por alfredo dq » Lun Oct 18, 2010 2:38 pm
¿Qué significa, en realidad, el concepto de paternidad responsable en la sana teología y en el auténtico Magisterio de la Iglesia? R = Expresa, en resumidas cuentas, que la transmisión de la vida, como todas la cosas humanas de gran monta, debe estar guiada por un juicio recto, por una decisión ponderada de llamar un hijo o nuevos hijos a la existencia, o también, llegado el caso, de no llamarlos por el momento. La definía con precisión Carlo Caffarra al decir: “la procreación responsable es el acto de la voluntad con el cual dos esposos deciden poner las condiciones de la concepción de una nueva persona humana, en un contexto en el cual prudentemente se presume que la persona del (posible) concebido será respetada en sus derechos fundamentales”. Y continuaba: “De este concepto derivan algunos corolarios. `El primero: la procreación responsable no es un concepto negativo, sino positivo. El mismo define desde el punto de vista ético cómo debe moverse la voluntad humana hacia esta bondad presente en el acto sexual. Sólo como consecuencia dice cómo no debe moverse: es decir, cuándo no procrear. `El segundo: la voluntad de un bien no tiene necesidad de ninguna justificación extrínseca al hecho puro y simple de querer un bien. Es necesario justificar lo contrario: no querer un bien. Se deben tener razones para no procrear, no para procrear. Los esposos deben retener que son llamados a procrear, mientras no se demuestre lo contrario”. Ésta es precisamente la doctrina constante del Magisterio. Decía la Gaudium et spes que los cónyuges “con responsabilidad humana y cristiana cumplirán su misión y con dócil reverencia hacia Dios”. Y explica luego que esto quiere decir que: “De común acuerdo y común esfuerzo, se formarán un juicio recto, atendiendo tanto a su propio bien personal como al bien de los hijos, ya nacidos o todavía por venir, discerniendo las circunstancias de los tiempos y del estado de vida, tanto materiales como espirituales; y, finalmente, teniendo en cuenta el bien de la comunidad familiar, de la sociedad temporal y de la propia Iglesia”.
[i]Aprendo que paternidad responsable no es decidir no tener hijos, si no asumir responsablemente, poniendo todos lo medios necesarios, el don de la paternidad y solo no procrear cuando haya razones graves[/i]
Analiza lo que implica la paternidad responsable en la Humanae vitae. R= 1º Ante todo, el conocimiento y respeto de los procesos biológicos de la procreación, es decir, descubrir con la inteligencia las leyes biológicas que forman parte de la persona y que se ordenan a dar la vida. Los esposos deben esforzarse por conocer su íntima naturaleza. 2º Luego comporta el dominio de la inteligencia y de la voluntad sobre las pasiones y las tendencias del instinto en lo que tiene que ver con la vida sexual. Es decir, implica adquirir las virtudes morales (castidad, dominio de sí, etc.). 3º Por último, atendiendo a las palabras textuales de la encíclica, “ya sea... la deliberación ponderada y generosa de tener una familia numerosa, ya sea... la decisión, tomada por graves motivos y en el respeto por la ley moral, de evitar un nuevo nacimiento durante algún tiempo o por tiempo indefinido”, sólo en última instancia se señala como ejercicio de la paternidad y maternidad responsables la decisión respecto del número de hijos o la regulación de la natalidad, y lo hace en términos que hay que pesar: a) Puede tratarse, ante todo, de una decisión ponderada y generosa de tener una familia numerosa; nada más absurdo que identificar “paternidad responsable” con la simple decisión de “limitar” la familia. Juan Pablo II decía: “en la concepción de la ´paternidad responsable´ está contenida la disposición no solamente a evitar ´un nuevo nacimiento´, sino también a hacer crecer la familia según los criterios de la prudencia”. En cuanto al número de hijos decía Juan Pablo II: “Es preciso que se establezca este nivel justo teniendo en cuenta no sólo el bien de la propia familia y estado de salud y posibilidades de los mismos cónyuges, sino también el bien de la sociedad a que pertenecen, de la Iglesia y hasta de la humanidad entera. La encíclica Humanae vitae presenta la ´paternidad responsable´ como expresión de un alto valor ético... supone también la disponibilidad a acoger una prole más numerosa”. b) También puede tratarse de una decisión de evitar un nuevo nacimiento (durante algún tiempo o por tiempo indefinido); decisión que debe ser tomada: (i) por graves motivos; (ii) y en el respeto de la ley moral; esto último es fundamental y por eso dice Juan Pablo II: “Bajo esta luz, desde la cual es necesario examinar y decidir la cuestión de la ´paternidad responsable´, queda siempre como central ´el orden moral objetivo, establecido por Dios, cuyo fiel intérprete es la recta conciencia´”. Y en otro lugar: “... La paternidad responsable, o sea... la regulación de la fertilidad moralmente recta, se trata de lo que es el bien verdadero de las personas humanas y de lo que corresponde a la verdadera dignidad de la persona”.
[i]Aprendo que la enciclica aborda el tema de la paternidad no como una guia para limitar el numero de hijos si no para optar siempre por la vida, la procreacion y la familia numerosa sin dejar jamaz de ver todos los elementos que esto implica, mas favoriendo siempre la llegada de un nuevo hijo de DIOS al mundo [/i]