respecto a un problema doctrinal?
El problema doctrinal concreto era el monotelismo, una doctrina que sostenía que si bien en Cristo hay dos Naturalezas, la humana y la Divina, de todas formas habría una sola Voluntad; pero la auténtica Doctrina Católica enseña que en Cristo hay dos Naturalezas y DOS Voluntades, igualmente la humana y la Divina, ya que, si bien ambas Voluntades coinciden en todo (o sea Cristo siempre quiere lo mismo como hombre y como Dios); ambas Voluntades NO son una sola. Asi pues, la Voluntad humana de Cristo sigue fielmente a Su Voluntad Divina, de donde se puede afirmar que Cristo, como hombre es LIBREMENTE fiel a Dios, y no que la naturaleza humana de Cristo haga lo que quiere su Voluntad Divina como si su Naturaleza humana fuera la de un mero títere. Esto, que a primera vista parece una discusión académica de teología con pocas implicaciones en la vida de los fieles, en realidad es algo importantísimo, porque la implicación que tiene es si a Cristo, como hombre, le costó tanto trabajo ser fiel a Dios como el que nos costaría a nosotros; o si, por el contario, su fidelidad se daba sin ningún esfuerzo y en "automático". Si el monotelismo fuera cierto, entonces nosotros podríamos decir: "¿cómo no iba a ser perfecto si era Dios?, pero yo no soy Dios y por tanto no puedo ser tan fiel". Pero la realidad NO es esa. La realidad es que Cristo, como VERDADERO hombre, tenía voluntad humana como todos nosotros, y, por consiguiente, a Él le costó tanto trabajo como el que nos costaría a nosotros ser tan perfectamente fiel a Dios como lo fue. Por consiguiente, se nos quita el pretexto de que no podemos ser tan perfectos como Cristo porque no somos Dios, pues Él no solo ES Perfecto en su Naturaleza Divina, sino en su vida en la tierra fue perfecto teniendo una naturaleza y una voluntad tan humanas como las que nosotros tenemos, con todo el esfuerzo y trabajo que a esa naturaleza y a esa voluntad les cuesta permanecer fieles.
Ya visto así el asunto, nos damos cuenta fácilmente de que la cuestión dista de ser una abstracción teológica sin implicaciones prácticas, sino es algo tremendamente significativo e importante en nuestra vida práctica, por cuanto impacta radicalmente qué se nos puede exigir o no en nuestras acciones concretas.
Pues bien, en ese entonces no estaba del todo definido este asunto, sino precisamente en esa época fue cuando se aclaró y se hicieron las Definiciones Dogmáticas formales en la materia. Pero el punto es que se acusó al Papa Honorio I de haber sostenido este errado monotelismo y por eso se le quiso condenar.

Pero la realidad es mucho más compleja que eso. La verdad es que todo parece indicar que el Papa Honorio I NO sostenía el monotelismo, sino la recta doctrina; y, sin embargo, de algún modo no parecía estar totalmente seguro de que se pudiera enseñar formalmente lo que él mismo creía sin analizarlo con más cuidado, y entonces, en vez de parar, reprender y corregir con fuerza a los que sostenían la herejía, recomendó más bien un cierto silencio y prudencia en lo que se estudiaba más detenidamente la cuestión. Esto no parecería insensato o incorrecto a primera vista, después de todo la Doctrina Católica merece ser estudiada y enseñada con todo cuidado y Verdad.
Pero el problema fue que, mientras él recomendaba (y creo que esto, en el fondo, es sustancial: al parecer simplemente recomendaba, más no imponía) esta prudencia... los promotores de la herejía no se quedaron pacientemente esperando a que se estudiara la cuestión, sino continuaron difundiéndola.
Esto ocasionó que posteriormente, cuando los promotores de la Verdadera Fé lograron que esta fuera formalmente definida, tomaran una posición particularmente agresiva en contra de aquellos que habían sostenido el error o que no habían sostenido la verdad con fuerza y claridad, entre ellos el Papa Honorio I.
Por eso fue que el Papa que aprobó ese Concilio (que fue el Concilio III de Constantinopla aprobado por el Papa León II) admitió que se condenara al Papa Honorio I, pero NO -y esto es importantísimo- por sostener o enseñar el error; sino por no haber sido suficientemente diligente para salirle al paso a la herejía y permitir de esa manera que esta se extendiera.

Asi pues, todo este episodio NADA implica o demuestra en contra de la infalibilidad de la Doctrina que enseña el Sumo Pontífice de manera ex-cathedra (pues NADA enseñó de manera ex-cathedra Honorio I en todo el asunto); ni tampoco demuestra NADA en contra de la confiabilidad de la enseñanza del Magisterio ordinario del Sumo Pontífice (pues ni de manera ordinaria y no-infalible Honorio I enseñó algo herético o contrario a la Fé); quedando tan solo considerar si hubo una incompatibilidad entre lo que ocurrió entonces, particularmente la condena de la que fue objeto por el III Concilio de Constantinopla, y lo enseñado posteriormente en el Concilio Vaticano I. Es decir, si el Concilio Ecuménico se extralimitó al juzgar al Sumo Pontífice.
Bien, aquí hay un aspecto que es muy significativo considerar. Y es el hecho de que la condena pretendida originalmente por algunos de los padres Conciliares en contra de Honorio I era mucho más severa y amplia de lo que realmente acabó aprobando el Papa León II. Y entonces queda claro que la condena que REALMENTE se hizo, fue aquella que el Papa determinó, y NO la que los padres conciliares querían. Eso es muy importante, porque nos da la pauta para entender correctamente el asunto: NO fue que el Concilio III de Constantinopla juzgara al Papa oponiéndose a él, que es el error que de manera infalible el Concilio Vaticano I rechaza interpretando rectamente el Depósito de la Fé; sino es, al revés, pues el Concilio, en fidelidad al Papa y JUNTO CON EL juzga y rechaza las acciones del Papa. No que León II se juzgara a si mismo, está claro. Sino que es León II, el Sumo Pontífice, el Vicario de Cristo ejerciendo la Suprema Potestad Apostólica, el que determina que el PROCEDER de Honorio I había sido errado.
Para ponerlo más claro: lo que el Concilio Vaticano I rechaza en realidad es la posibilidad de que los obispos pretendan reunirse en Concilio para constituirse en una autoridad SUPERIOR al Papa y poder asi oponerse a él. Supongamos, por ejemplo, que ocurriera que un Papa emitiera una doctrina que en su tiempo resultara "impopular", al punto de que no fuese aceptada por muchísimos obispos (un poco como ocurrió con la doctrina de la Humanae Vitae del Siervo de Dios Paulo VI en contra de la anticoncepción artificial, doctrina que encontró la oposición abierta de sectores importantes de la Iglesia, incluidos algunos obispos; pero que ocurriera eso de manera mucho más extendida). Y que entonces esos obispos quiseran formar un Concilio para entonces, ellos mismos y sin la participación del Santo Padre, o presionando al Santo Padre para que aceptara algo así como "el consenso de la mayoría", usaran ese Concilio para tratar de oponerse de manera efectiva a la doctrina o al juicio realizado por el Santo Padre. Eso es lo que infaliblemente enseña el Concilio Vaticano I que no es posible hacer.
Pero eso NO ES lo que ocurrió en el tercer Concilio de Constantinopla, pues los padres conciliares NO se agruparon para intentar oponerse o juzgar al Papa, sino se agruparon bajo su legítima cabeza que es el Papa. Tanto así que fue el Papa y no el resto de los miembros del Concilio quien determinó el sentido exacto en que debía hacerse la condena.
Y entonces más bien el episodio debe entenderse como el Papa juzgando las acciones del Papa (anterior), lo que no es ni incorrecto, ni ilegítimo, ni opuesto a la enseñanza del Concilio Vaticano I, ni afecta a la infalibilidad o a la fidelidad debida al Sumo Pontífice; y NO debe entenderse como un Concilio juzgando al Papa a sus espaldas sin tener la autoridad para hacerlo, que es lo que hubiera estado mal.
De hecho, un asunto así tenía ya precedentes en la Iglesia, y fue cuando el propio San Pedro, en el Concilio de Jerusalén, el primero que tuvo la Iglesia, emitió junto con los demás apóstoles una serie de disposiciones doctrinales que eran opuestas a la conducta que ÉL MISMO (ahí si, personalmente) había seguido antes y que le había sido reclamada por San Pablo. Lo importante de todo ese episodio, lo mismo que en el caso del Papa Honorio I, es que San Pablo NO se queda con sus propias ideas para oponerse al Papa, NO se une a otros para oponerse al Papa, sino San Pablo PIDE que el Papa considere formalmente la cuestión, y es el Concilio, presidido por su cabeza que es el Papa, el que determina que el propio Papa NO había obrado bien. Es decir, que, aunque no lo hizo de manera completamente explícita, San Pedro acabó juzgando de manera negativa SUS PROPIAS acciones.
Por supuesto que, ni en el caso de San Pedro, ni en el del Papa Honorio I se implicaba de ningún modo la Doctrina o la infalibilidad de ellos. Sino en el caso de ambos, lo que estaba implicado y que fue lo que se juzgó negativamente, fue la tácita confirmación en el error en la que incurrieron al no condenar frontalmente esos errores de otros cuando debieron hacerlo. Pero ese juicio, en ambos casos, NO lo hizo nadie a espaldas del Papa, sino fue el Papa el que juzgó las acciones anteriores (de naturaleza no-infalible) del Papa.

Como puedes ver, estudiar en sus aspectos fundamentales un solo caso nos ha tomado bastante tiempo y detalle. Y de ahí podemos comprender fácilmente cómo, si se toman las cosas con más superficialidad, se puede incurrir muy fácilmente en una falsa impresión que nos lleve ineludiblemente al error de qué y cómo ocurrió. Pero en cambio, cuando se ven esos detalles con cuidado, es claro que el Primado de Pedro se sostiene tan firme como Cristo lo prometió.
Esperar que alguien que tiene una postura sesgada y fanatizada pueda analizar las cosas con la profundidad y objetividad requerida es poco menos que imposible. Pero bueno, al menos sirva esto para ilustrarte a ti cómo es en realidad la cuestión, y tener aunque sea la posibilidad de decirles a los que cuestionan que las cosas no son tan simples como se las pudieran haber enseñado.

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Re: Papas históricamente cuestionados.

Notapor javi30 » Vie Mar 15, 2013 9:50 am

Quiza yo no aporte mucho. Pero creo que es importante destacar lo siguiente:

Jesus no eligió en principio a un hombre santo como primer Papa, sino a un pescador. En una ocasión le dijo "ve detrás de mi, Satanas". Se lo dijo al Papa, antes de ser Papa; el mismo Papa que tambien lo negó 3 veces, no 1, sino 3: lo negó, lo volvió a negar, y otra vez mas, lo negó. todo esto, antes de ser Papa. Pero Jesús luego le dió la potestad de Sumo Pontífice.

Los protestantes y el mundo siguen esperando un Papa impecable, porque no saben lo que esperan.
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"¿Oh Señor que eres tan adorable
y me has mandado a amarte,
por qué me diste tan solo un corazón
y este tan pequeño?"
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Re: Papas históricamente cuestionados.

Notapor Francisco Cornejo » Vie Mar 15, 2013 6:31 pm

Gracias por sus respuestas y por los casos expuestos, los cuales me parecen muy claros.

Que el Señor les bendiga.
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Re: Papas históricamente cuestionados.

Notapor octavio perez mx » Lun Abr 15, 2013 1:31 pm

juan como les gusta ver los errores de los demas cuando ustedes estan llenos, el Papa Juan Pablo II beso el coran como una forma de respeto, eso no quiere decir que este de acuerdo con ellos, otra cosa, podra haber Papas que hicieron cosas erroneas pero eso tampoco quiere decir que la Iglesia Catolica este mal, a ti te queda lo que dice la Palabra de Dios: "Ven la paja en el ojo ajeno pero no ven la viga que tienen en el suyo".
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Re: Papas históricamente cuestionados.

Notapor tralalá » Lun Abr 15, 2013 1:44 pm

juandaniel3 escribió: los cristianos que amamos a nuestro Salvador y a nuestro Padre celestial.

Juandaniel: Si tanto amás a nuestro Padre celestial, procurá en lo posible amar también a sus hijos.
Desde ayer que apareciste en el foro, todos tus mensajes son agresiones contra nosotros los católicos.
Te prendés de cualquier motivo a los que das vuelta falsamente, para acusarnos de ser una secta que va contra DIOS.

Este foro no disimula sino, por el contrario, ostenta su carácter de católico.
Vos, como perteneciente a una iglesia cristiana evangélica podés encontrar cantidad de diferencias con nuestra Iglesia y es de desear que sirvan de base para fecundísimos diálogos pero, no de este modo. Espero que recapacités.
Todo sea para la mayor honra y gloria de DIOS por
amor a Jesús, María y José.
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Acompáñennos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
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Re: Papas históricamente cuestionados.

Notapor Bedoyita » Lun Abr 15, 2013 1:45 pm

Cada vez que leo a Juandaniel3 me acuerdo de esta canción de Chava Flores:

La Casa de Lupe
Chava Flores

Ayer que fui a la casa de Lupe y de Manuel,
cuando me abrió la Lupe me dijo: -No está aquél-;
entré hasta la salita y había un televisor
y ahí, sobre carpetas, las fotos del señor.

Colgado está el retrato de Lupe sin Manuel,
vestida va de novia cuando casó con él;
allá está la abuelita y acá tiene a un señor
que abraza a Pancho Villa haciéndole el favor.

La sala de la Lupe, chiquita, a todo dar,
al centro una mesita que habían de jubilar,
y luego, de este lado, junto al apagador
está todo amolado su refrigerador.

Esto que tiene Lupe le llama comedor:
la mesa, mantel de hule, tres sillas y un cajón;
repleto de figuras está el aparador,
recuerdos de pasteles, tres platos y un tibor.

No aguanta ya el linóleum, se ve re cascarón;
allá La última cena, su clavo y su cordón;
enfrente, en la ventana, cortinas de rayón
y junto un calendario: Las Glorias de Don Chon.

La puerta que da al baño, pa' entrar de refilón,
topó en la lavadora que le hace, allí, presión;
colgado un tendedero con la ropa interior,
todita de la Lupe, ninguna del señor.

La tina llena de agua, con ropa de color,
la clásica manguera junto al irrigador;
allá una bacinica, cascada por detrás,
acá el papel del baño y luego... lo demás.

Me fui hasta la cocina, mas pronto me salí,
olía muy mal la indina por trapos que hay ahí,
los platos cochambrosos, creo que del día anterior
y dicen que a la Lupe le pega su señor.

Por fin llegué a la pieza que sirve pa' dormir,
la cama no estaba hecha... ¡ni quién se va a morir!;
allá, en el burocito, un terno y un reloj,
también la veladora a la Virgen del Perdón.

Un chorro de retratos, ropero y tocador
repleto de menjurjes, pinturas y loción,
un kilo de pelucas, postizos por mayor.

Me despedí de Lupe: -Saludos a Manuel,
besitos para el perro y patadas para él.
Salí de aquella casa sin nada comentar,
no vaya a creer la Lupe que fui pa' criticar.


Cualquier parecido con la realidad, no es pura coincidencia, jejejeje.
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Re: Papas históricamente cuestionados.

Notapor Bedoyita » Lun Abr 15, 2013 1:48 pm

Procedo a cerrar el tema.
Por favor dénles una repasada a las normas del foro, especialmente a estas:

3. Acerca de los temas a tratar en estos foros

3e. No está permitido abrir temas con noticias o temas escandalosos que desacrediten a la Iglesia o a sus miembros. Los medios de comunicación ya se hacen cargo en otros espacios, de hacer suficiente propaganda a los pecados de algunos miembros de la Iglesia con el afán de destruirla y desacreditarla. En los foros de Catholic.net, por el contrario, se procurará hacer propaganda de los cientos de miles de acciones buenas y edificantes de la gran mayoría de los cristianos y se dejarán al margen de la publicidad los pecados de unos cuantos.
3.e.1 Cuando se trata de comentar actuaciones de sacerdotes o de obispos que pueden resultar incomprensibles o que algún forista considera inadecuadas, no se podrá discutir el tema en el foro. Lo mejor, en esos casos, es dirigirse, en particular, directamente al obispo del lugar o al nuncio de la Santa Sede en el país donde se hayan producido los hechos. Los moderadores recordarán esto a los participantes y cerrarán y borrarán los temas en cuestión.


Y no, no me pidan reabrir el tema, para no empezar con lo mismo de nuevo.
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