esto lo traigo de otro tema,
Mi comentario:
1) Es incorrecto porque es falso que si la Biblia lo dijera, los protestantes lo creerian.
Esto se demuestra facilmente porque La Biblia dice muchas cosas explicitas que los protestantes no creen:
(1) La Eucaristia
(2) El perdon de los pecados solo a traves de la Iglesia
(3) la Jerarquia episcopal de la Iglesia
(4) Que Cristo siempre estaría con su Iglesia Visible
(5) Obediencia a los pastores constituidos
(6) Prohibición de la Interpretacion privada de la Biblia
(7) Oir a la Iglesia es oir a Cristo mismo, rechazarla es rechazar a Cristo mismo
(8) Rechazo al divorcio, el aborto y la anticoncepción
(9) Comunión de los Santos
etc.., etc.. etc..
Respuesta de Boricua
Los 9 ejemplos que coloca, que nos sacan del tema, se basan no en declaraciones explícitas, sino en interpretaciones.
Ningún texto dice: el pan se convierte en el cuerpo de Cristo; sino: “Esto es mi cuerpo.” También dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre.” ¿La copa de cristal era el Pacto? ¿O el Pacto era el compromiso que Dios hizo con los seres humanos y nosotros con El sellado con su sangre, por supuesto?
La obediencia a los pastores se ordena en Hebreos 13:17 por una razón y con una condición: “porque ellos velan por vuestras almas.” Se refiere a pastores que velan por nuestras almas, no a pastores (entre los que hay muchos llamados evangélicos también) como los que menciona Ezequiel 34:4: “No curasteis la enferma, ni vendasteis la perniquebrada, ni volvisteis al redil la descarriada sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.” La obediencia a los hombres nunca es incondicional. Pero todo esto nos saca del tema. Le sugiero respetuosamente abrir otros epígrafes si quiere dialogar conmigo sobre cualquiera de estos 9 asuntos mencionados por usted.
Trataré ahora este comentario:
La obediencia a los pastores se ordena en Hebreos 13:17 por una razón y con una condición: “porque ellos velan por vuestras almas.” Se refiere a pastores que velan por nuestras almas, no a pastores (entre los que hay muchos llamados evangélicos también) como los que menciona Ezequiel 34:4: “No curasteis la enferma, ni vendasteis la perniquebrada, ni volvisteis al redil la descarriada sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con
violencia.”
El texto (Versión Biblia de Jerusalen) dice:
Obedezcan a sus dirigentes y estén sumisos, pues ellos se desvelan por sus almas, de las cuales deberán rendir cuenta. Ojalá esto sea para ellos motivo de alegría y no un peso, pues no les traería a ustedes ventaja de ninguna clase.
Hebreos 13: 17
Obedecer a los dirigentes es un imperativo. el velar o desvelarse por las almas, es dado como una fundamento del porque, no como una condición. Por supuesto el apostol se refiere a los verdaderos dirigentes, que son los que los Apóstoles y sus sucesores han nombrado como tal y dado autoridad para ello por medio de la imposición de manos.
Los verdaderos dirigentes, aquellos que han sido nombrados como tales, y se mantienen como tales al mantener la comunión con el colegio apostólico deben ser obedecidos y punto. Cualquier mal dirigente que se desvie de la sana doctrina y en lugar de ser un guia para el rebaño lo está extraviando, rompe su comunión. Pero no está en las ovejas decidir que su pastor no es digno de ser seguido y nombrarse sus propios pastores o nombrarse pastores asi mismos. Para eso Cristo déjó un colegio apostólico a cargo.
Es más, Cristo mismo declaró que los dirigentes , deben ser obedecidos, porque su autoridad es válida, pero que si su conducta es mala, no deben ser imitados, aunque si obedecidos.
Los maestros de la Ley y los fariseos han ocupado el puesto que dejó Moisés. Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen, pero no los imiten, porque ellos enseñan y no practican.
Mateo 23, 2-3
Si los fariseos que ocupaban la catedra mosaica debían ser obedecidos, que hay de los que ocupan la catédra de los apóstoles?
Fue hasta la reforma protestante, con el libre examen que cualquier persona podía empezar a escoger a quien quería o seguir, a nombrar pastores fuera de la Iglesia y sin sucesión apostólica, sin ninguna autoridad para ello, o peor, fue desde entonces que las personas empezaron a nombrarse a si mismas pastores, maestros y profetas.