Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

“Si tan sólo alguien nos explicara esto desde pequeños, cuánto más fácil sería todo... para los maestros y padres enseñar, para nosotros disponernos a aprender, a obedecer, a ser dóciles...” Inicio: 30 septiembre 2010. Objetivo: Recopilación de las virtudes para dejar un arma de reconstrucción de las personas y por ende de la sociedad. Hay un ataque intelectual y moral dirigido a la persona humana y a toda nuestra cultura cristiana al que habremos de responder.
Autora y asesora del curso: Marta Arrechea Harriet de Olivero

Moderadores: Catholic.net, mayra novelo, Moderadores Animadores

Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor Catholic.net » Mié Mar 30, 2011 11:43 am

Curso: Las 54 virtudes atacadas
Autora y asesora del curso: Marta Arrechea Harriet de Olivero
Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad


La afabilidad


La afabilidad es la virtud que nos impulsa “a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes” (1)

Es una virtud social por excelencia y una de las más exquisitas muestra de un espíritu cristiano, que ayuda mucho a la agradable y sana convivencia en todos los ámbitos, haciendo agradable, suave, ameno, fácil y dulce el trato y la conversación.

El hombre es un ser sociable por naturaleza. Todos y cada uno estamos obligados a tratar de ser afables con quienes nos rodean, salvo en el caso de que sea útil corregir y amonestar a alguno de ellos. En ese caso Santo Tomás nos dice que no debemos mostrarnos afables con quienes pecan continuamente tratando de serles agradables y mostrarnos condescendientes con sus vicios,porque los confundiremos y les daremos ánimo para continuar pecando.

Pero en general es necesario y conveniente que exista entre los hombres, tanto en sus palabras como en sus obras, un comportamiento como es debido.Este buen trato, afable, exige autodominio, tacto, (para callarnos lo que puede herir gratuitamente sin hacer el bien a nadie), y tratar de pronunciar las palabras que resulten más convenientes y adecuadas para cada circunstancia.Muchas veces un simple saludo, una sonrisa, una palabra de aliento o un gesto amable puede alegrar el corazón de una persona y levantarle el ánimo.

La afabilidad ordena las relaciones de los hombres con sus semejantes, tanto en los hechos como en las palabras, contribuyendo a hacer la vida más agradable a quienes vemos todos los días. Una persona afable sonreirá y generará un trato fácil, cálido, cordial, indulgente con las faltas del prójimo, paciente, afectuoso y amable, especialmente en las conversaciones, tratando de agradar, ya que a veces las respuestas cortantes, ásperas y los silencios prolongados producen un ambiente cortante y distante, que no ayuda a proseguir el diálogo para ninguna de las dos partes.

La conversación afable no es hablar frivolidades para quedar bien, (que es espíritu mundano y no es virtuoso), sino hablar de lo verdadero con buenas maneras, con naturalidad, con calidez, con sencillez, que no es lo mismo. Se debe tratar de hacer comprender la verdad y corregir siempre con dulzura y afabilidad para predisponer al otro a ser corregido y a aceptarlo.

El elogio oportuno, el ponderar adecuadamente a una persona por un trabajo o una virtud que haya demostrado es muestra de afabilidad y estimula al bien, siempre y cuando la alabanza pretenda contentar y ser motivo de aliento para continuar en las buenas obras. Es bueno y justo esforzarse en destacar lo que otros han hecho bien, (como dejar el cuarto ordenado, ayudar a un ciego a cruzar la calle, cederle el asiento a una embarazada, ponerle buena cara a la prima que no se soporta o dejar pasar primero a una señora mayor), porque además de estimular al otro lo predispone a aceptar una crítica constructiva.

El espiritu afable y de dulzura es el espiritu de Dios.

La dulzura es una de las llamadas “pequeñas” virtudes que contribuyen a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado hacia los demás, virtud que también debemos aplicárnosla a nosotros mismos. Esta pequeña virtud en la convivencia diaria se agiganta porque el trato se suaviza armoniosamente. Hay en nosotros un poder de irritación y de reacción que nos permite luchar contra los obstáculos reaccionando contra los males presentes. Esta pasión en sí misma no es mala, pero rápidamente se desordena si nos enojamos por cosas de poca importancia o que no valen la pena. Nace entonces en nuestra alma un pequeño deseo de venganza.

Cuando alguien nos ha contrariado o herido, sufrimos, y porque sufrimos guardamos en el fondo de nuestro corazón un deseo, (aunque secreto), de devolverle lo mismo en la primera oportunidad, olvidando aquello de que una gota de miel puede hacer lo que no hace una tinaja de vinagre. Si bien es razonable que cuando cometemos una falta nos aflijamos o nos entristezcamos, sin embargo, hemos de procurar no ser víctimas de un mal humor desagradable y triste, despechado y colérico. Hay que sentir indignación por el mal y estar resuelto a no transigir con él, pero hay que tratar de convivir dolcemente con nosotros mismos y afablemente con el prójimo.

Los defectos que se oponen a la dulzura son la impaciencia y el mal humor, la excesiva severidad, la adulacion o lisonja y el espiritu de contradiccion.

La impaciencia y el malhumor lo demostraremos cuando contrarían nuestro juicio u opinión y entonces mostraremos nuestra pequeña cólera. Puede ser un simple gusto, un programa, una elección en la televisión, pero enseguida mostramos nuestro descontento con gestos, miradas agrias o enojadas, movimientos de hombros despectivos o levantando la voz. Aquí la dulzura debiera intervenir para paralizar el apetito irascible e impedir que salga afuera.

Un alma no disciplinada no puede tener paz. Según los temperamentos es más o menos difícil, pero esos movimientos tumultuosos del alma deben ser dominados por largos y pacientes esfuerzos. Hemos de comportarnos de manera tal que las personas amen nuestra conversacion y estar en nuestra compania por el ambiente agradable que generamos. Aristóteles ya decía que “nadie puede aguantar un solo día de trato con un triste o con una persona desagradable”.

San Francisco de Sales era desde su juventud hombre de carácter muy irascible. Es por eso que en su biografía, es una constante la lucha ascética para lograr el autodominio. Se cuenta que cuando murió, al realizarle la autopsia, le encontraron el hígado endurecido como una piedra. Esto probablemente sería causado por la enorme violencia que se hizo este hombre de fuerte carácter para dominar su natural, propenso facilmente a la ira, contenerse, y hacerse para con los demás dulce, afable, amable, delicado y bondadoso en el trato, cuando le sobraban motivos para no serlo.

Y en un caso más sencillo contaremos la historia de un joven que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia y se violentara contra el prójimo debería clavar un clavo detrás de una puerta. El primer día el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. A medida que aprendía a controlar su temperamento y a modelar su carácter clavaba cada vez menos clavos. Después descubrió que era más fácil controlar su mal carácter que clavar clavos detrás de la puerta. Llegó un día en que pudo controlarse y así se lo informó a su padre. Su padre le sugirió entonces que retirara un clavo cada día que sintiera dominio total sobre sí. Pasados los días no quedaron más clavos en la puerta y así se lo informó. Entonces el padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta diciéndole: “Has trabajado duro hijo mío, pero mira estos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú te descontrolas contra alguien dejas cicatrices exactamente como las que ves aquí. Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo en que se lo digas tal vez lo desbastarás y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física. Ten la imagen de esta puerta siempre presente”.

Hoy está comprobada la enorme influencia que tienen los problemas psicológicos y espirituales en la salud. Se lo llama “somatizar”. Problemas de piel, úlceras, causados por stress y disgustos, diabetes por temas nerviosos, cancers por grandes violencias morales etc. Responde a que somos una unidad sustancial de cuerpo y alma. Repetimos por lo claras las palabras de aquel catedrático de Medicina que le dijo a sus alumnos el primer día de clase: “Lo esencial en el hombre es el alma, pero tiene un cuerpo”.

Santo Tomás ya lo planteaba en el siglo XIII en la Suma en el “Tratado de la Tristeza”, donde recomienda al que está triste: darle cierta satisfacción a los sentidos (como darse un buen baño caliente, ponerse ropas suaves y confortables, comer algo agradable) y, lo más importante: descargar el corazón contando “las cuitas”, (o penas), a algún amigo.

La excesiva severidad se demostrará en los gestos destemplados, en los juicios severos y cortantes, en el tono de voz terminante, en la falta de flexibilidad para contemplar los temas de interés de los demás, en no tener en cuenta los gustos, los problemas, las debilidades, las preocupaciones y los intereses del prójimo.

Pero el exceso de elogios es la adulacion o lisonja, que generalmente pretende conseguir ventajas basándose en lisonjas excesivas y desordenadas, y en cuya raíz siempre hay hipocresía, interés y doblez. El adulador generalmente se desborda y miente porque no busca la verdad sino la conveniencia.

El espiritu de contradicion estará siempre en actitud de contradecir al prójimo, con motivo o sin él, generando discusiones inútiles e interminables, lo que genera mucho malestar en todas las reuniones e impide la sana convivencia y la armonía. El espíritu de contradicción corta todos y cada uno de los inicios de diálogo y de las conversaciones, genera mal clima, rompe la armonía entre las personas, las lleva a discutir por horas interminables sin llegar a ninguna conclusión.

Habitualmente destruye todas las posibilidades de hablar temas serios, interesantes o simplemente familiares, porque no se busca la verdad en cada tema sino el simple enfrentamiento inmaduro, caprichoso, la dialéctica o ser el centro de atención. Hay gente que hace de esto un deporte intelectual en todas las reuniones, pero no dimensionan ni toman conciencia de que rompen y frustran interminables encuentros entre familiares y amigos, muchas veces irrepetibles.



Notas:
(1) “Teología de la perfección cristiana”. Rvdo.P. Royo Marín. Editorial BAC. Pág 586





La generosidad


La generosidad es la virtud que nos impulsa a actuar “en favor de otras personas desinteresadamente y con alegria, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportacion para esas personas, aunque cueste un esfuerzo” (1)

Dicho en otras palabras, la virtud de la generosidad nos hace tener en cuenta más la necesidad del otro que nuestra conveniencia, sabiendo la importancia que nuestra ayuda tiene para esa persona, aunque nos signifique un esfuerzo o una privación.

No consiste solo en dar cosas, sino en darse a sí mismo y es una de las virtudes que más acerca al hombre a la felicidad, porque habremos oído decir que la felicidad es una puerta que se abre hacia fuera. La generosidad es la disposición de dar lo que se puede, (según las necesidades del prójimo), aún sobrepasando la medida de lo justo. La justicia exige dar a cada uno lo suyo pero la generosidad va mas alla y pone el acento en dar mas de lo que la justicia reclama. Es la necesidad del otro, (espiritual o material), la que no los demanda. Esta carencia que sufre el prójimo se mete con nosotros mismos, y podemos responder con esfuerzo o sin él, con afecto, con violencia hacia nuestra voluntad, haciendo todo un trabajo para ser generosos, o con naturalidad.

Se trata de una entrega, de una decision libre de entregar lo que uno tiene, ya sea tiempo, inteligencia, conocimientos, conexiones, dinero, o hasta la misteriosa y valiosisima receta de cocina, para que nuestra vecina también pueda lucirse cuando invita a comer. Se busca el bien de una persona necesitada en un determinado momento. Pero para ser generosos deberemos ante todo valorar lo que tenemos, porque si no le damos valor a lo que tenemos, no habrá mérito en ofrecerlo.

La medida de la generosidad será sólo en función de lo que se podía dar y se dió o no, y uno no la conoce. De ahí que Dios sea el único justo Juez capaz de juzgar la medida de la generosidad de cada uno y las intenciones que lo movilizaron a dar. Y es por eso que esta virtud es muy difícil de distinguir cuando la observamos desde afuera, porque en general no sabremos las intenciones que llevan a las personas a realizar actos aparentemente generosos.

La importancia del óbolo (la limosna) de la viuda que destaca Nuestro Señor en el Evangelio no fue por la cantidad que dio, (que eran tan sólo unas monedas), sino porque Dios vio que había dado todo lo que tenía.

Para comprenderlo mejor tomemos esta anécdota como ejemplo: “Una mujer rica llegó al cielo, y allí San Pedro le señaló la mansión de su chofer. Ella pensó: “Si ése es el hogar de mi chofer, pienso cómo será el mío”. San Pedro le señaló una de las chozas más humildes, y le dijo: “Ése es su hogar”. “Oh”- dijo ella - “Nunca podría vivir allí”. Y San Pedro le respondió: “Disculpe señora, pero es lo mejor que pude hacer con los materiales que me envió”.(2)

La generosidad no es una virtud opcional de la cual podremos prescindir. Si no lo somos, seremos egoístas. En esto, no hay un terreno neutral. Es el alimento del alma y, si le queremos dar a nuestra alma el oxígeno que necesita para respirar, tendremos que practicarla. Pero para que sea virtud cristiana debe ser ofrecido por una razón divina. El hombre de Dios cree que lo más bajo debe ser utilizado para lo más elevado, es decir, el dinero debe ser utilizado en primer lugar para ayudar a espandi la Verdad divina, para evangelizar, para que las almas puedan ser libres y para procurar su salvación, para consolar al afligido, para curar al enfermo para dar de comer al hambriento y de beber al sediento.

En el fondo, sin un sentido trascendente de la vida, y sin estar convencidos que tenemos el deber moral de ayudar y amar al prójimo como a nostro mismos, es difícil que adquiramos esta virtud de sacrificarnos en aras del bien ajeno. De ahí que sea más importante “darse” que “dar”, (si bien ambas son necesarias), ya que todos tenemos oportunidad de darnos al prójimo y no todos tendremos oportunidad de dar cosas materiales porque a veces no las tendremos.

Lo que más necesita el prójimo generalmente es nuestro tiempo, nuestra atención, el ser escuchado, (y no el escucharnos a nosotros hablar de nuestras cosas a borbotones). Si queremos escuchar a alguien y nos divierte, nos interesa o nos conviene hacer sociales no será virtud. Pero si no querelo escuchar porque tenemos otras prioridades y postergamos nuestros intereses para hacerlo, recién ahí entraremos en el terreno de la virtud de la generosidad con nuestro tiempo.

Hacer algo por las personas puede significar muchas cosas distintas y no necesariamente generosidad, preocupación por el prójimo o desinterés. Podemos tener a veces actitudes generosas sin por ello ser generosos, ya que para que sea virtud hace falta que sea habitual y natural en nosotros en praticarla en todos los órdenes. La virtud necesita rectitud de motivos para que lo sea.

Por ejemplo, decir siempre que si puede ser por distintos motivos (sentimientos de culpa que queremos compensar, falta de compromiso con la verdad, indiferencia, desinteres, pereza, indolencia, irresponsabilidad, no querer confrontar contradicciones, querer esquivar los problemas ,etc.), pero no necesariamente generosidad. En los actos de generosidad, por ser virtud, no sólo cuenta lo que damos, sino si lo que damos es bueno para esa persona, y si en realidad es lo que necesita.

Los niños pequeños no podemos decir que sean generosos porque en general no tienen noción de lo que poseen. De todos modos, hay que enseñarles poco a poco a dar de lo que les pertenece. Si tienen cuatro caramelos, siempre podrán ofrecer uno o dos. Pero la generosidad es un acto libre. Es una invitacion a compartir nuestros bienes con otros que tienen menos. Para entender bien esto hay un ejemplo muy gráfico:

Una madre le regala a su hijo una caja de caramelos para su cumpleaños y le pide que los reparta entre los 50 invitados. Como su hijo no lo hace, le saca la caja a la fuerza y le dice:
“ Yo te enseñaré a ser generoso” repartiéndola entera mientras su hijo ve partir… con enorme sufrimiento, todos sus caramelos... Ante este avasallo de lo que era legítimamente suyo el niño piensa: “Si esto es la generosidad, a mí no me gusta, no la quiero”... Como pedagogia es desastrosa, porque todo requiere su justa medida y habria que haber sugerido al nino compartir los caramelos regalados, en primer lugar, con los 2 primos de afuera que se quedaron a dormir esa noche.

La escuela de la generosidad, como todas las virtudes debe ser paulatina. “Estamos haciendo niños egoístas e incapaces porque se lo damos todo hecho. Si el abuelo acompaña al niño al colegio, lo primero que hace es llevarle la mochila; si subimos al metro, el primero – y el único, si nos descuidamos – que
se sienta es el niño; si tiene que hacer algo más complicado: “ya lo hará tu padre”; si cuando entra en casa va sembrando pasillos y suelos con sus cosas, va su mamá detrás poniéndolas en su sitio... y así sucesivamente.

Ciertamente, sobre todo cuando son pequeños, habrá que empezar por hacer con ellos las cosas que les mandamos, para enseñarles cómo se hacen, para que las hagan bien; tardaríamos menos si lo hiciésemos directamente, pues como dice el refrán: “es más fácil hacerlo que mandarlo a hacer”: pero asi no educamos.

Al contrario, los incapacitamos, los empequeñecemos, los egolatramos, aprenden que estamos para su servicio, que sus deseos son órdenes, que son el centro de la casa... Y todo esto se acentúa más cuanto más reducida es la familia. Y al revés; se les vacuna contra esto en las familias numerosas... “ (3)

A los niños, desde que son pequeños, habrá que enseñarles a ser generosos no sólo con sus cosas sino hasta con su tiempo. Escuchar por segunda vez el cuento de la abuela sin poner caras de aburridos, visitar algún pariente enfermo, esperar a que otros se bañen primero porque están más apurados y necesitan cambiarse, colaborar con alguna sociedad de beneficencia aunque sea una vez por mes etc.

Todas estas actitudes ante la vida y actos cotidianos pequeños de generosidad nos irán entrenando para las grandes decisiones de generosidad que se nos pueden presentar como: decir que sí a una maternidad abierta a la vida llamada, a una llamada a la vida consagrada, o a defender la Patria hasta las últimas consecuencias.

Los jóvenes tienden a reducir su generosidad al mundo de sus amigos.Pero esto no es virtud cuando sólo se limita a ellos, (o cuando sólo dan el buzo y la remera que no se han comprado y no les importa perder), y a la par son incapaces de renunciar a un programa que han organizado para acompañar a su madre o a un hermano, que los necesita. Muchas veces los padres o los abuelos los necesitan más que los amigos, pero ellos se auto enganan justificandose ya que el mundo de la generosidad en los jóvenes y en los adolescentes es fragmentado y generalmente pasa por los amigos. Al ser parcial, no es virtud sino simplemente con actitudes y actos generosos.

Dijimos que un acto generoso tiene que ver con la necesidad del otro y no la nuestra, aunque nosotros nos veamos beneficiados en hacer el bien. En general tendemos a dar lo que a nosotros nos gusta dar o lo que no nos cuesta, (a veces aún con cierto interés), sin considerar la necesidad de otras personas.
Por ejemplo:

Podremos aparentar ayudar a nuestro compañero de clase con los estudios, (que de hecho está bien), cuando en realidad estamos especulando con que nos invite el fin de semana a la pileta o que nos presente a su hermana. En ese caso no seremos generosos sino interesados.

Podremos ser generosos cuando regalamos nuestra ropa, (que de hecho está muy bien), cuando en realidad lo que nos mueve es hacer orden en nuestro ropero y la otra persona lo que realmente necesita es medicamentos que le podremos comprar, o que le demos unos días de franco para descansar y acompañar a un familiar con problemas graves.

Podremos aparentar generosidad en regalarle un tapado de piel a nuestra mujer o en llevarla de vacaciones, (porque se luce y nos lucimos nosotros ante los demás), cuando en realidad estaremos tratando de acallar nuestra conciencia por nuestras infidelidades. Tanto ayudar a un compañero en los estudios, como regalar la ropa que no usamos, invitar a comer, regalar un tapado u organizar unas vacaciones en familia son actos buenos en sí mismos, lícitos y generosos (y es mejor hacerlos que no hacerlos) pero el fin que nos movera a tacerlo será lo que los definirá como virtuosos. Para que sean virtuosos tiene que haber “rectitud de intencion”.

Seremos generosos de corazon en cambio cuando:
Estemos dispuestos a hacerles la vida fácil y agradable a los demás, especialmente en las familias, limando conflictos y enfrentamientos estériles y haciéndonos cargo de nuestras propias responsabilidades para evitarles problemas y sufrimientos.

Cuando sacrifiquemos nuestros propios gustos, nuestros programas, nuestras mezquindades, nuestros intereses para darles satisfacción a otros, (siempre y cuando sea bueno lo que quieren). Ayudas como cortarles el pasto, podarles la enredadera, arreglarles un enchufe, arreglarles la biblioteca, llevarles una carta al correo, ir a pagarles una cuenta, ayudarles en la mudanza o colaborar en firmar un testamento si no hay herederos para que el cónyuge pueda morirse en paz.

Cuando tratemos bien a alguien que no nos guste, para evitar tensiones y malestares familiares que causan mucho dolor en el corazón.

Cuando escuchemos a una persona que nos aburre a morir pero que sabemos tiene necesidad de ser escuchada.
Cuando nos privemos de comprarnos algo que nos gusta para comprarle al prójimo lo que necesita y no se lo hagamos sentir.

Cuando sacrifiquemos algún programa que nos encanta para acompañar a alguien que se queda solo, como puede ser nuestra abuela. Visitar a una abuela es antes que nada un deber moral que está mandado en el cuarto mandamiento. Puede además ser un placer porque la queremos. Pero sería generosidad dejar de lado el programa que teniamos organizado (como ir al cine o al partido) porque sabemos que esta sola y nuestra visita le cambiara la tarde.

Cuando tratemos de quedarnos en casa y hacer vida de familia, (aunque esto nos implique no pasarnos todo el día perdiendo el tiempo en la calle con nuestros amigos), specialmente si nos damos cuenta que en nuestra casa hay alguna tristeza que consolar o un vacio espiritual para rellenar con nuestra presencia. Tal vez un padre o una madre que acaba de enviudar, o una hermana a quien le dejo el novio por otra despues de cinco anos de noviazgo.

Tendremos que ser generosos además en otras actitudes como esperar para no corregir en público porque humilla, no magnificar los errores ajenos, tratar de sonreír cuando no tenemos motivos, etc. Esto lógicamente debe aplicarse a todas las relaciones entre las personas.

La generosidad nunca nos debe llevar a satisfacer los caprichos de los demás, de ahí que la prudencia sea la que debe regir para iluminarnos cuando debemos ayudar buscando un bien y cuando no deberemos hacerlo, porque haremos un mal. Hace falta saber y analizar cuáles son las necesidades reales y no ficticias de la otra persona, para no generar un habito de ayuda que socave la dignidad de la persona perjudicándola.

También hará falta analizar las consecuencias positivas y negativas de nuestra ayuda, y nos sorprenderemos en constatar la cantidad de veces que habiendo dado o habiendo pensado hacer un bien, habremos hecho un mal. Por ejemplo, pagando cuentas de hijos ya mayores de edad que no nos corresponden, erosionándoles la responsabilidad de administrarse en sus propios gastos, o levantando a un hijo dormilón durante meses para que no llegue tarde al trabajo. Con estas actitudes se impide que el hijo asuma sus propias responsabilidades, crezca y madure. Es mejor que afronte sus deudas y que lo echen del trabajo por llegar tarde. Y cuanto antes aprenda, mejor.

Concluimos entonces que para ser generosos y hacer el bien debemos recordar siempre qué es una persona y qué es lo bueno para ella según Dios la pensó y la creó. Muchas veces lo bueno para una persona no sera decirle que si, sino contradecirla todas las veces que sea necesario para fortalecer su voluntad, lo que la mantendra en su sitio y en un buen rumbo en la vida. Y nuestra generosidad consistirá en hacérselo notar, porque lo que la persona necesita es un buen consejo o una brújula que le marque el rumbo correcto,aunque nos cueste su alejamiento.
El mayor acto de amor es dar la vida por otro. Pero el acto de máxima generosidad espiritual es el de saber perdonar el daño que se nos ha hecho, demostrando a la otra persona que le damos la oportunidad de mejorar y recomponerse, totalmente entrelazado con la virtud de la caridad. El perdonar las ofensas está mandado, pero implica una enorme generosidad el poder perdonar, (por amor a Dios), a quienes nos han injuriado, nos han dañado y nos han hecho mal dándoles una segunda oportunidad... Y según lo mandado “setenta veces siete...”.

Esta escuela del perdón es importante que la ejerciten especialmente los padres cuando los hijos son testigos de peleas y discusiones. Los chicos saben que cuando ellos se pelean nada grave sucede, pero cuando los grandes se pelean muchas veces se separan. Si los hijos ven que los padres se pelean pero luego hacen las paces el daño hecho será menor. Mantener la alta estima del matrimonio ante los hijos, (si bien es un deber de estado y está mandado), es un acto de generosidad enorme, porque sabemos que a veces cuesta muchísimo, pero dejará menos heridas en los hijos y, sobre todo, los ayudará a que ambos sean respetados.

Lo opuesto a la generosidad en el orden espiritual es el pecado de egoismo. Ese amor desordenado que tenemos por nosotros mismos que nos lleva a pensar sólo en nosotros.

Otro exceso será no permitir que nadie nos ayude, ya que todos tenemos necesidad de ayudar y darle la oportunidad a otros también de poder ser generosos con nosotros.

Lo opuesto a la generosidad en el uso de los bienes es el pecado de avaricia, ese afán desordenado de poseer y adquirir bienes tan sólo para atesorarlos y no para compartirlos y dar trabajo, estabilidad y bienestar a muchos.

Pero la prodigalidad, que aparenta ser virtud, no lo es, (por exceso) porque somos administradores de los bienes que Dios ha permitido que tengano y debemos hacer un uso responsable de ellos. El manirroto, que dilapida los bienes sin control es lo contrario a la virtud. Abandonar la buena administracion de nuestros bienes seria ademas falta de gratitud a quienes nos los han dado, falta de responsabilidad social en descuidar bienes que bien administrados podria generar trabajo a los demas y falta de justicia hacia quienes deberian heredarlos despues de nostros.

De ahí que no sea generosidad renunciar, desperdiciar lo propio, abandonar o entregar lo que legítimamente nos pertenece. Que nos saquen lo nuestro, lo que nos pertenece legítimamente (ya sea espiritual, cultural, nuestra propia identidad nacional o bienes materiales como hacen muchos gobiernos liberales, masones, socialistas y comunistas), es un atentado a la justicia y a la propiedad privada a las cuales somos muy sensibile desde pequeños, porque son derechos naturales básicos de las personas.



Notas:

(1) “La educación de las virtudes humanas”. David Isaacs. Editorial Eunsa. Pág.61.
(2) “Camino hacia la felicidad”. Monseñor Fulton Sheen. Colección Pilates. Pág 93.
(3) “Educar la conciencia”. José Luis Aberasturi y Martinez. Ediciones Palabra. Pág.147



Ejercicio y tarea (para publicar en los foros del curso)

En relación a La afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
2. ¿Cuáles son las consecuencias d epracticar esta virtud?
3. ¿Qué es la dulzura?
4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
5. ¿Algún comentario o sugerencia?

En relación a La generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?
3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
5. ¿Algún comentario o sugerencia?


Para reflexión personal

1. ¿Quiero ser generoso con Dios como él lo es comigo?
2. ¿Mis relaciones con los demás dependen del servicio o utilidad que aporten a mis intereses personales? ¿Aparento amabilidad para ganar favores? ¿Valoro a los emás por lo que puedan ser útiles?
3. ¿Es criterio y norma de mi vida el parecerme a Cristo en su entrega total a los demás? ¿Acostumbro a medir mi amor a él `por el amor sobrenatural que tengo a los que me rodean, especialmente a mi esposo (a) y a mis hijos?
4. ¿Me autocompadezco por no recibir agardecimiento por mis acciones? ¿Busco honores en el cumplimiento de mis deberes?
5. ¿Estoy dispuesto a dar más de lo que el otro se merece?¿Ayudo solamente cuando me sobra tiempo o el dinero?¿Solamente cuando me lo piden?¿Despilfarro en lo mío y recorto en lo que puedo dar?
6. ¿Siempre espero que otros se ofrezcan o hagan las cosas por mí? ¿Busco servir, siempre que puedo, sin condiciones?¿Acepto con alegría lo que me pide mi esposo (a)?¿Mis hijos?¿la iglesia?
7. ¿Vivo cada instante de mi tiempo como una oportunidad para hacer el bien a los demás?



Si tienes alguna duda sobre el tema puedes consultar a Marta Arrechea Harriet de Olivero en su consultorio virtual

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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor mariaines » Mié Mar 30, 2011 12:12 pm

Ejercicio y tarea (para publicar en los foros del curso)
En relación a La afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
La afabilidad es la virtud que nos impulsa “a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes”. Es una virtud social por excelencia y una de las más exquisitas muestra de un espíritu cristiano, que ayuda mucho a la agradable y sana convivencia en todos los ámbitos, haciendo agradable, suave, ameno, fácil y dulce el trato y la conversación.

2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
La afabilidad ordena las relaciones de los hombres con sus semejantes, tanto en los hechos como en las palabras, contribuyendo a hacer la vida más agradable a quienes vemos todos los días.
3. ¿Qué es la dulzura?
La dulzura es una de las llamadas “pequeñas” virtudes que contribuyen a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado hacia los demás, virtud que también debemos aplicárnosla a nosotros mismos. Esta pequeña virtud en la convivencia diaria se agiganta porque el trato se suaviza armoniosamente.
4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
Los defectos que se oponen a la dulzura son la impaciencia y el mal humor, la excesiva severidad, la adulacion o lisonja y el espiritu de contradiccion.
La impaciencia y el malhumor lo demostraremos cuando contrarían nuestro juicio u opinión y entonces mostraremos nuestra pequeña cólera.
La excesiva severidad se demostrará en los gestos destemplados, en los juicios severos y cortantes, en el tono de voz terminante, en la falta de flexibilidad para contemplar los temas de interés de los demás, en no tener en cuenta los gustos, los problemas, las debilidades, las preocupaciones y los intereses del prójimo.
Pero el exceso de elogios es la adulacion o lisonja, que generalmente pretende conseguir ventajas basándose en lisonjas excesivas y desordenadas, y en cuya raíz siempre hay hipocresía, interés y doblez.
El espiritu de contradicion estará siempre en actitud de contradecir al prójimo, con motivo o sin él, generando discusiones inútiles e interminables, lo que genera mucho malestar en todas las reuniones e impide la sana convivencia y la armonía. 5. ¿Algún comentario o sugerencia?

En relación a La generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
La generosidad es la virtud que nos impulsa a actuar “en favor de otras personas desinteresadamente y con alegria, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportacion para esas personas, aunque cueste un esfuerzo”
2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?
No consiste solo en dar cosas, sino en darse a sí mismo y es una de las virtudes que más acerca al hombre a la felicidad, porque habremos oído decir que la felicidad es una puerta que se abre hacia fuera. La generosidad es la disposición de dar lo que se puede, (según las necesidades del prójimo), aún sobrepasando la medida de lo justo.
3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
Es la necesidad del otro, (espiritual o material), la que no los demanda. Esta carencia que sufre el prójimo se mete con nosotros mismos, y podemos responder con esfuerzo o sin él, con afecto, con violencia hacia nuestra voluntad, haciendo todo un trabajo para ser generosos, o con naturalidad.

4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
Lo opuesto a la generosidad en el orden espiritual es el pecado de egoismo. Ese amor desordenado que tenemos por nosotros mismos que nos lleva a pensar sólo en nosotros.
Otro exceso será no permitir que nadie nos ayude, ya que todos tenemos necesidad de ayudar y darle la oportunidad a otros también de poder ser generosos con nosotros.
Lo opuesto a la generosidad en el uso de los bienes es el pecado de avaricia, ese afán desordenado de poseer y adquirir bienes tan sólo para atesorarlos y no para compartirlos y dar trabajo, estabilidad y bienestar a muchos.

5. ¿Algún comentario o sugerencia?
mariaines
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor macamposr » Mié Mar 30, 2011 7:22 pm

En relación a La afabilidad
1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
R: Es la virtud que nos impulsa a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes.

2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
R: Una convivencia agradable y sana en todos los ámbitos, haciendo agradable, suave, ameno, fácil y dulce el trato y la conversación con los que nos rodean y tratamos.

3. ¿Qué es la dulzura?
R: Es una de las llamadas “pequeñas” virtudes que contribuyen a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado hacia los demás, virtud que también debemos aplicárnosla a nosotros mismos.

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
R: La impaciencia y el mal humor, la excesiva severidad, la adulación o lisonja y el espíritu de contradicción. Porque son vicios que nos alejan de las personas y hacen que la convivencia sea difícil y áspera.

5. ¿Algún comentario o sugerencia?

En relación a La generosidad
1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
R: Es la virtud que nos impulsa a actuar en favor de otras personas desinteresadamente y con alegría, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportación para esas personas, aunque cueste un esfuerzo.

2. ¿De qué manera podemos demostrar que somos generosos?
R: Cuando nuestros sentimientos y acciones los damos a quienes nos rodean, estando al pendiente de sus palabras, expresiones y acciones; cuándo nos damos sin esperar nada cambio. Cuándo nos olvidamos del egoísmo, cuándo no esperamos a que alguien nos diga “te necesito”, cuándo nos mostramos con entusiasmo y nos entregamos desde el principio hasta el fin, pensando en lo maravilloso que es poder ayudar y agradezco la oportunidad de servir a Dios.

3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
R: Qué nuestra práctica de la generosidad sea habitual y natural.

4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
R: El egoísmo, el individualismo, la avaricia. Aunque, creo yo que estoy aprendiendo a ser generoso, Dios me ha bendecido y me ha rodeado de gente que sí lo es, por lo tanto su influencia es muy grande en mi vida y me siento bendito por lo mismo.

5. ¿Algún comentario o sugerencia?
macamposr
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor Rosanna » Mié Mar 30, 2011 10:44 pm

En relación a La afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
Es la virtud que nos lleva a tener relaciones interpersonales amables. A tratar a los demas con dulzura, con alegria, con delicadeza

2. ¿Cuáles son las consecuencias d epracticar esta virtud?
Yo creo que las consecuencias de practicar esta virtud, primero es la alegria de darse a los demas con amor, y dulzura, gerando asi relaciones fuertes. La practica de esta virtud generara por consiguiente que las personas con las que compartimos se sientan atendidas, amadas, respetadas, qeuridas, y sentiran lo muy importantes que son para nosotros. Siempre querran compartir y pasar tiempo con nostros

3. ¿Qué es la dulzura?
Yo creo que la dulzura se refiere a un trato amable, con palabras delicadas, que son generadas con un tono bajo, sin gritos, con armonia entre lo que se dice y la forma como se dice

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
Los vicios contrarios a esta virtud son el mal humor, la terquedad o el espiritu de contradiccion, la impaciencia y el exceso de severidad. Todos estos vicios son contrarios a la afabilidad porque dan como resultado relaciones interpersonales incomodas, hay un mal trato hacia la persona humana pasando por alto su dignidad de Hijo de Dios; irrespetamos su derecho de ser tratado con amor y tolerancia. No son ejemplo del amor de Dios


Con respecto a la virtud de la generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
La virtud de la generosidad es la que nos permite o nos lleva a dar y a darnos para el bien del otro, para suplir sus necesidades o bien ayudarle en lo que necesita

2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?
Podemos demostrar que somos generosos de muchas maneras. Principalmente dandonos (con nuestro tiempo, nuestras actitudes positivas aun cuando la situacion nos es adversa, siendo tolerantes con aquellas personas que no toleramos o nos desagradas, etc), o bien, dando (en este caso con las cosas materiales, dinero, alimentos, cobija, etc.

3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
Es esencial que nuestros actos de generosidad sean estimulados y guiados por la recta intencion de un bien divino

4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
La actitud opuesta a la generosidad es el egoismo. En la parte material, puedo decir que veo que soy generosa, sin embargo, actualmente noto que me hace mucha falta la generosidad en mi trato con mi familia. En esto creo que me vuelto a ver a mi misma, buscando mi bienestar antes que el de mi esposo y mis hijos, lo que me ha alejado mucho del verdadero sentido del amor. A partir de ahora sera una de las virtudes que rogara a Dios fortalezca en mi

5. ¿Algún comentario o sugerencia?
Excelente, muchas gracias!
Rosanna
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor ReynaIsabel » Jue Mar 31, 2011 6:26 am

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
La afabilidad es la virtud que nos impulsa “a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes.

2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?

Ayuda mucho a la agradable y sana convivencia en todos los ámbitos, haciendo agradable, suave, ameno, fácil y dulce el trato y la conversación.

3. ¿Qué es la dulzura?
La dulzura es una de las llamadas “pequeñas” virtudes que contribuyen a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado hacia los demás, virtud que también debemos aplicárnosla a nosotros mismos. Esta pequeña virtud en la convivencia diaria se agiganta porque el trato se suaviza armoniosamente

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
Son la impaciencia y el mal humor, la excesiva severidad, la adulacion o lisonja y el espiritu de contradicciòn, porque se oponen a la virtud de la dulzura y de la afabilidad, sea por defecto o por exceso.
5. ¿Algún comentario o sugerencia? Gracias por el curso de virtudes.

En relación a La generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad? La generosidad es la virtud que nos impulsa a actuar “en favor de otras personas desinteresadamente y con alegria, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportacion para esas personas, aunque cueste un esfuerzo

2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?
Cuando libremento damos de nosotros mismos, de nuestros bienes o nuestro tiempo a la persona que lo necesita conforme sus propias necesidades y tambièn de nuestra parte debe haber una rectitud de intenciòn.

3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
Debe haber rectitud de intenciòn.

4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
Son el egoìsmo, la avaricia, por defecto y la prodigalidad por exceso.
La virtud de la generosidad ha tenido influencia en mi vida personal, ya que he aprendido tambièn a dar de mi tiempo, a dejar a un lado muchas veces mis propios intereses y preocupaciones para atender necesidades familiares de urgencia y que no pueden ser aplazadas y como parte del cumplimiento del cuarto mandamiento.

5. ¿Algún comentario o sugerencia?
Agradecerle por su tiempo, esfuerzo y dedicaciòn a este curso de virtudes.
ReynaIsabel
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor marisolita29 » Jue Mar 31, 2011 3:22 pm

En relación a La afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad? :)
R. La afabilidad es una virtud que nos impulsa a asumir una actitud de cordialidad, simpatía y empatía en la comunicación y trato con nuestro prójimo, a pesar de las circunstancias.

2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
R. Que no tendríamos tiempo de atender tantas invitaciones para hacer amigos y a sus manifestaciones de cariño, porque el ser amable, solidario y cordial con la gente, lo que produce a nuestro alrededor es un ambiente de confianza, solidaridad y respeto, lo cual invita a nuestros semejantes a acercarse a nosotros.

3. ¿Qué es la dulzura?
R. Considero que es uno de los elementos de la afabilidad, podríamos ser afables sin ser específicamente dulces, la afabilidad es una constante para la buena comunicación con los demás, no así la dulzura. La dulzura enfatiza la afabilidad, lo cual se manifiesta en palabras y gestos de mayor afecto hacia la o las personas con quien nos estemos comunicando, de igual forma, es un elemento que también deberíamos aplicarnos a nosotros mismos, en relación a nuestra forma de pensar, juzgar y de tratar.

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué? :?
R. Los vicios contrarios de la Afabilidad son:
La impaciencia y el mal humor, la excesiva severidad, la adulación o lisonja y el espíritu de contradicción.
Si el ser afable es una condición de receptividad, empatía, respeto prudencia en el interactuar con nuestros semejantes, todo lo contrario a esas actitudes es no serlo, es manifestar una condición totalmente contraria a la voluntad y disposición de llevarse y comunicarse en un ambiente de armonía con el prójimo.
Una personalidad con frecuencia malhumorada, impaciente, excesivamente severa y con espíritu contradictorio, no propicia un ambiente agradable y receptivo para la comunicación y la interacción.

5. ¿Algún comentario o sugerencia? :!:
R. Como un comentario particular acerca de la adulación o lisonja, yo entiendo los vicios contrarios de las virtudes, como un antónimo a ellas ej.: la impuntualidad es un vicio contrario a la puntualidad, en este sentido la adulación o lisonja es una condición disfrazada o falsa para sacar provecho o beneficio, lo cual se parece a la hipocresía, que ya es otro tema de discusión, no obstante, se puede ser afable e persona que finge sentir lo que no siente; por lo tanto no considero que la adulación o lisonja sea un vicio contrario a la virtud de afabilidad.

En relación a La generosidad :D

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
R. Es la condición que inclina la voluntad a dar, compartir u ofrecer con nuestros hermanos algún bien físico o espiritual que poseamos, a través de ella reconocemos la necesidad del otro, lo cual nos estimula a ayudar y/o satisfacer esa necesidad por nuestro propio medio anteponiendo nuestra conveniencia, aunque nos signifique un esfuerzo o una privación.

2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?
R. Cuando entregamos nuestro esfuerzo sólo por ayudar a otro y experimentar satisfacción en ello.
Es la necesidad del otro, (espiritual o material), la que nos impulsa a ayudarlo y a solidarizarnos con el los demanda. Esta carencia que sufre el prójimo se mete con nosotros mismos, y podemos responder con esfuerzo o sin él, con afecto, con violencia hacia nuestra voluntad, haciendo todo un trabajo para ser generosos, o con naturalidad.

Se trata de una entrega, de una decisión libre de entregar lo que uno tiene

3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
R. Para que sea virtud hace falta que sea habitual y natural en nosotros en practicarla en todos los órdenes. La virtud necesita rectitud de motivos para que lo sea.

4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
R. Lo opuesto a la generosidad es el egoísmo. Ese amor desordenado que tenemos por nosotros mismos que nos lleva a pensar sólo en nosotros.
Otro exceso lo representa la soberbia y autosuficiencia, no permitir que nadie nos ayude, ya que así como tenemos deber y necesidad de ayudar a otros, también debemos darle la oportunidad a otros, de ser generosos con nosotros.
La avaricia, ese afán desordenado de poseer y adquirir bienes tan sólo para atesorarlos y no para compartirlos y dar trabajo, estabilidad y bienestar a muchos.
La prodigalidad, que aparenta ser virtud, no lo es, (por exceso) porque somos administradores de los bienes que Dios ha permitido que tengamos y debemos hacer un uso responsable de ellos.
La influencia que tiene la generosidad en mi vida, está basada en lo aprendido en mi casa, en lo que me enseñaron mis padres; siempre vi la generosidad en su modo de actuar con los demás y en la actualidad, llevar a la realidad la cristiandad que estoy viviendo en la religión y lo que me enseña la Iglesia, por lo tanto, es una necesidad para mi practicar la generosidad ya sea en bienes físicos como espirituales.
marisolita29
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor Silviamaria » Vie Abr 01, 2011 12:28 pm

Buenas tardes compañeros: Mis respuestas:

En relación a La afabilidad
1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
Es la virtud que nos impulsa “a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes”. Es una virtud social por excelencia que ayuda a la sana convivencia.

2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
Organiza las relaciones con el entorno, haciendo la vida más agradable en el trato y la conversación con los que nos rodean.

3. ¿Qué es la dulzura?
Es una de las llamadas “pequeñas” virtudes que ayudan a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado hacia los demás, también debemos aplicárnosla a nosotros mismos.

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
La impaciencia y el mal humor, cuando nos encolerizamos por algo que no está de acuerdo a nuestro proceder.
La excesiva severidad, cuando exageramos en las opiniones, expresiones, no somos flexibles.
La adulación o lisonja, cuando queremos conseguir algo a través de la mentira con piropos, caricias, halagos, etc.
El espíritu de contradicción, cuando llevamos la contraria, a veces solo por molestar, creando un ambiente de discordia donde no reine la armonía y el buen trato.

En relación a La generosidad
1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
Es la virtud que nos impulsa a actuar “en favor de otras personas desinteresadamente y con alegría, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportación para esas personas, aunque cueste un esfuerzo”

2. ¿De qué manera podemos demostrar que somos generosos?
Cuando aportamos con nuestros semejantes ya sea física o espiritualmente sin esperar nada a cambio. Ayudando sin egoísmo. Compartiendo lo poco o mucho que se tiene.

3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
Necesitan “rectitud de intención”, porque no solo es aparentar generosidad sino que debemos ser sinceros y honestos en nuestros actos. La finalidad es cubrir la necesidad del otro y debe manifestarse en forma natural.

4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
El egoísmo, porque todo lo queremos para nosotros, hay que desprenderse y pensar en los demás. A veces no dejo que otro sea generoso conmigo, creo que puedo hacerlo sola y que no necesito de nadie. Gran error mío.
La avaricia, no participo de esta actitud negativa porque lo que menos me gusta es llenarme de cosas, tengo actualmente muchos libros pero que ya estoy repartiendo y regalando a quienes necesitan.

Que Dios bendiga sus hogares y hasta la siguiente lección. :) :)
Silviamaria
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor Mayra Judith » Vie Abr 01, 2011 9:45 pm

En relación a La afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
R: La afabilidad es la virtud que nos impulsa “a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes”
2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
R: La afabilidad ordena las relaciones de los hombres con sus semejantes, tanto en los hechos como en las palabras, contribuyendo a hacer la vida más agradable a quienes vemos todos los días. Una persona afable sonreirá y generará un trato fácil, cálido, cordial, indulgente con las faltas del prójimo, paciente, afectuoso y amable
3. ¿Qué es la dulzura?
R: La dulzura es una de las llamadas “pequeñas” virtudes que contribuyen a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado hacia los demás, virtud que también debemos aplicárnosla a nosotros mismos.
4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
R: la impaciencia y el mal humor, la excesiva severidad, la adulacion o lisonja y el espiritu de contradiccion.La impaciencia y el malhumor lo demostraremos cuando contrarían nuestro juicio u opinión y entonces mostraremos nuestra pequeña cólera. La excesiva severidad por ejemplo cuando exageramos en las opiniones, expresiones, no somos flexibles.
La adulación o lisonja por ejemplo cuando queremos conseguir algo a través de la mentira con piropos, caricias, halagos.
El espíritu de contradicción por ejemplo cuando llevamos la contraria, a veces solo por molestar, creando un ambiente de discordia.

En relación a La generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
R: La generosidad es la virtud que nos impulsa a actuar “en favor de otras personas desinteresadamente y con alegria, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportacion para esas personas, aunque cueste un esfuerzo”
2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?
R: La generosidad es la disposición de dar lo que se puede, (según las necesidades del prójimo), aún sobrepasando la medida de lo justo. La justicia exige dar a cada uno lo suyo pero la generosidad va mas alla y pone el acento en dar mas de lo que la justicia reclama. Es la necesidad del otro, (espiritual o material), la que no los demanda. Esta carencia que sufre el prójimo se mete con nosotros mismos, y podemos responder con esfuerzo o sin él, con afecto, con violencia hacia nuestra voluntad, haciendo todo un trabajo para ser generosos, o con naturalidad. Para ser generosos deberemos ante todo valorar lo que tenemos, porque si no le damos valor a lo que tenemos, no habrá mérito en ofrecerlo.
3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
R: para que sea virtud cristiana debe ser ofrecido por una razón divina. Podemos tener a veces actitudes generosas sin por ello ser generosos, ya que para que sea virtud hace falta que sea habitual y natural en nosotros en praticarla en todos los órdenes. La virtud necesita rectitud de motivos para que lo sea. En los actos de generosidad, por ser virtud, no sólo cuenta lo que damos, sino si lo que damos es bueno para esa persona, y si en realidad es lo que necesita.
4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
R: El egoísmo, el pecado de avaricia, ese afán desordenado de poseer y adquirir bienes tan sólo para atesorarlos y no para compartirlos y dar trabajo, estabilidad y bienestar a muchos.
Mi esposo y yo tratamos de llevarla en el caso del tiempo dedicado a nosotros como familia, a el tiempo para nuestros hijos, a su seguridad. Tenemos 5 pequeñitos y el ser una familia no tan pequeña ayuda a practicar la generosidad entre los niños, siendo ellos generosos entre ellos en cuanto a tiempo, dulces, juguetes, etc.
5. ¿Algún comentario o sugerencia?
¡¡¡GRACIAS!!!!!
Mayra Judith
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor oscar2 » Sab Abr 02, 2011 11:40 pm

Las 54 Virtudes atacadas: Lección 40 y 41 “La Afabilidad y la Generosidad”
La Afabilidad.
1.-Es la bonomía en el trato con nuestros semejantes. Es el ser dispuesto, atento, echado para adelante en la atención a los demás. Como virtud social permite la convivencia en todo nuestro desenvolvimiento personal con los demás. No es fácil ya que exige tacto, auto control, cuidado con nuestras palabras…Es un comportamiento simple, amable, que creo que se debe llevar primero por dentro de la persona, es decir vivirlo, para poder expresarlo plena y naturalmente…
2.-Permite una vida en armonía con los demás. A llevar la vida personal en paz consigo mismo y un trato fácil y agradable con el otro.
Te ayuda a no juzgar a los demás y a tratar a todos como corresponde y sin distingos.
3.-Es una “mini vitud”sin embargo muy aplicable en la vida cotidiana, tanto para uno mismo como para los demás. Generalmente la “aplicaban” más las mujeres de antes, ahora no se ve tanto…. También durante el tiempo de noviazgo durante el enamoramiento, pero se debería seguir aplicando siempre. Todo para convivir en armonía….
4.-Se tienen muchos y desafortunadamente son los que más se aplican, creo que se debe a la mala educación y falta de respeto, adquiridos desde la cuna… al mal temperamento y carácter no controlados. Otros serian, la impaciencia, el mal humor, la severidad, el mal juicio,, la lisonja, la contradicción, la no aceptación de errores, la no aceptación a lo que molesta sin tener razón… A nuestras rabietas, arranques personales, a las malas actitudes, voces altaneras, malas comunicaciones corporales…
5.-Concreto y bien.
Generosidad
1.-Es el buen servicio a los demás, el querer y poder compartir con el prójimo con lo que uno cuenta sin escatimar, aunque duela y sin esperar nada a cambio.
2.- La forma madura de la generosidad es el poder darse uno mismo desinteresadamente ( el tiempo, gustos, bienes, atención, cuidado…). El ejemplo pleno es JESÚS.
Es la necesidad del otro lo que mueve a actuar. Es una decisión libre que nace en lo más íntimo del ser y que te abre a la necesidad del otro…Siempre en silencio y humildad. Ya que todo lo que se da o comparte es también del otro y que me fue dado para darlo, es decir que uno es solo un medio afortunado…” Nada es nuestro todo es de todos”…
3.-La necesidad del otro y la apertura de corazón para captar y cubrir tal necesidad, hasta que nos duela, como lo decía la heramana Tresesa de Calcuta. Y todo en silencio,” que la mano izquierda no sepa lo que hace la derecha…”Pero el Señor bien que lo sabe…”
4.-No es una virtud opcional.
Sin embargo tiene sus oposiciones: El egoísmo que es el más común, ya que creemos que lo que tenemos nos pertenece, pero no es así…El Señor nos puso para servir y ayudar en todo y con todo al prójimo. “ Amara al prójimo como a nosotros mismos”…No es fácil si no se ha recibido una educación y caminado en ella antes…Es más rico darse que dar, pero esto solo se aprende viviéndolo al practicarlo. Todo acompañado de oración a Dios Trino para tener la buena guía e intención… La avaricia, el decir no necesitar ayuda, entre otros son algunos más…
En mi vida es como parte de mi obligación o deber normal de vivir…
5.- Bien presentado
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor tatianatapia » Dom Abr 03, 2011 12:03 am

En relación a La afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad? Consiste en ser en el trato con los demás, cordial, con buenas maneras, rostro sereno y palabras suaves.
2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud? Que si no se hace en forma adecuado cuando nuestros amigos obran mal se pueden confundir de que nosotros los alentamos a seguir en ese camino. Sin embargo debe de corregirse de buena manera y con dulzura para propiciar en el otro que se deje corregir.
3. ¿Qué es la dulzura? Es una pequeña virtud que conribuye a ser suaves y delicados en nuestro trato con los demás
4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? Impaciencia, mal humor, ser muy severos o demasiado aduladores,y ser contradictorios
¿Por qué? Porque desfiguran nuestro rostro y nos hacen hacer gestos y ademanes que son contrarios a la dulzura por algunas contrariedades., es no tener empatía hacia los demás lo que podría provocarnos no comprenderlos en sus debilidades y ser severos y es ser demasiado exigentes con lodemás y no ver con humildad quedebemos ser pacientes, al contrario, la adulación encierra interés en la amistad, también una actitud negativa y contradictoria contra todos no es sana porque genera conflictos y en cierta forma la persona denota que es terca y no se puede llegar a acuerdos con esa persona.
5. ¿Algún comentario o sugerencia?Si. me voy a empeñar en ser dulce y afable con mi marido porque me saca de quicio y yo tomo actitudes diferentes a esta.

En relación a La generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad? Es actuar de manera desinteresada por los demás, con alegría y con esfuerzo pues se da generosamente lo que tenemos, no lo que nos sobra.
2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos? Es valorar lo que tenemos y compartirlo, sea nuestra persona, nuestros talentos, nuestra felicidad, nuestro esfuerzo, nuestrs cosas, compartiendo con el otro.
3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos? Deben ser dados con alegría y sinceridad, atendiendo a la necesidad del otro que nos llama desde el interior a darle lo que por justicia necesita. La intención en la generosidad marca la diferencia y el discernimiento para analizar si el bien que damos no es mal para el otro.
4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? Es el egoísmo y la sobervia en el orden espiritual y en el de los bienes es la avaricia. Y el ser demasiados “manirotos” o prodigiosidad que es despilfarrar los bienes que estamos llamados a cuidar y prosperar para bien denuestra familia y que nuestros hijos por derecho deben heredar.
¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal? Creo que he confundido la prodigiosidad con la generosidad ya que efectivamente no he administrado como se debe los bienes que me han tocado y esto es muy importante distinguir.
5. ¿Algún comentario o sugerencia? Si. Cuando iba a la universidad las ideas de izquierda me confundían mucho con respecto a la virtud de la generosidad. Ahora que soy madura y gracias a este curso logro ver con claridad muchas cosas y esto me ha llevado a compartirlo con una amiga mia que es maestra y hemos decidido hacer algo con todo este material para bien de los maestros de la e scuela a la que pertenece para que los maestros también lo tengan claro en esta escuela donde la delicuencia en los niños es el pan de cada día. Y la incapacidad de los maestros para hacer algo al respecto.

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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor rafa ayala » Dom Abr 03, 2011 6:14 am

En relación a La afabilidad
1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
La afabilidad es la virtud que nos impulsa “a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes” (1)
Es una virtud social por excelencia y una de las más exquisitas muestra de un espíritu cristiano, que ayuda mucho a la agradable y sana convivencia en todos los ámbitos, haciendo agradable, suave, ameno, fácil y dulce el trato y la conversación.
El hombre es un ser sociable por naturaleza. Todos y cada uno estamos obligados a tratar de ser afables con quienes nos rodean, salvo en el caso de que sea útil corregir y amonestar a alguno de ellos.
2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
La afabilidad ordena las relaciones de los hombres con sus semejantes, tanto en los hechos como en las palabras, contribuyendo a hacer la vida más agradable a quienes vemos todos los días.
3. ¿Qué es la dulzura?
La dulzura es una de las llamadas “pequeñas” virtudes que contribuyen a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado hacia los demás, virtud que también debemos aplicárnosla a nosotros mismos. Esta pequeña virtud en la convivencia diaria se agiganta porque el trato se suaviza armoniosamente. El espíritu afable y de dulzura es el espíritu de Dios.

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
La impaciencia y el malhumor, la excesiva severidad, la adulacion o lisonja y el espíritu de contradicción.
La impaciencia y el malhumor lo demostramos cuando contrarían nuestro juicio u opinión y entonces mostraremos nuestra pequeña cólera. Puede ser un simple gusto, un programa, una elección en la televisión, pero enseguida mostramos nuestro descontento con gestos, miradas agrias o enojadas, movimientos de hombros despectivos o levantando la voz. Aquí la dulzura debiera intervenir para paralizar el apetito irascible e impedir que salga afuera.

En relación a La generosidad
1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
Es lo que nos impulsa a actuar “en favor de otras personas desinteresadamente y con alegria, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportación para esas personas, aunque cueste un esfuerzo” , es la virtud de la generosidad nos hace tener en cuenta más la necesidad del otro que nuestra conveniencia, sabiendo la importancia que nuestra ayuda tiene para esa persona, aunque nos signifique un esfuerzo o una privación.
2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?
Dándome a mí mismo y exige la necesidad que tengo de mi hermano.
3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
Pero para que sea virtud cristiana debe ser ofrecido por una razón divina.
4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
La virtud necesita rectitud de motivos para que lo sea, decir siempre que si puede ser por distintos motivos (sentimientos de culpa que queremos compensar, falta de compromiso con la verdad, indiferencia, desinterés, pereza, indolencia, irresponsabilidad, no querer confrontar contradicciones, querer esquivar los problemas ,etc.), esto no es ser generoso. El detalle de mi generosidad ¿es real, es correcto está, a mi alcance?, entonces veo la manera de serlo y me cuesta mucho trabajo ser generoso con mi tiempo.
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor anam46 » Dom Abr 03, 2011 11:01 am

Una vez más me encuentro con todos ustedes para dar respuesta a lso temas 40 y 41.-
AFABILIDAD.-
1.- Esta virtud es la que permite ordenar las relaciones interpersonales y contribuye a que la vida sea más agradable y armoniosa la convivencia.
Es una virtud social que permite dar muestras del espíritu cristiano. ( espíritu afable y dulzura provienen del Espíritu de Dios)

2.- Las consecuencias de la práctica de esta virtud son:
- Autodominio, tacto y palabras oportunas para cada cinrcunstancia.
- Trato y diálogos agradables, amenos y respetuosos
- Gestos, saludos, sonrisas, ademanes dispuestos a tocar el corazón de quien lo necesite

3.- DULZURA.-
Esta es quien contribuye al trato y la convivencia. Permite que ellos sean delicados, prudentes y afables, que se suavicen armoniosamente.

4.- Se oponen a ella la impaciencia, el mal humor, el exceso de severidad, las contradicciones. Toda persona que no reconoce a su prójimo y sus necesidades ( materiales o espirituales) se torna egoista y solo las cosas giran a su alrededor, por ello su vida se inquieta y actúan desde sus propios intereses. Una frase leída en el material de este encuentro resumen lo dicho: EL ALMA QUE NO PUEDE DISCIPLINARSE NO ENCUENTRA LA PAZ.

GENEROSIDAD.-
1.- Es la virtud que nos impulsa a actuar en favor de otras personas de manera desinteresada y con alegría, tanto para la ayuda material como para la espiritual.- involucra a toda la persona pues no solo es dar algo sino darse a sí mismo.

2.- Podemos demostrar que somo generosos cuando: - - la decisión que tomamos frente a la necesidad del otro es libre.
- lo más importante es entragarse a uno mismo que el solo hecho de dar.
- vivimos comprendiendo y respetando el sentido trascendente de la vida.
- la generosidad es el alimento para el alma.
Un acto generoso tiene que ver con la neceisdad del otro y no con la propia.

3.- Para que la generosidad sea una virtud debe tener rectitud en el motivo. No debe satifscar el capricho del otro por lo que también requiere de prudencia para iluminar la oporutna ayuda. La ayuda debe siempre buscar un bien para no agredir la dignidad de la persona.

4.- Se oponen a esta virtud:
- en el orden ESPIRITUAL el pecado del egoismo
- en el uso de los BIENES MATERIALES el pecado de la avaricia y el abandono o desprecio de lo propio.

Con la esperanza del camino cuaresmal me despido de todos hasta el próximo encuentro.Ana María
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor profehumberto1 » Dom Abr 03, 2011 12:22 pm

En relación a La afabilidad
1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?

La afabilidad es la virtud que nos impulsa “a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes”.
Es una virtud social por excelencia y una de las más exquisitas muestra de un espíritu cristiano, que ayuda mucho a la agradable y sana convivencia en todos los ámbitos, haciendo agradable, suave, ameno, fácil y dulce el trato y la conversación.
2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
Yo no le llamaría consecuencias, al contrario, le llamaría autodominio, ya que mediante esta virtud, aprendemos a dominar nuestro carácter y por medio de esto seremos más agradables en nuestro trato con los demás.
3. ¿Qué es la dulzura?
La dulzura es una de las llamadas “pequeñas” virtudes que contribuyen a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado hacia los demás, virtud que también debemos aplicárnosla a nosotros mismos. Esta pequeña virtud en la convivencia diaria se agiganta porque el trato se suaviza armoniosamente.
4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
Los defectos que se oponen a la dulzura son la impaciencia y el mal humor, la excesiva severidad, la adulación o lisonja y el espíritu de contradicción.
La impaciencia y el malhumor lo demostraremos cuando contrarían nuestro juicio u opinión y entonces mostraremos nuestra pequeña cólera.
La excesiva severidad se demostrará en los gestos destemplados, en los juicios severos y cortantes, en el tono de voz terminante, en la falta de flexibilidad para contemplar los temas de interés de los demás, en no tener en cuenta los gustos, los problemas, las debilidades, las preocupaciones y los intereses del prójimo.
Pero el exceso de elogios es la adulación o lisonja, que generalmente pretende conseguir ventajas basándose en lisonjas excesivas y desordenadas, y en cuya raíz siempre hay hipocresía, interés y doblez. El adulador generalmente se desborda y miente porque no busca la verdad sino la conveniencia.
El espíritu de contradicción estará siempre en actitud de contradecir al prójimo, con motivo o sin él, generando discusiones inútiles e interminables, lo que genera mucho malestar en todas las reuniones e impide la sana convivencia y la armonía. El espíritu de contradicción corta todos y cada uno de los inicios de diálogo y de las conversaciones, genera mal clima, rompe la armonía entre las personas, las lleva a discutir por horas interminables sin llegar a ninguna conclusión.
5. ¿Algún comentario o sugerencia?
Muy bonita reflexión sobre esta virtud de la afabilidad. Ojalá y todos la practicáramos. Con la práctica de esta virtud, nuestro mundo en cuestión de relaciones humanas, sería distinto.
En relación a La generosidad
1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?

La generosidad es la virtud que nos impulsa a actuar “en favor de otras personas desinteresadamente y con alegría, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportación para esas personas, aunque cueste un esfuerzo”.
Dicho en otras palabras, la virtud de la generosidad nos hace tener en cuenta más la necesidad del otro que nuestra conveniencia, sabiendo la importancia que nuestra ayuda tiene para esa persona, aunque nos signifique un esfuerzo o una privación.
2. ¿De qué manera podemos demostrar que somos generosos?
Se trata de una entrega, de una decision libre de entregar lo que uno tiene, ya sea tiempo, inteligencia, conocimientos, conexiones, dinero, o hasta la misteriosa y valiosisima receta de cocina, para que nuestra vecina también pueda lucirse cuando invita a comer. Se busca el bien de una persona necesitada en un determinado momento. Pero para ser generosos deberemos ante todo valorar lo que tenemos, porque si no le damos valor a lo que tenemos, no habrá mérito en ofrecerlo.
La medida de la generosidad será sólo en función de lo que se podía dar y se dió o no, y uno no la conoce. De ahí que Dios sea el único justo Juez capaz de juzgar la medida de la generosidad de cada uno y las intenciones que lo movilizaron a dar. Y es por eso que esta virtud es muy difícil de distinguir cuando la observamos desde afuera, porque en general no sabremos las intenciones que llevan a las personas a realizar actos aparentemente generosos.
La importancia del óbolo (la limosna) de la viuda que destaca Nuestro Señor en el Evangelio no fue por la cantidad que dio, (que eran tan sólo unas monedas), sino porque Dios vio que había dado todo lo que tenía.
3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
Dar desinteresadamente, ayudar sin esperar recibir nada a cambio, escuchar atentamente a los demás. Lo que más necesita el prójimo generalmente es nuestro tiempo, nuestra atención, el ser escuchado, (y no el escucharnos a nosotros hablar de nuestras cosas a borbotones). Si queremos escuchar a alguien y nos divierte, nos interesa o nos conviene hacer sociales no será virtud. Pero si no quiérelo escuchar porque tenemos otras prioridades y postergamos nuestros intereses para hacerlo, recién ahí entraremos en el terreno de la virtud de la generosidad con nuestro tiempo.
Hacer algo por las personas puede significar muchas cosas distintas y no necesariamente generosidad, preocupación por el prójimo o desinterés. Podemos tener a veces actitudes generosas sin por ello ser generosos, ya que para que sea virtud hace falta que sea habitual y natural en nosotros en practicarla en todos los órdenes. La virtud necesita rectitud de motivos para que lo sea.
4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
Las actitudes opuestas son hacer las cosas por algún interés personal y no necesariamente porque queramos hacerlas. Para que sea virtud se requiere rectitud de intención.
Al estar leyendo esto de la generosidad, me he puesto a pensar y es necesario hacer algunos cambios en mi vida personal, para que realmente se convierta en virtud.
Lo opuesto a la generosidad en el orden espiritual es el pecado de egoísmo. Ese amor desordenado que tenemos por nosotros mismos que nos lleva a pensar sólo en nosotros.
Otro exceso será no permitir que nadie nos ayude, ya que todos tenemos necesidad de ayudar y darle la oportunidad a otros también de poder ser generosos con nosotros.
Lo opuesto a la generosidad en el uso de los bienes es el pecado de avaricia, ese afán desordenado de poseer y adquirir bienes tan sólo para atesorarlos y no para compartirlos y dar trabajo, estabilidad y bienestar a muchos.
Pero la prodigalidad, que aparenta ser virtud, no lo es, (por exceso) porque somos administradores de los bienes que Dios ha permitido que tengamos y debemos hacer un uso responsable de ellos. El manirroto, que dilapida los bienes sin control es lo contrario a la virtud. Abandonar la buena administración de nuestros bienes seria además falta de gratitud a quienes nos los han dado, falta de responsabilidad social en descuidar bienes que bien administrados podría generar trabajo a los demás y falta de justicia hacia quienes deberían heredarlos después de nosotros.
De ahí que no sea generosidad renunciar, desperdiciar lo propio, abandonar o entregar lo que legítimamente nos pertenece. Que nos saquen lo nuestro, lo que nos pertenece legítimamente (ya sea espiritual, cultural, nuestra propia identidad nacional o bienes materiales como hacen muchos gobiernos liberales, masones, socialistas y comunistas), es un atentado a la justicia y a la propiedad privada a las cuales somos muy sensible desde pequeños, porque son derechos naturales básicos de las personas.
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor lucilatriana » Dom Abr 03, 2011 7:28 pm

En relación a La afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
La virtud de la afabilidad es la que nos impulsa a poner en nuestras palabras y acciones cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes. Es una virtud social, que está en correspondencia con el segundo gran mandamientos, el amor al prójimo como a nosotros mismos. El trato afable hace agradable, ameno, fácil el trato con los demás y la convivencia.

2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
La gran consecuencia práctica es el orden en las relaciones de los hombres con sus semejantes, en hechos y palabras. Es expresión del amor y seguimiento al Señor Jesús y del respeto al prójimo.

3. ¿Qué es la dulzura?
Es una pequeña virtud que mueve a agudizar el trato amable, afable y delicado, haciendo que se suavice y armonicen las relaciones entre los seres humanos.

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
Los vicios contrarios a la afabilidad son: la impaciencia, el mal humor, excesiva e injusta severidad, la adulación o la lisonja, el espíritu de contradicción, porque no están en concordancia con el amor que Dios nos pide, con la verdad y la unidad de los miembros del Cuerpo de Cristo.

5.¿Algún comentario o sugerencia?
Deduzco, la dulzura con que nos debemos tratar unos con otros, corresponde a nuestra naturaleza de hijos amados de Dios. El espera que seamos especiales con cada uno de sus hijos dándoles el trato afable y dulce que Él nos da.

En relación a La generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
La virtud de la generosidad es la que nos impulsa a actuar a favor de otra persona, en forma totalmente desinteresada, con alegría, teniendo en cuenta la necesidad y utilidad del otro, aunque nos cueste.

2. ¿De qué manera podemos demostrar que somos generosos?
Se demuestra que se es generoso cuando hay entrega de sí mismo, de lo que se es y se tiene. Ese demostrar no es fácil, ya que la realidad de la valoración corresponde a Dios, a nosotros nos corresponde orar, reflexionar, buscar la voluntad de Dios y esforzarnos por realizarla en bien del otro.

3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
Para que nuestros actos de generosidad sean virtuosos se requiere que correspondan a una razón divina, ser el Espíritu de Dios el que nos mueve, ser recta la intensión que buscan, sólo el bien del otro sin intereses personales ni egoístas propios, por el contrario sacrificar o renunciar a gustos propios. Los actos de generosidad deben realizarse habitualmente.
4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
La aptitud opuesta es el egoísmo, que es expresión del amor exagerado a sí mismo y que nos lleva a estar en el primer puesto y querer todo para mí. Este egosimo tiene muchas expresiones entre ellas el no querer que nadie nos ayude porque todo lo podemos y nadie lo hace mejor que yo. El egoísmo tuerce el camino de la vida, lo lleva a equivocarse y alejarse del la voluntad de Dios, el egoísmo destruye la igualdad, la unidad y la dignidad de los seres. La virtud requiere permanente oración, atención, reflexión, corrección y reiniciar permanentemente el camino

5. ¿Algún comentario o sugerencia?

Nuevamente, gracias por las reflexiones que este estudio suscita, la necesidad de cultivarlas y adquirirlas.
lucilatriana
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor Gabriela Corona » Dom Abr 03, 2011 7:29 pm

SALUDOS A TODOS MIS HERMANOS EN CRISTO.

En relación a la Afabilidad
1.- ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
Es la virtud que nos impulsa a poner en nuestras palabras y acciones exteriores todo lo que contribuya a ser amable y placentero el trato con los demás, es muestra de un espíritu cristiano.

2.- ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
Se llega a un autodominio y tacto para cada circunstancia.
Se generará con mayor hábito un trato amable, cálido, cordial e indulgente con las faltas del prójimo.
Se practica la paciencia.
Se puede corregir de buena manera, con naturalidad, con sencillez para tratar de hacer comprender la verdad y el otro acepte ser corregido.

3.- ¿Qué es la dulzura?
Es la “pequeña virtud” que también contribuye a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado.

4.- ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
Impaciencia y el mal humor, la excesiva severidad, la adulación o lisonja y el espíritu de contradicción.

En relación a la Generosidad
1.- ¿Qué es la virtud de la generosidad?
Virtud que nos impulsa a actuar a favor de otras personas desinteresadamente y con alegría, teniendo en cuenta más la necesidad del otro que nuestra conveniencia aunque nos signifique un esfuerzo o una privación.

2.- ¿De qué manera podemos demostrar que somos generosos?
En darse a si mismo, en tiempo y persona (lo que se puede y justo).
Entregar lo que se tiene: inteligencia, conocimientos, conexiones para proporcionar un bien a la persona necesita en un momento determinado.

3.- ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
Ofrecerlo por una razón divina
Es mas importante “darse” que “dar”
Saber escuchar a los otros, aun cuando no considerábamos ese tiempo para hacerlo
Hacerlo con naturalidad y rectitud sin sacar provecho alguno.

4.- ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
El pecado del egoísmo, No permitir que nadie nos ayude, En el uso de los bienes, el pecado de avaricia, El manirroto que dilapida los bienes sin control, Renunciar, desperdiciar lo propio, abandonar o entregar lo que legítimamente nos pertenece.

Influencia: Escuchar a las personas que me piden un consejo, muchas veces no tengo el tiempo disponible para hacerlo en el momento, pero ofrezco un tiempo posterior para hacerlo desinteresadamente y con atención y tratar de ayudar en sus necesidades.
Cuando me piden prestado, presto lo que creo no debo ya cobrar, lo tomo como regalo, si me lo devuelven bien, sino no lo cobro.

QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS.
Gabriela Corona
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor luis guillermo » Dom Abr 03, 2011 10:03 pm

En relación a La afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
La afabilidad es la virtud que nos impulsa “a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes”

2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
Las consecuencias son muchas , entre las más importantes mantener no sólo las mejores relaciones con las personas si no mostrárles el respeto, la consideración y la comprensión mínimas que toda persona requiere por una sencilla razón de dignidad básica. Y esto sería sólo el inicio, luego la afabilidad transformada en dulzura, sería pulir nuestra caridad.

3. ¿Qué es la dulzura?
Es la virtud que agrega un "plus", a la afabilidad, nos hace más delicados, y tolerantes con las personas, aún con nosotros mismos, cuando el enojo es la emoción que quiere dominarnos. Yo diría que la dulzura es una excelente medicina contra el enojo, tanto para con los demás como para uno.

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
Cuando ya no sirve de ayuda si no agrava el daño. Por ejemplo cuando los hijops irresponsables esperan a que "papi", ó "mami", los despierten para ir al trabajo, y peor aún cuando asumen hasta sus deudas económicas, con lo cual el hijo ó la hija agravan su inmaduréz.

5. ¿Algún comentario o sugerencia?
Excelente virtud para poner en práctica.

En relación a La generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
La generosidad es la virtud que nos impulsa a actuar “en favor de otras personas desinteresadamente y con alegria, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportacion para esas personas, aunque cueste un esfuerzo”

2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?
Dando no sólo algo material, ó más concretamente dinero si no a nosotros mismos, por ejemplo dando de nuestro tiempo para escuchar a alguien que lo necesita , aún cuando para nosotros sea muy aburrido. Es decir dando más de lo justo.

3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
El principal es la intención, y esa intención el que finalmente la conoce a ciencia cierta es Dios. A veces pueden darse cosas, y hasta tiempo personal , pero por interés, pero a Dios no se le puede engañar.

4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
Las actitudes opuestas son el egoísmo. Pienso que esto muchas veces se da por el miedo del ser humano, la falta de Fe en Dios, y se actúa como si esta vida fuera eterna, se buscan muchas riquezas, bienes, placeres, etc, sin pensar en Dios y la vida eterna que el tiene reservada para sus hijos y para quienes escogieron su camino.

5. ¿Algún comentario o sugerencia?
Acordarnos siempre de la viuda, que dió no de sus sobras si no mucho más, esto Dios siempre lo sabe y el nos recompensará con creces.
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor Gabriela_Ladron » Lun Abr 04, 2011 8:40 am

En relación a La afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?

Es la virtud por la que demostramos amabilidad a nuestros semejantes, facilitando la sana convencia y suavisando el trato social.

2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?

Mejora la convivencia social y predispone a la aceptación de la crítica constructiva.

3. ¿Qué es la dulzura?

Es una pequeña virtud que contribuye a la convivencia amable, delicada y afable.

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?

La impaciencia, el mar humo, la excesiva severidad, la adulaicón, la lisonja y el espíritu de contraducción, porque generan un ambiente de convivencia desagradable.

5. ¿Algún comentario o sugerencia?

La afabilidad debe ser la constante de nuestro trato con todos, pero especialmente con los más cercanos: familia y amigos, a quienes a veces olvidamos.


En relación a La generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?

Le virtud que nos hace tener en cuenta la necesidad del otro, espiritual o material.

2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?

Mediante la entrega, decisión libre de entregar lo que tenemos.

3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?

La decisión libre de dar y la rectitud de motivos.

4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?

El egoísmo, la avaricia, la prodigalidad, la dilapidación, la falta de gratitud.
Trato de ser generosa con mi tiempo y bienes, pero me cuesta trabajo sobre todo compartir mi tiempo, pero trato de hacerlo.

5. ¿Algún comentario o sugerencia?

La generosidad debe nacer del corazón y ser libre para que sea realmente uan virtud.
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor karinadelcastillo » Lun Abr 04, 2011 4:21 pm

En relación a la afabilidad

1. ¿Qué es la virtud de la afabilidad?
La afabilidad es la virtud que nos impulsa “a poner en nuestras palabras y acciones exteriores cuanto pueda contribuir a hacer amable y placentero el trato con nuestros semejantes”

2. ¿Cuáles son las consecuencias de practicar esta virtud?
La afabilidad ordena las relaciones de los hombres con sus semejantes, tanto en los hechos como en las palabras, contribuyendo a hacer la vida más agradable a quienes vemos todos los días.

3. ¿Qué es la dulzura?
La dulzura es una de las llamadas “pequeñas” virtudes que contribuyen a que nuestro trato y convivencia sea amable, afable y delicado hacia los demás, virtud que también debemos aplicárnosla a nosotros mismos. Esta pequeña virtud en la convivencia diaria se agiganta porque el trato se suaviza armoniosamente.

4. ¿Cuáles son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
Los defectos que se oponen a la dulzura son la impaciencia y el mal humor, la excesiva severidad, la adulación o lisonja y el espíritu de contradicción.

5. ¿Algún comentario o sugerencia?
Muy bueno!!

En relación a La generosidad

1. ¿Qué es la virtud de la generosidad?
La generosidad es la virtud que nos impulsa a actuar “en favor de otras personas desinteresadamente y con alegría, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportación para esas personas, aunque cueste un esfuerzo”

2. ¿De que manera podemos demostrar que somos generosos?
Seremos generosos de corazón en cambio cuando:
Estemos dispuestos a hacerles la vida fácil y agradable a los demás, especialmente en las familias, limando conflictos y enfrentamientos estériles y haciéndonos cargo de nuestras propias responsabilidades para evitarles problemas y sufrimientos.

Cuando sacrifiquemos nuestros propios gustos, nuestros programas, nuestras mezquindades, nuestros intereses para darles satisfacción a otros, (siempre y cuando sea bueno lo que quieren).
Cuando tratemos bien a alguien que no nos guste, para evitar tensiones y malestares familiares que causan mucho dolor en el corazón.
Cuando escuchemos a una persona que nos aburre a morir pero que sabemos tiene necesidad de ser escuchada.
Cuando nos privemos de comprarnos algo que nos gusta para comprarle al prójimo lo que necesita y no se lo hagamos sentir.
Cuando sacrifiquemos algún programa que nos encanta para acompañar a alguien que se queda solo, como puede ser nuestra abuela. Cuando tratemos de quedarnos en casa y hacer vida de familia,

3. ¿Qué elemento esencial necesitan nuestros actos de generosidad para que sean virtuosos?
RECTITUD DE INTENCION.
Podemos tener a veces actitudes generosas sin por ello ser generosos, ya que para que sea virtud hace falta que sea habitual y natural en nosotros en practicarla en todos los órdenes. La virtud necesita rectitud de motivos para que lo sea.

4. ¿Cuáles son las actitudes opuestas? ¿Cuál es la influencia de esta en tu vida personal?
Lo opuesto a la generosidad en el orden espiritual es el pecado de egoísmo. Ese amor desordenado que tenemos por nosotros mismos que nos lleva a pensar sólo en nosotros. Otro exceso será no permitir que nadie nos ayude, ya que todos tenemos necesidad de ayudar y darle la oportunidad a otros también de poder ser generosos con nosotros.
Lo opuesto a la generosidad en el uso de los bienes es el pecado de avaricia, ese afán desordenado de poseer y adquirir bienes tan sólo para atesorarlos y no para compartirlos y dar trabajo, estabilidad y bienestar a muchos.

Si a veces soy muy egoista e indiferente y constantemente estoy purificando miintención.


5. ¿Algún comentario o sugerencia?
me gustan mucho los temas
karinadelcastillo
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor Angel J Lopez » Lun Abr 04, 2011 5:44 pm

¿Qué es la virtud de la afabilidad?
Nos lleva a ser amable y placentero para con los emás.

¿Cuales son las consecuencias de practicar esta virtud?
Nos ordena en nuestras relaciones, cos que es tan necesario para hacer la ida ma agradable para con nosotros mismos como con lo demas.

¿Qué es l dulzura?
Hace qe seamos amables, y dulces para con los demas.

¿Cuales son los vicios contrarios a esta virtud? ¿Por qué?
Una de ellas es el mal humor, el ser severo, se realizan situaciones muy desagradabls.

¿Algún comentario o sugeria?
Debemos ser afable no solo con nuestras familias, sinó también con los demás. Estamos llamados a ser luz tanto en el hogar como en la calle.
Angel J Lopez
 
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Re: Lección 40 y 41 La Afabilidad y la Generosidad

Notapor Angel J Lopez » Lun Abr 04, 2011 5:57 pm

¿Qué es la generosidad?
Es el ser desinteresado, siendo alegres y capaces de servir a otros.

¿De qué manera podemos demostrar que somos generosos?
En un mundo como el que vivimos, necesitamos ser entregados en tiempo y entrega de nosotros mismos.

¿Qué elementos escenciales necesitan nuestros actos de generosidad?
En nuestras vidad es importante que nos demos, que escuchemos a otros.

¿Cuales son las actitudes opuestas? ¿Cual es la influencia en tu vida personal?
El egoísmo, el creernos que lo podemos todo en la vida, y lo que encuentro bien importante es que por consiguiente nos destruimos.

Algún comentario o sugerencia.
En mi caso personal este curso de virtudes ha sido extremadamente importante. Preguntemonos como se estan trabajando las virtudes en nuestras vidas y en las de nuestros familiares, e la razón por la que veo este curso interesanmt.
Gracias por el interes en dar estas instrucciones o lecciones.
Angel J Lopez
 
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