1. Según el Papa Juan Pablo II en Redemptor hominis numeral 6 nos dice que la verdad enseñada por las religiones no cristianas son fruto del Espíritu Santo: "¿No sucede quizá a veces que la creencia firme de los seguidores de las religiones no cristianas, —creencia que es efecto también del Espíritu de verdad, que actúa más allá de los confines visibles del Cuerpo Místico—". En pocas palabras nos está diciendo de que religiones como el Budismo que niega a Dios, o como el Islan que niega la divinidad de Jesucristo, también proceden del Espíritu Santo.
http://www.vatican.va/holy_father/john_ ... is_sp.html
Esta creencia del Papa Juan Pablo II queda evidenciada en las reuniones que sostenía con mienbros de religiones no cristianas, por ejemplo la Reunión de "Oración por la Paz" en Asis que se llevó acabo el 27 de octubre de 1986 en ese día el Papa oro junto a más de 100 lideres de falsas religiones como el hinduismo, el budismo, islamismo,etc.
En esta reunión el Dalai Lama colocó un Buda en el tabernáculo de la Iglesia de San Francisco.
En esta reunión un sumo sacerdote vudu se subio al pulpito superior de la Vasílica de San Franciso para dar la preescripcición Vudú para la paz mundial (recordemos que el vudú es una religión satánica).
Es como si Elías se hubiera unido a los profetas de Baal para orar por la paz.
A continuación vemos cual fue la actuación de Elías:
1 Reyes 18
Elías y los profetas de Baal
20 Ajab reunió en el monte Carmelo a todos los israelitas y a los profetas. 21 Entonces Elías se paró frente a todo el pueblo, y dijo:
«¿Hasta cuándo van a estar titubeando entre dos sentimientos? Si el Señor es Dios, síganlo a él; pero si piensan que Baal es Dios, entonces vayan tras él.»
Y como el pueblo se quedó callado, 22 Elías volvió a decirles:
«De todos los profetas del Señor, sólo yo he quedado; en cambio, Baal cuenta con cuatrocientos cincuenta profetas. 23 Pero traigan dos toros: uno para los profetas de Baal, y otro para mí. Que corten ellos en pedazos el suyo y lo pongan sobre la leña, pero sin prenderle fuego; por mi parte, yo también cortaré en pedazos mi toro, y lo pondré sobre la leña, pero tampoco le prenderé fuego. 24 Ustedes van a invocar el nombre de sus dioses, y yo también invocaré el nombre del Señor; y el Dios que responda y envíe fuego sobre el altar, que sea reconocido como el verdadero Dios.»
Como todo el pueblo aceptó la propuesta, 25 Elías dijo a los profetas de Baal:
«Como ustedes son más, escojan uno de los toros y córtenlo en pedazos. Pero no le prendan fuego. Invoquen entonces a sus dioses.»
26 Los profetas tomaron el toro que se les dio y lo prepararon, y luego invocaron el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía. Decían: «¡Baal, respóndenos!» Pero aunque saltaban alrededor del altar, el silencio era total. 27 Hacía el mediodía, Elías comenzó a burlarse de ellos, y les decía:
«¡Griten más fuerte! Recuerden que es un dios. Tal vez estará meditando; o se encontrará ocupado; ¡o se habrá ido a otro lugar! ¡Tal vez esté dormido, y ustedes tengan que despertarlo!»
28 Ellos gritaban más fuerte, mientras se hacían cortaduras en el cuerpo con cuchillos y con puntas de lanzas, hasta que la sangre les bañaba el cuerpo. 29 Pero pasó el mediodía y los profetas seguían gritando, como en trance, hasta la hora en que se tenía que ofrecer el sacrificio, y no se escuchaba una sola voz; ¡el silencio era total!
30 Entonces Elías llamó a todo el pueblo, y les pidió que se acercaran a él. En cuanto el pueblo se acercó, él se puso a arreglar el altar del Señor, que estaba en ruinas; 31 tomó doce piedras, una por cada tribu de los hijos de Jacob, a quien el Señor le cambió el nombre y le dijo: «Tu nombre será Israel.» 32 Con las doce piedras edificó un altar en honor al nombre del Señor, luego hizo una zanja alrededor del altar, en donde cupieran dos medidas de grano, 33 preparó la leña y destazó el toro, y lo puso sobre la leña; 34 entonces pidió que llenaran cuatro cántaros con agua, y que la derramaran sobre el toro y sobre la leña, y aún pidió que volvieran a mojar el altar. Esto lo hicieron una y otra vez, 35 ¡y el agua corría alrededor del altar, y hasta la zanja se llenó de agua!
36 Cuando llegó el momento de ofrecer el sacrificio, Elías se acercó al altar y dijo:
«Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, demuestra hoy que tú eres el Dios de Israel y que yo soy tu siervo, y que solamente hago lo que tú me has ordenado hacer. 37 ¡Respóndeme, Señor, respóndeme! ¡Que tu pueblo reconozca que tú, Señor, eres Dios, y que tú harás que su corazón se vuelva a ti!»
38 En ese momento cayó fuego de parte del Señor, y consumió el toro que allí se ofrecía, y la leña, las piedras, y hasta el polvo, ¡y aun secó el agua que inundaba la zanja! 39 Cuando todos vieron esto, se arrodillaron y exclamaron:
«¡El Señor es Dios, el Señor es Dios!»
40 Entonces Elías ordenó:
«¡Capturen a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno!»
Y el pueblo los capturó, y Elías los llevó al arroyo de Cisón y allí les cortó la cabeza.
Con este primer ejemplo abro el debate.
Tengo muchos ejemplos más pero los hiré mostrando en la medida que avancemos en el debate.